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Amalecitas
Los amalecitas o amalequitas fueron un pueblo bíblico1 que habitó en Canaán cuya historia se
su existencia la Biblia los muestra como enemigos declarados de los israelitas a tal punto que
para este su exterminación se convirtió en estatuto de corte divino.
Origen
Existen discrepancias en torno al antepasado bíblico de los amalequitas.
Comúnmente suele señalarse a estos como un pueblo semita, descendientes de Abraham por
línea directa de su nieto Esaú, también conocido como Edóm (el rojo), por lo cual los
amalequitas son una rama distinguida dentro del pueblo idumeo.
Génesis 36:12 Tamma fue concubina de de Elifaz, hijo de Esaú y engendró a Amalec…
De aceptar que los amalequitas son decendientes de Esaú estos se encuentran ubicados
Por otro lado la mención de un pueblo amalequita en Genesis 14:7, habitando en el mismo
lugar donde en el futuro enfrentaian con los israelitas (Cades en el Parám), mucho antes
del nacimiento de Esaú puede señalar que el nombre del nieto de este no fuera el epónimo
de esta tribu sino una coincidencia
Genesis 14: 6 ... y bajaron [Quedeolaómer y sus aliados] hasta El Parán, que está al
borde del desierto. 7 Y volvieron y vinieron a Enmispat, o sea Cades, y castigaron a
todo el país de los amalecitas...
Ubicación geográfica
Según la tradición los amalecitas son retratados como un pueblo nómada que deambula por el
establecerse en la franja de tierra ubicada entre el mar Muerto y el mar Rojo.
El lugar más común que se asocia a los amalequitas es Cades, locación que después del
exódo compartían con el pueblo cineo. Fuera de Cades la ubicación más precisa que de ellos
nos da la Biblia en un territorio mayor la encontramos en el libro I de Samuel:
I Samuel 15:7 E hirió, Saúl a los amalecitas desde Javilá hasta el camino a Shur,
que está frente a Egipto.
Historia junto a los israelitas
El segundo encuentro de los israelitas con la nación de Amalec que nos relata la Biblia no es menos
violento que el anterior, pero a diferencia de este, los israelitas son derrotados. Luego de acampar
que reconocieran la tierra de Canaán durante cuarenta días. Diez de los informantes enviados
regresan acobardados por los pueblos que en ella habitaban e intencionalmente dan un reporte
desfavorable sobre la calidad de la tierra y exageran el poder de sus habitantes, en una clara
muestra de desconfianza hacia YHWH. El informe surte efecto y los israelitas comienzan a
murmurar contra YHWH y Moisés y se plantean el dilema de regresar a Egipto pese a que
Josué y Caleb, quienes eran los dos espías faltantes, desmienten la versión de los otros diez.
El incidente desatando la ira de este quien no solo acaba con la vida de los espías embusteros
sino que maldice a los israelitas, condenándolos a vagar cuarenta años por el desierto, uno
por cada día de exploración. Muchos israelitas optan por incursionar en Canaán pensando
que es una forma de resarcirse con YHWH, y pese a que Moisés les advierte que ya es muy
tarde para sentir valor y que su Dios no los acompañará en batalla los israelitas hacen
caso omiso y avanzan; es entonces cuando los amalequitas salen a enfrentarlos destruyendo
a la gran mayoría y haciéndolos huir rumbo a un lugar llamado Jormá. (Números 14: 43 – 45).
El primer encuentro entre amalequitas e israelitas se da en una confrontación violenta
combate mientras los brazos de Moisés se mantuvieran en alto, siendo que cuando este
desfallecía y bajaba los brazos los amalequitas adquirían ventaja en el campo de batalla.
Al final Aarón y Jur ingenian la forma de mantener los brazos de Moisés en alto colocando
dos piedras que le sirvieran de base sobre la cual sentarse mientras los dos sostenían los
brazos de Moisés hacia el cielo. El texto bíblico nos deja inferir que los Israelitas finalmente
lograron ganar la batalla. (Éxodo 17: 8 - 16).
En el libro de los Jueces, en el episodio que relata los hechos de Eúd se muestra cómo,
antes que el juez haga su entrada en escena, YHWH abandona a los israelitas por cuenta
de sus iniquidades y estos pierden la Ciudad de las palmas a manos de una coalición
amonita – amalequita para luego ser subyugados por los moabitas durante dieciocho años.
En este capítulo no se relata qué ocurrió con respecto a los amalequitas tras la liberación
de Israel (Jueces 3: 13).
Establecida ya la monarquía, durante el tiempo del reino unificado, los israelitas consiguen
tres grandes victorias en contra de Amalec, la primera en tiempos de Saúl en el marco
de la campaña contra los pueblos que arruinaban Israel: moabitas, amonitas, edomitas,
filisteos, y amalequitas, campaña de la cual la Biblia dice a cualquier lugar sobre el que
marchaban las tropas israelitas la victoria les era concedida. (I Samuel 15:48).
En una segunda campaña Saúl consigue otra victoria sobre los amalequitas, tras enviar
emisarios a los cienos para que estos evacuaran las tierras de Amaléc y no sufrieran daño
por cuenta de los combates. Las tropas de Saúl acometen contra los amalequitas causándoles
gran destrucción, Pero Saúl desobedece el mandato divino y en vez de arrasar por completo
con la nación amalequita se reserva para sí los mejores ganados del enemigo y toma
prisionero a su rey, esto ofende sobremanera a YHWH y al profeta Samuel, quien tras
degollar al rey amalequita frente a Saúl anuncia que la desobediencia del rey a los mandatos
de la Torá han señalado el fin de su reinado. (I Samuel 15).
Posteriormente, cuando David se transforma en un gran comandante del ejército israelita
y dirige parte de las campañas de Saúl en contra de los enemigos de Israel, en el marco
de estas, el futuro rey de Israel propina una severa derrota a los amalequitas que los deja
al borde de su exterminio. En esos tiempos los amalequitas saquean la ciudad de Siceleg,
prendiéndole fuego y raptando a las mujeres y los niños, incluidas dos esposas de David,
en un principio los habitantes de la ciudad buscan desquitarse con David por lo acaecido,
ante cual David procede a organizar una campaña contra los amalequitas no sin antes
preguntar a YHWH si le favorecerá en dicha campaña, ante el beneplácito del Eterno David marcha
con su tropa en pos de Amalec. Un esclavo egipcio, abandonado por uno de los amalecitas en
medio del camino alimenta a David y le indica en donde han acampado aquellos que han saqueado
la ciudad, David llega al lugar donde encuentra a los amalequitas entregados a la celebración y
procede a destruir a la gran mayoría a acepción de cuatrocientos que logran huir al desierto
cabalgando en camellos. David rescata a todos los rehenes, y devuelve las posesiones a
sus antiguos dueños y reparte el restante del botín por igual entre sus tropa. (I Samuel 30: 1 -24).
Mientras David daba muerte a los amalecitas Saúl hacia frente a los filisteos en la batalla de
Galboe, y es en esta donde pierde la vida, un amalecita huye del campo de batalla luego
de apoderarse de la corona y el brazalete de Saúl, en el camino se encuentra con David
quien le indaga por los objetos que trae en posesión, por lo cual el amalecita le cuenta todo
lo ocurrido en Galboe, presumiendo haber sido él quien supuestamente dio muerte al rey
israelita. David se entristece por la noticia y le indigna la actitud del amalecita hacia la
muerte de Saúl por lo cual lo hace ejecutar en el acto. (II Samuel 1: 8 - 13).
La última aparición de los amalequitas en la Biblia nos relata el momento, en tiempos del rey
Ezequías, en que los miembros de latribu de Simeón, buscando campos donde apacentar
sus ganados entran al valle de Guedor donde enfrentan y destruyen a varios pueblos camitas
y posteriormente subieron al monte Seir donde hirieron al resto de la nación de Amalec que
habían escapado en tiempos de David. (I Crónicas 4: 24 - 43).
Borrar la memoria de Amalec[editar]
Como ya veíamos, no hubo en la Biblia un solo momento de paz entre Amalec e Israel,
antes bien, YHWH establece el mandato divino de destruirlos totalmente:
Éxodo 17:14 Y le dijo el Eterno a Moisés: “Escribe para recordación y
ponlo en oídos
de Josué como recordación, que borraré la memoria de Amalec de debajo
del cielo”.
15 Y construyó Moisés un altar que llamó “El Eterno es mi bandera”. 16 y
explicó: “Porque
alzó la mano contra el trono de Dios, habrá guerra del Eterno contra Amalec a través
de las generaciones.”
Deuteronomio 25:17 Recuerda lo que te hizo Amalec en el camino, a la salida de
Egipto; 18 cómo te acometió sin temor a Dios matando a los rezagados cuando
ibas cansado
y debilitado oh Israel. 19 Pero cuando el Eterno tu Dios te haga descansar
de todos
tus enemigos en el país que te dio por heredad, borrarás la memoria misma de
Amalec de debajo del cielo. No lo olvides.
Fue precisamente como ya se relataba el incumplimiento expedito de este mandamiento
lo que hizo que YHWY quitara la bendición a Saúl, pues antes de la batalla contra los
amalequitas Samuel le señaló:
I Samuel 15:1 Y le dijo Samuel a Saúl: El eterno me mandó que te
ungiere para ser
rey sobre Su pueblo, sobre Israel. Por tanto escucha ahora la voz de
las palabras del
eterno. 2 Así dice el Eterno de los ejércitos: “Me acuerdo de lo que
Amalec hizo a Israel,
cómo se interpuso en el camino cuando Israel salió de Egipto.
3 Ahora ve y hiere a Amalec, y destruye a hombres como a mujer, a niño
a buey y oveja, camello y asno”como a lactante,
Acorde con la interpretación de algunos rabinos, el versículo 16 de Éxodo 17 indica que
la nación amalequita no será destruida sino hasta el fin de los tiempos cuando YHWH
envie al Mesías y por lo tanto Amalec sigue manifiesto en forma de pueblos, ideas y
actitudes que atacan y buscan el exterminio de los principios de vida exaltados por el
judaísmo y al pueblo judío en si mismo.
Pero lo que dice la escritura es que la guerra de Jehová con los amalecitas es de
Generación en Generación.
¿Hamán el amalequita?
Una tradición dentro del judaísmo rabínico es aquella según la cual durante la fiesta de Purim,
durante la lectura del rollo de Esther en la sinagoga los asistentes al servicio religioso hacen
ruido
ruido
con las palmas o con tradicionales
la aniquilación de la comunidad judía del
de borrar la memoria de los amalequitas,
pueblo al cual tradicionalmente se dice pertenecía el malvado virrey. El
pretendido linaje amalequita
pretendido linaje amalequita
de Amán se extrae de la siguiente cita:
Ester 3: 1 Después de tales cosas el rey Asuero encumbró a
Hamán hijo de Hamdata, agagueo
colocándolo por sobre todos los príncipes que eran con él.
El término agagueo es asociado con Agág, rey amalequita ejecutado
por Samuel.
por Samuel.
Nombres amalequitas
Si bien en la Biblia son varias veces en las que se refiere a los amalequitas
son en contraste bastante
son en contraste bastante
pocos los nombres propios que se dan de personas ligadas al clan de Amalec:
Otras menciones de los amalecitas en la Biblia
Aparte de las citas anteriormente referidas los amalecitas también son
nombrados, si bien de forma
nombrados, si bien de forma
aislada o como parte de una lista general de pueblos, en los siguientes versículos bíblicos:
- Números 13:29; 24:20; 25:19
- Jueces 5:14; 6:3, 33; 7:12; 10:12; 12:15
- I Samuel 14:48; 27:8; 28:18
- II Samuel 8:12
- I Crónicas 1:36; 4:43; 18:11
- Salmo 83:7
Notas
- ↑ Ni los anales egipcios ni los babilonios mencionan a pueblo alguno que pueda identificarse con los amalequitas. La biblia es la única fuente que habla de ellos. Guía de la Biblia Antiguo Testamento. ASIMOV Isaac. Pag. 131
- ↑ Se desconoce el emplazamiento de Rafidim. Si se sitúa al monte Sinaí en el lugar tradicional, en el vertiente sur de la península de Sinaí, Rafidin tendría que estar en algún sitio del sur de la península y resulta sorprendente que los amalequitas se encontraran allí. […] Si los israelitas llegaron a
- argumento a favor de los que pretenden identificar al monte Sinaí con el monte Seir. O tal vez se produjo un cambio an la historia y la batalla con Amalec en Rafidin no tuvo lugar de camino al monte Sinaí, sino mucho después, cuando los israelitas dejaron la montaña y se encontraron realmente en la región al sur de Canán. Guía de la Biblia Antiguo Testamento. ASIMOV Isaac. Pag. 132
- ↑ De aceptar que era amalequita
- ↑ Idem anterior
Bibliografía
- La Biblia, Hebreo - Español. Versión castellana conforme a la tradición judía. Traducida por Moisés Katnelson. Tel – Aviv: Editorial Sinaí.
- Diccionario enciclopédico del judaísmo. Salomón Lewinsky. Bogotá: Planeta (2009)
- Judaismo A - Z Yacob Newman y Gabriel Siván. Jerusalén: Departamento De Educación Y Cultura Religiosa para la Diáspora (1983)
- Guía de la Biblia Antiguo Testamento. Isaac Asimov. Plazay Janes S.A. Barcelona (1999)
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