Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

lunes, 16 de febrero de 2015

De un extremo a otro: De la vejez a la juventud...Cuando se es joven no se piensa en definir a la juventud entera. Qué significa ser joven y por qué las diferentes generaciones guardan características en común a ciertas edades, es un tema que me ha interesado desde que estaba en el colegio. Mi generación, de la cual se ha escrito tanto y se ha descubierto tan poco, no vivió el activismo de los 60 y 70, ni la fiesta interminable de los 80. Fuimos hijos de la década de los noventa, con todo su desinterés y aburrimiento. Criados con la tecnología, con acceso a Internet desde el inicio, y condenados por ello a que todo estudio sobre nosotros se centre en esa relación de dependencia tecnológica.

¡Un buen día viéndote al espejo!

El mundo es un espejo, que devuelve a cada persona el reflejo de sus propios pensamientos

CARLOS DORADO |  EL UNIVERSAL
domingo 15 de febrero de 2015  12:00 AM
Un buen día viéndote al espejo, de repente te das cuenta de que ya has vivido más de lo que te falta por vivir, y que ese futuro que veías tan lejano, es ahora pasado; donde los recuerdos superan las ilusiones, donde casi todo pasó, sin casi darte de cuenta que pasó, y donde ese niño que se ilusionaba por cualquier cosa, ahora es el adulto que solo se ilusiona por demasiadas pocas cosas; y comienzas a pensar en cosas que antes no pensabas.

Un bien día viéndote al espejo, de repente te das cuenta de lo rápido que ha pasado el tiempo, y que ese rostro senil, ese cuerpo que perdió la figura y que te resistes a reconocer: ¡es el tuyo! Donde esa arruga, ese pelo blanco, están teniendo demasiada compañía; y comienzas a darte cuenta que tú también tienes fecha de caducidad, y que ya no está tan lejana como tú pensabas. ¡El pasado es lo que fue, y no tiene vuelta de hoja! Y aquello que en su tiempo fue locura, ya se convirtió en experiencia, y ahora se está desvaneciendo como recuerdo. ¡Quizás anhelabas llegar a viejo, y ahora te preocupa que llegaste a lo anhelado! Y te sientes como esos libros empolvados que hace tiempo que nadie lee, y que si desapareciesen nadie lo notaría. También te estás acostumbrando a leer los obituarios del periódico, y sin querer, cuentas aquellos que son más jóvenes que tú, y notas que ya comenzaron a ser mayoría.

Un buen día viéndote al espejo, de repente te das cuenta que antes con cada sueño que moría, te nacían cientos, ahora te mueren cientos y si acaso, con suerte te nace uno; y te das cuenta de que todas esas pequeñas decisiones que tomaste sin darte cuenta, resultaron ser las grandes decisiones en tu vida. Ya no te interesa aprender, te conformas con entender. Ya no eres curioso, ya no te gustan las sorpresas, que tanto disfrutabas antes. De repente, te das cuenta de que ya no te importa la vida, sino el tiempo; y que tratas de alargarlo desesperadamente, sin que te importe vivir sino únicamente durar. ¿Vivir o durar?

Un buen día viéndote al espejo, de repente te das cuenta de que hay muchas cosas que te hubiese gustado hacer y no hiciste, y demasiadas cosas que hiciste que no te gustó hacer, y que seguramente hiciste muchas cosas, pero te olvidaste de la más importante: ¡Vivir! Que quizás concentraste demasiada energía en las tormentas, pero muy pocas veces gozaste del sol.

¡Vuelve a vivir! Porque también es hermoso contemplar el rostro surcado de arrugas, un rostro que ha vivido, y unos ojos que reflejan una bella luz. ¡Ilusiónate de nuevo! y que tu mayor ilusión sea el seguir teniendo ilusiones, sin permitir que desaparezcan las fantasías, ya que no podrás vivir el presente, si vives añorando el pasado.

¡Enamórate de nuevo! Ya que los hombres no dejan de enamorarse cuando envejecen, sino que envejecen porque precisamente dejan de enamorarse. Y trata de buscar cada día la loca esperanza y la absurda alegría.

Ya que a pesar de todo, y de que la vida es dura, también es un milagro, y también es una aventura; y dejando la puerta abierta, seguramente muchos rayos de sol se cuelen por la misma, ya que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.

Y el mundo es precisamente eso: un espejo, que devuelve a cada persona el reflejo de sus propios pensamien-tos. La manera como se encara la vida y sobre todo la vejez, es la gran diferencia entre vivir o durar.

Un buen día viéndote al espejo, de repente te das cuenta.

cdoradof@hotmail.com

GABRIEL ANTILLANO OPINIÓN DESDE EL FUTURO

De qué hablamos cuando hablamos de juventud

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Cuando se es joven no se piensa en definir a la juventud entera. Qué significa ser joven y por qué las diferentes generaciones guardan características en común a ciertas edades, es un tema que me ha interesado desde que estaba en el colegio. Mi generación, de la cual se ha escrito tanto y se ha descubierto tan poco, no vivió el activismo de los 60 y 70, ni la fiesta interminable de los 80. Fuimos hijos de la década de los noventa, con todo su desinterés y aburrimiento. Criados con la tecnología, con acceso a Internet desde el inicio, y condenados por ello a que todo estudio sobre nosotros se centre en esa relación de dependencia tecnológica.
Agrupar a tantos individuos tan diferentes en “juventud” siempre me pareció una tarea extremadamente difícil. La serie de cambios que modifican esa perspectiva de generación en generación aumenta la complejidad de un estudio a fondo.
Tratando de entender de qué hablamos cuando hablamos de juventud, encontré los mejores aportes en la ficción. La literatura y el cine han brindado algunas de las mejores representaciones de esa etapa de formación.
Dado que el pasado jueves 12 de febrero se celebró el Día de la Juventud, propongo aquí una lista de algunas excelentes novelas que tocan el tema y nos enseñan, una vez más, que ese período entre la infancia y la adultez es probablemente uno de los más interesantes de la vida humana:
(Nota: son novelas sobre juventud, no las lecturas de mi juventud. De ser así habría tenido que incluir La isla del tesoro de Stevenson, las novelas policíacas de James Ellroy, varios libros de Chuck Palahniuk y otros más de Ray Bradbury. También es notable la ausencia de The Catcher in the Rye (El guardián entre el centeno) de J. D. Salinger, la novela adolescente por excelencia. El problema es que aunque se trata de un libro magnífico, también ha sido largamente malinterpretado. Su protagonista, Holden Caulfield, es en realidad un insoportable niño consentido y gruñón, a quien escuchamos con gusto a los 15 años –porque nos identificamos–, pero luego queremos asesinar. Sin embargo, es un hermoso libro y una clase sobre la creación de un personaje en papel.)
La senda del perdedor (Hamon Rye), Charles Bukowski.
La novela semiautobiográfica de uno de los últimos escritores malditos del panorama literario norteamericano. Charles Bukowski es conocido como el poeta de la workingclass de Estados Unidos, caracterizado por su adicción a la botella y a las mujeres, con una fuerte tendencia a meterse en problemas sin demasiada preocupación, pero con una sensibilidad subyacente en todos sus textos. Es en La senda del perdedor donde Bukowski relata en forma de novela de ficción su infancia con un padre golpeador y borracho, amistades extrañas con chicos aún más extraños –y algo salvajes–, largos viajes para someterse a un tratamiento eléctrico para tratarse el acné, su breve y problemático paso por la universidad y largos años de la más desoladora soledad.
Las asombrosas aventuras de Kavalier y Klay (The Amazing Adventures of Kavalier&Clay), Michael Chabon.
La magnum opus del escritor Michael Chabon. Una extensa novela sobre la vida de dos chicos judíos, Kavalier y Klay, en Estados Unidos a inicios de los años cuarenta (uno de ellos ha emigrado de Praga por la invasión nazi). Kavalier y Klay son primos, pero su amistad surge al compartir el amor por los cómics. Durante la época conocida como laGolden Age de los cómics, los chicos crean el superhéroe El Escapista y empiezan a ganar fama con sus publicaciones sobre la lucha de este héroe contra los nazis. Una novela sobre la juventud, la era dorada de los cómics, los judíos, el romance, el trabajo creativo y las infinitas posibilidades.
Héroes, Ray Loriga.
Ray Loriga fue en su momento el escritor rockstar de la juventud española. Con un estilo poético y una prosa que busca imitar las mejores canciones del rock, Loriga produjo una obra literaria cargada de poderosas oraciones como sentencias y hermosas descripciones.Héroes es una novela que rompe el esquema tradicional. Cada capítulo es como un sueño donde el narrador habla de una chica muy guapa, canciones de rock y una vida entre cervezas, amigos, música, destrucción y aburrimiento. Una frase del libro: “La gente le hablaba de aeropuertos y lavadoras, pero él sólo podía pensar en huracanes”.
Menos que cero (Less Than Zero), Bret Easton Ellis.
La primera novela del enfant terrible de las letras norteamericanas. Desde el momento de su publicación en 1985 –Ellis tenía 21 años–, muchos han visto la novela como una representación de la juventud burguesa de los años ochenta o una predicción sobre el culto a la superficialidad que nos domina actualmente. Sin embargo, leer Menos que cero ahora demuestra que, aparte de algunas referencias delzeitgeist ochentoso, poco ha cambiado. La misma rabia, alienación y soledad retratada en el libro se encuentran presentes en muchos jóvenes hoy en día. La novela cuenta las aventuras de Clay –un muy probable alter ego del mismo Ellis– con sus amigos superficiales y alienados. Una juventud sexualmente ambigua, cargada de drogas y fiestas, al igual que soledad y dolor. Una gran roman à clef juvenil, no apta para lectores sensibles.
Los jóvenes bárbaros (Huliganii), Mircea Eliade.
Publicado a la edad de 28 años, el décimo libro del escritor rumano Mircea Eliade explora temas poco comunes en el resto de su obra, siendo la juventud el principal. Los protagonistas son todos jóvenes veinteañeros en la Rumania de los años treinta. Se dice que presenta “un mundo en descomposición, una sociedad en la que los hijos no creen en los valores que defendieron sus padres, pone en primer plano a una generación joven, frenética y confusa”. Cuando en 1964 Eliade releyó su novela, escribió: “La crudeza de algunas escenas me ha exasperado. Al propio tiempo, puede que con toda justicia, el salvajismo y bestialidad de estos huligans de entre 20 y 25 años hace que la novela mantenga su significación y actualidad. Pues estos personajes cínicos, crueles y salvajes se han vuelto familiares en la Europa occidental en los últimos diez años”.
Caídos del cielo, Ray Loriga.
Segunda novela de Ray Loriga en la lista. La verdad, los primeros cuatro o cinco libros de Loriga irían perfectos aquí o en cualquier otra lista. Después de On the Road de Jack Kerouac (novela cuya inclusión en esta lista me he reservado debido a su popularidad y mis problemas con su prosa), Caídos del cielo es la mejor road novel o novela de carretera sobre chicos furiosos. El narrador de la novela cuenta la vida de su hermano, quien toma una pistola con una sola bala, roba un auto y se pone a andar con una chica guapa de copiloto, quien también busca escapar de sus padres y de su vida. La primera impresión de Caídos del cielo es que parece una película. No es casualidad, ya que años luego de su publicación, el mismo Loriga dirigió su adaptación al cine titulada La pistola de mi hermano. Aun así, el libro es bastante superior.
La naranja mecánica (A Clockwork Orange), Anthony Burgess.
La magnum opus de Anthony Burgess (fama que ha resultado en que se olviden otros de sus trabajos, como la imprescindible novela Earthly Powers). Reconocida por la adaptación al cine de Stanley Kubrick, Burgess dedicó mucho tiempo a reclamar que el cineasta había dañado su libro al no incluir el último capítulo, donde el protagonista encuentra la redención. La novela consta de 21 capítulos, representando los 21 años de la juventud, donde se relatan las andanzas de Alex (de apellido De Large en la adaptación de Kubrick) y su pandilla de droogs (la novela utiliza una jerga inventada por Burgess conocida como Nadsat) ultraviolentos que golpean y violan a personas, entre otras “travesuras”. Burgess retrató la furia de la adolescencia, la irresponsable ira y rebeldía llevada a sus extremos más peligrosos. El capítulo 21, donde Alex se arrepiente y logra un cierto tipo de aprendizaje, lamentablemente, solo se encuentra en el libro.
El cisne negro (Black Swan Green), David Mitchell.
David Mitchell es conocido por su novela de ciencia ficción Cloud Atlas, llevada al cine en el 2012 por los hermanos Wachowski. A mi parecer, Black Swan Green es una novela superior en todos los sentidos. En ella, Jason Taylor, el protagonista, nos cuenta su infancia en un pequeño pueblo de Inglaterra con unos padres al borde del divorcio y unos crueles compañeros de escuela que se burlan de su tartamudez. Jason envía poemas al periódico local con el seudónimo “Eliot Bolivar” y está enamorado de la tomboy del pueblo, Dawn Madden, aunque ella jamás lo trate con mucho cariño. Problemas para hablar, la guerra de las Malvinas, amores juveniles, la temible y cruel vida social dentro del colegio y una relación literaria de mentor-aprendiz con la sofisticada e hilarante anciana Eva van Outryve de Crommelynck, son algunos elementos que hacen de Black Swan Green una de las mejores novelas sobre la infancia publicadas en la última década.
The Average American Male, Chad Kultgen.
Chad Kultgen es probablemente el escritor norteamericano más subestimado entre sus contemporáneos. Aunque a primera vista The Average American Male parece el diario de un adicto al sexo sumamente idiota, en realidad es una novela hilarante sobre un narrador que no soporta a su novia actual y conoce a una hermosa chica que ofrece la posibilidad de relaciones sexuales con el entusiasmo de la novedad. Para Kultgen, el hombre piensa en únicamente tres cosas: sexo, sexo y sexo. Ah, y también en los videojuegos. Así que entramos en la mente de un hombre hastiado por todo que solo quiere jugar Halo en paz, terminar un juego que dejo inconcluso en su infancia y, pues, follar. Uno de los libros más graciosos de los últimos años.
Crónicas de asfalto - Volumen 1 (Chroniques de l'asphalte), Samuel Benchetrit.
Parte de una saga de cinco libros autobiográficos (a la fecha solo han sido publicados tres de ellos), el primer volumen de Crónicas de asfalto del francés Samuel Benchetrit relata su infancia con unos vecinos y amigos que lo acompañan comprando cigarros, coqueteando con la solterona del edificio y corrompiendo a unos estudiantes de intercambio de Italia.
Grow Up (Crezco), Ben Brooks.
Ben Brooks es la respuesta británica al movimiento Alt Litnorteamericano. En Grow Up, se nos presenta a un grupo de jóvenes británicos que solo quieren divertirse. Porque la adolescencia es sexo y Brooks lo entiende. Jasper, el protagonista de la novela, cree que su padrastro es en verdad un asesino, descarga películas en blanco y negro de cine noir, escribe una novela a ratos y pasa el tiempo con su mejor amiga. Alcohol, drogas, sexo, escuela, padres regañones y la descripción de una novela de Haruki Murakami como: “¿Esa es en la que el tipo viola a su mamá?”. La mejor novela coming-of-age de lo que va de siglo XXI.

BONUS:
Pim Pam Pum, Alejandro Rebolledo.
La mejor novela adolescente de Venezuela es Pim Pam Pum de Alejandro Rebolledo. Sorprende cómo una novela sobre la generación de los noventa no ha envejecido un solo día, lo cual sí ocurrió con la novela de la generación de los ochenta, Piedra de mar de Francisco Massiani. Claro, algunos detalles de la jerga usada por los personajes y referencias tales como poner a Plaza Las Américas como el centro comercial de moda, hacen notable el tiempo transcurrido desde su publicación. Sin embargo, los diálogos, los personajes y los problemas que no dejan en paz a los protagonistas, resultan aterradoramente actuales. Un libro muy bien estructurado. Recomendable para todo lector joven venezolano. Una novela muy superior a esos recientes éxitos editoriales plásticos sobre nuestra generación relatada por un adulto que jamás perteneció a ella donde los jóvenes de la clase media son gafos y superficiales, solo quieren emigrar del país y tienen conflictos esencialmente idiotas dignos de la programación deTelemundo, para luego descubrirse a sí mismos en un viaje al interior del país.


Menciones honoríficas:
Ya explicadas las ausencias de The Catcher in the Rye On the Road, existen algunos libros también destacables. Tales como la primera novela de Hemingway, The Sun Also Rises, y la novela Cosas que hacen BOOM del español Kiko Amat, al igual que la obra más conocida de la escritora Betty Smith, A Tree Grows in Brooklyn. Por último están los autores de ese reciente movimiento literario conocido como Alt Lit, que suelen producir cuentos, poemas y novelas sobre esta generación de jóvenes criados por Internet. La Alt Lit suele producir literatura coming-of-age y sus autores son en su gran mayoría jóvenes que hablan desde la experiencia propia. Algunos autores destacables: Noah Cicero, Blake Butler, Tao Lin, Megan Boyle, Heiko Julien, Scott McClanahan y Zachary German.
A quien le interese la fotografía, sobre la juventud recomiendo el libroTulsa de Larry Clark. Una joya.

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