DOMINGO, 5 DE JULIO DE 2015
Sol contra Plutón: Batalla entre luz y oscuridad
Tomado del blog "Termómetro Zodiacal" de Pedro González Silva.
“Los hombres aceptan como realidad las imágenes exteriores y ahogan así la voz de su mundo interior”.
Hermann Hesse. “Demian”.
Este lunes 6 de julio amanecemos bajo los efectos de un aspecto astrológico de mucha intensidad, una “oposición” entre el Sol y Plutón.
En astrología, la “oposición” es cuando dos planetas están uno frente a otro (ángulo de 180 grados), y por tanto están en signos opuestos; en este caso, el Sol está en Cáncer, frente a Plutón, que está en Capricornio.
En una oposición, los astros entran en una especie de tensión, como si estuvieran forcejeando para ver quien se impone, pero no hay vencedor absoluto, se produce un tenso equilibro, en ocasiones predomina uno, y en otras, es el oponente quien prevalece.
Así ocurre en el interior de nosotros mismos y en nuestras contradicciones como seres humanos, así ocurre en las sociedades, en la política, en las ideologías, en todo lo que sea humano.
El Sol nos habla de nuestro lado luminoso, lo que está a la vista, nuestra autoconciencia, mientras que Plutón nos remite a nuestras sombras, a nuestro lado oscuro, al inconsciente, a lo sórdido que hay en cada uno.
Esos mundos, el oscuro y luminoso, estarán en pugna de alguna forma, en nosotros, en lo que nos rodea. El Sol y Plutón nos removerán de alguna forma.
“Quería tan sólo intentar vivir lo que tendía a brotar espontáneamente de mi. ¿Por qué había de serme tan difícil?”. Esta frase estará vigente con esta influencia astral, tomada de un libro que viene muy al caso en este momento, se trata de “Demian”, la maravillosa novela del gran escritor Hermann Hesse.
“El pájaro rompe el cascarón, el huevo es el mundo. El que quiere nacer tiene que romper el mundo”. Así lo indica Hesse en su libro, y así lo marca la influencia de Plutón, el astro del morir y el renacer.
El relato de Hesse cuenta la vida de Emilio Sinclair, un joven con una forma de pensar diferente que se siente confundido sobre el sentido de su vida, al percibir que posee dos lados, el bueno y el malo. El lado bueno es el de su casa y familia, donde todo es agradable y monótono, bajo la protección de sus padres. El lado oscuro está fuera de ese hogar cómodo, es un mundo incierto y desconocido que le atrae y le hace meterse en problemas.
Ese lado luminoso y ese lado oscuro (igual al Sol contra Plutón) marca una lucha dentro de nosotros mismos y en nuestro entorno. Dice Hesse: “La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero”. Y agrega: “Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros”.
Hesse en “Demian” integra o lo intenta, el mundo luminoso con el mundo oscuro, es así que nos habla de un Dios que no es ni bueno ni malo, sino ambas cosas, reúne la totalidad de lo que somos. Nos da una perspectiva distinta, otro punto de vista, cuando por ejemplo, nos hace dudar de lo bueno y lo malo, poniendo como ejemplo el pasaje bíblico de Caín y Abel, haciendo destacar cualidades en Caín inexploradas, y que conllevan a una especie de “marca” en personas que son “diferentes”.
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