Con mi gratitud a la Dra. Fanny Violeta Osorio quien me acercó a Alberto Villoldo.
Cómo los chamanes al soñar crean el mundo
Alberto Villoldo
“Somos lo que pensamos.Todo lo que somos surge de nuestros pensamientos. Con nuestro pensamiento creamos el mundo” . Buda
Aunque tu mente se resista, el hecho es que tienes una elección entre tener la vida que deseas o tener las razones por las que no puedes tener esa vida. Puedes tener alegría y paz, o puedes tener una gran bolsa negra llena de todos los dolorosos incidentes y accidentes que te ocurrieron en tu infancia o en tu última relación. Puedes poseer tus heridas o puedes tener tu gloria. Puedes vivir la vida de una víctima, agobiada por los traumas de tu pasado, o puedes vivir la vida de un héroe, pero no puedes tener ambas cosas. Si te quieres sentir empoderado, es necesario que tomes una decisión consciente de soñar un sueño sagrado y practicar coraje.
Te des cuenta o no, todos estamos soñando el mundo hacia la existencia. No me estoy refiriendo al sueño del dormir que nos es familiar, sino al sueño despierto que elaboramos con los ojos abiertos.Cuando no nos damos cuenta de que todos compartimos el poder de co-crear la realidad con la ayuda del Universo mismo, ese poder se nos escapa y nuestro sueño se convierte en una pesadilla. Empezamos a sentir que somos víctimas de una creación desconocida y aterradora en la que no podemos influir o cambiar. Los eventos parecen controlarnos y entramparnos. La única manera de poner fin a esta terrible realidad es despertar al hecho de que, también, es un sueño, y reconocer nuestra capacidad para escribir una mejor historia, y que el Universo trabajará con nosotros para manifestarla. La naturaleza del cosmos es tal que cualquier sueño que tienes sobre ti mismo y el mundo se convertirá en realidad.
Te des cuenta o no, todos estamos soñando el mundo hacia la existencia. No me estoy refiriendo al sueño del dormir que nos es familiar, sino al sueño despierto que elaboramos con los ojos abiertos.Cuando no nos damos cuenta de que todos compartimos el poder de co-crear la realidad con la ayuda del Universo mismo, ese poder se nos escapa y nuestro sueño se convierte en una pesadilla. Empezamos a sentir que somos víctimas de una creación desconocida y aterradora en la que no podemos influir o cambiar. Los eventos parecen controlarnos y entramparnos. La única manera de poner fin a esta terrible realidad es despertar al hecho de que, también, es un sueño, y reconocer nuestra capacidad para escribir una mejor historia, y que el Universo trabajará con nosotros para manifestarla. La naturaleza del cosmos es tal que cualquier sueño que tienes sobre ti mismo y el mundo se convertirá en realidad.
Tan pronto como despiertes a su poder de soñar, cuando comiences a flexibilizar los músculos de tu coraje, podrás soñar con valentía, soltando tus creencias limitantes y liberando tus miedos. Podrás comenzar a crear sueños realmente originales que germinaran en tu alma y darán frutos en tu vida.
El soñar con coraje te permitirá crear desde la fuente, la sopa cuántica del Universo donde todo existe en estado latente o potencial. Los físicos entienden que nada en el mundo cuántico es “real”, hasta que es observado. Los paquetes de energía conocidos como “cuantos” (que consisten en partículas de materia, así como de luz) no están ni “aquí” ni “allá”, en cierto sentido. Están por todas partes en el espacio-tiempo hasta que usted o yo decidimos observarlos. Cuando tomamos nota de ellos, los extraemos de la red de infinitas posibilidades y colapsan en un evento que existe mientras lo atestiguamos. Estas “cuantos” de energía tienden a vincularse con los demás una vez seleccionada una forma particular de manifestación. Tan pronto como se manifiestan, la realidad se fija: Una partícula está “aquí” en lugar de posiblemente en todas partes.
Pero los acontecimientos cuánticos no se producen solamente en el laboratorio. También suceden dentro de nuestro cerebro, en esta página, y en todas partes a nuestro alrededor. Incluso si están separados por millones de kilómetros, o por días o semanas, estos cuantos de energía permanecen vinculados íntimamente, por lo que si tú interactúas con uno, estás afectando a todo el sistema del que esta energía es parte. Cuando accedes a cualquier parte del sueño, la gran matriz de la energía, puedes cambiar la realidad y alterar el sueño completo.
La física moderna está describiendo lo que antiguos guardianes de la sabiduría de las Américas han sabido por mucho tiempo. Estos chamanes, conocidos como Guardianes de la Tierra, dicen que estamos soñando el mundo hacia la existencia mediante el acto mismo de ser testigos de él. Los científicos creen que sólo podemos hacer esto en lo muy pequeño, en el mundo subatómico. Los chamanes entienden que también soñamos el mundo macro, el que experimentamos con nuestros sentidos. Al igual que los aborígenes, los Guardianes de la Tierra viven en un mundo donde el tiempo de soñar no ha sido llevado al dominio del dormir, como lo es para nosotros. Ellos saben que toda la creación surge de, y regresa al sueño.
El tiempo de soñar, la matriz creativa, no existe en un lugar fuera de nosotros. Por el contrario, infunde toda materia y energía, conectando a cada ser, cada roca, cada estrella, y cada rayo de luz o mota de polvo cósmico. El poder de soñar es el poder de participar en la creación misma. Para los Guardianes de la Tierra, soñar la realidad no es sólo una habilidad, sino un deber, que debe llevar a cabo con gracia y amor para que nuestros nietos puedan heredar un mundo en el que puedan vivir en paz y abundancia .
Nuestro Universo fue soñado con extraordinario detalle. Inmediatamente después del Big Bang, el 99,99 por ciento de toda la materia y la antimateria en el universo pasó a aniquilarse mutuamente. Las estrellas y galaxias que vemos a nuestro alrededor son la porción de la materia que quedó. Si la proporción de materia y espacio en el universo hubiese diferido por tan sólo un porcentual de una mil millonésima parte, las leyes de la física que permitieron el surgimiento de la vida no habrían sido posibles. El Big Bang tuvo que ser tan afinado, tan perfectamente organizado y calculado, como para producir sólo una parte de la materia en 10 a la potencia 50 de polvo de estrellas. Esto es 10 seguido de 50 ceros, ni más ni menos. Que esto ocurriera por casualidad sólo hubiese sido posible contemplando la existencia de un gran número de universos en el cosmos, donde un suceso improbable, como la creación de nuestro propio universo, habría sido posible!
Lo que es aún más desconcertante es el ajuste fino de los parámetros del universo, sobre todo aquí en la superficie de la tierra, que ha mantenido un equilibrio perfecto de temperatura entre los puntos de congelamiento y de ebullición del agua por más de mil millones de años. La improbabilidad de estos parámetros que permitieron la aparición de la vida, sugiere la presencia de una fuerza inteligente. Los Guardianes de la Tierra la llaman la Fuente Infinita, o Infinitud.
Los chamanes con los que he estudiado en los Andes y el Amazonas creen que sólo podemos acceder al poder de esta fuerza, elevando nuestro nivel de conciencia. Cuando lo hacemos, nos damos cuenta de que somos como una gota de agua en un océano inmenso, divino, distintas pero sin embargo inmersas en algo mucho más grande que nosotros mismos. Es sólo cuando experimentamos nuestra conexión con el infinito que somos capaces de soñar con fuerza. De hecho, es nuestro sentido de separación del infinito lo que nos hace quedar atrapados en una pesadilla. Si esto le suena como un pensamiento circular, tiene usted razón. ¿Qué fue primero, la pesadilla o el sentido de la separación de la Fuente? La respuesta es que se producen al mismo tiempo.
Para poner fin a la pesadilla, para recuperar nuestro poder de soñar la realidad y diseñar una realidad mejor, necesitamos más que una comprensión intelectual de cómo funciona este proceso. Necesitamos tener una comprensión visceral de nuestro poder de soñar y experimentarlo con cada célula de nuestro cuerpo. De hecho, la comprensión intelectual de nuestra capacidad para crear imita, pero al mismo tiempo traba el tipo de sueño del que somos capaces. Si no vamos más allá de la mera comprensión intelectual de este concepto, vamos a terminar bajando las expectativas y creando una experiencia del mundo y de la vida mucho menos gloriosa y hermosa de lo que realmente somos capaces de hacer. Desde una comprensión visceral de nuestro poder de soñar, somos conscientes de que podemos compartir esta experiencia del Infinito aquí, ahora mismo, y dejar de sentirnos disociados y desconectados.
Se necesita valor para saborear lo Infinito. Según la mitología griega, los dioses rápidamente castigaban a cualquier mortal que se atreviera a ascender al Olimpo y probar el poder divino. Sin embargo finalmente recompensaban a aquellos que tuvieron el coraje de poner pie en su reino, como Hércules y Psique. Del mismo modo, en la tradición judeo-cristiana, cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios y comieron del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, que nos hace ser como Dios, el señor al expulsarlos del jardín de Edén dijo: “El ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, lo coma y viva para siempre.” (Génesis 3:22) A pesar de este pecado original de la humanidad, se nos promete la oportunidad de vivir en el Cielo en el final de los tiempos, donde podremos reunirnos con nuestro Creador.
Una vez que experimentas el soñar con coraje, te das cuenta de que todo en tu vida se está desarrollando en perfecta sintonía. Los eventos pueden no resultar de la manera que te gustaría, pero dentro del esquema de tu vida, las cosas suceden en armonía superlativa. Camino al trabajo pierdes el tren, justo el día en que los terroristas atacan el World Trade Center y sobrevives, como le sucedió a uno de mis estudiantes. O tu hijo te dice que ha sido aceptado en la universidad de su elección en la misma semana en que consigues el ascenso que has deseado.
Más aún, cuando la experimentas al soñar, descubres que tus problemas ya no te abruman o definen tu vida. A pesar de que las dificultades en tu vida se perciben como muy reales, siempre tienes la opción de crear una historia heroica en relación a ellas, en vez de un relato de desempoderamiento y sufrimiento. Reconocerás que puedes dejar de ser una víctima, o dejar de tratar de arreglar el mundo por tu cuenta, o soltar tus deseos de venganza hacia aquellos que te hicieron daño.Verás que tu vida es exactamente como debería ser en este momento, y serás capaz de dejar de lado todas las historias que te mantienen atrapado e infeliz, ventilándolas en el consultorio de tu terapeuta. Comenzarás a practicar el crear al mundo desde tu soñar, y todo cambiará.
Los Guardianes de la Tierra creen que el mundo es real, pero sólo porque lo estás soñando. Pero soñar el mundo requiere un acto de valentía. Cuando nos falta coraje, tenemos que conformarnos con el mundo que está siendo soñado por nuestra cultura o nuestros genes. Sentimos que tenemos que conformarnos con la pesadilla. Para soñar con valentía, debes estar dispuesto a usar tu corazón. De lo contrario, tu sueño se atascará en el nivel de las emociones, en el pensar excesivo, en la planificación constante y preocupante. Entonces tu sueño se convertirá en una pesadilla o en un simple ensoñación despierta, atrapándote o llevándote a la deriva, mientras que te preguntas, “¿Qué pasó?”
Recuerdo uno de mis primeros viajes al Amazonas. Yo era entonces un joven antropólogo investigando las prácticas de sanación de los chamanes de la selva. Había decidido ser yo mismo mi propio sujeto de estudio. Le expliqué al curandero que, de niño, había huido de mi país de nacimiento a causa de una revolución comunista. Yo había visto sangre derramada en las calles, y me había sentido aterrorizada por los disparos en las noches. Desde entonces, yo había sufrido pesadillas en las que hombres armados entraban por la fuerza a mi casa y se llevaban a mis seres queridos. Yo estaba ya casi en mis treinta años, y no había podido establecer una relación duradera por temor a perder a la persona que amaba, al igual que en mi pesadilla. Durante la ceremonia de sanación, el chamán me explicó que como todo el mundo, puede tener lo que quiero, o puedo tener las razones por las que no puedo.
“Estás demasiado enamorado de tu historia”, me dijo el anciano. “Hasta que no te atrevas a soñar un sueño diferente, todo lo que tendrás será tu pesadilla.” Esa noche, él me mostró cómo podía crear una historia diferente para mí, una en la que había sido templado por la adversidad, y en el que mis experiencias me habían enseñado a tener compasión por otros que estaban sufriendo.
“El primer paso para soñar un nuevo sueño es crear una nueva historia, en la que no estás en el papel de la víctima”, explicó.
Entonces él me ayudó a darme cuenta de que no sólo estaba soñando mi vida, sino que también estaba soñando la vida de todo el cosmos, tal y como el cosmos me estaba soñando a mi.
Aunque tu mente se resista, el hecho es que tienes una elección entre tener la vida que deseas o tener las razones por las que no puedes tener esa vida. Puedes tener alegría y paz, o puedes tener una gran bolsa negra llena de todos los dolorosos incidentes y accidentes que te ocurrieron en tu infancia o en tu última relación. Puedes poseer tus heridas o puedes tener tu gloria. Puedes vivir la vida de una víctima, agobiada por los traumas de tu pasado, o puedes vivir la vida de un héroe, pero no puedes tener ambas cosas. Si te quieres sentir empoderado, es necesario que tomes una decisión consciente de soñar un sueño sagrado y practicar coraje.
El sueño del coraje ocurre en un estado de percepción al que los Guardianes de la Tierra refieren como el nivel del colibrí. El colibrí es el arquetipo del viajero heroico, cuyo propósito es volar hacia la madurez espiritual. Como cualquier viajero, inevitablemente tomarás algunos senderos equivocados, pero cada vez que vuelvas al reconocimiento de que estás soñando tu realidad, profundizarás tu comprensión del camino y te sentirás más comprometido con él. Serás capaz de abrazar el paisaje siempre cambiante que te rodea con ecuanimidad y sentido del humor, e incluso experimentar la gracia.