Cardenal-John Dearden
El cardenal estadounidense John Dearden, que estuvo siempre al frente de los movimientos liberales y pro derechos civiles de Estados Unidos, falleció anteayer en un hospital de la ciudad de Michigan (Estados Unidos), a los 80 años.Cardenal desde 1969, fue elegido primer presidente de la Conferencia Episcopal estadounidense en 1966. Fundó, con el también cardenal Joseph Ritter, el llamado proyecto igualdad, en que utilizó el dinero de la Iglesia católica para garantizar igualdad de oportunidades para los negros. De acuerdo con el proyecto, para poder entrar en negocios con la Iglesia, las empresas debían demostrar que no discriminaban a los ciudadanos por su raza.
Dearden impulsó reformas democráticas en la archidiócesis de Detroit, de la que fue titular durante 21 años, ofreciendo a los sacerdotes, religiosas y seglares, la posibilidad de emitir críticas a la jerarquía, a la vez que promovió un programa de redistribución del dinero de la Iglesia en apoyo de las parroquias más pobres.
Redacción | | ZENIT.org
El papa Francisco ha pedido esta mañana, en su discurso a la Curia Romana, que la misericordia sea la que guíe nuestros pasos, la que inspire nuestras reformas, la que ilumine nuestras decisiones. Que sea el soporte maestro de nuestro trabajo. Que sea la que nos enseñe cuándo hemos de ir adelante y cuándo debemos dar un paso atrás. Que sea la que nos haga ver la pequeñez de nuestros actos en el gran plan de salvación de Dios y en la majestuosidad y el misterio de su obra.
Y para ayudar a entender esto, ha propuesto una bella oración, "comúnmente atribuida al beato Óscar Arnulfo Romero, pero que fue pronunciada por primera vez por el Cardenal John Dearden".
De vez en cuando, dar un paso atrás nos ayuda
a tomar una perspectiva mejor.
a tomar una perspectiva mejor.
El Reino no sólo está más allá de nuestros esfuerzos,
sino incluso más allá de nuestra visión.
sino incluso más allá de nuestra visión.
Durante nuestra vida, sólo realizamos una minúscula parte
de esa magnífica empresa que es la obra de Dios.
de esa magnífica empresa que es la obra de Dios.
Nada de lo que hacemos está acabado,
lo que significa que el Reino está siempre ante nosotros.
lo que significa que el Reino está siempre ante nosotros.
Ninguna declaración dice todo lo que podría decirse.
Ninguna oración puede expresar plenamente nuestra fe.
Ninguna oración puede expresar plenamente nuestra fe.
Ninguna confesión trae la perfección, ninguna visita pastoral trae la integridad.
Ningún programa realiza la misión de la Iglesia.
Ningún programa realiza la misión de la Iglesia.
En ningún esquema de metas y objetivos se incluye todo.
Esto es lo que intentamos hacer:
plantamos semillas que un día crecerán;
regamos semillas ya plantadas,
sabiendo que son promesa de futuro.
Esto es lo que intentamos hacer:
plantamos semillas que un día crecerán;
regamos semillas ya plantadas,
sabiendo que son promesa de futuro.
Sentamos bases que necesitarán un mayor desarrollo.
Los efectos de la levadura que proporcionamos
van más allá de nuestras posibilidades.
Los efectos de la levadura que proporcionamos
van más allá de nuestras posibilidades.
No podemos hacerlo todo y, al darnos cuenta de ello, sentimos una cierta liberación.
Ella nos capacita a hacer algo, y a hacerlo muy bien.
Ella nos capacita a hacer algo, y a hacerlo muy bien.
Puede que sea incompleto, pero es un principio,
un paso en el camino,
una ocasión para que entre la gracia del Señor y haga el resto.
un paso en el camino,
una ocasión para que entre la gracia del Señor y haga el resto.
Es posible que no veamos nunca los resultados finales,
pero esa es la diferencia entre el jefe de obras y el albañil.
pero esa es la diferencia entre el jefe de obras y el albañil.
Somos albañiles, no jefes de obra, ministros, no el Mesías.
Somos profetas de un futuro que no es nuestro.
Somos profetas de un futuro que no es nuestro.
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