JUEVES 24 DE JULIO DE 2008
Chávez no se escapa de su karma...
Pedro González Silva
No es casual que el presidente Hugo Chávez emprenda largos viajes cuando falta poco para su cumpleaños, especialmente si los astros marcan posiciones difíciles en su carta astral.
Al momento de escribir este artículo, no hemos podido determinar si Chávez seguirá de viaje el día de su cumpleaños (lunes 28 de julio) o si regresará para esta fecha; pero tomen este dato: astrológicamente en el 2008, el presidente no cumple el 28, sino el 27, a las 6:45 de la mañana, en ese momento se produce su revolución solar o carta astral del cumpleaños.
Este dato es importante, porque eso indica que si el presidente llega de viaje el domingo 27 al mediodía o en la tarde, o llega el lunes 28, para los efectos astrales habrá cumplido años fuera del país, aunque lo celebre este lunes 28 aquí en Venezuela. Estén pendientes ustedes cuando se produzca el regreso del mandatario.
Explicamos esto porque en este año al presidente en su revolución solar se le activa una casa astrológica difícil, la casa doce, la casa del karma, es decir, la casa en la que todo aquello que tenemos pendiente regresa a nuestras vidas para ajustar cuentas. Para que este sector se le active al presidente, tiene que cumplir años en Venezuela o países cercanos; si se va bien lejos, como por ejemplo a Rusia, la revolución solar cambia drásticamente.
Ahora bien, ¿eso significa que el presidente Chávez se escapa de su karma por irse a cumplir años a un país lejano? No, del karma nadie se escapa; puede retrasarlo un poco, tal vez amortiguarlo por un tiempo, pero siempre vendrá el karma irremediablemente; si lo evade en la revolución solar, entonces vendrá por otra vía, con un tránsito planetario, por ejemplo.
En el caso del presidente, evadir el karma que se le activaría hoy mismo con la casa 12, sólo retrasará un año lo que ha de venir, porque en julio del año que viene, el punto kármico, el Nodo Lunar Sur, transitando por Leo, signo del primer mandatario, tocará su Sol y lo hará confrontar con ese karma, con ese tiempo de rendir cuentas, y ello ocurrirá, cumpla años donde sea.
UN CICLO SE CIERRA.- Mientras tanto, hay señales en el cielo que nos recuerdan ese karma y que nos dicen que el cielo empieza a anunciar transformaciones, que forman parte de un ciclo que se está cumpliendo.
Nueve años atrás, agosto de 1999, un eclipse solar en Leo formando una cruz cósmica, fue el anuncio celeste de la Constituyente que transformó la estructura institucional del país y dio paso a una nueva Constitución; al año siguiente, julio de 2000, un hecho inusual ocurrió: dos eclipses seguidos en un mismo mes, uno en Cáncer (signo de Venezuela) y uno en Leo (signo del presidente). El mismo día del segundo eclipse, Chávez fue reelecto o “relegitimado” como presidente, dando paso a un período de intensas transformaciones en el país.
Ahora, ocurren dos hechos similares a aquella época: uno, que habrá un eclipse de Sol en Leo el viernes 1 de agosto, en el mismo signo que en 1999, y representa un cierre de ciclo kármico que va de nueve en nueve años; y dos, en este mes de agosto habrá dos eclipses, igual que en el 2000, el del 1 de agosto en Leo (signo del presidente) y otro en Virgo el 30 de agosto, en el signo de la misión de vida de Venezuela.
Estos fenómenos cósmicos con características similares a 1999 y 2000, son el anuncio del karma que está por venir, de un ciclo que se cierra y otro que comienza como en aquel entonces.
El eclipse del viernes 1 de agosto se producirá a las 5:45 de la mañana. El Sol es energía y pone en marcha las cosas; cuando sale el Sol se produce un despertar, todos los seres vivos son motivados a entrar en acción.
Al momento del eclipse “muere” el astro rey, para en breve lapso renacer en todo su esplendor, con nuevos bríos y renovada vida. Así ocurre también con nosotros, pues el Sol es nuestra esencia interna.
Desde el punto de vista simbólico y astrológico, al ser interrumpida la energía del Sol, el poder de nuestro mundo interno subjetivo, “destruye” una imagen de autoridad o poder, a fin de dar paso a un nuevo criterio de centralización de fuerzas.
No es casual que el presidente Hugo Chávez emprenda largos viajes cuando falta poco para su cumpleaños, especialmente si los astros marcan posiciones difíciles en su carta astral.
Al momento de escribir este artículo, no hemos podido determinar si Chávez seguirá de viaje el día de su cumpleaños (lunes 28 de julio) o si regresará para esta fecha; pero tomen este dato: astrológicamente en el 2008, el presidente no cumple el 28, sino el 27, a las 6:45 de la mañana, en ese momento se produce su revolución solar o carta astral del cumpleaños.
Este dato es importante, porque eso indica que si el presidente llega de viaje el domingo 27 al mediodía o en la tarde, o llega el lunes 28, para los efectos astrales habrá cumplido años fuera del país, aunque lo celebre este lunes 28 aquí en Venezuela. Estén pendientes ustedes cuando se produzca el regreso del mandatario.
Explicamos esto porque en este año al presidente en su revolución solar se le activa una casa astrológica difícil, la casa doce, la casa del karma, es decir, la casa en la que todo aquello que tenemos pendiente regresa a nuestras vidas para ajustar cuentas. Para que este sector se le active al presidente, tiene que cumplir años en Venezuela o países cercanos; si se va bien lejos, como por ejemplo a Rusia, la revolución solar cambia drásticamente.
Ahora bien, ¿eso significa que el presidente Chávez se escapa de su karma por irse a cumplir años a un país lejano? No, del karma nadie se escapa; puede retrasarlo un poco, tal vez amortiguarlo por un tiempo, pero siempre vendrá el karma irremediablemente; si lo evade en la revolución solar, entonces vendrá por otra vía, con un tránsito planetario, por ejemplo.
En el caso del presidente, evadir el karma que se le activaría hoy mismo con la casa 12, sólo retrasará un año lo que ha de venir, porque en julio del año que viene, el punto kármico, el Nodo Lunar Sur, transitando por Leo, signo del primer mandatario, tocará su Sol y lo hará confrontar con ese karma, con ese tiempo de rendir cuentas, y ello ocurrirá, cumpla años donde sea.
UN CICLO SE CIERRA.- Mientras tanto, hay señales en el cielo que nos recuerdan ese karma y que nos dicen que el cielo empieza a anunciar transformaciones, que forman parte de un ciclo que se está cumpliendo.
Nueve años atrás, agosto de 1999, un eclipse solar en Leo formando una cruz cósmica, fue el anuncio celeste de la Constituyente que transformó la estructura institucional del país y dio paso a una nueva Constitución; al año siguiente, julio de 2000, un hecho inusual ocurrió: dos eclipses seguidos en un mismo mes, uno en Cáncer (signo de Venezuela) y uno en Leo (signo del presidente). El mismo día del segundo eclipse, Chávez fue reelecto o “relegitimado” como presidente, dando paso a un período de intensas transformaciones en el país.
Ahora, ocurren dos hechos similares a aquella época: uno, que habrá un eclipse de Sol en Leo el viernes 1 de agosto, en el mismo signo que en 1999, y representa un cierre de ciclo kármico que va de nueve en nueve años; y dos, en este mes de agosto habrá dos eclipses, igual que en el 2000, el del 1 de agosto en Leo (signo del presidente) y otro en Virgo el 30 de agosto, en el signo de la misión de vida de Venezuela.
Estos fenómenos cósmicos con características similares a 1999 y 2000, son el anuncio del karma que está por venir, de un ciclo que se cierra y otro que comienza como en aquel entonces.
El eclipse del viernes 1 de agosto se producirá a las 5:45 de la mañana. El Sol es energía y pone en marcha las cosas; cuando sale el Sol se produce un despertar, todos los seres vivos son motivados a entrar en acción.
Al momento del eclipse “muere” el astro rey, para en breve lapso renacer en todo su esplendor, con nuevos bríos y renovada vida. Así ocurre también con nosotros, pues el Sol es nuestra esencia interna.
Desde el punto de vista simbólico y astrológico, al ser interrumpida la energía del Sol, el poder de nuestro mundo interno subjetivo, “destruye” una imagen de autoridad o poder, a fin de dar paso a un nuevo criterio de centralización de fuerzas.
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