Leyendas en Caracas
Los Panamericanos del 83 tuvieron astros como Jordan, Holyfield y Louganis
Holyfield frente al cubano Romero en la final del 83 SPORTS ILLUSTRATED
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ESTEBAN ROJAS | EL UNIVERSAL
sábado 17 de agosto de 2013
Tenía 19 añitos y jugaba con la Universidad de North Carolina. Tenía pelo. Todavía no era el hombre que se convirtió en el mejor basquetbolista de todos los tiempos, el mismo que ganó seis campeonatos y que fue cinco veces Jugador Más Valioso en la NBA con los Toros de Chicago, el mismo que se colgó dos oros olímpicos con Estados Unidos y que formó parte del Dream Team original junto a 'Magic' Johnson y Larry Bird. Aún no era el mito, pero era Michael Jordan y miles de venezolanos pueden jactarse de decir que lo vieron jugar en el Poliedro de Caracas.
Jordan fue una de las figuras que se dieron cita en la capital con motivo de los Juegos Panamericanos de 1983, un evento que permitió a la afición caraqueña tener en su ciudad a otros grandes como el boxeador Evander Holyfield, el beisbolista Mark McGwire y el futbolista Dunga. Todos ellos llegaron como promesas.
Estrellas consagradas fueron las congregadas por los deportes acuáticos, que trajeron a lo mejor de la época con el clavadista Greg Louganis y los nadadores 'Rowdy' Gaines, Rick Carey y Steve Lundquist en la delegación estadounidense.
El atletismo sí tuvo serias ausencias, incluyendo retiros de última hora.
'Air' levanta el vuelo
Con 17.3 puntos anotados por encuentro, Jordan fue el líder de la selección estadounidense de baloncesto en camino a conseguir la medalla de oro con impecable récord de 8-0. Estuvo acompañado por Sam Perkins -compañero suyo en North Carolina-, Mark Price y Wayman Tisdale, entre otros, todos con largas carreras en la NBA en los años posteriores.
Unos meses después, aquel muchacho nacido en Brooklyn debutó en la NBA. 'Air' levantaría vuelo para más nunca aterrizar. Se retiró hace una década, pero hablar de baloncesto sigue siendo hablar de Jordan, porque trascendió su tiempo.
A su retiro definitivo, en la temporada 2002-2003 con los Wizards de Washington, Jordan tenía en su colección cinco anillos de campeón (1990-91, 1991-92, 1992-93, 1995-96, 1996-97 y 1997-98), las preseas doradas de los Juegos Olímpicos de Los Angeles 84 y Barcelona 92 y había superado a todos. Nadie pudo con él. Y no es que sus rivales fuesen débiles, pues compartieron época tipos como Karl Malone, John Stockton, Charles Barkley y Patrick Ewing. Ninguno pudo saborear lo que es ser campeón de la NBA y parte de la culpa la tuvo el 23 de los Toros.
Puños de plata
Distinto fue el caso de Evander Holyfield, uno de los mejores boxeadores que haya pasado por la categoría de los pesos pesados. El oro panamericano, a diferencia de a Jordan, se le escapó. Perdió la final de los 81 kilos con el cubano Pablo Romero y debió conformarse con la plata como consuelo.
Holyfield pasó por debajo de la mesa en ese entonces. Sin embargo, es el único pugilista que ha sido cuatro veces campeón mundial en la máxima división, con los títulos de la WBA, la WBC y la IBF en 1990, los de la WBA y la IBF en 1993 y el de la WBA en 1996 y 2000.
Poder incontrolable
Un joven Mark McGwire estuvo en el beisbol panamericano y dio muestras del toletero que llegaría a ser, esteroides al margen. Sacó cuatro jonrones para los Estados Unidos, empatado en el primer lugar del departamento con la estrella de aquel torneo de pelota, el cubano Pedro Medina, quien bateó para un increíble .667 y llevó a los antillanos al oro con una marca de 9-0. Lourdes Gurriel es otro de los nombres brillantes de esa selección cubana.
McGwire se estrenó en la Grandes Ligas en 1986. Dijo adiós en 2001 tras 16 temporadas con los Atléticos de Oakland y los Cardenales de San Luis, en las cuales disparó 583 cuadrangulares e impulsó 1.414 carreras. El uso de sustancias anabolizantes es un terrible borrón en su trayectoria, pero ese es un tema distinto.
Carisma en el trampolín
No hay muchos clavadistas que hayan sido mediáticos. Los saltos ornamentales no son un deporte que atraiga a las masas como el fútbol, el beisbol o el baloncesto. Sin embargo, Greg Louganis rompió el molde y se labró la fama internacional.
Louganis ganó dos oros en los Panamericanos del 83 (trampolín de 3 metros y plataforma de 10 metros), a los que llegó en plena efervescencia.
Sus triunfos no dejan lugar a la duda. En su carrera, el norteamericano se llevó cinco medallas olímpicas (cuatro de oro y una plata) en tres participaciones, Montreal 1976, Los Ángeles 1984 y Seúl 1988; además de seis de oro en Campeonatos Mundiales, en 1978, 1982 y 1986, y otros seis en Panamericanos, en 1979, 1983 y 1987.
Piscinas de oro
Los máximos triunfadores de Caracas 83 fueron los nadadores estadounidenses y, entre ellos, nadie estuvo más en el podio que 'Rowdy' Gaines. Se llevó doradas en 100 metros libre y los relevos 4x100 libre, 4x200 libre y 4x100 estilos; además del bronce de los 200 metros libre en una final en la que el venezolano Alberto Mestre se quedó con la plata.
Las competencias de natación dejaron tres récords mundiales, hoy ya superados. Fueron los 100 metros pecho (Steve Lundquist/EEUU con 1:02.28), los 100 metros espalda (Rick Carey/EEUU con 55.19) y el del relevo 4x100 estilos (Lundquist, Gaines, Carey y Matt Gibble/EEUU con 3:40.42).
Capitán y campeón mundial
Uruguay se coronó en fútbol, pero en el mediocampo de la selección brasileña había un jugador de rasgos toscos y pierna fuerte que llegaría a levantar la Copa del Mundo. Se trataba de Dunga, quien más de diez años después fuese capitán del Brasil ganador del Mundial de Estados Unidos 94 con Romario y Bebeto en el ataque. También fue campeón de la Copa América en dos ocasiones y la Copa Confederaciones.
Dunga arribó a Caracas con el que fue primer título internacional a cuestas, el Mundial Sub 20, conseguido apenas un mes antes.
Como entrenador tampoco se puede quejar. Llevó a la canarinha a conquistar la Copa América 2007, celebrada en Venezuela, y la Confederaciones.
esrojas@eluniversal.com
Jordan fue una de las figuras que se dieron cita en la capital con motivo de los Juegos Panamericanos de 1983, un evento que permitió a la afición caraqueña tener en su ciudad a otros grandes como el boxeador Evander Holyfield, el beisbolista Mark McGwire y el futbolista Dunga. Todos ellos llegaron como promesas.
Estrellas consagradas fueron las congregadas por los deportes acuáticos, que trajeron a lo mejor de la época con el clavadista Greg Louganis y los nadadores 'Rowdy' Gaines, Rick Carey y Steve Lundquist en la delegación estadounidense.
El atletismo sí tuvo serias ausencias, incluyendo retiros de última hora.
'Air' levanta el vuelo
Con 17.3 puntos anotados por encuentro, Jordan fue el líder de la selección estadounidense de baloncesto en camino a conseguir la medalla de oro con impecable récord de 8-0. Estuvo acompañado por Sam Perkins -compañero suyo en North Carolina-, Mark Price y Wayman Tisdale, entre otros, todos con largas carreras en la NBA en los años posteriores.
Unos meses después, aquel muchacho nacido en Brooklyn debutó en la NBA. 'Air' levantaría vuelo para más nunca aterrizar. Se retiró hace una década, pero hablar de baloncesto sigue siendo hablar de Jordan, porque trascendió su tiempo.
A su retiro definitivo, en la temporada 2002-2003 con los Wizards de Washington, Jordan tenía en su colección cinco anillos de campeón (1990-91, 1991-92, 1992-93, 1995-96, 1996-97 y 1997-98), las preseas doradas de los Juegos Olímpicos de Los Angeles 84 y Barcelona 92 y había superado a todos. Nadie pudo con él. Y no es que sus rivales fuesen débiles, pues compartieron época tipos como Karl Malone, John Stockton, Charles Barkley y Patrick Ewing. Ninguno pudo saborear lo que es ser campeón de la NBA y parte de la culpa la tuvo el 23 de los Toros.
Puños de plata
Distinto fue el caso de Evander Holyfield, uno de los mejores boxeadores que haya pasado por la categoría de los pesos pesados. El oro panamericano, a diferencia de a Jordan, se le escapó. Perdió la final de los 81 kilos con el cubano Pablo Romero y debió conformarse con la plata como consuelo.
Holyfield pasó por debajo de la mesa en ese entonces. Sin embargo, es el único pugilista que ha sido cuatro veces campeón mundial en la máxima división, con los títulos de la WBA, la WBC y la IBF en 1990, los de la WBA y la IBF en 1993 y el de la WBA en 1996 y 2000.
Poder incontrolable
Un joven Mark McGwire estuvo en el beisbol panamericano y dio muestras del toletero que llegaría a ser, esteroides al margen. Sacó cuatro jonrones para los Estados Unidos, empatado en el primer lugar del departamento con la estrella de aquel torneo de pelota, el cubano Pedro Medina, quien bateó para un increíble .667 y llevó a los antillanos al oro con una marca de 9-0. Lourdes Gurriel es otro de los nombres brillantes de esa selección cubana.
McGwire se estrenó en la Grandes Ligas en 1986. Dijo adiós en 2001 tras 16 temporadas con los Atléticos de Oakland y los Cardenales de San Luis, en las cuales disparó 583 cuadrangulares e impulsó 1.414 carreras. El uso de sustancias anabolizantes es un terrible borrón en su trayectoria, pero ese es un tema distinto.
Carisma en el trampolín
No hay muchos clavadistas que hayan sido mediáticos. Los saltos ornamentales no son un deporte que atraiga a las masas como el fútbol, el beisbol o el baloncesto. Sin embargo, Greg Louganis rompió el molde y se labró la fama internacional.
Louganis ganó dos oros en los Panamericanos del 83 (trampolín de 3 metros y plataforma de 10 metros), a los que llegó en plena efervescencia.
Sus triunfos no dejan lugar a la duda. En su carrera, el norteamericano se llevó cinco medallas olímpicas (cuatro de oro y una plata) en tres participaciones, Montreal 1976, Los Ángeles 1984 y Seúl 1988; además de seis de oro en Campeonatos Mundiales, en 1978, 1982 y 1986, y otros seis en Panamericanos, en 1979, 1983 y 1987.
Piscinas de oro
Los máximos triunfadores de Caracas 83 fueron los nadadores estadounidenses y, entre ellos, nadie estuvo más en el podio que 'Rowdy' Gaines. Se llevó doradas en 100 metros libre y los relevos 4x100 libre, 4x200 libre y 4x100 estilos; además del bronce de los 200 metros libre en una final en la que el venezolano Alberto Mestre se quedó con la plata.
Las competencias de natación dejaron tres récords mundiales, hoy ya superados. Fueron los 100 metros pecho (Steve Lundquist/EEUU con 1:02.28), los 100 metros espalda (Rick Carey/EEUU con 55.19) y el del relevo 4x100 estilos (Lundquist, Gaines, Carey y Matt Gibble/EEUU con 3:40.42).
Capitán y campeón mundial
Uruguay se coronó en fútbol, pero en el mediocampo de la selección brasileña había un jugador de rasgos toscos y pierna fuerte que llegaría a levantar la Copa del Mundo. Se trataba de Dunga, quien más de diez años después fuese capitán del Brasil ganador del Mundial de Estados Unidos 94 con Romario y Bebeto en el ataque. También fue campeón de la Copa América en dos ocasiones y la Copa Confederaciones.
Dunga arribó a Caracas con el que fue primer título internacional a cuestas, el Mundial Sub 20, conseguido apenas un mes antes.
Como entrenador tampoco se puede quejar. Llevó a la canarinha a conquistar la Copa América 2007, celebrada en Venezuela, y la Confederaciones.
esrojas@eluniversal.com
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