Oscuridad contra la luz
Ojalá, muchos egresados de esas Casas de Estudios ejercieran su derecho de levantar la voz
ARMANDO SCANNONE | EL UNIVERSAL
sábado 29 de junio de 2013 12:00 AM
Me duele escribir este artículo, porque me duele mucho mi universidad, me duelen los maestros, me duelen los estudiantes, me duelen los trabajadores universitarios, que con extraordinario coraje, valentía y desprendimiento, luchan unidos contra la barbarie, empeñada en apagar las luces de nuestra Casa de Estudios para que reine la oscuridad.
Desde que Chávez llegó al poder se dedicó, arteramente, a fomentar el odio entre los venezolanos, y muy particularmente a nuestras universidades y universitarios.
Nadie sabe, o al menos, nadie ha dicho haberle oído decir algo al respecto, pero todos fuimos testigos de esa verdad, y es inexplicable cómo sus herederos han continuado, todavía con mas efervescencia, a cultivar el odio y jugarse el fin de la Autonomía Universitaria, que es lo más valioso de una universidad, y por ende, de la libertad de un país, de manera más radical, acabando con esa autonomía y, por ende, con nuestras universidades como fuente del libre pensamiento y de libertad. Porque cuando se enseña a jóvenes que son todo vocación y mente virgen, se les está enseñando e inculcando libertad por encima de todo conocimiento, libertad para escoger y decidir el camino a seguir en la vida, con todo el corazón y bondad que sólo un maestro puede transmitir.
Cuando gobernantes cometen tantos horrores, insensateces, desatinos y sandeces, como la prohibición del biberón a lactantes y el chip en los supermercados, equivalente a que el jefe de la Asamblea niegue a sus colegas diputados el derecho de palabra y no pagarles su sueldo, estamos frente a un lumpen intelectual y de valores. Ojalá que alguno de los siquiatras egresados de nuestras universidades, nos dé luces y explique la razón de tales dislates y de semejante odio.
Quizás en un gobierno militarista, en el cual una mayoría de sus dirigentes es militar de baja graduación, como el jefe de la Asamblea, por ejemplo, con alma de dictador y quizás acostumbrado a dar órdenes en un cuartel, golpeando la mesa con desprecio y con voz de trueno, al llegar a altas posiciones, inmerecidas, sea propicia la ocasión para que surja su insensatez.
A mis maestros, desde los primeros grados hasta la universidad, les debo haberme enseñado lo que es la verdadera gratitud, bondad, y lealtad; nunca tuve un maestro malvado, a todos guardo en mi memoria con profundo agradecimiento y como apóstoles en el verdadero sentido de esa palabra.
Hoy me toca el honor de solidarizarme en la lucha emprendida por esos maestros, estudiantes y empleados, que por encima de diferencias e intereses, están unidos ante la barbarie y el egoísmo, y además pedirles, como creo que lo sienten la mayoría de los venezolanos, que no desmayen en la defensa de ese valor precioso, que es la Autonomía Universitaria, que, en definitiva, significa libertad.
Ojalá, muchos egresados de esas honorables Casas de Estudios ejercieran su derecho de levantar la voz en defensa de lo que en definitiva aprendieron: el derecho de pensar en libertad.
ascannone@gmail.com
Desde que Chávez llegó al poder se dedicó, arteramente, a fomentar el odio entre los venezolanos, y muy particularmente a nuestras universidades y universitarios.
Nadie sabe, o al menos, nadie ha dicho haberle oído decir algo al respecto, pero todos fuimos testigos de esa verdad, y es inexplicable cómo sus herederos han continuado, todavía con mas efervescencia, a cultivar el odio y jugarse el fin de la Autonomía Universitaria, que es lo más valioso de una universidad, y por ende, de la libertad de un país, de manera más radical, acabando con esa autonomía y, por ende, con nuestras universidades como fuente del libre pensamiento y de libertad. Porque cuando se enseña a jóvenes que son todo vocación y mente virgen, se les está enseñando e inculcando libertad por encima de todo conocimiento, libertad para escoger y decidir el camino a seguir en la vida, con todo el corazón y bondad que sólo un maestro puede transmitir.
Cuando gobernantes cometen tantos horrores, insensateces, desatinos y sandeces, como la prohibición del biberón a lactantes y el chip en los supermercados, equivalente a que el jefe de la Asamblea niegue a sus colegas diputados el derecho de palabra y no pagarles su sueldo, estamos frente a un lumpen intelectual y de valores. Ojalá que alguno de los siquiatras egresados de nuestras universidades, nos dé luces y explique la razón de tales dislates y de semejante odio.
Quizás en un gobierno militarista, en el cual una mayoría de sus dirigentes es militar de baja graduación, como el jefe de la Asamblea, por ejemplo, con alma de dictador y quizás acostumbrado a dar órdenes en un cuartel, golpeando la mesa con desprecio y con voz de trueno, al llegar a altas posiciones, inmerecidas, sea propicia la ocasión para que surja su insensatez.
A mis maestros, desde los primeros grados hasta la universidad, les debo haberme enseñado lo que es la verdadera gratitud, bondad, y lealtad; nunca tuve un maestro malvado, a todos guardo en mi memoria con profundo agradecimiento y como apóstoles en el verdadero sentido de esa palabra.
Hoy me toca el honor de solidarizarme en la lucha emprendida por esos maestros, estudiantes y empleados, que por encima de diferencias e intereses, están unidos ante la barbarie y el egoísmo, y además pedirles, como creo que lo sienten la mayoría de los venezolanos, que no desmayen en la defensa de ese valor precioso, que es la Autonomía Universitaria, que, en definitiva, significa libertad.
Ojalá, muchos egresados de esas honorables Casas de Estudios ejercieran su derecho de levantar la voz en defensa de lo que en definitiva aprendieron: el derecho de pensar en libertad.
ascannone@gmail.com
Crisis en la educación venezolana
MARIANA SUÁREZ DE MENDOZA | EL UNIVERSAL
sábado 29 de junio de 2013
En los artículos previos hice referencia a la pobreza, y a la educación como medio fundamental para reducirla. Esto no es nuevo, es conocido por los gobiernos. Sin embargo, no es interés de los gobiernos totalitarios dar educación y formar a los jóvenes para que luego le adversen, muy por el contrario, estos regímenes han tratado de reorientar la educación hacia fines políticos a lo largo de la historia.
En Venezuela han tratado de cambiar varias veces el pénsum académico de los colegios, han tratado de incluir a los consejos comunales como parte de la comunidad educativa, se han propuesto eliminar la autonomía universitaria y se han empeñado en deslegitimar a todo estudiante o profesor que vaya en contra de las propuestas socialistas del gobierno. Las protestas en las calles hicieron dar un paso atrás al gobierno, por temor a incendiarse en el país una ola de protestas que luego serían indetenibles. El gobierno tomó el camino de crear una educación paralela con amplio contenido ideológico en escuelas, institutos y universidades, ignorando en las mesas de trabajo a la verdadera comunidad educativa, establecida en la Constitución, y utilización en medios de comunicación a los estudiantes universitarios afectos al oficialismo. Hoy, la educación universitaria está paralizada por falta de presupuesto, discusión de contrataciones colectivas y normas de homologación.
Esta situación se repite en la educación preescolar, básica, media y diversificada, donde los colegios privados están impedidos en tener autonomía sobre sus presupuestos, lo que ha generado un descontento generalizado en los maestros y personal administrativo, acercándolos cada vez más a estar en los niveles de pobreza y llevándolos a hacer actividades paralelas que nada tienen que ver con la capacitación y adiestramiento.
La educación venezolana está en crisis, en vez de discutir de avance, progreso, y temas fundamentales para la educación venezolana, estamos apenas luchando por un presupuesto justo y respeto de la autonomía. En Venezuela se debieran estar debatiendo temas primordiales como: mejorar sustancialmente la educación pública, incrementar el número de planteles con educación media y diversificada, incrementar los beneficios económicos al profesorado, subir los índices académicos para optar a la carrera de educación, incentivar la investigación, especialización y maestrías al profesorado, ampliar el horario académico para incorporar materias electivas y actividades culturales, ofrecer comedores escolares en todos los planteles educativos, revisión de los pénsum académicos e incorporación de materias fundamentales que permitan la comprensión del mundo actual.
Mientras en Venezuela se mantenga una educación pública pobre, y una educación privada cada día más deficitaria, no se podrá revertir el problema estructural de pobreza que impera en el país.
@mariana_eco
marisu6@gmail.com
En Venezuela han tratado de cambiar varias veces el pénsum académico de los colegios, han tratado de incluir a los consejos comunales como parte de la comunidad educativa, se han propuesto eliminar la autonomía universitaria y se han empeñado en deslegitimar a todo estudiante o profesor que vaya en contra de las propuestas socialistas del gobierno. Las protestas en las calles hicieron dar un paso atrás al gobierno, por temor a incendiarse en el país una ola de protestas que luego serían indetenibles. El gobierno tomó el camino de crear una educación paralela con amplio contenido ideológico en escuelas, institutos y universidades, ignorando en las mesas de trabajo a la verdadera comunidad educativa, establecida en la Constitución, y utilización en medios de comunicación a los estudiantes universitarios afectos al oficialismo. Hoy, la educación universitaria está paralizada por falta de presupuesto, discusión de contrataciones colectivas y normas de homologación.
Esta situación se repite en la educación preescolar, básica, media y diversificada, donde los colegios privados están impedidos en tener autonomía sobre sus presupuestos, lo que ha generado un descontento generalizado en los maestros y personal administrativo, acercándolos cada vez más a estar en los niveles de pobreza y llevándolos a hacer actividades paralelas que nada tienen que ver con la capacitación y adiestramiento.
La educación venezolana está en crisis, en vez de discutir de avance, progreso, y temas fundamentales para la educación venezolana, estamos apenas luchando por un presupuesto justo y respeto de la autonomía. En Venezuela se debieran estar debatiendo temas primordiales como: mejorar sustancialmente la educación pública, incrementar el número de planteles con educación media y diversificada, incrementar los beneficios económicos al profesorado, subir los índices académicos para optar a la carrera de educación, incentivar la investigación, especialización y maestrías al profesorado, ampliar el horario académico para incorporar materias electivas y actividades culturales, ofrecer comedores escolares en todos los planteles educativos, revisión de los pénsum académicos e incorporación de materias fundamentales que permitan la comprensión del mundo actual.
Mientras en Venezuela se mantenga una educación pública pobre, y una educación privada cada día más deficitaria, no se podrá revertir el problema estructural de pobreza que impera en el país.
@mariana_eco
marisu6@gmail.com
La pobreza en Venezuela
MARIANA SUÁREZ DE MENDOZA | EL UNIVERSAL
sábado 15 de junio de 2013
En tiempos donde se estima un período de estanflación en Venezuela (inflación con estancamiento de la economía, donde la inflación no cede) hay que detenerse a evaluar los indicadores de pobreza, pues indudablemente habrá un retroceso importante.
Los últimos indicadores presentados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, indican que Venezuela incrementó los índices de pobreza en 2011 a 29,5%. Cuando se presentaron los indicadores de 2010, el Gobierno celebró el estudio de la Cepal, haciendo mención a los logros en materia de pobreza, sin embargo, cuando los números no favorecen, el propio Instituto Nacional de Estadística se atreve a decir que la Cepal mide mal la pobreza, pues no toman en cuenta la canasta alimentaria.
Tal aseveración parece no ser cierta, ya que revisando el enfoque utilizado por la Cepal, se clasifica a una persona como pobre cuando el ingreso de su hogar es inferior al valor de la línea de pobreza o al monto mínimo necesario de ingresos que le permitiría satisfacer sus necesidades básicas. Las líneas de pobreza fueron expresadas en la moneda de cada país y se determinaron a partir del valor de la canasta de bienes y servicios. La canasta básica se construye de una canasta de alimentos, que cubren las necesidades nutricionales de la población, que toma en consideración los hábitos de consumo y la disponibilidad de alimentos con sus precios.
¿Puede Venezuela decir que efectivamente ha reducido la pobreza como indica el INE?
Incluso utilizando el estándar internacional desarrollado por el Banco Mundial que establece la línea de pobreza extrema por debajo de $ 1,25 al día y línea de pobreza por debajo de $ 2 al día, y utilizando el tipo de cambio marcador de precios de la economía, el porcentaje de pobreza obtenido es superior al informado por la Cepal y el INE. Si bien este indicador ha sido criticado por no tomar en cuenta el valor en moneda local de las canastas básicas de cada país, o las estructuras de consumo, es un indicador que puede ser utilizado para comparar la capacidad de compra de bienes y servicios entre países, y permite eliminar las manipulaciones de organismos estatales en la medición y determinación del valor de la canasta básica.
Algunas consideraciones del caso venezolano que no han sido tomadas en cuenta y distorsionan la medición de pobreza:
- Regulación de precios de los alimentos incluidos en la canasta alimentaria no mide los efectos inflacionarios en la economía
- Severas dificultades para conseguir alimentos y bienes de consumo prioritarios a los precios regulados
- Cambio en los hábitos de consumo no espontáneos, inducidos por la falta de variedad y escasez de productos
- Costos ocultos no incluidos en la canasta básica (precios del mercado por encima al regulado, pérdida de tiempo en diferentes establecimientos y traslado de personas del interior del país a la capital)
- No se toma en cuenta el acceso a servicios de calidad, la capacidad de ahorro, el acceso al crédito, la capacidad de compra de otros bienes y servicios en la economía, como el costo de alquiler de una vivienda o posibilidad de adquirirla, acceso a tecnología, educación superior, entre otros.
Las transferencias directas del Estado pueden ayudar a superar el problema, sin embargo se debe evitar la dependencia por largos períodos de tiempo, ya que generan mecanismos perversos que no ayudan a la población a salir del estancamiento económico, no se generan empleos de calidad y finalmente no se supera la pobreza.
marisu6@gmail.com
Los últimos indicadores presentados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, indican que Venezuela incrementó los índices de pobreza en 2011 a 29,5%. Cuando se presentaron los indicadores de 2010, el Gobierno celebró el estudio de la Cepal, haciendo mención a los logros en materia de pobreza, sin embargo, cuando los números no favorecen, el propio Instituto Nacional de Estadística se atreve a decir que la Cepal mide mal la pobreza, pues no toman en cuenta la canasta alimentaria.
Tal aseveración parece no ser cierta, ya que revisando el enfoque utilizado por la Cepal, se clasifica a una persona como pobre cuando el ingreso de su hogar es inferior al valor de la línea de pobreza o al monto mínimo necesario de ingresos que le permitiría satisfacer sus necesidades básicas. Las líneas de pobreza fueron expresadas en la moneda de cada país y se determinaron a partir del valor de la canasta de bienes y servicios. La canasta básica se construye de una canasta de alimentos, que cubren las necesidades nutricionales de la población, que toma en consideración los hábitos de consumo y la disponibilidad de alimentos con sus precios.
¿Puede Venezuela decir que efectivamente ha reducido la pobreza como indica el INE?
Incluso utilizando el estándar internacional desarrollado por el Banco Mundial que establece la línea de pobreza extrema por debajo de $ 1,25 al día y línea de pobreza por debajo de $ 2 al día, y utilizando el tipo de cambio marcador de precios de la economía, el porcentaje de pobreza obtenido es superior al informado por la Cepal y el INE. Si bien este indicador ha sido criticado por no tomar en cuenta el valor en moneda local de las canastas básicas de cada país, o las estructuras de consumo, es un indicador que puede ser utilizado para comparar la capacidad de compra de bienes y servicios entre países, y permite eliminar las manipulaciones de organismos estatales en la medición y determinación del valor de la canasta básica.
Algunas consideraciones del caso venezolano que no han sido tomadas en cuenta y distorsionan la medición de pobreza:
- Regulación de precios de los alimentos incluidos en la canasta alimentaria no mide los efectos inflacionarios en la economía
- Severas dificultades para conseguir alimentos y bienes de consumo prioritarios a los precios regulados
- Cambio en los hábitos de consumo no espontáneos, inducidos por la falta de variedad y escasez de productos
- Costos ocultos no incluidos en la canasta básica (precios del mercado por encima al regulado, pérdida de tiempo en diferentes establecimientos y traslado de personas del interior del país a la capital)
- No se toma en cuenta el acceso a servicios de calidad, la capacidad de ahorro, el acceso al crédito, la capacidad de compra de otros bienes y servicios en la economía, como el costo de alquiler de una vivienda o posibilidad de adquirirla, acceso a tecnología, educación superior, entre otros.
Las transferencias directas del Estado pueden ayudar a superar el problema, sin embargo se debe evitar la dependencia por largos períodos de tiempo, ya que generan mecanismos perversos que no ayudan a la población a salir del estancamiento económico, no se generan empleos de calidad y finalmente no se supera la pobreza.
marisu6@gmail.com
Continúa la pobreza
MARIANA SUÁREZ DE MENDOZA | EL UNIVERSAL
sábado 22 de junio de 2013
En el artículo de la semana pasada hice referencia a la pobreza en Venezuela. A este respecto quisiera ahondar un poco más en el asunto y tomarme unas líneas para comentar sobre la matriz de opinión, de quienes cuestionan las cifras publicadas, o que consideran ilegítima la preocupación, por los sectores de la población menos favorecidos.
Las referencias que utilicé en el artículo provienen de datos estadísticos serios, que son utilizados para medir la pobreza en el mundo, no veo por qué Venezuela merezca de alguna medición especial. Más que criticar o molestarse por las cifras reales, lo que hay que entender es que los repuntes en los indicadores de pobreza en Venezuela significan que las políticas aplicadas han estado mal enfocadas y han fracasado. La sola transferencia directa de recursos del Estado no solventó el problema de pobreza, muy por el contrario, generó un mecanismo perverso donde se utilizaron a los individuos en condición de pobreza, limitándoles el otorgamiento de recursos, vivienda, trabajo y comida, a cambio del voto. Peor aún es, que las cosas objeto de la condición, no se recibieron conforme a la ilusión que se vendió: las viviendas no tienen título de propiedad, el trabajo que obtuvieron o conservaron es improductivo, cuando no ficticio, inventado para recibir el pago de nómina, el incremento en el consumo de alimentos se diluyó con la inflación y la escasez, y los recursos llegan cada vez con menor regularidad.
Tener la intención legítima de hacer políticas públicas que ayuden a la población a salir de la situación de pobreza, no requiere colocar vallas publicitarias por todo el país, ni viajar por el mundo para vender logros que no existen. Tener la intención legítima de hacer políticas públicas con el fin de disminuir la pobreza, se hace creíble cuando se ofrecen igualdad de oportunidades para la población menos favorecida, en un mundo donde ciertamente no las han tenido.
Resolver el problema de pobreza en Venezuela requiere la implementación de políticas focalizadas, acompañadas de políticas macroeconómicas no regresivas. Hoy solo les hago referencia a las políticas focalizadas que podrían aplicarse:
- Tener igualdad de oportunidades en el sistema educativo, es un punto fundamental para disminuir los niveles de pobreza en el país.
- Complementar la educación pública de calidad con planes de alimentación y dotación de los útiles escolares; permite evitar la deserción escolar a temprana edad, donde se abandona la escolaridad para buscar trabajo y llevar alimentos al hogar.
- Programas orientados a la capacitación técnica de grupos específicos (mujeres, jóvenes, personas con discapacidad, adulto mayor, grupos étnicos, y población rural).
- Proporcionar acceso gratuito a tecnologías de información y comunicación.
- Impulsar el acceso al crédito y desarrollo de bancas comunitarias.
- Programas públicos de empleo.
- Promoción de proyectos productivos y apoyo a la inversión privada, permite generar empleos de calidad y estabilidad laboral.
- Atención al riesgo social y vulnerabilidad (beneficios sociales, prestaciones de desempleo, programas de empleo temporal, asistencia social y planes de emergencia).
- Apoyo de organizaciones internacionales y ONG, que apoyen y trabajen en conjunto con instituciones gubernamentales.
- Profundizar la descentralización en el país, lo que permite focalizar las políticas públicas dirigidas a las comunidades más pobres.
La semana que viene profundizaré en las mejoras del sistema educativo en Venezuela.
@mariana_eco
marisu6@gmail.com
Las referencias que utilicé en el artículo provienen de datos estadísticos serios, que son utilizados para medir la pobreza en el mundo, no veo por qué Venezuela merezca de alguna medición especial. Más que criticar o molestarse por las cifras reales, lo que hay que entender es que los repuntes en los indicadores de pobreza en Venezuela significan que las políticas aplicadas han estado mal enfocadas y han fracasado. La sola transferencia directa de recursos del Estado no solventó el problema de pobreza, muy por el contrario, generó un mecanismo perverso donde se utilizaron a los individuos en condición de pobreza, limitándoles el otorgamiento de recursos, vivienda, trabajo y comida, a cambio del voto. Peor aún es, que las cosas objeto de la condición, no se recibieron conforme a la ilusión que se vendió: las viviendas no tienen título de propiedad, el trabajo que obtuvieron o conservaron es improductivo, cuando no ficticio, inventado para recibir el pago de nómina, el incremento en el consumo de alimentos se diluyó con la inflación y la escasez, y los recursos llegan cada vez con menor regularidad.
Tener la intención legítima de hacer políticas públicas que ayuden a la población a salir de la situación de pobreza, no requiere colocar vallas publicitarias por todo el país, ni viajar por el mundo para vender logros que no existen. Tener la intención legítima de hacer políticas públicas con el fin de disminuir la pobreza, se hace creíble cuando se ofrecen igualdad de oportunidades para la población menos favorecida, en un mundo donde ciertamente no las han tenido.
Resolver el problema de pobreza en Venezuela requiere la implementación de políticas focalizadas, acompañadas de políticas macroeconómicas no regresivas. Hoy solo les hago referencia a las políticas focalizadas que podrían aplicarse:
- Tener igualdad de oportunidades en el sistema educativo, es un punto fundamental para disminuir los niveles de pobreza en el país.
- Complementar la educación pública de calidad con planes de alimentación y dotación de los útiles escolares; permite evitar la deserción escolar a temprana edad, donde se abandona la escolaridad para buscar trabajo y llevar alimentos al hogar.
- Programas orientados a la capacitación técnica de grupos específicos (mujeres, jóvenes, personas con discapacidad, adulto mayor, grupos étnicos, y población rural).
- Proporcionar acceso gratuito a tecnologías de información y comunicación.
- Impulsar el acceso al crédito y desarrollo de bancas comunitarias.
- Programas públicos de empleo.
- Promoción de proyectos productivos y apoyo a la inversión privada, permite generar empleos de calidad y estabilidad laboral.
- Atención al riesgo social y vulnerabilidad (beneficios sociales, prestaciones de desempleo, programas de empleo temporal, asistencia social y planes de emergencia).
- Apoyo de organizaciones internacionales y ONG, que apoyen y trabajen en conjunto con instituciones gubernamentales.
- Profundizar la descentralización en el país, lo que permite focalizar las políticas públicas dirigidas a las comunidades más pobres.
La semana que viene profundizaré en las mejoras del sistema educativo en Venezuela.
@mariana_eco
marisu6@gmail.com
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