LA POLÍTICA ESPECTÁCULO
Agustín Blanco Muñoz
Mucho se ha dicho que las empresas políticas tienen como objetivo central la lucha por la toma del poder y que para esto se valen de la elaboración de planes de orden táctico y estratégico.
Por mucho tiempo aquí discurrió una especie de empresa política tradicional que, en medio de sus lineamientos, mantenía una forma en la que se combinaba el populismo-politiquería con una apariencia de rigor y seriedad.
Hoy en la empresa política lo prevaleciente es servir como fuente de distracción. Así la lucha por el poder aparece como algo ligero y festivo.
El agente caudillo-autoritarismo se esconde en medio de la humorada, mientras programa el siguiente asalto para hacer mayor el arsenal de los invasores actuales, que no son más que continuación de los originarios.
Con esta orientación los dos agentes de la polarización hacen la misma política espectáculo. Un juego que implica a la vez el pacto-acuerdo-negociación. De modo que lo político no tiene una definición ideológico-doctrinaria. Sólo cuenta la inversión y la ganancia.
Tenemos así una clase política, del oficialismo y las oposiciones, que extrae de la burocracia y demás negocios ligados a la cuestión del Estado, los máximos beneficios.
Son ya 200 años de la misma historia-espectáculo que una vez fue de y para la guerra independentista, federal y otras para la república democrática, dictatorial y revolucionaria o socialista.
Ya la constitución de 1830 muerde las fronteras del circo al declarar que el esclavo seguía siendo esclavo en la “era de la independencia”. El Pacto de Coche de 1863 es una burla a las mayorías que amenazaban con la toma del poder.
Los caudillos dictadores o demócratas arman cada uno se tramoya para mantener su poder-dominación. Y hoy el militarismo apegado al autoritarismo, en medio de una firme inclinación autori-totalitaria, opta por disfrazar su entorno con los lineamientos de un espectáculo creciente y continuado., que les permite hacerse dueño de todos los espacios institucionales.
A la mayoría de la sociedad, controlada y manipulada por ese espectáculo-negociación mediático y presencial, se le vende toda gama de mercancías, entre las cuales el voto es la bala mayor. Con ella se sigue aplastando a un colectivo derrotado una y otra vez. Sancho, A 519 años de invasión, hoy estamos en pleno espectáculo revolucionario, con su aval opositor! T:@ablancomunoz
Últimas Noticias, 05 de noviembre del 2011.
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