El manifiesto de Montero
La pianista venezolana está de gira por ciudades europeas
El éxito que la pianista venezolana ha obtenido fuera de las fronteras no es suficiente para desligarla de la realidad de su país. El pasado 20 de octubre, Gabriela Montero estrenó la pieza ExPatria en la ciudad de Núremberg, una obra que la misma músico ha catalogado como su segundo "tratado anti-Chávez".
Con esta composición, que ahora se presenta en varias ciudades de Europa, la talentosa pianista hace un llamado a romper el silencio y la apatía frente a la tragedia de su país por el abuso de poder, la corrupción, la anarquía y los homicidios cotidianos.
"Es el grito de una sociedad asfixiada y la denuncia de la complicidad e inconsecuencia del mundo ante la desventura de los venezolanos, encubierta en un tenue y engañoso velo de democracia", explicó en el concierto que ofreció junto a la Academia de San Martín de los Campos, dirigido por Patrick Lange.
Como artista -aclaró durante el estreno de ExPatria- el suyo es un discurso musical, no político; es sencillamente su lamentación por el drama de su Patria.
"Como una expatriada de Venezuela, puede sorprender que yo quiera expresar, en la música, un anhelo por el hermoso país donde nací", dijo Montero en el estreno de la obra compuesta por ella.
ExPatria es para Gabriela Montero mucho más que su debut como compositora. Es, explicó la pianista ante los asistentes al recital, su manera de expresarte ente la situación actual de Venezuela.
"Va más allá de la nostalgia privada a un grito muy público. ExPatria es un retrato de un país apenas reconocible del que conocí en mi juventud. Es mi respuesta emocional a la pérdida de Venezuela a sí misma a la ilegalidad, la corrupción, el caos y las tasas de homicidio entre las más altas del mundo", lamentó la pianista en el espectáculo.
Pero, su intención va más allá del desahogo. Montero quiere "sacudir al público" y sacarlo del silencio y de la apatía. "Se trata de la exposición inmediata de una tragedia que se ha acelerado por debajo del más fino velo de la democracia, con un control internacional insignificante e intrascendente", agregó Montero, quien a los ocho años realizó su primer concierto con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, dirigida por José Antonio Abreu.
El piano no es el único instrumento que da vida a este tratado. El tema es expuesto también a través del corno francés. "Refleja un recuerdo fugaz de un momento inocente, una calma inquietante. El tema es brutalmente rápido, corrupto", adelanta Montero.
La percusión es otro de los elementos que intervienen en ExPatria. "Representa el régimen militarista. Es una muestra de los disparos a los que todos los días se enfrentan los venezolanos y a los que se han acostumbrado", agrega la joven compositora.
"Es mi declaración musical, no es un asunto político. Yo no soy un político. Es mi pesar", concluyó Montero.
Gabriela Montero ejecutó su primera interpretación en público a los cinco años de edad. Además de su extensa reputación como una de las pocas improvisadoras clásicas del mundo, es considerada una gran pianista dentro del repertorio clásico. Sus discos con el sello EMI han ganado galardones como el Echo Preis en Alemania y fue nominada a un Grammy por su disco Baroque.
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