Francisco la dedica al 50º aniversario de declaración conciliar Nostra Aetate.
"El Señor desea que todos los hombres se reconozcan hermanos y formen
la gran familia humana"
Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org) Redacción |
El Sínodo, el viaje del papa Francisco en África, violencia en Oriente Medio y las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y China fueron algunos de los temas abordados por el cardenal Parolin con la prensa, al finalizar el congreso internacional de la Universidad Pontificia Gregoriana por los 50 años de la Nostra Aetate. Al preguntarle sobre la exhortación apostólica que el Pontífice podría promulgar después del Sínodo de la familia que acaba de concluir, el cardenal ha confirmado que la habrá pero que no sabe cuándo, aunque precisó que no cree que “tarde mucho” porque “el hierro se trabaja en caliente”.
A propósito del viaje que el Santo Padre realizará a África --Kenia, Uganda y República Centroafricana-- del 25 al 30 de noviembre, teniendo en cuenta las tensiones y la violencia del último de estos países, el secretario de Estado ha indicado: “no creo que tenga miedo, si lo tuviera no iría". Al mismo tiempo --ha indicado-- además de “alentar a la paz” en un país en que se está librando la guerra, el Pontífice está preparado para afrontar también eventuales riesgos. Asimismo ha subrayado que “si el Papa va, es porque existen las condiciones para que pueda ir”.
El cardenal Parolin ha hablado además de la violencia en Oriente Medio y ha precisado que no cree que sea posible dialogar con los terroristas del autodenominado Estado Islámico ya que “el diálogo se hace con quien aceptar el diálogo y por tanto con quien entra en relación. Evidentemente con quien no es sensible y rechaza el diálogo y por tanto es fundamentalista, no creo que sea posible dialogar. Se puede ofrecer dialogar pero no veo muchas posibilidades de que se establezca”.
Otro tema abordado fue la situación de China, por lo que el purpurado ha asegurado que entre este país asiático y el Vaticano se está desarrollando un diálogo que consideran “muy positivo”. Además, ha confirmado que una delegación vaticana fue recientemente a Pekín y no es la primera vez que ha pasado. “Esto forma parte de un recorrido, con vistas a una normalización de las relaciones”, ha indicado.
Durante su intervención en el acto de clausura del congreso, el cardenal Parolin ha recordado que “la Iglesia siempre ha enseñado, enseña aún hoy y no se cansa de repetir: la paz es posible, la paz es un deber. Un deber, por tanto, se impone a todos los amantes de la paz, y es el de educar a las nuevas generaciones en estos ideales, para preparar una era mejor para toda la humanidad”.
“La educación a la paz es hoy más urgente que nunca, porque los hombres, frente a las tragedias que continúan afligiendo la humanidad, son tentados de ceder al fatalismo, casi que la paz parezca un ideal inalcanzable”, ha precisado Parolin. Y, ha proseguido, “en un momento de fuerte preocupación por el multiplicarse de las tensiones y conflictos en distintas partes del mundo es urgente promover una reflexión profunda y articulada sobre el tema de la educación a la paz”.
Por otro lado, ha querido recordar que “la afirmación de una auténtica cultura de paz no puede prescindir de las raíces éticas dirigidas a la edificación de una comunidad internacional atenta a la convivencia entre los pueblos y al desarrollo integral del ser humano”. Asimismo, ha precisado que “la construcción de la paz es como un horizonte sobre el océano que se pone delante de nosotros, pero se tiene la sensación de que se aleja siempre. Esto nos llama a trabajar incansablemente para alcanzarlo”.
(29 de octubre de 2015) © Innovative Media Inc.
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