La FILU 2013
MARIANO NAVA CONTRERAS | EL UNIVERSAL
viernes 14 de junio de 2013 12:00 AM
Como todos los años desde hace dieciséis, hoy se inaugura una nueva edición de la Feria Internacional del Libro Universitario de Mérida. La cita, que busca convertir durante una semana a Mérida en la capital del libro académico en Venezuela, reunirá a editoriales y libreros, pero también a universitarios y artistas, constituyendo uno de los principales acontecimientos culturales del país. En efecto, se espera que asistan al centro de Convenciones "Mucumbarila" cerca de 80 expositores, que ofrecerán sus novedades a más de 100.000 visitantes venidos de todo el país para disfrutar gratuitamente de un nutrido programa de presentaciones de libros, foros, conciertos y talleres. Igualmente, alrededor de 4.000 niños provenientes de centros educativos de todo el Estado disfrutarán del Espacio Infantil, que este año tendrá como eje temático la conservación ambiental. Asimismo, la Feria rendirá homenaje a un insigne merideño que hace poco dejó de estar entre nosotros, Simón Alberto Consalvi, pero también será escenario de agrupaciones como la Orquesta Latinocaribeña Simón Bolívar y la Orquesta de Rock Sinfónico Simón Bolívar.
También como en las pasadas ediciones, la responsabilidad de la organización de la Feria del Libro más antigua del país recae en la que también es una de sus universidades más antiguas, la Universidad de Los Andes, a través del Consejo de Publicaciones y de la Secretaría. Sin embargo, en la compleja preparación de un acontecimiento de esta envergadura se ven envueltos prácticamente todos los órganos de gestión universitarios. Por otra parte, debe también destacarse el patrocinio de algunos entes públicos y empresas privadas que han creído en esta iniciativa, como el Banco Central de Venezuela, Pdvsa, la Fundación Polar, Banco Mercantil, Banesco o la Lotería del Táchira, pero también, y muy especialmente, hay que destacar el apoyo de todos los merideños, que han sabido reconocer en la FILU una celebración que ya forma parte del patrimonio cultural de la ciudad.
Ya en otras oportunidades hemos ponderado desde este espacio el inmenso mérito de los organizadores de la FILU, al asumir la preparación de este acontecimiento en medio de las formidables dificultades que afronta la universidad venezolana y el país en general. En efecto, cabe al estupendo equipo del Consejo de Publicaciones de la Universidad de Los Andes, bajo la coordinación de José Antonio Rivas Leone y del secretario de la Universidad, José María Andérez, la satisfacción de haber podido abrir una vez más este importante espacio editorial, científico y cultural, y ofrecerlo a la divulgación de los conocimientos y al libre debate de las ideas. No es secreto para nadie, en efecto, las inmensas limitaciones, no solo económicas, que dificultan el funcionamiento de nuestra Casa de Estudios Superiores. A la asfixia financiera que afrontan, debido no solo a los vergonzosos salarios de sus trabajadores sino en general a un presupuesto deficitario en todos los aspectos, deben sumarse otros obstáculos no menos importantes que imposibilitan su cabal funcionamiento, presiones de índole política e ideológica que a diario coartan la libertad y autonomía que necesitan.
La Feria Internacional del Libro Universitario de Mérida es, pues, expresión de la Universidad que no se rinde, muestra de la voluntad tenaz de los científicos, artistas e intelectuales de este país que, pese a dificultades y escollos, continúan creyendo en su vocación, y cumpliendo con su vital labor de producir y divulgar el conocimiento, el saber y la inteligencia de que tanto necesita Venezuela en estos momentos. Este año otra vez, junto con las demás grandes universidades venezolanas, la ULA se esforzará por mostrar lo mejor de su producción artística e intelectual, presentará los pocos libros y revistas que con tanto esfuerzo ha conseguido editar en un año, en los foros y debates de la FILU sus profesores mostrarán el producto de las investigaciones que con mística y voluntad pudieron desarrollar, demostrando al país, pero sobre todo a sí misma, por qué nuestra Universidad continúa ostentando uno de los primeros lugares académicos de América Latina, pero muy especialmente por qué nos sentimos tan orgullosos de ella.
@MarianoNava
También como en las pasadas ediciones, la responsabilidad de la organización de la Feria del Libro más antigua del país recae en la que también es una de sus universidades más antiguas, la Universidad de Los Andes, a través del Consejo de Publicaciones y de la Secretaría. Sin embargo, en la compleja preparación de un acontecimiento de esta envergadura se ven envueltos prácticamente todos los órganos de gestión universitarios. Por otra parte, debe también destacarse el patrocinio de algunos entes públicos y empresas privadas que han creído en esta iniciativa, como el Banco Central de Venezuela, Pdvsa, la Fundación Polar, Banco Mercantil, Banesco o la Lotería del Táchira, pero también, y muy especialmente, hay que destacar el apoyo de todos los merideños, que han sabido reconocer en la FILU una celebración que ya forma parte del patrimonio cultural de la ciudad.
Ya en otras oportunidades hemos ponderado desde este espacio el inmenso mérito de los organizadores de la FILU, al asumir la preparación de este acontecimiento en medio de las formidables dificultades que afronta la universidad venezolana y el país en general. En efecto, cabe al estupendo equipo del Consejo de Publicaciones de la Universidad de Los Andes, bajo la coordinación de José Antonio Rivas Leone y del secretario de la Universidad, José María Andérez, la satisfacción de haber podido abrir una vez más este importante espacio editorial, científico y cultural, y ofrecerlo a la divulgación de los conocimientos y al libre debate de las ideas. No es secreto para nadie, en efecto, las inmensas limitaciones, no solo económicas, que dificultan el funcionamiento de nuestra Casa de Estudios Superiores. A la asfixia financiera que afrontan, debido no solo a los vergonzosos salarios de sus trabajadores sino en general a un presupuesto deficitario en todos los aspectos, deben sumarse otros obstáculos no menos importantes que imposibilitan su cabal funcionamiento, presiones de índole política e ideológica que a diario coartan la libertad y autonomía que necesitan.
La Feria Internacional del Libro Universitario de Mérida es, pues, expresión de la Universidad que no se rinde, muestra de la voluntad tenaz de los científicos, artistas e intelectuales de este país que, pese a dificultades y escollos, continúan creyendo en su vocación, y cumpliendo con su vital labor de producir y divulgar el conocimiento, el saber y la inteligencia de que tanto necesita Venezuela en estos momentos. Este año otra vez, junto con las demás grandes universidades venezolanas, la ULA se esforzará por mostrar lo mejor de su producción artística e intelectual, presentará los pocos libros y revistas que con tanto esfuerzo ha conseguido editar en un año, en los foros y debates de la FILU sus profesores mostrarán el producto de las investigaciones que con mística y voluntad pudieron desarrollar, demostrando al país, pero sobre todo a sí misma, por qué nuestra Universidad continúa ostentando uno de los primeros lugares académicos de América Latina, pero muy especialmente por qué nos sentimos tan orgullosos de ella.
@MarianoNava
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