LEOPOLDO TABLANTE
La masacre de los fantasmas
21 DE AGOSTO 2013 - El Nacional
A los movimientos revolucionarios nacionales les corresponde una industria paralela encargada de construir sus mitos y sus símbolos. En México, por ejemplo, en tiempos de Lázaro Cárdenas, fue lanzado el clásico Vámonos con Pancho Villa , que a pesar de su importancia fue un fracaso comercial que quebró a su productora, Cinematográfica Latinoamericana S.A., en la que estaba involucrado Alberto J. Pani, fundador del Banco de México. Tras la experiencia, el Estado prefirió cederle la ficción fílmica nacional a destacados productores (Arturo Ripstein y Gregorio Walerstein entre ellos), quienes se ocuparon de cubrir las salas latinoamericanas con sus historias de machos de cantina y mujeres desengañadas que oscilaban entre la ciudad y la provincia y que, según Carlos Monsiváis, enseñaron a los mexicanos a ser mexicanos.
El gobierno bolivariano también comprendió el rol estratégico del cine para modelar las conciencias y por eso fundó la Villa del Cine.
Sin embargo, ante la modestia de sus resultados en tiempos de Internet y de redes sociales, la gestión comunicacional revolucionaria ha preferido atomizarse en la latonería y pintura de la realidad: perseguir, multar y cerrar medios de comunicación privados que coinciden en que el color de los tiempos que corren es el rojo de alta saturación de los más de 20 mil plomeados anuales.
Abro Twitter y me salpican muertos ya viejos, de referencia: una mujer, Carmen Vezga Pinzón, de 44 años, asesinada a la salida de un centro comercial de Terrazas de Club Hípico porque quiso salvar su iPhone tirándolo al suelo de su vehículo y el ladrón, frustrado, le pegó un tiro que perforó su pulmón izquierdo. Sigo bajando y me encuentro con que en el complejo urbanístico de la Misión Vivienda en La Urbina cayeron a tiros, en menos de una semana, Yehison Javier Alfonzo Pedroza, de 17 años, y Rodrigo Beleño Pedrozo Alfonzo, de 23, el primero en las residencias William Dávila, y el segundo en la torre J.
Acto seguido, voy a la página principal de este diario del jueves 8 de agosto y me encuentro con que la jueza Betilde Araque le había impuesto a El Nacional una multa equivalente a 1% de sus ingresos brutos durante el año 2009 por la publicación, el viernes 13 de agosto de 2010,de aquella foto macabra que mostraba cadáveres desnudos y amontonados en la morgue de Bello Monte. La gráfica hizo reaccionar entonces al profesor Roberto Briceño León, director del Observatorio Venezolano de Violencia, quién calculó una relación de 75 muertes violentas entre 100.000 habitantes para toda Venezuela (el doble de Colombia, a pesar de la guerrilla, y superior en 26 casos a la proporción venezolana de 2006) y 220 muertos entre 100.000 habitantes sólo para rottentown, Caracas. El número nos hace codearnos con una élite de urbes entre las que destacan San Pedro Sula, en Honduras, y Ciudad Juárez y Acapulco, en México.
De Acapulco recuerdo a los clavadistas de La Quebrada y aquellas películas protagonizadas por Dean Martin en las que siempre había figurantes ligeras de ropas.
Hoy el narcotráfico decapita y mutila a los incordios a plena luz del día. La morgue de Caracas me remite por su parte a la despreciable carcajada por CNN del ex presidente de TeleSur y ex ministro del Poder Popular para las Comunicaciones, Andrés Izarra. En agosto de 2010 el funcionario le reprochó al canal su "pornografía periodística", aunque no ofreció estadísticas que contrarrestaran las estimaciones de Briceño León y nos devolvieran el sentido del pudor. Sí, lo sé, la paz bolivariana reside en la constelación del imponderable y cualquier magnitud que la describa es tan obscena como una felación en plano de detalle.
Todo lo anterior apenas sirve para pisarle la cola a la crueldad.
Amigo lector, cuando le caigan a tiros a un familiar y usted deba ir a la morgue a reconocer el cadáver, piense que su dolor es una interferencia de la señal de TVES, que aunque no disponga de fondos para costear el salto de analógico a digital, siempre le brinda la oportunidad de considerar que una pesadilla sólo es un mal sueño.
El gobierno bolivariano también comprendió el rol estratégico del cine para modelar las conciencias y por eso fundó la Villa del Cine.
Sin embargo, ante la modestia de sus resultados en tiempos de Internet y de redes sociales, la gestión comunicacional revolucionaria ha preferido atomizarse en la latonería y pintura de la realidad: perseguir, multar y cerrar medios de comunicación privados que coinciden en que el color de los tiempos que corren es el rojo de alta saturación de los más de 20 mil plomeados anuales.
Abro Twitter y me salpican muertos ya viejos, de referencia: una mujer, Carmen Vezga Pinzón, de 44 años, asesinada a la salida de un centro comercial de Terrazas de Club Hípico porque quiso salvar su iPhone tirándolo al suelo de su vehículo y el ladrón, frustrado, le pegó un tiro que perforó su pulmón izquierdo. Sigo bajando y me encuentro con que en el complejo urbanístico de la Misión Vivienda en La Urbina cayeron a tiros, en menos de una semana, Yehison Javier Alfonzo Pedroza, de 17 años, y Rodrigo Beleño Pedrozo Alfonzo, de 23, el primero en las residencias William Dávila, y el segundo en la torre J.
Acto seguido, voy a la página principal de este diario del jueves 8 de agosto y me encuentro con que la jueza Betilde Araque le había impuesto a El Nacional una multa equivalente a 1% de sus ingresos brutos durante el año 2009 por la publicación, el viernes 13 de agosto de 2010,de aquella foto macabra que mostraba cadáveres desnudos y amontonados en la morgue de Bello Monte. La gráfica hizo reaccionar entonces al profesor Roberto Briceño León, director del Observatorio Venezolano de Violencia, quién calculó una relación de 75 muertes violentas entre 100.000 habitantes para toda Venezuela (el doble de Colombia, a pesar de la guerrilla, y superior en 26 casos a la proporción venezolana de 2006) y 220 muertos entre 100.000 habitantes sólo para rottentown, Caracas. El número nos hace codearnos con una élite de urbes entre las que destacan San Pedro Sula, en Honduras, y Ciudad Juárez y Acapulco, en México.
De Acapulco recuerdo a los clavadistas de La Quebrada y aquellas películas protagonizadas por Dean Martin en las que siempre había figurantes ligeras de ropas.
Hoy el narcotráfico decapita y mutila a los incordios a plena luz del día. La morgue de Caracas me remite por su parte a la despreciable carcajada por CNN del ex presidente de TeleSur y ex ministro del Poder Popular para las Comunicaciones, Andrés Izarra. En agosto de 2010 el funcionario le reprochó al canal su "pornografía periodística", aunque no ofreció estadísticas que contrarrestaran las estimaciones de Briceño León y nos devolvieran el sentido del pudor. Sí, lo sé, la paz bolivariana reside en la constelación del imponderable y cualquier magnitud que la describa es tan obscena como una felación en plano de detalle.
Todo lo anterior apenas sirve para pisarle la cola a la crueldad.
Amigo lector, cuando le caigan a tiros a un familiar y usted deba ir a la morgue a reconocer el cadáver, piense que su dolor es una interferencia de la señal de TVES, que aunque no disponga de fondos para costear el salto de analógico a digital, siempre le brinda la oportunidad de considerar que una pesadilla sólo es un mal sueño.
Investigan a Cines Unidos por fallas en proyección de "Bolívar"
La empresa incumplió artículos de la Ley de Cinematografía Nacional.
"Bolívar" lucha por su espacio (Cortesía)
EL UNIVERSAL
martes 20 de agosto de 2013
El Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) inició un procedimiento administrativo sancionatorio contra la empresa Cines Unidos, por presunto incumplimiento de los artículos 24 y 30 de la Ley de Cinematografía Nacional.
La medida se toma luego que se presentara un problema en una sala de cine de la capital durante la transmisión de la cinta venezolana Bolívar, el hombre de las dificultades, informó el presidente del ente, Juan Carlos Lossada, a través de @Lossadacnac.
La normativa, en su apartado 24, contempla que "el propietario o arrendatario de las salas de exhibición cinematográficas estará obligado a la correcta instalación, conservación, mantenimiento y seguridad, así como a la apropiada proyección de las obras cinematográficas".
Por su parte, el artículo 30 estipula, entre varias condiciones, que "toda obra cinematográfica venezolana tendrá garantizado su estreno".
Bolívar, el hombre de las dificultades fue estrenada el viernes pasado y, desde ese día, al parecer sus proyecciones han sufrido inconvenientes, denunció el cineasta venezolano Luis Alberto Lamata, creador de la misma.
De acuerdo con declaraciones ofrecidas al diario Correo del Orinoco, en su edición de este martes, el director explicó que algunos de los problemas detectados son las funciones que repentinamente se detienen en medio de la historia, sin ninguna explicación; la película no aparece en cartelera o su horario es adelantado.
Como ejemplo, citó el caso ocurrido el fin de semana pasado en el Centro Comercial Líder, en Caracas, donde la película se detuvo poco después de comenzar. Luego de un tiempo de espera los responsables dijeron que el proyector se había dañado.
Entonces, el exhibidor ofreció al público entradas para funciones dentro de 30 días. Sin embargo debido a la queja colectiva aceptaron proyectar Bolívar, el hombre de las dificultades en otra sala.
"La gente vio la función muy tarde y salió casi a la 1:00 de la mañana", denunció Lamata.
Asimismo, desde el viernes de su estreno se han reportado problemas en diferentes proyecciones. Citó averías en aires acondicionados, sonidos que no funcionan, proyectores dañados o cintas estropeadas.
21 DE AGOSTO 2013 - El Nacional
La medida se toma luego que se presentara un problema en una sala de cine de la capital durante la transmisión de la cinta venezolana Bolívar, el hombre de las dificultades, informó el presidente del ente, Juan Carlos Lossada, a través de @Lossadacnac.
La normativa, en su apartado 24, contempla que "el propietario o arrendatario de las salas de exhibición cinematográficas estará obligado a la correcta instalación, conservación, mantenimiento y seguridad, así como a la apropiada proyección de las obras cinematográficas".
Por su parte, el artículo 30 estipula, entre varias condiciones, que "toda obra cinematográfica venezolana tendrá garantizado su estreno".
Bolívar, el hombre de las dificultades fue estrenada el viernes pasado y, desde ese día, al parecer sus proyecciones han sufrido inconvenientes, denunció el cineasta venezolano Luis Alberto Lamata, creador de la misma.
De acuerdo con declaraciones ofrecidas al diario Correo del Orinoco, en su edición de este martes, el director explicó que algunos de los problemas detectados son las funciones que repentinamente se detienen en medio de la historia, sin ninguna explicación; la película no aparece en cartelera o su horario es adelantado.
Como ejemplo, citó el caso ocurrido el fin de semana pasado en el Centro Comercial Líder, en Caracas, donde la película se detuvo poco después de comenzar. Luego de un tiempo de espera los responsables dijeron que el proyector se había dañado.
Entonces, el exhibidor ofreció al público entradas para funciones dentro de 30 días. Sin embargo debido a la queja colectiva aceptaron proyectar Bolívar, el hombre de las dificultades en otra sala.
"La gente vio la función muy tarde y salió casi a la 1:00 de la mañana", denunció Lamata.
Asimismo, desde el viernes de su estreno se han reportado problemas en diferentes proyecciones. Citó averías en aires acondicionados, sonidos que no funcionan, proyectores dañados o cintas estropeadas.
Lamata: “No parto de que existe mala fe”
El CNAC abrió un procedimiento administrativo contra Cines Unidos, mientras la empresa evaluaba ayer la situación antes de emitir una respuesta
Simón Bolívar llegó a las salas de cine con dificultades. Uno de de los estrenos venezolanos con más expectativas del año tuvo un desempeño discreto en la taquilla. El filme de horror La casa del fin de los tiempos, que suma nueve semanas en cartelera, tuvo mejores números. Mientras, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía inició un proceso administrativo sancionatorio contra la empresa Cines Unidos por presuntas irregularidades que se presentaron en algunas funciones de Bolívar, el hombre de las dificultades.
¿Una campaña conspirativa contra la película u otro caso de mal servicio en los cines? “Me hago la misma pregunta. Es bueno encarar esta situación desde la buena fe y que las partes involucradas pongan lo mejor de sí para solucionar el problema”, indicó el director de la cinta, Luis Alberto Lamata, que denunció casos como el de una función de Bolívar que se interrumpió en Cines Unidos Líder, al parecer, por un proyector dañado.
Samir al Attrach, vicepresidente comercial de Cines Unidos, expresó a través de un correo electrónico que la empresa está en el proceso de evaluación de la situación para tomar las medidas respectivas, aunque por lo menos hasta ayer en la tarde no se emitiría una respuesta oficial.
“Asumamos que hay errores humanos y desperfectos técnicos. ¿Pero por qué hay salas sin aire acondicionado? ¿Por qué no se colocaba el afiche de mi anterior película, Azú, en las marquesinas de algunos cines donde se proyectaba? ¿Por qué a veces no coinciden los horarios en Internet o la prensa con los de las funciones? Pareciera que para algunos cines, como los del Centro Sambil, mis cintas están vetadas”, dijo Lamata.
“Soy de los que hacía cine venezolano en la época en que estrenábamos nuestras películas el miércoles y nos las sacaban de la cartelera el viernes siguiente. Se ha mejorado, pero lamentablemente se ha mejorado través de regulaciones. La idea no es que se regule más, sino que se regule mejor. Debe haber mejores condiciones no sólo para Bolívar sino para cualquier filme nacional con posibilidades de ser taquillero, por ejemplo, Azul y no tan rosa. Por lo menos de arranque, merecemos igualdad de oportunidades con los estrenos de Hollywood”, agregó el cineasta.
Raúl Grioni renuncia al Instituto del Patrimonio Cultural
Estuvo dos años frente al cargo
EL UNIVERSAL
martes 20 de agosto de 2013
El presidente del Instituto del Patrimonio Cultural (IPC), Raúl Grioni, abandona su cargo luego de dos años trabajando al frente del ente estatal.
"Me voy en buenos términos", aseguró ayer Grioni tras explicar que su salida no se atribuye a algún tipo de conflicto con la institución.
El exdirectivo presentó su renuncia hace algunos días al ministro de Cultura. "Yo conversé con Fidel Barbarito, quien lo aceptó perfectamente y entendió mis razones", detalló.
El también arquitecto no quiso revelar a qué se dedicará por los momentos, sin embargo sostuvo que pretende llevar a cabo algunos "proyectos personales", relacionados con su profesión.
"Soy arquitecto y quiero dedicarme a ejercer la arquitectura. Quiero estar en total sintonía con eso, además ya por mi edad también me gustaría tomarme un descanso", concluyó el expresidente del IPC.
"Me voy en buenos términos", aseguró ayer Grioni tras explicar que su salida no se atribuye a algún tipo de conflicto con la institución.
El exdirectivo presentó su renuncia hace algunos días al ministro de Cultura. "Yo conversé con Fidel Barbarito, quien lo aceptó perfectamente y entendió mis razones", detalló.
El también arquitecto no quiso revelar a qué se dedicará por los momentos, sin embargo sostuvo que pretende llevar a cabo algunos "proyectos personales", relacionados con su profesión.
"Soy arquitecto y quiero dedicarme a ejercer la arquitectura. Quiero estar en total sintonía con eso, además ya por mi edad también me gustaría tomarme un descanso", concluyó el expresidente del IPC.
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