César Miguel Rondón / Foto cortesía Ediciones B
Para el periodista y escritor venezolano, la visión de conjunto que ofrecen las editoriales más resonantes emitidas en su estelar programa radial durante estos últimos años de post-chavismo, y recogidas en el libro “País de salida” (Ediciones B, Noviembre 2015) ofrecen una guía de ruta a los venezolanos para poder alcanzar un mejor destino. Lo que sigue es un cuestionario con respuestas sonoras del autor hechas antes del 6 de diciembre
El Nacional 20 DE DICIEMBRE 2015 - 12:01 AM
–Hace 17 años el país estaba, según usted “de estreno” y hoy va “de salida”. ¿Cree que finalmente despejamos esa “incógnita abismal” que desde entonces se instaló como sombra sobre el devenir de la nación?
–No es que esté seguro de que finalmente despejamos la incógnita abismal que nos lanzó en estos 17 años de ignominia, oprobio, corrupción, fracaso, atraso. Pero sí siento que un ciclo está cerrándose.
Escuche aquí la respuesta:
–Este libro tuvo su germen en formato de audio (editoriales “Entrelíneas” del programa radial), para luego decantar en más de 300 páginas de profusa palabra escrita. ¿Cómo fue el proceso de edición y selección que resume esa labor cotidiana de anotar una “bitácora de la debacle”, como ha subtitulado a la publicación?
–La selección resultaba muy difícil por lo que decidí dejarlo en manos de la editorial. De esa muestra se hizo una primera revisión con mi equipo de trabajo y a partir de allí Ediciones B se ocupó de la selección definitiva, dando un corpus completo de lo que se ha leído. Porque una cosa es día a día publicar una editorial, una especie de nota en la bitácora, y otra cuando eso se lee a plenitud, de cuerpo entero.
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–¿Coincide con su prologuista, el escritor Alberto Barrera Tyszka, en que este libro contraría la locura y defiende “nuestra identidad frente al delirio”? ¿Se identifica usted con Kafka en esa necesidad de relatar el absurdo cotidiano?
–Alberto Barrera ha dicho que no es un libro de artículos sino de editoriales y es verdad. Es una bitácora que va dando la idea de lo que hemos vivido. Además dice que es una voz contra el delirio; y sí hemos vivido un delirio. Este libro narra el absurdo cotidiano por lo que la referencia a Kafka que él hace es pertinente. Lo vivido es un disparate y este libro da cuenta de cómo lo hemos atravesado, cual si fuera un mar turbulento o un desierto inclemente.
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–Afirma Ud. que su bitácora da testimonio del “agotamiento de un ciclo que ya está pidiendo orilla antes de ahogarse”. ¿Si el destino nos alcanzó, hacia dónde apunta esa salida de la nación?
–Hacia dónde apunta la salida de la nación, no tengo esa respuesta. Yo decía en País de estreno (Libros El Nacional, 1998) “antes que el destino nos alcance”. El destino no solo nos alcanzó, nos rebasó y dejó en la cuneta varados. Tenemos que levantarnos, recuperar el camino y volver en procura de ese destino. Siento que está agotando un ciclo y está pidiendo orilla para evitar ahogarse.
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–¿De tener que hacer una selección, cuáles de estas crónicas recomendaría como lectura motivadora a los jóvenes a cargo de corregir este errático rumbo de Venezuela?
–A los jóvenes recomiendo leer todo el libro. Solo leyéndolo a plenitud podremos tener la idea real de lo que nos pasó, lo que hemos vivido. Por supuesto siendo un libro de editoriales sueltos, una bitácora que va ocupándose de días específicos (no tanto como la Rayuela de Cortázar), puede empezar a leerlo por el final, la mitad, o como usted quiera. En definitiva, el país que nos han dejado está destrozado, le toca a usted armarlo. Puede ser el rompecabezas, puede ser este modesto libro, y puede ser nuestro porvenir también.
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