"A mi me dijo un psiquiatra que los homófobos eran homosexuales reprimidos"
Henry Ramos Allup "El Nuevo País"20-08-2013 pág.4 (La frase del día)
El inefable Pedro Carreño
Los homosexuales y Pedro Picapiedra
MIGUEL E. WEIL DI MIELE | EL UNIVERSAL
miércoles 21 de agosto de 2013
Ya en esta columna hemos hecho referencia a la necesidad de poner sobre el tapete el tema del reconocimiento de derechos de homosexuales, bisexuales y transexuales. La ideas de progreso y progresividad, obligan a quienes las usan como bandera, a advertir sobre la situación de discriminación perseverante, derivada de una mentalidad de convento de clausura arraigada en nuestra idiosincrasia, muy a pesar de tanto Guzmán Blanco y Estado laico. La discusión nunca se dio, porque no les interesa, o porque hay problemas más importantes que resolver (como si se resolvieran). La dignidad humana, no es parte de la agenda, ni es importante, si usted está en otra acera.
Los sexodiversos estaban allí como objeto de burlas, personajes de la rochela, o para entrenar misses, y no mucho más. Ese era (o es) el tópico persistente, mientras el mundo democrático occidental que cada vez integra más, reconoce más, y corrige más su propio error histórico, y nos deja atrás en un aspecto, como en tantos otros. Ahora, entró en escena Pedro Carreño. Su opinión al respecto era la que nos imaginábamos. Ha sido característica del pesuvismo, sobre todo con Maduro, la de recurrir a la mariosilvada de la homosexualidad como insulto. Una conducta que manifiesta no sólo su homofobia, sino su estilo fascista de hacer las cosas, su desprecio por las minorías, y todo lo que ya sabemos. Pero la actitud fue tan desproporcionada, que pareciera haber afectado incluso a aquellos que no eran partidarios de meter en la agenda la defensa de un sector de la sociedad cuyos derechos han estado en el closet demasiado tiempo.
El aparataje político, opositor y oficialista, siempre ha tenido una excusa para su homofobia a medias tintas. Bastó ver la respuesta (o el silencio) de muchos ante el atropello de Carreño para notar que la homofobia no es sólo cosa de revolucionarios. Algunos trascienden las medias tintas y las manifiestan recalcitrantemente, como el misionero católico candidato a la Alcaldía de El Hatillo. Pero lo del oficialismo, en su onanismo al cacique machote y en la intención de imitarlo, generaría una reacción en la opinión pública sin precedentes, que los ha obligado a corregir y ahora son todos amigos de los gays, y que lindo y que bonita la diversidad sexual. Vamos todos a bailar en un arcoiris, dicen. La oposición lo mismo. Y algunos se creen la pamplina, o se hacen los pen... Quizás sólo VP de la mano de Tamara Adrián ha defendido abiertamente el punto.
El recule de los políticos gracias a disentería verbal de Carreño es importante, pero no es suficiente, y el momento de ponerle seriedad al asunto ha llegado. No se trata sólo de señalar al gobierno de homófobo. Tenemos un Parlamento en el que la discusión sobre el tema jamás ha estado en los puntos del día, y por primera vez en mucho tiempo, vemos a líderes de lado y lado decir que no son homofóbicos, y que apoyan al colectivo LGBT. Una propuesta legislativa de reconocimiento de derechos civiles hasta ahora negados (como el matrimonio) y protecciones contra la discriminación, o al menos el inicio de una discusión real al respecto en el seno parlamentario, sería una evidencia de la voluntad pregonada por los unos y los otros. Porque las ruedas de prensa no bastan para dignificar a las personas que desde siempre han formado parte de nuestra sociedad a medias, negados, objeto de burlas, y discriminaciones, sin los derechos que todos los demás tenemos. Está servido el momento, para demostrar que no es pura habladuría. Eso, o podemos seguir por el camino de Pedro, que aunque no se apellida Picapiedra, es también, un cavernícola. Y Yabadabadú.
miguelwd@yahoo.com
Twitter: @weilmiguel
MIGUEL E. WEIL DI MIELE | EL UNIVERSAL
miércoles 21 de agosto de 2013
Ya en esta columna hemos hecho referencia a la necesidad de poner sobre el tapete el tema del reconocimiento de derechos de homosexuales, bisexuales y transexuales. La ideas de progreso y progresividad, obligan a quienes las usan como bandera, a advertir sobre la situación de discriminación perseverante, derivada de una mentalidad de convento de clausura arraigada en nuestra idiosincrasia, muy a pesar de tanto Guzmán Blanco y Estado laico. La discusión nunca se dio, porque no les interesa, o porque hay problemas más importantes que resolver (como si se resolvieran). La dignidad humana, no es parte de la agenda, ni es importante, si usted está en otra acera.
Los sexodiversos estaban allí como objeto de burlas, personajes de la rochela, o para entrenar misses, y no mucho más. Ese era (o es) el tópico persistente, mientras el mundo democrático occidental que cada vez integra más, reconoce más, y corrige más su propio error histórico, y nos deja atrás en un aspecto, como en tantos otros. Ahora, entró en escena Pedro Carreño. Su opinión al respecto era la que nos imaginábamos. Ha sido característica del pesuvismo, sobre todo con Maduro, la de recurrir a la mariosilvada de la homosexualidad como insulto. Una conducta que manifiesta no sólo su homofobia, sino su estilo fascista de hacer las cosas, su desprecio por las minorías, y todo lo que ya sabemos. Pero la actitud fue tan desproporcionada, que pareciera haber afectado incluso a aquellos que no eran partidarios de meter en la agenda la defensa de un sector de la sociedad cuyos derechos han estado en el closet demasiado tiempo.
El aparataje político, opositor y oficialista, siempre ha tenido una excusa para su homofobia a medias tintas. Bastó ver la respuesta (o el silencio) de muchos ante el atropello de Carreño para notar que la homofobia no es sólo cosa de revolucionarios. Algunos trascienden las medias tintas y las manifiestan recalcitrantemente, como el misionero católico candidato a la Alcaldía de El Hatillo. Pero lo del oficialismo, en su onanismo al cacique machote y en la intención de imitarlo, generaría una reacción en la opinión pública sin precedentes, que los ha obligado a corregir y ahora son todos amigos de los gays, y que lindo y que bonita la diversidad sexual. Vamos todos a bailar en un arcoiris, dicen. La oposición lo mismo. Y algunos se creen la pamplina, o se hacen los pen... Quizás sólo VP de la mano de Tamara Adrián ha defendido abiertamente el punto.
El recule de los políticos gracias a disentería verbal de Carreño es importante, pero no es suficiente, y el momento de ponerle seriedad al asunto ha llegado. No se trata sólo de señalar al gobierno de homófobo. Tenemos un Parlamento en el que la discusión sobre el tema jamás ha estado en los puntos del día, y por primera vez en mucho tiempo, vemos a líderes de lado y lado decir que no son homofóbicos, y que apoyan al colectivo LGBT. Una propuesta legislativa de reconocimiento de derechos civiles hasta ahora negados (como el matrimonio) y protecciones contra la discriminación, o al menos el inicio de una discusión real al respecto en el seno parlamentario, sería una evidencia de la voluntad pregonada por los unos y los otros. Porque las ruedas de prensa no bastan para dignificar a las personas que desde siempre han formado parte de nuestra sociedad a medias, negados, objeto de burlas, y discriminaciones, sin los derechos que todos los demás tenemos. Está servido el momento, para demostrar que no es pura habladuría. Eso, o podemos seguir por el camino de Pedro, que aunque no se apellida Picapiedra, es también, un cavernícola. Y Yabadabadú.
miguelwd@yahoo.com
Twitter: @weilmiguel
Los sexodiversos estaban allí como objeto de burlas, personajes de la rochela, o para entrenar misses, y no mucho más. Ese era (o es) el tópico persistente, mientras el mundo democrático occidental que cada vez integra más, reconoce más, y corrige más su propio error histórico, y nos deja atrás en un aspecto, como en tantos otros. Ahora, entró en escena Pedro Carreño. Su opinión al respecto era la que nos imaginábamos. Ha sido característica del pesuvismo, sobre todo con Maduro, la de recurrir a la mariosilvada de la homosexualidad como insulto. Una conducta que manifiesta no sólo su homofobia, sino su estilo fascista de hacer las cosas, su desprecio por las minorías, y todo lo que ya sabemos. Pero la actitud fue tan desproporcionada, que pareciera haber afectado incluso a aquellos que no eran partidarios de meter en la agenda la defensa de un sector de la sociedad cuyos derechos han estado en el closet demasiado tiempo.
El aparataje político, opositor y oficialista, siempre ha tenido una excusa para su homofobia a medias tintas. Bastó ver la respuesta (o el silencio) de muchos ante el atropello de Carreño para notar que la homofobia no es sólo cosa de revolucionarios. Algunos trascienden las medias tintas y las manifiestan recalcitrantemente, como el misionero católico candidato a la Alcaldía de El Hatillo. Pero lo del oficialismo, en su onanismo al cacique machote y en la intención de imitarlo, generaría una reacción en la opinión pública sin precedentes, que los ha obligado a corregir y ahora son todos amigos de los gays, y que lindo y que bonita la diversidad sexual. Vamos todos a bailar en un arcoiris, dicen. La oposición lo mismo. Y algunos se creen la pamplina, o se hacen los pen... Quizás sólo VP de la mano de Tamara Adrián ha defendido abiertamente el punto.
El recule de los políticos gracias a disentería verbal de Carreño es importante, pero no es suficiente, y el momento de ponerle seriedad al asunto ha llegado. No se trata sólo de señalar al gobierno de homófobo. Tenemos un Parlamento en el que la discusión sobre el tema jamás ha estado en los puntos del día, y por primera vez en mucho tiempo, vemos a líderes de lado y lado decir que no son homofóbicos, y que apoyan al colectivo LGBT. Una propuesta legislativa de reconocimiento de derechos civiles hasta ahora negados (como el matrimonio) y protecciones contra la discriminación, o al menos el inicio de una discusión real al respecto en el seno parlamentario, sería una evidencia de la voluntad pregonada por los unos y los otros. Porque las ruedas de prensa no bastan para dignificar a las personas que desde siempre han formado parte de nuestra sociedad a medias, negados, objeto de burlas, y discriminaciones, sin los derechos que todos los demás tenemos. Está servido el momento, para demostrar que no es pura habladuría. Eso, o podemos seguir por el camino de Pedro, que aunque no se apellida Picapiedra, es también, un cavernícola. Y Yabadabadú.
miguelwd@yahoo.com
Twitter: @weilmiguel
Cicerón y el orador o Pedro Carreño
JUAN MIGUEL MATHEUS | EL UNIVERSAL
miércoles 21 de agosto de 2013
El carácter soez de la intervención de Pedro Carreño y de los demás diputados oficialistas en la sesión parlamentaria del martes 13 de agosto tiene que ser comentado abiertamente y de cara a la opinión pública. Porque a diferencia de lo que malamente presenciamos en las actuales circunstancias, la AN ha de ser un templo republicano para el buen decir y para honrar la verdad. Los acontecimientos ocurridos mueven, por tanto, a escribir sobre el auténtico sentido del discurso político, sobre la finalidad moral de la palabra pública.
Para hacerlo acaso sea oportuno recurrir al pensamiento de Cicerón. En su obra El Orador, el jurisconsulto expresa lo siguiente: "Nada hay a mi juicio más excelente que poder, con la palabra, gobernar las sociedades humanas, atraer los entendimientos, mover las voluntades y traerlas o llevarlas a donde se quiera. En todo pueblo libre, y principalmente en las ciudades pacíficas y tranquilas, ha florecido y dominado siempre este arte". Y continúa: "en la moderación y sabiduría de un perfecto orador estriba, no solo su propia dignidad, sino la de muchos otros particulares y la salvación de toda República".
Las citas transcritas apuntan a una verdad imperecedera de la filosofía política: el gobierno libre de las ciudades solo es posible si la palabra pública es utilizada para impactar en las consciencias, para mostrar lo justo y distinguirlo de lo injusto, para persuadir respecto del bien, para respetar al adversario y, sobre todo, para transmitir la verdad. En cambio, la tiranía siempre encuentra un elemento constitutivo suyo, esencial, en la corrupción de la palabra pública, en el uso del verbo de políticos y gobernantes para manipular, para confundir, para difamar y para secuestrar las consciencias de los ciudadanos torciendo o desfigurando la verdad.
Este último es uno de los elementos esenciales de todo régimen totalitario. También de la revolución bolivariana. Desde hace catorce años los venezolanos hemos presenciado la corrupción del discurso público por fines de poder. Hugo Chávez instauró una estructura de tergiversación de la verdad, una nomenclatura de interpretación del país, cuyo efecto más pernicioso es la pretensión de hacer que los venezolanos vivamos en la mentira. Es una simbología que ha servido para explicar la existencia política venezolana (pasada, presente y futura) en clave marxista, y aún sigue siendo vilmente utilizada por los herederos políticos de Chávez. Se trata, en definitiva, de un intento de echar mano a la moral de la sociedad venezolana a través de medios de comunicación, planes educativos de enseñanza e ideologización ramplona para inyectar el virus totalitario del socialismo del siglo XXI en nuestra cultura de pueblo.
Ante esta situación, cobra mayor importancia la batalla de las ideas. La necesidad de combatir al régimen con la palabra libre, desde el discurso público, para desnudarlo en todas sus mentiras y no dejar nunca de llamar las cosas por su nombre: totalitario a lo totalitario, mentira a lo que sea mentira e injusto a lo que sea injusto. Tenemos que recordar con Cicerón que la palabra de los políticos y de los gobernantes es una forma insustituible de acción política, que es especialmente hiriente en el proceso de derrota de una autocracia totalitaria cuyo oxígeno vital es la mentira. De una lucha así entendida depende, en buena medida, no solo que volvamos a ser un pueblo libre, justo y pacífico, sino, como enseña el mismo Cicerón, la posibilidad cierta de volver a ser una República civil.
Secretario Nacional de Doctrina de Primero Justicia
Presidente de la Fundación Caracas Mía
@JuanMMatheus
@DoctrinaPJ
@Caracas_Mia
Para hacerlo acaso sea oportuno recurrir al pensamiento de Cicerón. En su obra El Orador, el jurisconsulto expresa lo siguiente: "Nada hay a mi juicio más excelente que poder, con la palabra, gobernar las sociedades humanas, atraer los entendimientos, mover las voluntades y traerlas o llevarlas a donde se quiera. En todo pueblo libre, y principalmente en las ciudades pacíficas y tranquilas, ha florecido y dominado siempre este arte". Y continúa: "en la moderación y sabiduría de un perfecto orador estriba, no solo su propia dignidad, sino la de muchos otros particulares y la salvación de toda República".
Las citas transcritas apuntan a una verdad imperecedera de la filosofía política: el gobierno libre de las ciudades solo es posible si la palabra pública es utilizada para impactar en las consciencias, para mostrar lo justo y distinguirlo de lo injusto, para persuadir respecto del bien, para respetar al adversario y, sobre todo, para transmitir la verdad. En cambio, la tiranía siempre encuentra un elemento constitutivo suyo, esencial, en la corrupción de la palabra pública, en el uso del verbo de políticos y gobernantes para manipular, para confundir, para difamar y para secuestrar las consciencias de los ciudadanos torciendo o desfigurando la verdad.
Este último es uno de los elementos esenciales de todo régimen totalitario. También de la revolución bolivariana. Desde hace catorce años los venezolanos hemos presenciado la corrupción del discurso público por fines de poder. Hugo Chávez instauró una estructura de tergiversación de la verdad, una nomenclatura de interpretación del país, cuyo efecto más pernicioso es la pretensión de hacer que los venezolanos vivamos en la mentira. Es una simbología que ha servido para explicar la existencia política venezolana (pasada, presente y futura) en clave marxista, y aún sigue siendo vilmente utilizada por los herederos políticos de Chávez. Se trata, en definitiva, de un intento de echar mano a la moral de la sociedad venezolana a través de medios de comunicación, planes educativos de enseñanza e ideologización ramplona para inyectar el virus totalitario del socialismo del siglo XXI en nuestra cultura de pueblo.
Ante esta situación, cobra mayor importancia la batalla de las ideas. La necesidad de combatir al régimen con la palabra libre, desde el discurso público, para desnudarlo en todas sus mentiras y no dejar nunca de llamar las cosas por su nombre: totalitario a lo totalitario, mentira a lo que sea mentira e injusto a lo que sea injusto. Tenemos que recordar con Cicerón que la palabra de los políticos y de los gobernantes es una forma insustituible de acción política, que es especialmente hiriente en el proceso de derrota de una autocracia totalitaria cuyo oxígeno vital es la mentira. De una lucha así entendida depende, en buena medida, no solo que volvamos a ser un pueblo libre, justo y pacífico, sino, como enseña el mismo Cicerón, la posibilidad cierta de volver a ser una República civil.
Secretario Nacional de Doctrina de Primero Justicia
Presidente de la Fundación Caracas Mía
@JuanMMatheus
@DoctrinaPJ
@Caracas_Mia
Desbarataron a Globovisión
RUBENS YANES | EL UNIVERSAL
miércoles 21 de agosto de 2013
Finalmente, la revolución desbarató al canal de noticias que había sido referencia de las posturas críticas al gobierno. No lo cerró con medidas administrativas, no lo sacó del aire "tumbándole" la señal. Sino lo mató usando una estrategia al estilo "Caballo de Troya", lo destruyó desde adentro.
Globovisión fue víctima de muchos atropellos, de mucha presión por parte del gobierno. Pero nunca cedió. Logró por muchos años dominar el rating y la opinión pública. Antes de su nacimiento ya había habido muchos intentos de hacer un canal de noticias exitoso, que no cristalizaron. Las noticias eran cosas de los periódicos y las radios.
Globovisión emergió con programas y talentos como "Primera Página" (el original era con Mingo), "Aló Ciudadano" con Leopoldo Castillo, "Yo Prometo" con Nitu Pérez Osuna, "Grado 33" con Norberto Mazza y María Elena Lavaud (relevada después por Roberto Giusti), y el remix "Buenas Noches" y "Titulares de Mañana". Además de su noticiero estelar y los micros "Ud. lo Vio" y "Aunque Ud. no lo Crea".
En esta nueva etapa, la dinámica producida por la venta del canal minó esa programación. A sabiendas de que en ella descansaba el rating y la credibilidad del mismo. Los nuevos directivos relevaron de sus cargos a los garantes de esa estructura de programas, lo cual tuvo un efecto cascada que terminó erosionando hasta las bases mismas del canal.
En medio de sucesivos escándalos, Globovisión ha cambiado su visión, sus talentos, y su empaque, y ya no es percibido como el canal de siempre. Esto no es gratuito, pareciera ser parte del compromiso político de sus accionistas para con el gobierno.
Si los accionistas de Globovisión buscasen sólo tener una empresa rentable, no seguirían apretando las tuercas como lo han venido haciendo. Se preocuparían por mantener sus programas y no perder audiencia. La audiencia da anunciantes, los anunciantes dan dinero y el dinero sirve para recuperar inversiones.
La mutación de Globovisión resulta además inexplicable en un momento en el cual, si algo ha quedado demostrado, es que el descontento hacia el gobierno es cada vez mayor. Si antes eran agitadores en un mar de calma, locos furibundos que gritaban en una plaza sin nadie que los oyera; ahora parece que hay mucho más eco a sus denuncias y alertas.
Pero la realidad es otra, el canal ha mutado y de este lado de la pantalla una audiencia que se siente huérfana y desolada, que no confía ya en el canal y que comienza a resentir de sus complacientes silencios.
@rubensyanes
Globovisión fue víctima de muchos atropellos, de mucha presión por parte del gobierno. Pero nunca cedió. Logró por muchos años dominar el rating y la opinión pública. Antes de su nacimiento ya había habido muchos intentos de hacer un canal de noticias exitoso, que no cristalizaron. Las noticias eran cosas de los periódicos y las radios.
Globovisión emergió con programas y talentos como "Primera Página" (el original era con Mingo), "Aló Ciudadano" con Leopoldo Castillo, "Yo Prometo" con Nitu Pérez Osuna, "Grado 33" con Norberto Mazza y María Elena Lavaud (relevada después por Roberto Giusti), y el remix "Buenas Noches" y "Titulares de Mañana". Además de su noticiero estelar y los micros "Ud. lo Vio" y "Aunque Ud. no lo Crea".
En esta nueva etapa, la dinámica producida por la venta del canal minó esa programación. A sabiendas de que en ella descansaba el rating y la credibilidad del mismo. Los nuevos directivos relevaron de sus cargos a los garantes de esa estructura de programas, lo cual tuvo un efecto cascada que terminó erosionando hasta las bases mismas del canal.
En medio de sucesivos escándalos, Globovisión ha cambiado su visión, sus talentos, y su empaque, y ya no es percibido como el canal de siempre. Esto no es gratuito, pareciera ser parte del compromiso político de sus accionistas para con el gobierno.
Si los accionistas de Globovisión buscasen sólo tener una empresa rentable, no seguirían apretando las tuercas como lo han venido haciendo. Se preocuparían por mantener sus programas y no perder audiencia. La audiencia da anunciantes, los anunciantes dan dinero y el dinero sirve para recuperar inversiones.
La mutación de Globovisión resulta además inexplicable en un momento en el cual, si algo ha quedado demostrado, es que el descontento hacia el gobierno es cada vez mayor. Si antes eran agitadores en un mar de calma, locos furibundos que gritaban en una plaza sin nadie que los oyera; ahora parece que hay mucho más eco a sus denuncias y alertas.
Pero la realidad es otra, el canal ha mutado y de este lado de la pantalla una audiencia que se siente huérfana y desolada, que no confía ya en el canal y que comienza a resentir de sus complacientes silencios.
@rubensyanes
En Globovisión llueven las renuncias
Cinco periodistas anunciaron ayer su retiro de la planta televisiva
Lavaud: No comulgo con un proyecto que no respete la esencia del periodismo
La periodista María Elena Lavaud expresó que no está de acuerdo con los principios de Globovisión y anunció que mañana ofrecerán detalles de lo que ha sucedido dentro del canal de noticias
20 DE AGOSTO 2013 - El Nacional
La periodista María Elena Lavaud, quien presentó hoy su renuncia a Globovisión, declaró que decidió retirarse porque no podía "comulgar con un proyecto que no respetara la esencia del periodismo". Dijo que su renuncia no obedecía solamente a lo sucedido con uno de sus compañeros, en referencia a la salida específica de Leopoldo Castillo.
En declaraciones al programa radial de Román Lozinski, la periodista relató que hoy sostuvieron una reunión con el canal de noticias y en ella observó que no había apertura al diálogo. "Fuimos testigos de excepción de una reunión de compañeros de Globovisión, para tratar un útlimo intento de diálogo, pero no hemos podido encontrar ni una interlocución válida, aun en las diferencias".
Lavaud enfatizó en que no hará más declaraciones personales sobre el caso, porque no quiere "utilizar" lo ocurrido para promocionarse. "Agradezco a tanta gente solidaria, pero no voy a hacer de esto un motivo de exposición, porque es algo muy serio".
Agregó que los últimos días han sido muy intensos y de mucha reflexión. "Tengo muchas preguntas sin respuesta. Aquí hay muchas piezas de un rompecabezas que no calza", expresó.
Confirmó que mañana publicará, junto a otros ocho compañeros, un pronunciamiento donde darán detalles sobre su juicio de lo que ha sucedido dentro de Globovisión últimamente.
María Elena Lavaud se despide de su segmento "En privado" ARCHIVO
LORENA TASCA | EL UNIVERSAL
miércoles 21 de agosto de 2013
"Me queda sólo la incertidumbre que viene con el desempleo, pero la serenidad de saber que en todo momento hice lo correcto", escribió Román Lozinski en un comunicado que leyó ayer durante su programa de radio en Circuito Éxitos 99.9 FM, con motivo de su renuncia a Globovisión; otra que se suma a las salidas del canal tras el retiro de Leopoldo Castillo el pasado viernes.
"Sostuve que había que defender los espacios y eso hice en todo momento desde que asumió la nueva directiva. Ante los más recientes acontecimientos, la sensación es que no tengo qué defender", agregó Lozinski en su comunicado.
El periodista, que trabajó durante ocho años en la planta televisiva, había anunciado horas antes en su cuenta de Twitter que sus compañeras María Elena Lavaud -que estaba al frente del programa En privado- y María Isabel Párraga -parte del equipo de presentadoras de Mujeres en todo-, también se despedían de sus labores en la planta televisiva ubicada en La Florida.
Ante la renuncia de Párraga, empezó a correr el rumor de que sus compañeras Alba Cecilia Mujica y Vanesa Rasquin también se unirían a la lista. Pero Mujica aclaró que ella decidirá cuando esté de vuelta al canal. "Apoyo a mis compañeros pero tomaré mi decisión cuando regrese de vacaciones, que será a finales de septiembre. No quiero hacer declaraciones sobre mi futuro en el canal hasta regresar, no me parece correcto", explicó la periodista.
Mientras Mujica espera regresar a Globovisión, la periodista Gladys Rodríguez anunció en Twitter que también se retiraba del canal. En su perfil, Rodríguez explicó que regresaría al país el 30 de agosto y que ese día entregaría la renuncia ante la junta directiva del canal. "Regresando a Venezuela presento formalmente mi renuncia a Globovisión. Ya la adelanté en una carta que envié al dueño Raúl Gorrín", publicó ayer.
Aunque Párraga no contestó llamadas telefónicas, ratificó en Twitter su retiro de Globovisión. "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio, Serrat dixit. Simplemente Globovisión va por un rumbo que no comparto". Y agregó: "Mi total apoyo, solidaridad y cariño a quienes se quedan en el canal echándole pichón. Pido respeto para quienes desde allí dan su lucha".
De igual manera, la periodista María Elena Lavaud ratificó su renuncia en la red social. "Hoy termina la única marcha a la que he asistido: mi marcha de 18 años en Globovisión", publicó.
Más temprano, el periodista Roberto Giusti informó sobre su renuncia como conductor de Grado 33. En un artículo de opinión publicado ayer en El Universal, señaló que tras la salida de Leopoldo Castillo y Jesús "Chuo" Torrealba, decidió despedirse de Globovisión.
"El proceso de transición gradual, dio paso a la transición brutal. Aquí se acabó la pen... del equilibrio y volvieron a rodar las cabezas. Pero como yo sé que la mía está en juego y sólo me debo a la audiencia, a los receptores, a quienes creen en mi honestidad profesional, (que para mí son los únicos dueños del canal) les presento mi renuncia, porque en Globovisión no están dadas las circunstancias para hacer un periodismo libre", expresó Giusti.
ltasca@eluniversal.com
Óscar Lucien, sociólogo que forma parte del equipo del Instituto de Investigaciones de la Comunicación de la Universidad Central de Venezuela (Ininco), considera que sin duda hay una transformación en la línea editorial de Globovisión. "Ahí no hay ningún tipo de equilibrio ni respeto al pluralismo que dicta la Constitución, ni a la diversidad política. Lo que está pasando en ese canal privado yo lo incluyo en lo que he denominado el cerco-robo a la libertad de expresión, que es una manera de ir cerrando ventanas a los medios libres e independientes", asevera.
Pero Lucien advierte que aunque algunas puertas se cierren, siempre estará a la mano la opción de los medios alternativos. Señala que así como en el pasado existieron los volantes y la constante presencia de los ciudadanos en la calle, hoy en día hay una mayor facilidad gracias a la tecnología, que ofrece opciones como radio y televisión vía Internet sin necesidad de estar adscrito a una línea editorial.
Se refiere el experto a casos como el de Jesús "Chuo" Torrealba, que ahora transmitirá su programa El radar de los barrios por RCR, que se puede escuchar vía web a través de la página www.telenavegante.net. "La capacidad de producir contenido que sea atractivo para la audiencia, es lo que producirá un resultado de impacto en los medios alternativos", considera Lucien.
"Hoy la comunicación no está en manos de los grandes medios ni del Estado en su carácter autoritario, sino que cualquier persona puede emitir su opinión a través de los medios digitales. Pero estaremos en un proceso de transición", explica el también docente. Y señala que, sin duda, la prensa escrita y las radios serán la nueva opción de muchos de los periodistas que han anunciado su salida de Globovisión.
María Elena Lavaud se despide de su segmento "En privado" ARCHIVO
LORENA TASCA | EL UNIVERSAL
miércoles 21 de agosto de 2013
"Me queda sólo la incertidumbre que viene con el desempleo, pero la serenidad de saber que en todo momento hice lo correcto", escribió Román Lozinski en un comunicado que leyó ayer durante su programa de radio en Circuito Éxitos 99.9 FM, con motivo de su renuncia a Globovisión; otra que se suma a las salidas del canal tras el retiro de Leopoldo Castillo el pasado viernes.
"Sostuve que había que defender los espacios y eso hice en todo momento desde que asumió la nueva directiva. Ante los más recientes acontecimientos, la sensación es que no tengo qué defender", agregó Lozinski en su comunicado.
El periodista, que trabajó durante ocho años en la planta televisiva, había anunciado horas antes en su cuenta de Twitter que sus compañeras María Elena Lavaud -que estaba al frente del programa En privado- y María Isabel Párraga -parte del equipo de presentadoras de Mujeres en todo-, también se despedían de sus labores en la planta televisiva ubicada en La Florida.
Ante la renuncia de Párraga, empezó a correr el rumor de que sus compañeras Alba Cecilia Mujica y Vanesa Rasquin también se unirían a la lista. Pero Mujica aclaró que ella decidirá cuando esté de vuelta al canal. "Apoyo a mis compañeros pero tomaré mi decisión cuando regrese de vacaciones, que será a finales de septiembre. No quiero hacer declaraciones sobre mi futuro en el canal hasta regresar, no me parece correcto", explicó la periodista.
Mientras Mujica espera regresar a Globovisión, la periodista Gladys Rodríguez anunció en Twitter que también se retiraba del canal. En su perfil, Rodríguez explicó que regresaría al país el 30 de agosto y que ese día entregaría la renuncia ante la junta directiva del canal. "Regresando a Venezuela presento formalmente mi renuncia a Globovisión. Ya la adelanté en una carta que envié al dueño Raúl Gorrín", publicó ayer.
Aunque Párraga no contestó llamadas telefónicas, ratificó en Twitter su retiro de Globovisión. "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio, Serrat dixit. Simplemente Globovisión va por un rumbo que no comparto". Y agregó: "Mi total apoyo, solidaridad y cariño a quienes se quedan en el canal echándole pichón. Pido respeto para quienes desde allí dan su lucha".
De igual manera, la periodista María Elena Lavaud ratificó su renuncia en la red social. "Hoy termina la única marcha a la que he asistido: mi marcha de 18 años en Globovisión", publicó.
Más temprano, el periodista Roberto Giusti informó sobre su renuncia como conductor de Grado 33. En un artículo de opinión publicado ayer en El Universal, señaló que tras la salida de Leopoldo Castillo y Jesús "Chuo" Torrealba, decidió despedirse de Globovisión.
"El proceso de transición gradual, dio paso a la transición brutal. Aquí se acabó la pen... del equilibrio y volvieron a rodar las cabezas. Pero como yo sé que la mía está en juego y sólo me debo a la audiencia, a los receptores, a quienes creen en mi honestidad profesional, (que para mí son los únicos dueños del canal) les presento mi renuncia, porque en Globovisión no están dadas las circunstancias para hacer un periodismo libre", expresó Giusti.
ltasca@eluniversal.com
Óscar Lucien, sociólogo que forma parte del equipo del Instituto de Investigaciones de la Comunicación de la Universidad Central de Venezuela (Ininco), considera que sin duda hay una transformación en la línea editorial de Globovisión. "Ahí no hay ningún tipo de equilibrio ni respeto al pluralismo que dicta la Constitución, ni a la diversidad política. Lo que está pasando en ese canal privado yo lo incluyo en lo que he denominado el cerco-robo a la libertad de expresión, que es una manera de ir cerrando ventanas a los medios libres e independientes", asevera.
Pero Lucien advierte que aunque algunas puertas se cierren, siempre estará a la mano la opción de los medios alternativos. Señala que así como en el pasado existieron los volantes y la constante presencia de los ciudadanos en la calle, hoy en día hay una mayor facilidad gracias a la tecnología, que ofrece opciones como radio y televisión vía Internet sin necesidad de estar adscrito a una línea editorial.
Se refiere el experto a casos como el de Jesús "Chuo" Torrealba, que ahora transmitirá su programa El radar de los barrios por RCR, que se puede escuchar vía web a través de la página www.telenavegante.net. "La capacidad de producir contenido que sea atractivo para la audiencia, es lo que producirá un resultado de impacto en los medios alternativos", considera Lucien.
"Hoy la comunicación no está en manos de los grandes medios ni del Estado en su carácter autoritario, sino que cualquier persona puede emitir su opinión a través de los medios digitales. Pero estaremos en un proceso de transición", explica el también docente. Y señala que, sin duda, la prensa escrita y las radios serán la nueva opción de muchos de los periodistas que han anunciado su salida de Globovisión.
"Sostuve que había que defender los espacios y eso hice en todo momento desde que asumió la nueva directiva. Ante los más recientes acontecimientos, la sensación es que no tengo qué defender", agregó Lozinski en su comunicado.
El periodista, que trabajó durante ocho años en la planta televisiva, había anunciado horas antes en su cuenta de Twitter que sus compañeras María Elena Lavaud -que estaba al frente del programa En privado- y María Isabel Párraga -parte del equipo de presentadoras de Mujeres en todo-, también se despedían de sus labores en la planta televisiva ubicada en La Florida.
Ante la renuncia de Párraga, empezó a correr el rumor de que sus compañeras Alba Cecilia Mujica y Vanesa Rasquin también se unirían a la lista. Pero Mujica aclaró que ella decidirá cuando esté de vuelta al canal. "Apoyo a mis compañeros pero tomaré mi decisión cuando regrese de vacaciones, que será a finales de septiembre. No quiero hacer declaraciones sobre mi futuro en el canal hasta regresar, no me parece correcto", explicó la periodista.
Mientras Mujica espera regresar a Globovisión, la periodista Gladys Rodríguez anunció en Twitter que también se retiraba del canal. En su perfil, Rodríguez explicó que regresaría al país el 30 de agosto y que ese día entregaría la renuncia ante la junta directiva del canal. "Regresando a Venezuela presento formalmente mi renuncia a Globovisión. Ya la adelanté en una carta que envié al dueño Raúl Gorrín", publicó ayer.
Aunque Párraga no contestó llamadas telefónicas, ratificó en Twitter su retiro de Globovisión. "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio, Serrat dixit. Simplemente Globovisión va por un rumbo que no comparto". Y agregó: "Mi total apoyo, solidaridad y cariño a quienes se quedan en el canal echándole pichón. Pido respeto para quienes desde allí dan su lucha".
De igual manera, la periodista María Elena Lavaud ratificó su renuncia en la red social. "Hoy termina la única marcha a la que he asistido: mi marcha de 18 años en Globovisión", publicó.
Más temprano, el periodista Roberto Giusti informó sobre su renuncia como conductor de Grado 33. En un artículo de opinión publicado ayer en El Universal, señaló que tras la salida de Leopoldo Castillo y Jesús "Chuo" Torrealba, decidió despedirse de Globovisión.
"El proceso de transición gradual, dio paso a la transición brutal. Aquí se acabó la pen... del equilibrio y volvieron a rodar las cabezas. Pero como yo sé que la mía está en juego y sólo me debo a la audiencia, a los receptores, a quienes creen en mi honestidad profesional, (que para mí son los únicos dueños del canal) les presento mi renuncia, porque en Globovisión no están dadas las circunstancias para hacer un periodismo libre", expresó Giusti.
ltasca@eluniversal.com
Óscar Lucien, sociólogo que forma parte del equipo del Instituto de Investigaciones de la Comunicación de la Universidad Central de Venezuela (Ininco), considera que sin duda hay una transformación en la línea editorial de Globovisión. "Ahí no hay ningún tipo de equilibrio ni respeto al pluralismo que dicta la Constitución, ni a la diversidad política. Lo que está pasando en ese canal privado yo lo incluyo en lo que he denominado el cerco-robo a la libertad de expresión, que es una manera de ir cerrando ventanas a los medios libres e independientes", asevera.
Pero Lucien advierte que aunque algunas puertas se cierren, siempre estará a la mano la opción de los medios alternativos. Señala que así como en el pasado existieron los volantes y la constante presencia de los ciudadanos en la calle, hoy en día hay una mayor facilidad gracias a la tecnología, que ofrece opciones como radio y televisión vía Internet sin necesidad de estar adscrito a una línea editorial.
Se refiere el experto a casos como el de Jesús "Chuo" Torrealba, que ahora transmitirá su programa El radar de los barrios por RCR, que se puede escuchar vía web a través de la página www.telenavegante.net. "La capacidad de producir contenido que sea atractivo para la audiencia, es lo que producirá un resultado de impacto en los medios alternativos", considera Lucien.
"Hoy la comunicación no está en manos de los grandes medios ni del Estado en su carácter autoritario, sino que cualquier persona puede emitir su opinión a través de los medios digitales. Pero estaremos en un proceso de transición", explica el también docente. Y señala que, sin duda, la prensa escrita y las radios serán la nueva opción de muchos de los periodistas que han anunciado su salida de Globovisión.
Lozinski: “Mi salida de Globovisión se debe a un cúmulo de detonantes”
Las periodistas María Elena Lavaud, Marisabel Párraga y Ana Karina Villalba también renunciaron al canal
21 DE AGOSTO 2013 - El Nacional
Después de un fin de semana lleno de rumores, Román Lozinski finalmente rompió el silencio ayer en la tarde: el narrador de noticias confirmó que presentó su renuncia a Globovisión luego de no llegar a un acuerdo con la junta directiva. La decisión fue tomada en una reunión en la que participaron María Elena Lavaud, Marisabel Párraga y Ana Karina Villalba, quienes también renunciaron.
El periodista dijo que su salida del canal donde trabajó por ocho años no tuvo que ver directamente con la despedida de Leopoldo Castillo deAló, Ciudadano el viernes. “Quiero aclarar que mi retirada no responde a un acto de solidaridad con el Ciudadano, sino que eso fue un elemento más. Mi salida se debe a un cúmulo de detonantes que me llevaron a no querer seguir acompañando el proceso que vive la televisora”, expresó.
Lozinski señaló que el viernes no salió al aire con el noticiero porque se sentía indispuesto. “Me comuniqué con mi jefa inmediata (que nunca me respondió), con el productor y con la vicepresidenta del canal para informarles que me sentía descompuesto porque a mí los nervios me pegan en el estómago y me impresionó la despedida de Castillo. Era como si algo se desmoronaba.… La sorpresa para mí llegó el fin de semana, con la carta en la que se prohibió mi entrada al canal. Aunque se diga lo contrario sí fue publicada, porque uno de los directivos me lo confirmó”, añadió.
Durante las últimas semanas, el periodista se sintió afectado por la salida de figuras clave de la señal, entre ellas la jefa de la página web, Janeth De Abreu, y la de Jesús “Chúo” Torrealba, creador de El Radar de los Barrios. “El jueves tuve una reunión con la directiva para planear mi nuevo programa (que saldría al aire en tres semanas, en el horario de 10:30 am a 11:30 am) y les mencioné que estaba en desacuerdo con la salida de Chúo. Ellos me dijeron que la denuncia estaba bien, pero para la vieja directiva de Globovisión. Eso me generó mucha incomodidad y fue entonces cuando sentí que no podía continuar en el canal”, explicó.
La carta de renuncia la redactó el domingo y la entregó el lunes, pero la junta directiva le pidió que reconsiderara su decisión. “Planteamos una reunión, que se realizó ayer, con otros anclas del canal. Sin embargo, a ninguno nos convenció lo que nos dijeron. No llegamos a ningún acuerdo y decidimos poner punto final a nuestra relación laboral”.
Acerca del futuro en Globovisión de su compañera Sasha Ackerman y del productor del noticiero, Jorge Luis Pérez Varely –sobre quienes también recayó la prohibición de entrada al canal–, el narrador de noticias dijo que intercedió por ellos. “Enfaticé a los directivos que me sentía indispuesto y que por eso no pudimos hacer el programa. Entiendo que les pusieron una amonestación y durante un tiempo no podrán salir al aire”, indicó el comunicador, que se dedicará al programa que presenta en el Circuito Éxitos de Unión Radio.
Lozinski aseguró que desde la compra del canal los directivos nunca interfirieron con su trabajo, aunque conoció casos distintos dentro de la planta: “Mi espacio jamás se vio afectado, pero no podía seguir considerando mi programa como una isla cuando en otras producciones sí había censura”.
Renuncia desde lejos. La periodista Gladys Rodríguez y compañera de Lozinski en el noticiero estelar anunció su renuncia a Globovisión a través de su cuenta en Twitter, pues se encuentra de vacaciones en Miami.
Más tarde, en su programa de radio en KYS FM –que actualmente es conducido por Guillermo Tell–, la comunicadora dijo sentir tristeza por abandonar la televisora en la que laboró durante 15 años. Explicó que se trata de una decisión tomada en conjunto con sus compañeros y que así se lo hizo saber a través de una carta a Raúl Gorrín, presidente de la junta directiva, quien también está en Estados Unidos.
La narradora de noticias indicó que inicialmente dio un voto de confianza a los nuevos dueños del canal, pero los acontecimientos más recientes precipitaron su salida. Lamentó la situación que vive desde ahora la audiencia: “Globovisión era un bastión del periodismo libre”.
Más salidas. A las renuncias se suma la de Roberto Giusti, conductor de Grado 33, quien dio a conocer su salida de la señal a través de su columna, que publicó ayer el diario El Universal: “El proceso de ‘transición gradual’ dio paso a la ‘transición brutal’. Aquí se acabó la pen… del equilibrio y volvieron a rodar las cabezas. Pero como yo sé que la mía está en juego y sólo me debo a la audiencia, a los receptores, quienes creen en mi honestidad profesional (que para mí son los únicos dueños del canal), les presento mi renuncia a partir de hoy, porque en Globovisión no están dadas las circunstancias para hacer un periodismo libre”.
Las periodistas María Elena Lavaud, Marisabel Párraga y Ana Karina Villalba también renunciaron al canal
21 DE AGOSTO 2013 - El Nacional
Después de un fin de semana lleno de rumores, Román Lozinski finalmente rompió el silencio ayer en la tarde: el narrador de noticias confirmó que presentó su renuncia a Globovisión luego de no llegar a un acuerdo con la junta directiva. La decisión fue tomada en una reunión en la que participaron María Elena Lavaud, Marisabel Párraga y Ana Karina Villalba, quienes también renunciaron.
El periodista dijo que su salida del canal donde trabajó por ocho años no tuvo que ver directamente con la despedida de Leopoldo Castillo deAló, Ciudadano el viernes. “Quiero aclarar que mi retirada no responde a un acto de solidaridad con el Ciudadano, sino que eso fue un elemento más. Mi salida se debe a un cúmulo de detonantes que me llevaron a no querer seguir acompañando el proceso que vive la televisora”, expresó.
Lozinski señaló que el viernes no salió al aire con el noticiero porque se sentía indispuesto. “Me comuniqué con mi jefa inmediata (que nunca me respondió), con el productor y con la vicepresidenta del canal para informarles que me sentía descompuesto porque a mí los nervios me pegan en el estómago y me impresionó la despedida de Castillo. Era como si algo se desmoronaba.… La sorpresa para mí llegó el fin de semana, con la carta en la que se prohibió mi entrada al canal. Aunque se diga lo contrario sí fue publicada, porque uno de los directivos me lo confirmó”, añadió.
Durante las últimas semanas, el periodista se sintió afectado por la salida de figuras clave de la señal, entre ellas la jefa de la página web, Janeth De Abreu, y la de Jesús “Chúo” Torrealba, creador de El Radar de los Barrios. “El jueves tuve una reunión con la directiva para planear mi nuevo programa (que saldría al aire en tres semanas, en el horario de 10:30 am a 11:30 am) y les mencioné que estaba en desacuerdo con la salida de Chúo. Ellos me dijeron que la denuncia estaba bien, pero para la vieja directiva de Globovisión. Eso me generó mucha incomodidad y fue entonces cuando sentí que no podía continuar en el canal”, explicó.
La carta de renuncia la redactó el domingo y la entregó el lunes, pero la junta directiva le pidió que reconsiderara su decisión. “Planteamos una reunión, que se realizó ayer, con otros anclas del canal. Sin embargo, a ninguno nos convenció lo que nos dijeron. No llegamos a ningún acuerdo y decidimos poner punto final a nuestra relación laboral”.
Acerca del futuro en Globovisión de su compañera Sasha Ackerman y del productor del noticiero, Jorge Luis Pérez Varely –sobre quienes también recayó la prohibición de entrada al canal–, el narrador de noticias dijo que intercedió por ellos. “Enfaticé a los directivos que me sentía indispuesto y que por eso no pudimos hacer el programa. Entiendo que les pusieron una amonestación y durante un tiempo no podrán salir al aire”, indicó el comunicador, que se dedicará al programa que presenta en el Circuito Éxitos de Unión Radio.
Lozinski aseguró que desde la compra del canal los directivos nunca interfirieron con su trabajo, aunque conoció casos distintos dentro de la planta: “Mi espacio jamás se vio afectado, pero no podía seguir considerando mi programa como una isla cuando en otras producciones sí había censura”.
Renuncia desde lejos. La periodista Gladys Rodríguez y compañera de Lozinski en el noticiero estelar anunció su renuncia a Globovisión a través de su cuenta en Twitter, pues se encuentra de vacaciones en Miami.
Más tarde, en su programa de radio en KYS FM –que actualmente es conducido por Guillermo Tell–, la comunicadora dijo sentir tristeza por abandonar la televisora en la que laboró durante 15 años. Explicó que se trata de una decisión tomada en conjunto con sus compañeros y que así se lo hizo saber a través de una carta a Raúl Gorrín, presidente de la junta directiva, quien también está en Estados Unidos.
La narradora de noticias indicó que inicialmente dio un voto de confianza a los nuevos dueños del canal, pero los acontecimientos más recientes precipitaron su salida. Lamentó la situación que vive desde ahora la audiencia: “Globovisión era un bastión del periodismo libre”.
Más salidas. A las renuncias se suma la de Roberto Giusti, conductor de Grado 33, quien dio a conocer su salida de la señal a través de su columna, que publicó ayer el diario El Universal: “El proceso de ‘transición gradual’ dio paso a la ‘transición brutal’. Aquí se acabó la pen… del equilibrio y volvieron a rodar las cabezas. Pero como yo sé que la mía está en juego y sólo me debo a la audiencia, a los receptores, quienes creen en mi honestidad profesional (que para mí son los únicos dueños del canal), les presento mi renuncia a partir de hoy, porque en Globovisión no están dadas las circunstancias para hacer un periodismo libre”.
María Elena Lavaud, Norberto Mazza, María Isabel Párraga, Robero Giusti, Ana Karina Villalba, Román Lozinski, Alba Cecilia Mujica y Gladys Rodríguez firmaron un texto.
EL UNIVERSAL
martes 20 de agosto de 2013
En esta hora menguada de la libertad de expresión, nosotros, anclas fundadores de un proyecto que sin duda marcó precedentes en la historia del periodismo venezolano, queremos compartir con la opinión pública lo siguiente:
En marzo pasado fuimos sorprendidos con la noticia de la venta irreversible del único canal informativo de Venezuela. Se nos dijo que en manos de sus dueños fundadores, el proyecto era jurídica y económicamente inviable. Cinco meses después _con pleno y absoluto conocimiento de causa_ tenemos que alertar a la población venezolana: Globovision es moral, ética y periodísticamente inviable.
Progresivamente hemos visto cambios y condiciones inaceptables para el libre ejercicio de nuestra profesión: la promesa básica del equilibrio, que por cierto siempre hemos intentado tener, se ha convertido en censura a noticias y programas; lista negra de invitados; intentos de imponer preguntas a algunos periodistas; irrespeto a la integridad; menosprecio al ejercicio profesional e injustificado desequilibrio en el balance de los espacios de noticias.
Vemos con estupor cómo directivos del canal han manifestado su intención de eliminar "la denuncia" de la programación. Observamos con profunda tristeza y preocupación que los programas de corte social están desapareciendo. La pantalla de hoy es elocuente.
¿Ante qué estamos?. Estamos ante la amenaza más seria que ha sufrido la libertad de expresión en los últimos tiempos. No se trata del caso puntual de Globovisión. Se trata de que Venezuela, en el momento más crítico de su historia política reciente, se está quedando sin medios libres e independientes y a merced de una sola visión de país.
Nuestro compromiso de hoy es el compromiso de siempre; buscar y decir la verdad; ser la voz de los que no la tienen; escuchar sus denuncias; interpretar sus necesidades; gestionar soluciones y ser interlocutores del pueblo y los centros de poder. La verdad nos hace libres, pero también incómodos para todos los gobiernos.
Reivindicamos los principios fundamentales de nuestra profesión:
"El periodista tiene la verdad como norma irrenunciable (...) y como profesional está obligado a actuar de manera que ese principio sea compartido y aceptado por todos".
Artículo 4 Código de Ética del Ejercicio Profesional del Periodista.
"El periodista se debe fundamentalmente al pueblo, el cual tiene derecho a recibir información (...)."
Artículo 6 Código de Ética del Ejercicio Profesional del Periodista.
"El periodista está obligado a respetar y defender la verdad, la libertad de expresión y el desarrollo autónomo e independiente de nuestro pueblo (...)."
Artículo 5 Código de Ética del Ejercicio Profesional del Periodista.
Los abajo firmantes:
María Elena Lavaud V-6.562.289
Norberto Mazza V-11.784.935
María Isabel Párraga V-6.810.622
Robero Giusti V-4.212.648
Ana Karina Villalba V-12.137.598
Román Lozinski V-11.160.354
Alba Cecilia Mujica V-5.538.460
Gladys Rodríguez V-6.326.888
En marzo pasado fuimos sorprendidos con la noticia de la venta irreversible del único canal informativo de Venezuela. Se nos dijo que en manos de sus dueños fundadores, el proyecto era jurídica y económicamente inviable. Cinco meses después _con pleno y absoluto conocimiento de causa_ tenemos que alertar a la población venezolana: Globovision es moral, ética y periodísticamente inviable.
Progresivamente hemos visto cambios y condiciones inaceptables para el libre ejercicio de nuestra profesión: la promesa básica del equilibrio, que por cierto siempre hemos intentado tener, se ha convertido en censura a noticias y programas; lista negra de invitados; intentos de imponer preguntas a algunos periodistas; irrespeto a la integridad; menosprecio al ejercicio profesional e injustificado desequilibrio en el balance de los espacios de noticias.
Vemos con estupor cómo directivos del canal han manifestado su intención de eliminar "la denuncia" de la programación. Observamos con profunda tristeza y preocupación que los programas de corte social están desapareciendo. La pantalla de hoy es elocuente.
¿Ante qué estamos?. Estamos ante la amenaza más seria que ha sufrido la libertad de expresión en los últimos tiempos. No se trata del caso puntual de Globovisión. Se trata de que Venezuela, en el momento más crítico de su historia política reciente, se está quedando sin medios libres e independientes y a merced de una sola visión de país.
Nuestro compromiso de hoy es el compromiso de siempre; buscar y decir la verdad; ser la voz de los que no la tienen; escuchar sus denuncias; interpretar sus necesidades; gestionar soluciones y ser interlocutores del pueblo y los centros de poder. La verdad nos hace libres, pero también incómodos para todos los gobiernos.
Reivindicamos los principios fundamentales de nuestra profesión:
"El periodista tiene la verdad como norma irrenunciable (...) y como profesional está obligado a actuar de manera que ese principio sea compartido y aceptado por todos".
Artículo 4 Código de Ética del Ejercicio Profesional del Periodista.
"El periodista se debe fundamentalmente al pueblo, el cual tiene derecho a recibir información (...)."
Artículo 6 Código de Ética del Ejercicio Profesional del Periodista.
"El periodista está obligado a respetar y defender la verdad, la libertad de expresión y el desarrollo autónomo e independiente de nuestro pueblo (...)."
Artículo 5 Código de Ética del Ejercicio Profesional del Periodista.
Los abajo firmantes:
María Elena Lavaud V-6.562.289
Norberto Mazza V-11.784.935
María Isabel Párraga V-6.810.622
Robero Giusti V-4.212.648
Ana Karina Villalba V-12.137.598
Román Lozinski V-11.160.354
Alba Cecilia Mujica V-5.538.460
Gladys Rodríguez V-6.326.888
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