Cinco candidatos, un moderador, tres temas de interés nacional,

nueve preguntas, un minuto para respoer, dos canales de televisión

que transmirán en vivo (Globovisión y DAT TV ), seis estaciones

de radio conectadas y cuatro páginas web que emitirán la señal vía

Ustream constituyen el andamiaje logístico y tecnológico dispuesto

por el Movimiento Estudiantil para llevarle hoy a los venezolanos

el primer debate electoral en 12 años.

La vocera de los organizadores, Gaby Arellano, precisó que la mecánica

se ajustará a los tiempos televisivos, es decir, 4 segmentos de 15

minutos con cortes comerciales.

"En el primer segmento cada uno tendrá 30 segundos para presentarse.

Se escogerán 3 preguntas para cada tema, que serán leídas por

estudiantes de varias universidades. La seguridad personal se tocará en el

primer segmento, el empleo en el segundo y la educación en el tercero.

En el cuarto segmento cada candidato enviará un mensaje de cierre",

dijo Arellano.

Los organizadores sortearán hoy en la mañana el orden de palabra

de los aspirantes de las primarias presidenciales y en la tarde se reunirán

con los comandos de campaña para escoger una base de 18

interrogantes por categoría: "La idea es que al momento del

debate tengamos

variedad y que no se repitan".

La entrada del público al Aula Magna de la UCAB será libre, habilitarán

dos auditorios auxiliares y una pantalla gigante en la parte exterior.

"Se abrirá desde las 4:00 pm hasta las 7:00 pm. No se permitirán

barras que impidan el diálogo o que apabullen a los participantes",

aclaró Arellano.

Anónimos

La escogencia de los tres temas no fue un albur.

La más reciente encuesta de IVAD (27-10 al 03-11) reportó que 63,9%

de los venezolanos considera la inseguridad como el principal problema

del país; mientras que el Centro Gumilla informó en octubre que 40,5%

de las personas de los estratos D y E ponen el empleo en el centro

de sus preocupaciones.

El tema educativo (programa, presupuesto e ingreso) no está de gratis

en la agenda escogida por los bachilleres.

Integrantes de la plataforma Jóvenes Trabajando Aquí (Jota) acudieron

ayer la plaza Brión de Chacaíto, en Caracas, para recoger las inquietudes de los

transeúntes y enviarlas al debate. Boris Elneser, vocero de Jota, destacó la

receptividad de los caraqueños: "En una hora y media recogimos más de

200 interrogantes".

Las preguntas más recurrentes fueron cómo resolverán la inseguridad

personal, cómo fortalecerán el valor del salario, cómo generarán más

empleos y qué harán para garantizar el cupo universitario.

Las interrogantes fueron anotadas en un formato y depositadas de manera

anónima en dos buzones que llevaron por toda la plaza. "A mucha gente le

da miedo decir su nombre, pero sí mostraron su interés en preguntar",

dijo Elneser.

Imagen y discurso. Desde 1998 los venezolanos no presenciaban un

debate electoral. En febrero y marzo de ese año la televisión transmitió

un cara a cara entre Claudio Fermín y Hugo Chávez y otro entre

Fermín y Henrique Salas Römer.

Desde entonces el debate desapareció de la escena: en 2000 y 2006 el

Presidente rehusó confrontar a Francisco Arias Cárdenas y a Manuel Rosales,

respectivamente.

De allí la particularidad del acto de esta noche: no sólo permitirá a los

electores evaluar la personalidad, ideas y desenvoltura de los precandidatos

opositores, sino que también romperá con 13 años de monólogo ideológico,

programático y político protagonizado por Hugo Chávez.

El especialista en análisis de opinión pública Iván Abreu recordó que

si bien entre 1958 y 1998 se llevaron a cabo algunos debates, la

estrategia no es común en el país.

"En 1963 debatieron Rafael Caldera y Arturo Uslar Pietri; en 1978 Luis

Herrera retó sin éxito a Luis Piñerúa y en 1983 Caldera se midió con

Jaime Lusinchi. Sin embargo, en Venezuela no tenemos una cultura

de debate arraigada", dijo.

¿Para qué sirve un debate? "Permite medir lo que transmite la persona en

su discurso y en su imagen: si se muestra insegura, timorata, si no expresa

bien sus ideas, si lo que dice no cuadra con las expectativas de la masa.

Todo eso puede influir en la decisión de apoyarlo o no", indicó Abreu, que

es profesor jubilado de la UCV.

Ganar-ganar. El politólogo Humberto Njaim, ex director del Instituto de

Estudios Políticos de la UCV, sostuvo que la experiencia de hoy es un

reto para los cinco participantes porque todos buscan representar a la

Unidad en las presidenciales de 2012 y se han comprometido a apoyar

al que resulte vencedor en las primarias.

"No se tratará de buscar que uno gane sobre otro, sino que será

un evento de ganar-ganar.

Sería perjudicial que trataran de atacarse. Tendrán que moverse con mucha

habilidad para demostrar al país que todos tienen una visión constructiva,

propositiva y un fin común", destacó Njaim.

Ambos especialistas coincidieron en la necesidad de que la experiencia

se repita en encuentros que aborden los temas más sensibles de la

agenda pública.

Descartaron la posibilidad de que el Gobierno emita una transmisión en

cadena nacional de radio y televisión mientras dure el debate. "Eso sería

contraproducente, un bumerán, porque generaría fuertes críticas y

aumentaría la expectativa de la gente para ver la actividad aunque

sea en diferido", dijo Njaim.