miércoles 2 de noviembre de 2011
Geometría sagrada
No hay más que observar la naturaleza para comprobar
la belleza infinita de la creación. Estrellas, cristales,
hojas, animales, piedras, órganos; la vida entera no
es sino energía que se vuelve forma. Y nosotros podemos
ser parte de ella.
El universo y todo lo que lo contiene vibran. Según Pitágoras,
tanto el cosmos como las galaxias y planetas se mueven
en frecuencias que pueden numerarse, al igual que las energías
de los minerales, vegetales, animales e, incluso, la de los
órganos del cuerpo humano. Para todo existe un número y
una forma. Según el esoterismo, la Geometría Sagrada relaciona
el número y la forma con la divinidad. Prueba de ello es
que, al ser humano, lo atrae instintivamente todo lo bello y
armónico. No es azar. En lo más profundo de su ser, él reconoce
en esas formas la perfección de la obra divina.
LOS SÓLIDOS DE PLATÓN
Los sólidos de Platón (filósofo griego, 427-348 a. de C) son formas
tridimensionales de aristas, ángulos y caras iguales.
Son: el tetraedro
(Fuego), el cubo (Tierra), el octaedro (Aire), el icosaedro (Agua)
y el dodecaedro (Cosmos). Según el gran filósofo de la Antigüedad,
este último fue la forma básica de la que Dios se sirvió para
trazar el plano del Universo. La perfección de este diseño se
observa claramente cuando se mira un cristal de copo
de nieve al microscopio. Las proporciones son perfectas y, no
hay un cristal igual a otro. Esta perfección se debe a que, en
todos los objetos geométricos regulares o semiregulares, se
encuentra presente el Número Áureo o Número de Dios. ¿
Qué es? Es una cifra de proporciones constantes. Así,
si mediante cálculos matemáticos convirtiéramos la forma de
uno de estos objetos geométricos o de cualquier flor, gema o
elemento de la naturaleza en un número: el resultado sería siempre
la raíz cuadrada de 5. ¿No es extraordinario? ¡Sí que lo es!
Leonardo Da Vinci, que conocía la geometría sagrada, plasmó el
número áureo en muchas de sus creaciones, entre ellas, el
Hombre de Vitrubio.
LA ESPIRAL ASCENDENTE
Según Madame Blavatsky, fundadora de la Teosofía, uno de
los principales movimientos esotéricos del siglo XX, la geometría
es la quinta llave que permite interpretar la vida y acceder a planos
superiores. Esto es posible, ya que, a través de la Geometría
Sagrada, se pueden codificar patrones de conocimiento que
nos eleven en forma de espiral hacia la luz divina.
¿CÓMO ACTIVAR LA GEOMETRÍA SAGRADA?
La Geometría Sagrada es el modelo de la Creación y el origen de
toda forma. La perfección divina puede observarse en las
macro moléculas y las micro moléculas. Por ejemplo, en el ADN,
cuya espiral es una réplica de la espiral luminosa que une a
cada ser con la divinidad. Una célula, un órgano, un diamante,
cualquier elemento de la naturaleza tienen impreso el código
de luz divina. Para activar la Geometría Sagrada en el ser humano,
es necesario que éste se ponga en contacto con esas formas y
descubra en ellas los códigos ancestrales del universo. Al hacerlo,
se pondrán en movimiento fuerzas ocultas que le permitirán ascender
espiritualmente y elevar la conciencia de su ser.
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