Infraestructura abandonada
Una herencia devaluada por desidia gubernamental
Caracas 83 dejó obras deportivas de primer nivel, pero están descuidadas. Las instalaciones han tenido otros usos como refugio de daminificados. Las piscinas del Parque Naciones Unidas están sin baños y el techo del gimnasio "José Beracasa" es un colador.
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El estadio de Palo Verde es refugio para damnificados OSWER DÍAZ MIRELES
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ESTEBAN ROJAS | EL UNIVERSAL
jueves 15 de agosto de 2013
El Olímpico, el Universitario y el gimnasio cubierto en la UCV fueron remodelados especialmente para la ocasión, el Brígido Iriarte se levantó sobre los cimientos del viejo Estadio Nacional de El Paraíso, el Parque Naciones Unidas y el Parque Miranda se construyeron desde cero y a la lista se agregan, entre otras instalaciones, el Velódromo Teo Capriles, el Gimnasio Vertical del Instituto Nacional de Deportes, el Centro Nacional de Tenis Santa Rosa de Lima, el Altamira Tennis Club, las canchas de Fuerte Tiuna, el Vidal López y los coliseos de Mampote y Palo Verde. El inventario de espacios construidos o reformados para la celebración de los Juegos Panamericanos de Caracas 1983 es extenso y dotó a la ciudad de la infraestructura necesaria para ser uno de los motores deportivos de Venezuela.
Hoy, luego de 30 años, repasar el listado evidencia que el deporte caraqueño continúa girando como un satélite alrededor de estas edificaciones. No obstante, las consecuencias de una insuficiente inversión en mantenimiento, su uso inadecuado y la ausencia de nuevas obras han dejado rezagada a la urbe con respecto a otras capitales en el resto de la América Latina.
Cada vez es más común ver a los recintos de los Panamericanos convertirse en noticia no por las hazañas de algún atleta, sino por deficiencias que obstaculizan su óptimo funcionamiento.
Problemas que se multiplican
"La infraestructura y no sólo la infraestructura, sino el desarrollo de entrenadores y atletas, todo el entorno del deporte, se ha quedado atrás", opina Alberto Mestre, integrante del equipo de natación venezolano en aquellos juegos. "Hay que cuidar, mantener y aprovechar lo que tenemos. No se hace. Mi hijo compite en un nacional de natación en las Naciones Unidas (el evento se llevó a cabo la semana pasada) y lo primero que nos han informado es que no hay baños... Yo hubiese preferido en vez de que hubiesen hecho cinco o seis piscinas nuevas que se hubiesen mantenidas del Naciones Unidas, y tendríamos piscinas muy respetables para toda Latinoamérica".
El José Beracasa, en el baloncesto, también ha sido castigado por los años. La lluvia pasó a ser enemiga a muerte del baloncesto, puesto que las goteras en el techo del gimnasio obligaron a la suspensión de prácticas e, incluso, partidos en la liga profesional.
El estado del césped en el Olímpico también es tema recurrente año tras año. En la última Copa Libertadores, Abel Braga, director técnico del Fluminense, se quejó de que "la cancha no dejaba jugar" en la visita del club brasileño al Caracas FC.
La Copa América de fútbol Venezuela 2007 fue una ocasión desperdiciada. Los retrasos y las carencias de las obras limitaron a Caracas a recibir un único partido en la competencia, el intrascendente choque por el tercer lugar entre México y Uruguay. La Vinotinto nada más ha disputado un encuentro allí desde las reformas para ese torneo, en septiembre de 2011, un amistoso contra Guinea Ecuatorial.
El técnico de la selección nacional, César Farías, ha declarado de manera pública, con insistencia, que Caracas necesita "un estadio distinto" y que "es difícil de entender que la capital no tenga un estadio como sí tienen las otras capitales que albergan las eliminatorias sudamericanas".
El otro escenario multiusos para el fútbol y el atletismo en el área metropolitana, el Brígido Iriarte, está en una situación más complicada aún. Ni la grama ni la pista se encuentran en buenas condiciones y por meses estuvo excluido de actividades deportivas de carácter oficial debido a la presencia de damnificados.
Muchas de las construcciones de los Panamericanos, en efecto, ni siquiera están cumpliendo con su función original. El estadio de Palo Verde se ha convertido en refugio temporal para los afectados por las lluvias, temporalidad que parece alargarse de forma indefinida en este caso.
Instalaciones privadas como las canchas de tenis de Santa Rosa de Lima y de Altamira se han salvado de la caída en picada. Son excepciones entre la desidia de los responsables gubernamentales.
Promesas de cambio
El gobierno nacional ha prometido obras que servirían para dar brios renovados a las instalaciones deportivas para el público caraqueño.
El presidente de la república, Nicolás Maduro, aseguró este mes que se construirán dos grandes estadios, uno de fútbol y otro de beisbol, para la capital. El de fútbol tendría capacidad para recibir a 55 mil espectadores, lo que lo haría el más grande dedicado al balompié en Venezuela (el Monumental de Maturín tiene capacidad para 52 mil personas), y el de beisbol albergaría 35 mil.
Los dos anfiteatros formarán parte del 'Gran Parque' Hugo Chávez, como lo bautizó Maduro, proyecto planificado por el arquitecto británico Richard Rogers, con responsabilidad en el diseño del Centro Pompidou de París, algunas áreas del aeropuerto de Barajas en Madrid y el hotel Hesperia Tower en Barcelona.
El complejo se completaría con un gimnasio cubierto y centros educativos.
No se hizo pública una fecha para su culminación.
La ministra del deporte, Alejandra Benítez, por otro lado, aseguró que para la próxima temporada del baloncesto profesional, el José Beracasa estará estrenando un nuevo techo.
La renovación de los centros deportivos de Caracas se había proyectado con una candidatura a los Panamericanos de 2015, la cual fue retirada antes de que se votara entre las sedes aspirantes. La ciudad elegida por la Organización Deportiva Panamericana fue Toronto.
esrojas@eluniversal.com
Hoy, luego de 30 años, repasar el listado evidencia que el deporte caraqueño continúa girando como un satélite alrededor de estas edificaciones. No obstante, las consecuencias de una insuficiente inversión en mantenimiento, su uso inadecuado y la ausencia de nuevas obras han dejado rezagada a la urbe con respecto a otras capitales en el resto de la América Latina.
Cada vez es más común ver a los recintos de los Panamericanos convertirse en noticia no por las hazañas de algún atleta, sino por deficiencias que obstaculizan su óptimo funcionamiento.
Problemas que se multiplican
"La infraestructura y no sólo la infraestructura, sino el desarrollo de entrenadores y atletas, todo el entorno del deporte, se ha quedado atrás", opina Alberto Mestre, integrante del equipo de natación venezolano en aquellos juegos. "Hay que cuidar, mantener y aprovechar lo que tenemos. No se hace. Mi hijo compite en un nacional de natación en las Naciones Unidas (el evento se llevó a cabo la semana pasada) y lo primero que nos han informado es que no hay baños... Yo hubiese preferido en vez de que hubiesen hecho cinco o seis piscinas nuevas que se hubiesen mantenidas del Naciones Unidas, y tendríamos piscinas muy respetables para toda Latinoamérica".
El José Beracasa, en el baloncesto, también ha sido castigado por los años. La lluvia pasó a ser enemiga a muerte del baloncesto, puesto que las goteras en el techo del gimnasio obligaron a la suspensión de prácticas e, incluso, partidos en la liga profesional.
El estado del césped en el Olímpico también es tema recurrente año tras año. En la última Copa Libertadores, Abel Braga, director técnico del Fluminense, se quejó de que "la cancha no dejaba jugar" en la visita del club brasileño al Caracas FC.
La Copa América de fútbol Venezuela 2007 fue una ocasión desperdiciada. Los retrasos y las carencias de las obras limitaron a Caracas a recibir un único partido en la competencia, el intrascendente choque por el tercer lugar entre México y Uruguay. La Vinotinto nada más ha disputado un encuentro allí desde las reformas para ese torneo, en septiembre de 2011, un amistoso contra Guinea Ecuatorial.
El técnico de la selección nacional, César Farías, ha declarado de manera pública, con insistencia, que Caracas necesita "un estadio distinto" y que "es difícil de entender que la capital no tenga un estadio como sí tienen las otras capitales que albergan las eliminatorias sudamericanas".
El otro escenario multiusos para el fútbol y el atletismo en el área metropolitana, el Brígido Iriarte, está en una situación más complicada aún. Ni la grama ni la pista se encuentran en buenas condiciones y por meses estuvo excluido de actividades deportivas de carácter oficial debido a la presencia de damnificados.
Muchas de las construcciones de los Panamericanos, en efecto, ni siquiera están cumpliendo con su función original. El estadio de Palo Verde se ha convertido en refugio temporal para los afectados por las lluvias, temporalidad que parece alargarse de forma indefinida en este caso.
Instalaciones privadas como las canchas de tenis de Santa Rosa de Lima y de Altamira se han salvado de la caída en picada. Son excepciones entre la desidia de los responsables gubernamentales.
Promesas de cambio
El gobierno nacional ha prometido obras que servirían para dar brios renovados a las instalaciones deportivas para el público caraqueño.
El presidente de la república, Nicolás Maduro, aseguró este mes que se construirán dos grandes estadios, uno de fútbol y otro de beisbol, para la capital. El de fútbol tendría capacidad para recibir a 55 mil espectadores, lo que lo haría el más grande dedicado al balompié en Venezuela (el Monumental de Maturín tiene capacidad para 52 mil personas), y el de beisbol albergaría 35 mil.
Los dos anfiteatros formarán parte del 'Gran Parque' Hugo Chávez, como lo bautizó Maduro, proyecto planificado por el arquitecto británico Richard Rogers, con responsabilidad en el diseño del Centro Pompidou de París, algunas áreas del aeropuerto de Barajas en Madrid y el hotel Hesperia Tower en Barcelona.
El complejo se completaría con un gimnasio cubierto y centros educativos.
No se hizo pública una fecha para su culminación.
La ministra del deporte, Alejandra Benítez, por otro lado, aseguró que para la próxima temporada del baloncesto profesional, el José Beracasa estará estrenando un nuevo techo.
La renovación de los centros deportivos de Caracas se había proyectado con una candidatura a los Panamericanos de 2015, la cual fue retirada antes de que se votara entre las sedes aspirantes. La ciudad elegida por la Organización Deportiva Panamericana fue Toronto.
esrojas@eluniversal.com
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