Francisco viaja a Bolivia para abrir la puerta al diálogo y la colaboración con el Estado
En una entrevista, el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana señala que en el pasado se quiso hacer ver a la Iglesia como la oposición
Por Redacción
Madrid, 08 de julio de 2015 (ZENIT.org)
El arzobispo de Cochabamba y presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Óscar Aparicio, afirmó que el papa Francisco visitará Bolivia los días 8, 9 y 10 de julio, para “tener buena relación con el Estado, con el Presidente”.
“El Papa tuvo una elección muy clara: tener buena relación con el Estado, con el Presidente. No se trata sólo de una diplomacia entre dos jefes de Estado que se visitan. Hay una intención muy particular de abrir la puerta del diálogo, de la colaboración, del mutuo respeto”, señaló Mons. Aparicio en una entrevistaconcedida a Infodecom.
El presidente de la CEB dijo también que en el pasado “se nos ha querido hacer ver como la oposición, la Iglesia en Bolivia está para coadyuvar y ayudar, y el signo del Papa es un signo muy claro de acercamiento”.
Por este motivo, subrayó que “esto no puede pasar desapercibido, sino que es un signo y un gesto muy evidentes de hacer lo que la Iglesia ha hecho siempre: ponerse al servicio, en predisposición, en diálogo y en un acercamiento de colaboración”.
El Santo Padre sostendrá una primera reunión con el presidente Evo Morales este miércoles por la tarde en el Palacio de Gobierno. Luego en Santa Cruz, el Pontífice se reunirá con organizaciones sociales y también con el clero boliviano, además de realizar una visita a los internos de la cárcel de Palmasola.
Así, el arzobispo de Cochabamba aseguró que “hay signos de acercamiento” con el Gobierno desde que se anunció la visita de Francisco. “Estamos hablando --reconoció-- de tres meses donde hubo acercamiento y también con sus dificultades”.
En esta línea, Mons. Aparicio recordó que “hubo un período de varios años entre 'golpes y golpes'. Pero hoy se ha dado mayor diálogo, mayor acercamiento. Esperemos que eso perdure”.
Con respecto a ese proceso de acercamiento con el Gobierno, el presidente del episcopado boliviano explicó que “se ha propuesto que podamos tener una agenda de temas de tipo social, es decir de la labor que nosotros, como Iglesia, hacemos en los hogares, educación, salud, etc.”. “La intención es llevar adelante esta agenda para atender estos temas. Hemos dado pasos adelante e incluso hemos nominado personas que podrían ser los protagonistas de ese diálogo y acercamiento”, apuntó.
Monseñor Óscar Aparicio concluyó sus declaraciones aclarando que “la Iglesia está para ayudar y colaborar porque no somos oposición. Ojalá que sea un momento histórico”.
Por Redacción
Madrid, 08 de julio de 2015 (ZENIT.org)
El arzobispo de Cochabamba y presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Óscar Aparicio, afirmó que el papa Francisco visitará Bolivia los días 8, 9 y 10 de julio, para “tener buena relación con el Estado, con el Presidente”.
“El Papa tuvo una elección muy clara: tener buena relación con el Estado, con el Presidente. No se trata sólo de una diplomacia entre dos jefes de Estado que se visitan. Hay una intención muy particular de abrir la puerta del diálogo, de la colaboración, del mutuo respeto”, señaló Mons. Aparicio en una entrevistaconcedida a Infodecom.
El presidente de la CEB dijo también que en el pasado “se nos ha querido hacer ver como la oposición, la Iglesia en Bolivia está para coadyuvar y ayudar, y el signo del Papa es un signo muy claro de acercamiento”.
Por este motivo, subrayó que “esto no puede pasar desapercibido, sino que es un signo y un gesto muy evidentes de hacer lo que la Iglesia ha hecho siempre: ponerse al servicio, en predisposición, en diálogo y en un acercamiento de colaboración”.
El Santo Padre sostendrá una primera reunión con el presidente Evo Morales este miércoles por la tarde en el Palacio de Gobierno. Luego en Santa Cruz, el Pontífice se reunirá con organizaciones sociales y también con el clero boliviano, además de realizar una visita a los internos de la cárcel de Palmasola.
Así, el arzobispo de Cochabamba aseguró que “hay signos de acercamiento” con el Gobierno desde que se anunció la visita de Francisco. “Estamos hablando --reconoció-- de tres meses donde hubo acercamiento y también con sus dificultades”.
En esta línea, Mons. Aparicio recordó que “hubo un período de varios años entre 'golpes y golpes'. Pero hoy se ha dado mayor diálogo, mayor acercamiento. Esperemos que eso perdure”.
Con respecto a ese proceso de acercamiento con el Gobierno, el presidente del episcopado boliviano explicó que “se ha propuesto que podamos tener una agenda de temas de tipo social, es decir de la labor que nosotros, como Iglesia, hacemos en los hogares, educación, salud, etc.”. “La intención es llevar adelante esta agenda para atender estos temas. Hemos dado pasos adelante e incluso hemos nominado personas que podrían ser los protagonistas de ese diálogo y acercamiento”, apuntó.
Monseñor Óscar Aparicio concluyó sus declaraciones aclarando que “la Iglesia está para ayudar y colaborar porque no somos oposición. Ojalá que sea un momento histórico”.
“El Papa tuvo una elección muy clara: tener buena relación con el Estado, con el Presidente. No se trata sólo de una diplomacia entre dos jefes de Estado que se visitan. Hay una intención muy particular de abrir la puerta del diálogo, de la colaboración, del mutuo respeto”, señaló Mons. Aparicio en una entrevistaconcedida a Infodecom.
El presidente de la CEB dijo también que en el pasado “se nos ha querido hacer ver como la oposición, la Iglesia en Bolivia está para coadyuvar y ayudar, y el signo del Papa es un signo muy claro de acercamiento”.
Por este motivo, subrayó que “esto no puede pasar desapercibido, sino que es un signo y un gesto muy evidentes de hacer lo que la Iglesia ha hecho siempre: ponerse al servicio, en predisposición, en diálogo y en un acercamiento de colaboración”.
El Santo Padre sostendrá una primera reunión con el presidente Evo Morales este miércoles por la tarde en el Palacio de Gobierno. Luego en Santa Cruz, el Pontífice se reunirá con organizaciones sociales y también con el clero boliviano, además de realizar una visita a los internos de la cárcel de Palmasola.
Así, el arzobispo de Cochabamba aseguró que “hay signos de acercamiento” con el Gobierno desde que se anunció la visita de Francisco. “Estamos hablando --reconoció-- de tres meses donde hubo acercamiento y también con sus dificultades”.
En esta línea, Mons. Aparicio recordó que “hubo un período de varios años entre 'golpes y golpes'. Pero hoy se ha dado mayor diálogo, mayor acercamiento. Esperemos que eso perdure”.
Con respecto a ese proceso de acercamiento con el Gobierno, el presidente del episcopado boliviano explicó que “se ha propuesto que podamos tener una agenda de temas de tipo social, es decir de la labor que nosotros, como Iglesia, hacemos en los hogares, educación, salud, etc.”. “La intención es llevar adelante esta agenda para atender estos temas. Hemos dado pasos adelante e incluso hemos nominado personas que podrían ser los protagonistas de ese diálogo y acercamiento”, apuntó.
Monseñor Óscar Aparicio concluyó sus declaraciones aclarando que “la Iglesia está para ayudar y colaborar porque no somos oposición. Ojalá que sea un momento histórico”.
El Papa rinde homenaje en Bolivia al jesuita Luis Espinal
lNació en Cataluña el jesuita Luis Espinel, al noreste de España en 1932, también conocido como “Padre Lucho” destacó por su compromiso con los sectores más desfavorecidos y mantuvo a actitud crítica frente a militares, medios de comunicación, así como la alianza de la Iglesia católica con los sectores más conservadores del país.
18.45. La Paz. Francisco ha rezado antes de entrar en la ciudad, en el lugar donde encontraron el cuerpo sin vida del sacerdote español, que fue torturado y asesinado hace 25 años
Por Redacción
Madrid, 09 de julio de 2015 (ZENIT.org)
Coincidiendo con su visita a Bolivia, en el desplazamiento desde el aeropuerto de El Alto hasta el arzobispado de La Paz, el papa Francisco se ha detenido unos minutos para orar en silencio y rezar un Padre Nuestro cerca del lugar donde fue encontrado, hace 25 años, el cadáver del jesuita español Luis Espinal, asesinado en Bolivia por su compromiso con la justicia y los derechos humanos. Con este gesto, el Santo Padre "nos invita a recordar la figura de Espinal y, especialmente, a recoger su legado de defensa de los más desfavorecidos", informa la Compañía de Jesús en un comunicado.
El Pontífice ha llegado al aeropuerto internacional de El Alto (La Paz) alrededor de las 17:15 horas locales, desde donde ha enviado un saludo al país acompañado por el presidente Evo Morales.
Antes de llegar a La Paz, la caravana ha realizado una parada a las 18:40 para que el Papa rece en el lugar donde encontraron el cuerpo sin vida del padre Espinal, y donde fue construido un monumento en su honor.
Dirigiéndose a la multitud de fieles congregada en ese lugar, Francisco ha señalado que “hemos venido a recordar a un hermano nuestro víctima de intereses que no querían que se luchase por la libertad. El padre Espinal predicó el evangelio, y este evangelio molestó, por ello fue eliminado. Hagamos un minuto de silencio en oración y después rezaremos todos juntos”. “Que el Señor tenga en su gloria al padre Luis Espinal, que predicó el Evangelio, el Evangelio que nos trae la libertad y nos hace libres. Como a cada hijo de Dios, Jesús nos trae esta libertad. Y él ha predicado este evangelio”, ha añadido.
Tras rezar un Padre Nuestro, el Santo Padre ha proseguido diciendo: “Dale el Señor el descanso eterno y brille para él la luz que no tiene fin”. Así, el Pontífice ha impartido la bendición a todos los presentes. Y les ha pedido que “no se olviden de rezar por mí. Gracias”.
Durante todo el día se han realizado actividades preparadas por la comunidad jesuita junto a otras organizaciones y artistas que se han sumado al homenaje. Además, el mandatario boliviano ha otorgado al papa Francisco la Orden al Mérito "Padre Luis Espinal Camps", un reconocimiento creado por el congreso boliviano en las semanas previas a la llegada del Santo Padre. Esta ha sido una de las pocas actividades del Pontífice en sus cuatro horas en La Paz, el resto de la agenda boliviana se realizará en Santa Cruz hasta el viernes.
Era el 21 de marzo de 1980 por la noche, en Bolivia, y el padre Espinal salía del cine. Unos desconocidos le obligaron a entrar en un jeep. El sacerdote catalán fue torturado y asesinado.
El padre Luis Espinal había llegado a Bolivia en 1968, "cuando este país --y prácticamente en toda América Latina-- vivía una época de dictaduras, represión y violaciones de los Derechos Humanos", indica la Compañía.
Es también el año de la asamblea de los obispos de América Latina en Medellín, "en el momento en que sectores de la Iglesia fueron madurando un proceso de proximidad a los pobres y a sus luchas: la teología de la liberación", recuerdan en la nota.
Allí se convierte en Lucho, como le llaman en Bolivia, y ejerciendo su trabajo como periodista y crítico de cine, "trabaja al servicio del pueblo boliviano, denunciando la dramática situación que se está viviendo, la represión militar y las consecuencias del narcotráfico", subrayan los jesuitas. "Su voz --añaden-- se hizo incómoda para muchos". Y precisan que "tres días después de su martirio, en El Salvador, era asesinado también el arzobispo Oscar Romero".
BBC Mundo: Luis Espinal, el jesuita al que dieron 12 tiros “por decir verdades” en Bolivia
Foto: Luís Espinal apoyaba la democracia y las causas sociales. En esta foto marcha junto a mineros y gente de la industria fabril boliviana, en enero de 1979 / BBC Mundo
Era casi medianoche cuando lo secuestraron en La Paz. Luís Espinal Camps volvía del cine a pie y le faltaba una cuadra para llegar a su casa, pero lo montaron en un jeep.
Al sacerdote jesuita le esperaban horas de tortura entre culatazos, golpes y quemaduras con plancha antes de ser rematado con más de 12 tiros en un matadero de reses, como consta en reportes policiales y periodísticos de la época.
Quiso la accidentada historia de América Latina que Espinal y el obispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero fueran asesinados con un margen de dos días: el primero el 22 y el segundo el 24 de marzo de 1980.
“La muerte los hermanó”, dijo a BBC Mundo Xabier Albó, sacerdote jesuita español y amigo de Espinal.
“Cuando retornábamos del cementerio, nos enteramos que a más de 4.000 kilómetros de distancia (en El Salvador) habían asesinado a Óscar Arnulfo Romero. Las causas son las mismas“.
“Cuando retornábamos del cementerio, nos enteramos que a más de 4.000 kilómetros de distancia (en El Salvador) habían asesinado a Óscar Arnulfo Romero. Las causas son las mismas“.
Este miércoles, otro jesuita, el papa Francisco, homenajeará en Bolivia a este religioso que llegó desde Barcelona a principios de los 70 para dedicarse al cine, al periodismo y, en el proceso,denunciar los abusos de gobiernos militares que se turnaban el poder en aquellos años.
Y mientras Romero ha sido recientemente beatificado, los seguidores de Espinal aprovecharán la parada del Papa frente a los cerros donde fue hallado su cuerpo para activar el proceso que permita que el jesuita sea reconocido como mártir de la iglesia.
Paralelos con Romero
“El salvadoreño murió por defender los derechos de los pobres en su país en medio de una masacre y a Luis Espinal lo mataron por decir verdades y tomar partido por los indefensos“, aseguró Albó a BBC Mundo.
Xavier Albó apunta que la muerte su colega se debió a la opción “preferencial por los pobres” que Espinal tomó en aquellos años, al igual que lo hizo Óscar Arnulfo Romero.
Hoy, colegios, avenidas, organizaciones juveniles y brigadas de trabajo comunitario bolivianos llevan el nombre del jesuita, un activista de los derechos de los ciudadanos.
El día de su primera posesión presidencial, en 2006, Evo Morales mencionó a Espinal cuando pidió un minuto de silencio por varios luchadores sociales bolivianos.
En 2007 el mandatario decretó la fecha de su secuestro como el día del cine boliviano.
Cada año, en la madrugada del 22 de marzo, niños y jóvenes de colegios católicos realizan romerías hasta el lugar en el que Espinal fue encontrado sin vida.
Albó apunta otro elemento común entre ambos: Romero pasaba cada semana su homilía por radio mientras que su amigo usaba la prensa y el cine como medio favorito para “aplicar su vivencia evangélica a favor de la gente”.
Crimen impune
En 1979 Espinal fundó el semanario “Aquí”, un periódico autogestionado que 1980 alertó sobre la inminencia de un nuevo golpe de Estado en Bolivia, algo que se hizo realidad cuatro meses después del asesinato del jesuita.
El cineasta y periodista Alfonso Gumucio, quien fue su alumno y cofundador de “Aquí”, recuerda que conoció a Espinal en unos cursos de cine que brindaba el sacerdote poco después de su llegada a Bolivia en 1970.
Después se rencontró con el cura, cuando éste participó en la multitudinaria huelga de hambre de 1978 que acorraló al gobierno de facto de Hugo Banzer (1971-1978) y desembocó en una convocatoria a elecciones con amnistía irrestricta para presos y exiliados.
“El semanario “Aquí” demostró que Lucho (como se le conocía popularmente) estaba decidido a llegar hasta las últimas consecuencias en su compromiso con Bolivia. Él tenía muy claro que su vida terminaría en Bolivia y por ello decidió consagrarla a la lucha por la democracia”, relató a BBC Mundo Gumucio.
“Me impresionó mucho la decisión de Luis de hacerse boliviano y quedarse aquí para siempre”, dijo Gumucio, quien presentó hace poco una reedición de su libro “Luis Espinal y el cine”.
En 1986, en el llamado “Juicio a la dictadura” (1986) que juzgó los abusos cometidos durante el gobierno de facto instaurado del general Luís García Meza (1980-1981) se condenó a paramilitares, policías y militares por violaciones de derechos humanos.
Sin embargo, no se juzgó el caso de Espinal, porque muerte se produjo antes del golpe de Estado y por tanto no quedó entre las causas presentadas.
Hasta el momento, el crimen del padre jesuita quedó impune, algo que lamentan grupos de derechos humanos.
Una oración para Lucho
La agenda difundida en Bolivia señala que Francisco llegará al aeropuerto internacional de El Alto (La Paz) alrededor de las 16:15 del miércoles. Allí hará un saludo acompañado del presidente Morales.
A las 17:15 está prevista una parada para que el sumo pontífice realice una oración y una bendición para Luis Espinal.
En ese punto, durante todo el día se realizarán actividades preparadas por la comunidad jesuita junto a otras organizaciones y artistas que se sumaron al homenaje.
“Francisco dejará un símbolo de partida para reconocer a Luis como mártir formal en la Iglesia”, afirma Albó.
Morales le otorgará al sumo pontífice la Orden al Mérito “Padre Luis Espinal Camps”, un reconocimiento creado por el congreso boliviano en las semanas previas a la llegada del jefe de la iglesia Católica.
Será una de las pocas actividades del sumo pontífice en sus cuatro horas en La Paz, el resto de la agenda boliviana se realizará en Santa Cruz hasta el viernes.
Francisco clausurará el Encuentro Mundial de Movimientos Populares, que reúne a organizaciones sociales y comunitarias de cuatro continentes, quienes harán un último homenaje a Espinal.
Por: Boris Miranda / BBC Mundo
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