El dulce mal
De Poda (1934)
Vuelvo los ojos a mi propia historia.
Sueños, más sueños y más sueños... gloria,
más gloria... odio... un ruiseñor huyendo...
y asómbrame no ven en toda ella
ni un rasgo ni un esbozo, ni una huella
del dulce mal con que me estoy muriendo...
Sueños, más sueños y más sueños... gloria,
más gloria... odio... un ruiseñor huyendo...
y asómbrame no ven en toda ella
ni un rasgo ni un esbozo, ni una huella
del dulce mal con que me estoy muriendo...
Torno a mirar hacia el camino andado...
Mi marcha fue una marcha de soldado,
con paso vencedor, a todo estruendo;
mi alegría una bárbara alegría...
y en nada está la sombra todavía,
del dulce mal con que me estoy muriendo.
Mi marcha fue una marcha de soldado,
con paso vencedor, a todo estruendo;
mi alegría una bárbara alegría...
y en nada está la sombra todavía,
del dulce mal con que me estoy muriendo.
Surgió una cumbre frente a mí; quisieron
otros mil coronarla y no pudieron;
solo yo quedé arriba, sonriendo,
y allí, suelta la voz, tendido el brazo,
nunca sentí ni el leve picotazo
del dulce mal con que me estoy muriendo.
otros mil coronarla y no pudieron;
solo yo quedé arriba, sonriendo,
y allí, suelta la voz, tendido el brazo,
nunca sentí ni el leve picotazo
del dulce mal con que me estoy muriendo.
Mas, yo fui vencedor del mal tremendo;
fui gloria empurpurada y vespertina,
sin presentir la marcha clandestina
del dulce mal con que me estoy muriendo.
fui gloria empurpurada y vespertina,
sin presentir la marcha clandestina
del dulce mal con que me estoy muriendo.
Fuerzas y potestades me sitiaron
y, prueba sobre prueba, acorralaron
mi fe, que ni la cambio ni la vendo,
y yo les vi marchar con su despecho,
feliz, sin presentir nada en mi pecho
del dulce mal con que me estoy muriendo.
y, prueba sobre prueba, acorralaron
mi fe, que ni la cambio ni la vendo,
y yo les vi marchar con su despecho,
feliz, sin presentir nada en mi pecho
del dulce mal con que me estoy muriendo.
Mujeres... por mi gloria y por mis luchas
en muchas partes se me dieron muchas
y en todas partes me dormí queriendo
y en la mañana hacia otro amor seguía,
pero en ninguno el dardo presentía
del dulce mal con que me estoy muriendo.
en muchas partes se me dieron muchas
y en todas partes me dormí queriendo
y en la mañana hacia otro amor seguía,
pero en ninguno el dardo presentía
del dulce mal con que me estoy muriendo.
Y un día fue la torpe circunstancia
de quedarnos a solas en la estancia,
leyendo juntos, sin estar leyendo,
mirarnos en los ojos, sin malicia,
y quedarnos después con la delicia
del dulce mal con que me estoy muriendo.
de quedarnos a solas en la estancia,
leyendo juntos, sin estar leyendo,
mirarnos en los ojos, sin malicia,
y quedarnos después con la delicia
del dulce mal con que me estoy muriendo.
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