VICENTE FERNANDEZ - MUJERES DIVINAS - YouTube
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www.youtube.com/watch?v=EmBB0Po7Qgs
26/6/2011 - Subido por torquimetro2002
VICENTE FERNANDEZ - MUJERES DIVINAS ... vicente fernandez por tu maldito amor(SOLO PARA ADOLORIDOS)2011 by alextremo ...
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26/6/2011 - Subido por torquimetro2002
VICENTE FERNANDEZ - MUJERES DIVINAS ... vicente fernandez por tu maldito amor(SOLO PARA ADOLORIDOS)2011 by alextremo ...El harem de curvas y volúmenes de Abigaíl Varela
Una muestra del escultor venezolano inaugura mañana en Centro Cultural BOD
El artista expone más de 60 piezas en bronce y aluminio pertenecientes a distintas etapas OSWER DÍAZ MIRELES
EL UNIVERSAL
sábado 29 de marzo de 2014 12:00 AM
Antes de comenzar la entrevista, Abigaíl Varela (Caracas, 1948) se toma unos minutos para recordar una canción. El tema musical del mexicano Vicente Fernández le sirve para introducir su obra: "Mujeres/ ¡Oh! mujeres tan divinas/ no queda otro camino/ que adorarlas".
El escultor venezolano es un adorador del cuerpo humano. Su afecto por el volumen y las curvas lo moldea en más de 60 piezas que integran la exposiciónAbigaíl Varela, 35 años de creación 1979-2014. En la muestra, que inaugura mañana en el Centro Cultural BOD, recrea ese prototipo de mujer que ha trabajado a lo largo de tres décadas.
Féminas de medidas desproporcionadas. De cabezas diminutas, cuerpos voluptuosos y caderas anchas, sostenidas por un par de piernas delgadas. Sus majas elaboradas en bronce y aluminio esmaltado en blanco, aparecen por doquier como repartidas entre la cotidianidad y un mundo de fantasía.
"A mí me gusta la voluptuosidad, pero mis mujeres no son gordas. Son ambiguas, producto de un estudio de la figura que se remonta a la estatua de afrodita (La Venus de Milo) y a la fisonomía precolombina", detalla el creador que cursó estudios con el ceramista japonés Hiroshi Kawagiri.
A través de la investigación y la experimentación con diferentes materiales y técnicas, Varela define su vocación. Sus viajes por Latinoamérica, en contacto con las culturas de Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Perú y El Caribe, le permiten afianzar su vocación de escultor y romper con los cánones tradicionales de expresión.
En una primera etapa de producción, trabajó el modelado en barro y cerámica. "La arcilla es un material que te remite a los orígenes, a lo más genuino, a lo telúrico", dice. El cuerpo es para el artista visual un tema inagotable. En sus primeras piezas lo representaba entre una multitud constituida por personajes que vistos de perfil tienden a ser planos.
El primer piso de la exhibición aloja estas figuras primigenias. El recorrido continua en los dos pisos inferiores, donde confluyen parte de esa obra -ahora dinámica y cargada de movimiento- de sus etapas posteriores.
Aparecen las maquetas (en pequeño formato) y un cúmulo de estatuarias de damas y chicas (de mediano y gran formato) que parecen posar en medio de la cotidianidad. Esculturas de mujeres asoradas, sosteniendo una maleta o una cartera. Madres que caminan de la mano con sus hijos o amas de casa cargando un gato. Especies de heroínas que hacen equilibrio sobre un aro, que vuelan o trepan por el espacio.
Las féminas de Varela son capaces de todo. "Mi intención no es recrear una pieza hierática, de esas que pertenecen a un museo o lucen rígidas y pesadas. Siempre trato de que sus volúmenes las hagan parecer livianas", detalla.
Acerca de su obra, explica que pudiera tener una connotación religiosa y hasta carnal. "Son mujeres que como vírgenes, levitan. O son de esas que flotan en éxtasis y sienten el viento al ras de sus pieles... En fin, las protagonistas de una vida efímera y complicada", concluye. JM
El escultor venezolano es un adorador del cuerpo humano. Su afecto por el volumen y las curvas lo moldea en más de 60 piezas que integran la exposiciónAbigaíl Varela, 35 años de creación 1979-2014. En la muestra, que inaugura mañana en el Centro Cultural BOD, recrea ese prototipo de mujer que ha trabajado a lo largo de tres décadas.
Féminas de medidas desproporcionadas. De cabezas diminutas, cuerpos voluptuosos y caderas anchas, sostenidas por un par de piernas delgadas. Sus majas elaboradas en bronce y aluminio esmaltado en blanco, aparecen por doquier como repartidas entre la cotidianidad y un mundo de fantasía.
"A mí me gusta la voluptuosidad, pero mis mujeres no son gordas. Son ambiguas, producto de un estudio de la figura que se remonta a la estatua de afrodita (La Venus de Milo) y a la fisonomía precolombina", detalla el creador que cursó estudios con el ceramista japonés Hiroshi Kawagiri.
A través de la investigación y la experimentación con diferentes materiales y técnicas, Varela define su vocación. Sus viajes por Latinoamérica, en contacto con las culturas de Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Perú y El Caribe, le permiten afianzar su vocación de escultor y romper con los cánones tradicionales de expresión.
En una primera etapa de producción, trabajó el modelado en barro y cerámica. "La arcilla es un material que te remite a los orígenes, a lo más genuino, a lo telúrico", dice. El cuerpo es para el artista visual un tema inagotable. En sus primeras piezas lo representaba entre una multitud constituida por personajes que vistos de perfil tienden a ser planos.
El primer piso de la exhibición aloja estas figuras primigenias. El recorrido continua en los dos pisos inferiores, donde confluyen parte de esa obra -ahora dinámica y cargada de movimiento- de sus etapas posteriores.
Aparecen las maquetas (en pequeño formato) y un cúmulo de estatuarias de damas y chicas (de mediano y gran formato) que parecen posar en medio de la cotidianidad. Esculturas de mujeres asoradas, sosteniendo una maleta o una cartera. Madres que caminan de la mano con sus hijos o amas de casa cargando un gato. Especies de heroínas que hacen equilibrio sobre un aro, que vuelan o trepan por el espacio.
Las féminas de Varela son capaces de todo. "Mi intención no es recrear una pieza hierática, de esas que pertenecen a un museo o lucen rígidas y pesadas. Siempre trato de que sus volúmenes las hagan parecer livianas", detalla.
Acerca de su obra, explica que pudiera tener una connotación religiosa y hasta carnal. "Son mujeres que como vírgenes, levitan. O son de esas que flotan en éxtasis y sienten el viento al ras de sus pieles... En fin, las protagonistas de una vida efímera y complicada", concluye. JM
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