Leopoldo Castillo: A Nicolás Maduro le pidieron la presidencia
El periodista expresó que la reacción de Nicolás Maduro y de Diosdado Cabello ha sido poco democrática luego de la victoria de la MUD
NELSON HERNÁNDEZ | @NELSONJOSES
9 DE DICIEMBRE 2015 - 10:00 PM
El periodista venezolano Leopoldo Castillo afirmó que los resultados de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre son la prueba de que los ciudadanos piden la renuncia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Castillo comparó la reacción de Cristina Fernández de Kirchner cuando Mauricio Macri ganó la presidencia de Argentina, con la postura de Maduro y del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello tras la victoria de la Mesa de la Unidad Democrática en el parlamento.
“Palabras más palabras menos. Las reacciones de Cristina en Argentina y de Nicolás y Cabello en Venezuela demuestran el poco talante democrático”, expresó.
Asimismo, indicó a través de su cuenta en Twitter que los programas del canal del Estado, Venezolana de Televisión, transmiten despecho tras la victoria de la Mesa de la Unidad Democrática en los comicios parlamentarios. “VTV vomita un amargo despecho, se sancocha en su propia salsa”, dijo.
El líder y la derrota
AMANCIO E. OJEDA SAAVEDRA | EL UNIVERSAL
jueves 10 de diciembre de 2015 12:00 AM
Si tiene el coraje para dirigir; si decidió o aceptó ser el líder de una opción para la transformación; si bajo su responsabilidad un grupo de personas se mueve en una dirección, porque espera estar mejor; cuando llega la derrota, hay que hacerse responsable sin buscar culpables, otra conducta que no sea el hacer una franca mea culpa muestra las carencias como líder y como persona.
Hay resultados adversos que duelen, que queman, que llegan en el peor momento, que son tan inoportunos como contundentes; ésos que se asemejan al accidente de chocar contra la rama de un árbol, mientras se camina apurado y concentrado en otra cosa, y recibes ese golpe que te detiene y te sacude. Un líder irresponsable culparía inmediatamente a quien sembró el árbol, y con una sonrisa nerviosa buscaría disimular el golpe; otro, que es un verdadero líder, se detendría, miraría hacia los lados, se soba, mira hacia atrás para ver por dónde venía, se da cuenta lo que no hizo bien, y rectifica su camino para continuar y llegar.
Todo líder en su pasaje para alcanzar un ideal, más allá de poseer los objetivos claros, sabe también que entre los vericuetos de la vida, está la posibilidad de equivocarse y que algunos resultados se interpondrán entré él y lo deseado. Esto no debería lograr que se desmaye y olvide su misión; el aviso, quizás lo que esté indicando, es que tiene que revisar las estrategias para alcanzar la visión, allí está el meollo de la cosa.
Un líder, que quiere hacer creer a sus partidarios que él no es responsable de los resultados desfavorables, sino que "la culpa es de la vaca"; con esto no solamente está menospreciando la inteligencia de quienes le siguen, sino que muy poco lo ayuda a poder rectificar.
En política-partidista, la práctica de reconocer las equivocaciones y fracasos, parece que no ayudan a los deseos de los dirigentes; pero en liderazgo es esencial, sano y productivo. Bajo mis convicciones, hoy la política-partidista se agota en sus viejas prácticas, y el liderazgo se afianza como la posibilidad de lograr los cambios y hacer que la gente se convierta en protagonista de mejores resultados. Sigamos apostando a tener mejores líderes y menos dirigentes políticos-partidistas.
Cuando observo que un líder es incapaz de aceptar su equivocación, y se aferra tercamente a su figura de "víctima"; y así, tratar de confundir y evitar el juicio que cuestione su liderazgo; lo llevo a través de un ejercicio de visualización creativa, para que se quite las partes de su armadura, se alivie de ese peso, se descubra que no puede ser infalible porque es un ser humano, y comprenda, que ese juicio de "derrota" puede convertirlo en posibilidades, aprendizaje y un nuevo comienzo, siendo más consciente, más claro, más humilde, más sabio. Muchos líderes pueden llegar a perder la noción de su realidad, por estar conectados con su sueño.
La historia ha registrado miles de historias, de líderes que fueron derrotados una y otra vez, y sólo cuando fueron capaces de aceptar los resultados, hacerse responsables, y cambiar, lograron más de lo que se habían propuesto.
Para hacerse responsable cuando algo no sale bien, se necesita madurez, humildad, coraje y sabiduría para rectificar.
La formación de más y mejores líderes, es parte de la misión que decidí cumplir en esta fase terrenal; quiero contribuir a la sociedad participando en la educación de hombres y mujeres que sepan dirigir, comenzando por hacerse responsables con ellos mismos, y desde su propia transformación llevar a otros a resultados superiores.
El 16 de diciembre, estaré en la ciudad de Santiago (Chile), ofreciendo la conferencia "Las 3 lecciones perdidas del liderazgo", en el Centro de Estudios Avanzados de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (http://www.cea.santiago.ucv.cl), será un placer encontrarme con los venezolanos que están en ese sureño país, y conversar sobre estos tres principios de liderazgo. ¡Allá nos vemos!
@amanciojeda
www.amanciojeda.com
amancio@alianzasdeaprendizaje.com
Hay resultados adversos que duelen, que queman, que llegan en el peor momento, que son tan inoportunos como contundentes; ésos que se asemejan al accidente de chocar contra la rama de un árbol, mientras se camina apurado y concentrado en otra cosa, y recibes ese golpe que te detiene y te sacude. Un líder irresponsable culparía inmediatamente a quien sembró el árbol, y con una sonrisa nerviosa buscaría disimular el golpe; otro, que es un verdadero líder, se detendría, miraría hacia los lados, se soba, mira hacia atrás para ver por dónde venía, se da cuenta lo que no hizo bien, y rectifica su camino para continuar y llegar.
Todo líder en su pasaje para alcanzar un ideal, más allá de poseer los objetivos claros, sabe también que entre los vericuetos de la vida, está la posibilidad de equivocarse y que algunos resultados se interpondrán entré él y lo deseado. Esto no debería lograr que se desmaye y olvide su misión; el aviso, quizás lo que esté indicando, es que tiene que revisar las estrategias para alcanzar la visión, allí está el meollo de la cosa.
Un líder, que quiere hacer creer a sus partidarios que él no es responsable de los resultados desfavorables, sino que "la culpa es de la vaca"; con esto no solamente está menospreciando la inteligencia de quienes le siguen, sino que muy poco lo ayuda a poder rectificar.
En política-partidista, la práctica de reconocer las equivocaciones y fracasos, parece que no ayudan a los deseos de los dirigentes; pero en liderazgo es esencial, sano y productivo. Bajo mis convicciones, hoy la política-partidista se agota en sus viejas prácticas, y el liderazgo se afianza como la posibilidad de lograr los cambios y hacer que la gente se convierta en protagonista de mejores resultados. Sigamos apostando a tener mejores líderes y menos dirigentes políticos-partidistas.
Cuando observo que un líder es incapaz de aceptar su equivocación, y se aferra tercamente a su figura de "víctima"; y así, tratar de confundir y evitar el juicio que cuestione su liderazgo; lo llevo a través de un ejercicio de visualización creativa, para que se quite las partes de su armadura, se alivie de ese peso, se descubra que no puede ser infalible porque es un ser humano, y comprenda, que ese juicio de "derrota" puede convertirlo en posibilidades, aprendizaje y un nuevo comienzo, siendo más consciente, más claro, más humilde, más sabio. Muchos líderes pueden llegar a perder la noción de su realidad, por estar conectados con su sueño.
La historia ha registrado miles de historias, de líderes que fueron derrotados una y otra vez, y sólo cuando fueron capaces de aceptar los resultados, hacerse responsables, y cambiar, lograron más de lo que se habían propuesto.
Para hacerse responsable cuando algo no sale bien, se necesita madurez, humildad, coraje y sabiduría para rectificar.
La formación de más y mejores líderes, es parte de la misión que decidí cumplir en esta fase terrenal; quiero contribuir a la sociedad participando en la educación de hombres y mujeres que sepan dirigir, comenzando por hacerse responsables con ellos mismos, y desde su propia transformación llevar a otros a resultados superiores.
El 16 de diciembre, estaré en la ciudad de Santiago (Chile), ofreciendo la conferencia "Las 3 lecciones perdidas del liderazgo", en el Centro de Estudios Avanzados de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (http://www.cea.santiago.ucv.cl), será un placer encontrarme con los venezolanos que están en ese sureño país, y conversar sobre estos tres principios de liderazgo. ¡Allá nos vemos!
@amanciojeda
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