De andar y ver
De la hija de Fidel Castro
- Mariahé Pabón (Notitarde / )
Mariahé Pabón
"¿De veras que nadie sabía nada? Los hermanos venezolanos se han demorado medio siglo en gritar "Cubanos Go Home"
Muchos venezolanos consideraron "nota" conocer, ser amigo, traer a su casa, a un exguerrillero, o a un dirigente de izquierda. Los veían como abnegados Robin Hood, altruistas, desprendidos, románticos. Admiraban a todo lo cubano de la isla y despreciaban a los de la península adyacente. Veían al asesino tirano Castro como el David que se le plantó al Goliat EE.UU. El resentimiento iberoamericano eterno con los EE.UU. los hacía -los hace- tomar partido automáticamente por el supuesto David. Calificarse de izquierda siempre fue motivo de orgullo, y de derecha o conservador, un baldón. En la universidad echaban su voto por algún partido de izquierda. Sus opiniones siempre eran -son- de izquierda (economía, visión del mundo, de la sociedad, de la religión, de la educación, de todo). Mil curas incluidos. Ahora la están pagando muy caro. Pero ni esto los hará entender.
"Los estudiantes que están protestando hoy, están pagando la confusión, el desinterés o la ignorancia de las generaciones que los precedieron". Firma Alina Fernández Revuelta, hija del dictador Castro, exiliada en Miami.
Al ritmo de la trova y el son
Yo estaba medio encantada con Silvio Rodríguez y hasta le regalé, junto a mi hija, una enorme muñeca de trapo que habíamos hecho a mano y en comandita, para la venta, en una de esas malas rachas que vienen y una se inventa cualquier empresa para ganar unos bolívares. Rodríguez era en ese momento el ídolo de una generación que entonaba sus canciones y además mantenía en Venezuela a su gran divulgadora, Soledad Bravo.
Venía con frecuencia, casi vivía en Venezuela y hasta creo que por estos lares dejó muchos amoríos. No creo haber tenido un diálogo formal con él, solo que era su admiradora, como éramos muchos periodistas de esa época enamorados también de Serrat, de Pablo Milanés, Sara González y unas cuantas boleristas cubanas de la época.
En fin que Cuba estaba metida en los predios bohemios de la música, la literatura y el 'izquierdismo exquisito.' Según contó en varias ocasiones Simón Alberto Consalvi, Fidel solía reunirse con Carlos Andrés en La Orchila y cuando yo tenía guardia dominical en El Nacional, solo lograba hablar con el Canciller venezolano, cuando impostaba la voz y decía que llamaban de la embajada cubana. Era una manera de sacarle noticias después de verificar el engaño, al cual, no le ponía reparo.
Puro teatro
Cuba estaba en todas partes, pero de una manera diferente a la de ahora, quizá porque venía a ser la plataforma dorada hacia lo que hoy estamos viviendo rodeados de pistoleros y sin Nueva Trova. En esa época la cosa era, como el bolero de la Lupe, puro teatro, mucho son, mucho mojito y puros, festivales del libro y conciertos de Silvio, Pablo Milanés y Sara González.
La coronación de CAP en el Teresa Carreño fue un gran acontecimiento mundial y a la rueda de prensa escenificada en los jardines de un gran hotel, asistieron periodistas de todo el mundo, incluyendo al Gabo que venía invitado por Fidel, la gran estrella de ese momento. Todos los periódicos reseñaron el hecho, menos El Universal que se negó a arrodillarse ante Castro.
Y viene a cuento…
Todo esto viene a cuento porque la hija de Fidel, exiliada en Miami y de nombre Alina Fernández Revuelta, comenta en una carta cómo lo estudiantes de esa época, almibarados con el izquierdismo, se sentían muy felices de la cubanización y esa herencia fatal la estamos pagando muy caro.
Y es que la izquierda de ayer renegó en su momento del castrocomunismo y nada tiene que ver con la censura, las comunas, los colectivos violentos, los militares y paramilitares que matan estudiantes, se enfrentan con saña a las mujeres que salen a las calles en una protesta que hasta hoy no emite señas de parar.
Y es que la izquierda de ayer renegó en su momento del castrocomunismo y nada tiene que ver con la censura, las comunas, los colectivos violentos, los militares y paramilitares que matan estudiantes, se enfrentan con saña a las mujeres que salen a las calles en una protesta que hasta hoy no emite señas de parar.
Chávez prendió la llama cuando ingresó a los cuarteles y se rodeó de la mafia de los Maduro, los Cabello, Jaua, Istúriz, Chacón, Meléndez, Ramírez. Rodríguez Torres, Rodríguez el psiquiatra, su hermana, y todo ese bandidaje de Alí y los 40 ladrones que han despedazado el país convirtiéndolo en lo que hoy somos: Una miseria, un espejo roto en mil pedazos, una tierra cubierta de sangre derramada en una lucha desigual entre medio país que quiere levantarse de esta ignominia a fuerza de piedra y guarimba y un ejército de demonios, entrenados por Cuba para maltratar mujeres, asesinar estudiantes y destruir todo lo que encuentren a su paso con el visto bueno de una OEA indiferente y alcahueta que se negó abiertamente a que el mundo se enterara de nuestra amarga situación.
Hoy somos Cuba. No hay más que decir.
El Carabobeño 29 marzo 2014
Fidel Castro publica charla telefónica que sostuvo con Chávez
El líder cubano Fidel Castro divulgó este viernes una conversación que sostuvo en 2002 con el entonces presidente venezolano Hugo Chávez tras el golpe de Estado que lo apartó 72 horas del poder, en la que le propuso hacer una película sobre ese episodio.
“Hay que hacer una película de eso”, le dijo Castro a Chávez en una extensa charla telefónica el 14 de abril de 2002, después de que el mandatario venezolano retomara el poder, cuya transcripción fue publicada este viernes en un folleto de ocho páginas.
En la conversación Castro calificó de “impresionantes” las imágenes del regreso de Chávez al Palacio de Miraflores en Caracas, donde lo aguardaba una multitud.
“Unas imágenes impresionantes, las caras de la gente, la alegría, ¡algo nunca visto, Chávez! Es como para hacer cuadros, pinturas (...). Hay que hacer una película de eso”, le dijo Castro al líder venezolano, fallecido el 5 de marzo de 2013.
Asimismo, le propuso “investigar qué idea tenían” los golpistas, a los que calificó como “fascistas”, así como lo que planeaban hacer con Chávez.
“Sí, ya yo mandé a investigar eso”, le respondió Chávez, quien también prometió a Castro hacer “todo lo que pueda para no darte otro susto y otra tristeza”. (AFP)
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