En Venezuela nos volvimos locos
LUIS OLIVEROS B. | EL UNIVERSAL
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lunes 3 de marzo de 2014
En Venezuela los psicólogos y psiquiatras se harán millonarios. La cantidad de gente que tendrán que tratar será espectacular. Frustración, desesperación, odio, venganza, terquedad, son algunas de las sensaciones que abundan y abundarán en nuestro país en los próximos días.
En la oposición se han cometido errores, sin embargo las guarimbas de los últimos días se llevan, y por mucho, el primer lugar. ¿Encerrarse en el Este de la ciudad para construir un mejor país?, ¿colocar barricadas para que nadie salga hasta que se vaya el Presidente?, ¿Qué efecto tiene atrincherarse en Prados del Este, Los Naranjos, para que Maduro renuncie?, ¿no se aprendió nada de 2002 y del 2004? Se debe protestar, se debe hacer presión, pero de manera inteligente, "inclusiva", tratando de atraer a quienes te adversan y a quienes están con el otro bando, pero con acciones excluyentes los alejas y ayudas a que reafirmen su apoyo al gobierno. Muy pocos recuerdan que las actuales protestas comenzaron por la inseguridad en las universidades, hoy lo que se oye es un "Maduro vete ya". No me gusta este gobierno, me parece el peor de nuestra historia, ¿pero como hago que cambie o que el clima político cambie si las protestas se hacen de forma inútil? Hay que convencer, hay que enseñar que se puede tener un país diferente, hay que incluir, hay que atraer a sus seguidores a este lado de la "fuerza", no alejarlos.
En la oposición algunos tratan de poner la moda de criticar y odiar a quien fue el líder hasta diciembre. Tratan de imponer la "Salida" como la opción, sin importar que ella no tenga mucha lógica sobre qué hacer en el futuro inmediato o como lograr los objetivos. Pareciera que Eudomar Santos vuelve a estar mandando en el país. Esos mismos ven a un autollamado "Profeta" (que vive fuera del país y no sabe nada de nuestra realidad), un publicista "radical" y hasta militares retirados como los nuevos "gurús" y salvadores de la patria. Es fácil oír que "llegó quien nos va a salvar de este desastre", en relación al general Rambo de Prados del Este (que estuvo en el gobierno hasta hace poco tiempo). O también: "no necesitamos líderes civiles, con este militar sí lograremos el orden en Venezuela", se les olvida que esto lo inició un militar y mira cómo vamos. La locura colectiva de esa parte de la sociedad al parecer no quiere tener límites. La desesperación está ganando.
En lo que respecta al gobierno, la palabra descaro la han violado tantas veces, que ni se fijan en las normas. Mientras la Guardia "Nazional" arrecia la brutal represión y los tupamaros y colectivos armados hacen los que le da la gana en las ciudades, el Ejecutivo los felicita y los vende como víctimas de las protestas. No importa que un ministro desenmascare la obvia y necesaria intención chavistoide de mantener a la gente pobre en ese estrato social (porque se pueden meter a escuálidos si prueban una mejor vida), que un gobernador llame abiertamente a un ataque contra opositores, que la Fiscalía o la defensoría del "Pueblo" digan que aquí no pasa nada o que estemos sumergidos en una crisis económica grave, la culpa de todo lo que ocurra en el país siempre será de otro. ¿Más ejemplos de locura gubernamental?: EE.UU. nos está dando un golpe, pero quiero mandarles un embajador y hablar con Obama (fetiche heredado desde el jefe anterior); quiero diálogo pero toda la oposición son (coloque usted el peor insulto que quiera); el país está en crisis, pero ordeno una semana de vacaciones colectivas; festejo rumbas en medio de unas protestas que han generado más de 15 muertos. Y esos que toman esas increíbles decisiones, manejan el futuro de 30 millones de personas.
Estamos en una fase demencial. Dos bandos que son manejados por radicales que son minoría (los que están en las barricadas vs. el total de la oposición y los malandros colectivos vs. el total del chavismo), están imponiendo la agenda, algo peligroso y que no sirve de nada.
Desde donde esté, el comandante galáctico debe estar observando Venezuela, y con una sonrisa dirá "la misión se está cumpliendo, mi legado continúa vivo", el desastre sigue.
@luisoliveros13
Luis_cesar_13@yahoo.com
En la oposición se han cometido errores, sin embargo las guarimbas de los últimos días se llevan, y por mucho, el primer lugar. ¿Encerrarse en el Este de la ciudad para construir un mejor país?, ¿colocar barricadas para que nadie salga hasta que se vaya el Presidente?, ¿Qué efecto tiene atrincherarse en Prados del Este, Los Naranjos, para que Maduro renuncie?, ¿no se aprendió nada de 2002 y del 2004? Se debe protestar, se debe hacer presión, pero de manera inteligente, "inclusiva", tratando de atraer a quienes te adversan y a quienes están con el otro bando, pero con acciones excluyentes los alejas y ayudas a que reafirmen su apoyo al gobierno. Muy pocos recuerdan que las actuales protestas comenzaron por la inseguridad en las universidades, hoy lo que se oye es un "Maduro vete ya". No me gusta este gobierno, me parece el peor de nuestra historia, ¿pero como hago que cambie o que el clima político cambie si las protestas se hacen de forma inútil? Hay que convencer, hay que enseñar que se puede tener un país diferente, hay que incluir, hay que atraer a sus seguidores a este lado de la "fuerza", no alejarlos.
En la oposición algunos tratan de poner la moda de criticar y odiar a quien fue el líder hasta diciembre. Tratan de imponer la "Salida" como la opción, sin importar que ella no tenga mucha lógica sobre qué hacer en el futuro inmediato o como lograr los objetivos. Pareciera que Eudomar Santos vuelve a estar mandando en el país. Esos mismos ven a un autollamado "Profeta" (que vive fuera del país y no sabe nada de nuestra realidad), un publicista "radical" y hasta militares retirados como los nuevos "gurús" y salvadores de la patria. Es fácil oír que "llegó quien nos va a salvar de este desastre", en relación al general Rambo de Prados del Este (que estuvo en el gobierno hasta hace poco tiempo). O también: "no necesitamos líderes civiles, con este militar sí lograremos el orden en Venezuela", se les olvida que esto lo inició un militar y mira cómo vamos. La locura colectiva de esa parte de la sociedad al parecer no quiere tener límites. La desesperación está ganando.
En lo que respecta al gobierno, la palabra descaro la han violado tantas veces, que ni se fijan en las normas. Mientras la Guardia "Nazional" arrecia la brutal represión y los tupamaros y colectivos armados hacen los que le da la gana en las ciudades, el Ejecutivo los felicita y los vende como víctimas de las protestas. No importa que un ministro desenmascare la obvia y necesaria intención chavistoide de mantener a la gente pobre en ese estrato social (porque se pueden meter a escuálidos si prueban una mejor vida), que un gobernador llame abiertamente a un ataque contra opositores, que la Fiscalía o la defensoría del "Pueblo" digan que aquí no pasa nada o que estemos sumergidos en una crisis económica grave, la culpa de todo lo que ocurra en el país siempre será de otro. ¿Más ejemplos de locura gubernamental?: EE.UU. nos está dando un golpe, pero quiero mandarles un embajador y hablar con Obama (fetiche heredado desde el jefe anterior); quiero diálogo pero toda la oposición son (coloque usted el peor insulto que quiera); el país está en crisis, pero ordeno una semana de vacaciones colectivas; festejo rumbas en medio de unas protestas que han generado más de 15 muertos. Y esos que toman esas increíbles decisiones, manejan el futuro de 30 millones de personas.
Estamos en una fase demencial. Dos bandos que son manejados por radicales que son minoría (los que están en las barricadas vs. el total de la oposición y los malandros colectivos vs. el total del chavismo), están imponiendo la agenda, algo peligroso y que no sirve de nada.
Desde donde esté, el comandante galáctico debe estar observando Venezuela, y con una sonrisa dirá "la misión se está cumpliendo, mi legado continúa vivo", el desastre sigue.
@luisoliveros13
Luis_cesar_13@yahoo.com
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