Una referencia a la convivencia posible
La confrontación de las ideas es factor inherente a la democracia
JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ AZNAR | EL UNIVERSAL
domingo 17 de agosto de 2014 12:00 AM
Pertenezco a la Promoción de Economistas graduados en la Universidad Central de Venezuela en 1961. Iniciamos la carrera en el curso 1956-1957 bajo la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez. Varios de nuestros condiscípulos, en su más temprana juventud, ya habían conocido las cárceles por defender en los liceos sus ideas democráticas.
El día 21-11-1957 empezando nuestro 2do. curso, participamos activamente en la huelga contra la dictadura enfrentándonos a la Seguridad Nacional, órgano de represión política que irrumpió violentamente en nuestro sagrado recinto universitario. La protesta era contra el anunciado plebiscito para la reelección del Presidente de la República previsto para el mes de diciembre, que se iba a celebrar sin partidos políticos legalizados y con un Consejo Supremo Electoral servilmente supeditado a la voluntad del dictador. Esos sucesos dieron origen al "Día del Estudiante"
La UCV reanudó sus actividades después del derrocamiento de la dictadura el glorioso 23 de enero de 1958. A partir de entonces, la UCV se convirtió en centro de debate con fuertes enfrentamientos ideológicos por el retorno de los partidos políticos a la vida nacional. La naturaleza de los estudios de nuestra Facultad en Ciencias Económicas y Sociales, alimentada con la efervescencia juvenil de la época, propiciaba que sus estudiantes tuviéramos actitudes muy politizadas, beligerantes y radicalizadas. Esta situación impidió el consenso para designar el nombre de la promoción. Un grupo mayoritario de izquierda la denominó "Promoción Carlos Marx". Otro grupo "Promoción Año 1961".
Es un orgullo pertenecer a esa promoción. De ella surgieron presidentes de la Federación de Centros Universitarios, siete diputados y un senador de diferentes partidos políticos: AD, Copei, URD, MIR y PSUV; vicerrectores, decanos, dos miembros de la Academia de Ciencias Económicas, una ministra de Hacienda, una ministra de Agricultura, otros funcionarios de alta jerarquía institucional en diferentes gobiernos y también condiscípulos destacados en la actividad profesional privada.
Las vivencias individuales y la madurez que da la experiencia, determinaron que aquellos enfrentamientos estudiantiles que parecían irreconciliables, se transformaran en lazos de amistad y afecto sincero. Periódicamente conmemoramos aniversarios de la promoción, en los que coincidimos personas con diferentes posiciones políticas, económicas o sociales, pero siempre en un ambiente de armonía, cordialidad y camaradería.
Entendimos que la concordia, la comprensión y el respeto son elementos fundamentales para la convivencia en la vida nacional. Ellos deben estar por encima de la diatriba política, sin menoscabar la forma de pensar de cada quien. Consideramos que el adversario político no es un enemigo al que hay que destruir o eliminar sino con el que hay que coexistir. La confrontación de las ideas es factor inherente a la democracia. Venezuela es de todos y para todos los venezolanos, en donde ningún grupo político, social o económico puede atribuirse la exclusividad del patriotismo o del amor a la patria.
josevicenterodriguez.aznar@gmail.com
El día 21-11-1957 empezando nuestro 2do. curso, participamos activamente en la huelga contra la dictadura enfrentándonos a la Seguridad Nacional, órgano de represión política que irrumpió violentamente en nuestro sagrado recinto universitario. La protesta era contra el anunciado plebiscito para la reelección del Presidente de la República previsto para el mes de diciembre, que se iba a celebrar sin partidos políticos legalizados y con un Consejo Supremo Electoral servilmente supeditado a la voluntad del dictador. Esos sucesos dieron origen al "Día del Estudiante"
La UCV reanudó sus actividades después del derrocamiento de la dictadura el glorioso 23 de enero de 1958. A partir de entonces, la UCV se convirtió en centro de debate con fuertes enfrentamientos ideológicos por el retorno de los partidos políticos a la vida nacional. La naturaleza de los estudios de nuestra Facultad en Ciencias Económicas y Sociales, alimentada con la efervescencia juvenil de la época, propiciaba que sus estudiantes tuviéramos actitudes muy politizadas, beligerantes y radicalizadas. Esta situación impidió el consenso para designar el nombre de la promoción. Un grupo mayoritario de izquierda la denominó "Promoción Carlos Marx". Otro grupo "Promoción Año 1961".
Es un orgullo pertenecer a esa promoción. De ella surgieron presidentes de la Federación de Centros Universitarios, siete diputados y un senador de diferentes partidos políticos: AD, Copei, URD, MIR y PSUV; vicerrectores, decanos, dos miembros de la Academia de Ciencias Económicas, una ministra de Hacienda, una ministra de Agricultura, otros funcionarios de alta jerarquía institucional en diferentes gobiernos y también condiscípulos destacados en la actividad profesional privada.
Las vivencias individuales y la madurez que da la experiencia, determinaron que aquellos enfrentamientos estudiantiles que parecían irreconciliables, se transformaran en lazos de amistad y afecto sincero. Periódicamente conmemoramos aniversarios de la promoción, en los que coincidimos personas con diferentes posiciones políticas, económicas o sociales, pero siempre en un ambiente de armonía, cordialidad y camaradería.
Entendimos que la concordia, la comprensión y el respeto son elementos fundamentales para la convivencia en la vida nacional. Ellos deben estar por encima de la diatriba política, sin menoscabar la forma de pensar de cada quien. Consideramos que el adversario político no es un enemigo al que hay que destruir o eliminar sino con el que hay que coexistir. La confrontación de las ideas es factor inherente a la democracia. Venezuela es de todos y para todos los venezolanos, en donde ningún grupo político, social o económico puede atribuirse la exclusividad del patriotismo o del amor a la patria.
josevicenterodriguez.aznar@gmail.com
Cóctel económico
MARÍA MAS HERRERA | EL UNIVERSAL
lunes 18 de agosto de 2014 12:00 AM
La economía es una acción inherente a la vida humana y su ciencia apertura el nacimiento de la ciencia social desde los anales del siglo XVIII. Hoy, es tema cumbre en Venezuela pues el epicentro de la economía es la satisfacción de las necesidades humanas, con recursos escasos, y mientras más escasos, más caros son los bienes económicos.
La paradoja económica en Venezuela no ha cambiado desde hace más de cien años: país rico en recursos naturales, amplias potencialidades, múltiples recursos en los tres sectores económicos, población joven, abundante energía y, sin embargo, persiste una gran pobreza multifactorial con una terrible dependencia tecnológica e industrial, lo cual, se ha traducido en el recurrente debilitamiento del aparato productivo, la desinversión y un desaceleramiento de la producción de riqueza.
La política económica desde hace más de cinco décadas intentó la sustitución de importaciones y el desarrollo hacia adentro, finalidades éstas que siguen vigentes en el repertorio de los últimos gobiernos, sin éxito consumado hasta el día de hoy. Pues, lo que ha mostrado la inmensa bonanza en los últimos años en Venezuela ha sido que, tener abundantes recursos es una condición necesaria para el crecimiento económico, pero comprometerse con una excelente administración y gerencia de los recursos es la condición para incorporarse en la esfera de los desarrollados.
No basta tener mucho, es necesario administrar bien para que florezca la economía. Una política económica que garantice únicamente crecimiento no permite el desarrollo. Se requiere de una suerte de "cóctel" constituida por elementos "extra económicos" para que los bienes escasos puedan florecer y crear verdadera riqueza.
Las divisas que han ingresado a Venezuela por más de quince años no han aportado más que cinco grandes obras relevantes ejecutadas por compañías extranjeras, gasto público exorbitante y crecimiento de la deuda pública. Hemos sembrado en el aire y dilapidamos una inmensa fortuna. La peor administración es aquella que no hace nada con eficiencia, pero despilfarrar un patrimonio tan inmenso es inmoral.
El riesgo país aumentó en los últimos años, acompañado de una destrucción paulatina y sistémica del aparato productivo interno que genera escasez y desabastecimiento crónico, falta de divisas y de reservas.
La estrategia de desarrollo endógeno, tan hermosamente dibujada, quedó para el Garnica del futuro. Somos los más pobres de América con títulos de propiedad de un país rico con vastos recursos.
La falta de ética y capacidad gerencial han dado inicio al cóctel de la Venezuela pobre. Se requiere restituir la confianza del inversionista nativo y extranjero, racionalizar el gatos interno, administrar con visión sustentable, reorganizar Pdvsa, eliminar las instituciones gubernamentales del despilfarro, cortar los miles de convenios internacionales fraudulentos y dar estabilidad a la producción a través de leyes que apoyen el factor de mano de obra, tanto como el del capital. La economía es exacta, cualquier alteración en la receta hace que el cóctel salga mal (un poco piche) y como esto último, se encuentra la economía nacional.
Doctora en Ciencias Sociales y profesora universitaria
@mariamasherrera
La paradoja económica en Venezuela no ha cambiado desde hace más de cien años: país rico en recursos naturales, amplias potencialidades, múltiples recursos en los tres sectores económicos, población joven, abundante energía y, sin embargo, persiste una gran pobreza multifactorial con una terrible dependencia tecnológica e industrial, lo cual, se ha traducido en el recurrente debilitamiento del aparato productivo, la desinversión y un desaceleramiento de la producción de riqueza.
La política económica desde hace más de cinco décadas intentó la sustitución de importaciones y el desarrollo hacia adentro, finalidades éstas que siguen vigentes en el repertorio de los últimos gobiernos, sin éxito consumado hasta el día de hoy. Pues, lo que ha mostrado la inmensa bonanza en los últimos años en Venezuela ha sido que, tener abundantes recursos es una condición necesaria para el crecimiento económico, pero comprometerse con una excelente administración y gerencia de los recursos es la condición para incorporarse en la esfera de los desarrollados.
No basta tener mucho, es necesario administrar bien para que florezca la economía. Una política económica que garantice únicamente crecimiento no permite el desarrollo. Se requiere de una suerte de "cóctel" constituida por elementos "extra económicos" para que los bienes escasos puedan florecer y crear verdadera riqueza.
Las divisas que han ingresado a Venezuela por más de quince años no han aportado más que cinco grandes obras relevantes ejecutadas por compañías extranjeras, gasto público exorbitante y crecimiento de la deuda pública. Hemos sembrado en el aire y dilapidamos una inmensa fortuna. La peor administración es aquella que no hace nada con eficiencia, pero despilfarrar un patrimonio tan inmenso es inmoral.
El riesgo país aumentó en los últimos años, acompañado de una destrucción paulatina y sistémica del aparato productivo interno que genera escasez y desabastecimiento crónico, falta de divisas y de reservas.
La estrategia de desarrollo endógeno, tan hermosamente dibujada, quedó para el Garnica del futuro. Somos los más pobres de América con títulos de propiedad de un país rico con vastos recursos.
La falta de ética y capacidad gerencial han dado inicio al cóctel de la Venezuela pobre. Se requiere restituir la confianza del inversionista nativo y extranjero, racionalizar el gatos interno, administrar con visión sustentable, reorganizar Pdvsa, eliminar las instituciones gubernamentales del despilfarro, cortar los miles de convenios internacionales fraudulentos y dar estabilidad a la producción a través de leyes que apoyen el factor de mano de obra, tanto como el del capital. La economía es exacta, cualquier alteración en la receta hace que el cóctel salga mal (un poco piche) y como esto último, se encuentra la economía nacional.
Doctora en Ciencias Sociales y profesora universitaria
@mariamasherrera
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