Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

viernes, 4 de diciembre de 2015

A propósito de quienes gobiernan a Venezuela desde hace 17 años: Ponerología Política: Una Ciencia de La Naturaleza del Mal [1] ajustada a Propósitos Políticos Por Andrew M. Lobaczewski Con comentario y material adicional citado por Laura Knight-Jadczyk Parte 1 El libro de Andrew M. Lobaczewski ya está disponible en la Red Pill Press, ahora en formato impreso y como libro electrónico. Este artículo consiste en 2 partes. Debo hacerse saber al lector que lo verdaderamente bueno está en la segunda parte, ¡así que no lo saltee! (Parte II)


La gran incidencia de la sociopatía en la sociedad tiene un efecto profundo en el resto de nosotros, quienes también debemos vivir en este planeta, e incluso para los que no hemos sufrido trastornos clínicos. Los individuos que constituyen este 4 por ciento agotan nuestras relaciones, nuestras cuentas bancarias, nuestras realizaciones, nuestra autoestima, nuestra mismísima paz en la tierra.
Sin embargo, sorprendentemente, mucha gente no sabe nada sobre este desorden, o si lo hacen, sólo piensan en términos de psicopatía violenta - asesinos, asesinos en serie, asesinos de multitudes - gente que visiblemente ha quebrantado la ley muchas veces consecutivas, y que, si son detenidos, serán encarcelados, incluso llevados a la muerte por nuestro sistema jurídico.
No estamos comúnmente enterados, y por lo general tampoco identificamos a la gran cantidad de sociópatas no violentos que se encuentran entre nosotros, gente que a menudo no son infractores descarados, y contra quienes nuestro sistema jurídico oficial proporciona poca defensa.
La mayoría de nosotros no podría imaginar ninguna correspondencia entre la concepción de un genocidio étnico y, por ejemplo, el hecho de mentirle a su jefe sobre un compañero de trabajo sin sentir culpa alguna. Pero la correspondencia psicológica no sólo está allí; es escalofriante. Sencillamente, la relación está en la ausencia del mecanismo interno que nos tortura emocionalmente cuando elegimos hacer algo que vemos como inmoral, falto de ética, negligente o egoísta.
La mayoría de nosotros se siente ligeramente culpable si se come el último trozo de torta que queda en la cocina, e imagínese pues lo que sentiríamos si nos pusiéramos a lastimar a otra persona a propósito y de manera metódica.
Los que no poseen absolutamente ninguna conciencia constituyen un grupo por sí solos, así sean tiranos homicidas o simplemente francotiradores sociales despiadados.
La presencia o la ausencia de conciencia son una seria división humana, y podría decirse que es más significativa que la inteligencia, la raza, o hasta el género.
Lo que diferencia a un sociópata que vive del trabajo de otros de alguien que roba de vez en cuando en almacenes, o de uno que es un barón contemporáneo de ladrones - o lo que hace la diferencia entre un simple matón y un asesino sociopático - no es nada más que el estatus social, el instinto, el intelecto, el ansia de la sangre, o la simple oportunidad.
Lo que distingue a toda esta gente del resto de nosotros es un agujero completamente vacío en la psique, en donde deberían estar las funciones de humanización más desarrolladas. [Martha Stout, Ph.D., The Sociopath Next Door (El Vecino Sociópata)] (Altamente recomendado).Al principio de nuestro proyecto de investigación no corrimos con la ventaja del libro de la Dra. Stout. Sí teníamos, por supuesto, a Hare, Cleckley, a Guggenbuhl-Craig y a otros. Hay todavía más que han aparecido en los últimos años en respuesta a las preguntas formuladas por muchos psicólogos y psiquiatras acerca del estado del mundo y de la posibilidad de que haya alguna diferencia esencial entre gente como George W. Bush y muchos de los que son llamados Neocons, y el resto de nosotros.El libro de la Dra. Stout contiene una de las explicaciones más largas sobre cómo ninguno de sus ejemplos se asemeja a ninguna persona real que haya leído. Y luego, en uno de los primeros capítulos, describe un caso “compuesto” en los que el niño pasó su infancia haciendo explotar sapos con petardos. Se sabe muy bien que George W. Bush hacía esto, entonces uno se pregunta efectivamente si…
En cada caso, hasta sin el trabajo de la Dra. Stout, al mismo tiempo que estudiábamos este asunto, nos dábamos cuenta de que lo que estábamos aprendiendo era muy importante para todos, porque a medida que los datos eran recogidos, veíamos que las pistas y los perfiles nos revelaban que los temas con que nos estábamos confrontando eran temas con los que todos se confrontaban en algún u otro momento, en alguna u otra medida. También comenzamos a darnos cuenta de que los perfiles que emergían también describen con bastante precisión a muchos individuos que buscan posiciones de poder en campos de autoridad, y especialmente en la política y el comercio. Esta idea realmente no es sorprendente, pero sinceramente no se nos había ocurrido hasta que vimos los patrones y que los reconocimos en comportamientos de muchas figuras históricas, y más tarde incluimos también a George W. Bush y a miembros de su administración.
Las estadísticas del día de hoy nos dicen que hay más gente enferma psicológicamente que sana. Si Usted toma un muestreo de individuos en un área determinada, es muy probable que encuentre que un número significante de entre ellos manifiesta síntomas patológicos en un mayor o menor grado. La política no es una excepción, y simplemente por su naturaleza, tendería a atraer a más “tipos dominadores” patológicos que otros campos. Esto no puede ser más que lógico, y empezamos a darnos cuenta de que, no solo era lógico, sino también espantosamente preciso; espantosamente porque la patología entre la gente de poder puede tener efectos desastrosos en toda la gente que se encuentra bajo el control de este tipo de individuos patológicos. Es así que decidimos escribir acerca de este tema y publicarlo en Internet.
A medida que subíamos el material, comenzaron a llegarnos cartas de lectores agradeciéndonos por haberle puesto un nombre a lo que estaba ocurriendo en sus vidas, y por haberlos ayudado a entender lo que estaba sucediendo en un mundo que parece haberse vuelto completamente loco. Empezamos a creer que esto era una epidemia, y en cierto modo teníamos razón, sólo que no de la manera en que lo creíamos. Si un individuo con una enfermedad altamente contagiosa trabaja en contacto con el público, el resultado es una epidemia. Del mismo modo, si un individuo que ocupa un cargo político de poder es un psicópata, él o ella pueden llegar a crear una epidemia de psicopatología en gente que no es, esencialmente, psicopática. Nuestras ideas concernientes a este tema serían confirmadas poco tiempo más tarde por una fuente inesperada. Recibí un e-mail de un psicólogo polaco quien escribió lo siguiente:

Estimados Señoras y Señores:
Tengo su Proyecto de Investigación Especial frente a mi computadora. Ustedes están realizando un trabajo de lo más importante y valioso para las naciones futuras. […]
Soy un psicólogo anciano. Hace cuarenta años formé parte de una investigación secreta sobre la verdadera naturaleza de la psicopatía del fenómeno macro-social llamado “Comunismo”. Los otros investigadores fueron los científicos de la generación previa, que ya han fallecido.
El estudio profundizado de la naturaleza de la psicopatía, que jugó un papel esencial e inspirador en este fenómeno macro-social psicopatológico, y que se distingue de otras anomalías mentales, resultó ser una preparación necesaria para entender la naturaleza completa del fenómeno.
La mayoría del trabajo que Uds. están realizando ahora, fue hecho en aquellos tiempos…
Yo les puedo proporcionar un documento científico muy valioso, útil para su propósito. Se trata de mi libro “PONEROLOGIA POLITICA – Una ciencia de la naturaleza del mal adaptada a propósitos políticos” (“POLITICAL PONEROLOGY – A science of the nature of evil adjusted for political purposes”). También pueden encontrar una copia de este libro en la Biblioteca del Congreso y en algunas bibliotecas universitarias y públicas en los Estados Unidos.
¿Serían tan amables de contactarme a fin de que pueda enviarles una copia por mail?
Los saludo muy atentamente.
Andrew M. Lobaczewski
Le escribí una respuesta de inmediato. Unas semanas más tarde, el manuscrito llegó al correo.
A medida que leía, me iba dando cuenta de que lo que tenía en mis manos era esencialmente una crónica del descenso al infierno, y el retorno triunfante al mundo con el conocimiento de lo que era el infierno no tenía precio para el resto de nosotros, especialmente en estos días en los que parece evidente que un infierno semejante es está desarrollando en nuestro planeta. Los riesgos tomados por el grupo de científicos que realizaron la investigación en la cual está basado este libro están por encima de la comprensión de la mayoría de nosotros. Muchos de ellos eran jóvenes, apenas empezando sus carreras cuando los Nazis comenzaron a marchar con sus cien botas militares a través de Europa. Estos investigadores tuvieron que pasar por esto, y cuando los Nazis fueron expulsados y remplazados por los Comunistas bajo el mando de Stalin, se enfrentaron con años de opresión cuyo parecido los que hoy día están eligiendo resistir al Reich de Bush no pueden siquiera imaginar. Y entonces, dado que ellos estuvieron allí, y que lo vivieron y trajeron información para el resto de nosotros, podría muy bien llegar a salvarnos la vida si trazáramos un mapa para guiarnos durante la obscuridad que está cayendo. Es dentro de este contexto que me gustaría plantear cómo el Dr. Lobaczewski discute sobre el valor de un estudio cuidadoso y clínico del mal en su libro, antes de que nos tornemos verdaderamente hacia el tema de la Ponerología:
La ciencia nueva es incalculablemente rica en detalles casuistas… Contiene conocimientos y una descripción del fenómeno dentro de las categorías del punto de vista lógico del mundo, correspondientemente modificado de acuerdo con la necesidad de entender [muchos] temas…
El desarrollo de esta familiaridad con este fenómeno se ve acompañado por el desarrollo del lenguaje comunicativo, por medio del cual la sociedad puede permanecer informada y emitir advertencias de peligro. Un tercer lenguaje aparece entonces al lado de la ambigüedad ideológica… En parte, pide prestados términos utilizados por la ideología oficial en sus significados transformados y modificados. Y por otra parte, este lenguaje opera con palabras adoptadas de bromas que circulan aún más rápido. A pesar de esta extrañeza, este lenguaje se convierte en un medio de comunicación útil y adopta un rol importante al regenerar lazos sociales. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos efectuados por parte de los hombres de letras y de los periodistas, este lenguaje sigue siendo sólo comunicativo por dentro; se vuelve hermético fuera del ámbito de este fenómeno, incomprensible para las personas que carecen de una experiencia personal apropiada. […]
Esta ciencia nueva, expresada en un lenguaje derivado de una realidad pervertida, es algo extraño para la gente que desea entender este fenómeno macro-social pero que piensa en las categorías de países del hombre normal. El intento por entender este lenguaje produce una cierta sensación de impotencia que da lugar a la tendencia a crear sus doctrinas propias, edificadas a través de conceptos del mundo personal y de una cierta cantidad de material de propaganda patocrática cooptada y apropiada. Tal doctrina – un ejemplo podría ser la doctrina Anti-Comunista Estadounidense – hace aún más difícil de comprender esa otra realidad. Ojala que la descripción objetiva comunicada aquí les permita vencer el callejón que ha sido engendrado así […]
Vale la pena resaltar el rol específico de ciertos individuos durante tales tiempos; participaron en el descubrimiento de la naturaleza de esta nueva realidad, y ayudaron a otros a encontrar el camino correcto. Tenían una naturaleza normal pero una infancia desafortunada, habiendo sido sujetos desde muy temprano a la dominación por parte de individuos con desviaciones psicopáticas, incluyendo el egoísmo psicopático y métodos para aterrorizar a otros. El nuevo sistema de liderazgo golpeó a esa gente como una multiplicación social a grande escala de lo que ya conocían a través de su experiencia personal. Desde el comienzo vieron entonces esta realidad mucho más prosaicamente, tratando inmediatamente esta ideología en concordancia con las historias paralogísticas bien conocidas por ellos, cuyo propósito consistía en disimular la amarga realidad de sus experiencias de juventud. Pronto alcanzaron la verdad, dado que la génesis y la naturaleza del mal son análogas, independientemente de la escala social en la que aparece.
Dicha gente es raramente comprendida en sociedades felices, pero se volvió útil; sus explicaciones y consejos demostraron ser exactos y fueron transmitidos a las otras personas que se unieron al trabajo en red de esta herencia falta de perspicacia. Sin embargo, su propio sufrimiento se duplicó, ya que era demasiado de un tipo de abuso similar con qué poder en una vida.
Por fin, la sociedad ve aparecer a individuos que han coleccionado una percepción intuitiva excepcional y un conocimiento práctico en el terreno de cómo piensan los patócratas y cómo tal sistema de reglas opera.
Algunos de ellos se vuelven tan competentes en el lenguaje pervertido del psicópata y en su idiomática que son capaces de utilizarlo como si fuera un idioma extranjero que han aprendido bien. Como deben descifrar las intenciones de los que están en el poder, ofrece seguidamente consejo a gente que está teniendo problemas con las autoridades. Estos defensores de la sociedad de gente normal, generalmente desinteresados, juegan un rol irremplazable en la sociedad. Los patócratas, sin embargo, nunca pueden aprender a pensar en categorías humanas normales. Al mismo tiempo, la habilidad para predecir las formas de reacción de este tipo de autoridad lleva a la conclusión de que el sistema es rígidamente causativo y falto de libre elección natural.
Una vez me transfirieron una paciente que había sido recluta en un campo de concentración Nazi. Volvió de tal infierno en condiciones excepcionalmente buenas, y tal es así que fue todavía capaz de casarse y de cargar con tres hijos. No obstante, sus métodos de crianza eran tan extremadamente tiranos que no podían sino asemejarse a la vida en el campo de concentración, tan obstinadamente severa en los ex-prisioneros. La reacción de los niños fueron protestas neuróticas y agresividad contra los otros niños.
Durante la psicoterapia de la madre, hicimos volver a su memoria las figuras de oficiales SS [2]hombres y mujeres, señalando sus características psicopáticas (dicha gente era principalmente recluta). Para poder ayudarla a eliminar el material patológico de su persona, la suministré con datos estadísticos concernientes a la apariencia de tales individuos dentro de la población en general. Eso la ayudó a alcanzar una visión más objetiva de esa realidad y a recobrar la confianza en la sociedad de gente normal. …
Paralelamente al desarrollo de un conocimiento práctico y de un lenguaje de comunicación interno/específico, otros fenómenos psicológicos cobran forma; son verdaderamente significativos en la transformación de la vida social bajo el mando patocrático, y es esencial discernirlos si alguien desea entender a individuos y naciones destinados a vivir bajo tales condiciones y evaluar la situación en la esfera política. Incluyen una inmunización psicológica de la gente y su adaptación a la vida bajo tales situaciones pervertidas.
Los métodos de terror psicológico (ese arte especialmente patocrático), las técnicas de arrogancia patológica, y el pisoteo seguro del alma de los demás trae tales efectos traumáticos al principio que privan a la gente de reaccionar de manera resuelta. Ya he alegado los aspectos psicofisiológicos de tales estados. Diez o veinte años más tarde, se puede reconocer un comportamiento análogo como la tan conocida bufonería y que no priva a la víctima de su capacidad para pensar y reaccionar decididamente. Sus respuestas son por lo general estrategias bien planeadas, provenientes de la posición de superioridad de una persona normal, y a menudo envueltas en ridiculez. Uno puede mirar a los ojos el sufrimiento y hasta la muerte con la calma requerida. Un arma peligrosa se resbala de las manos del que manda.
Debemos entender que este proceso de inmunización no es simplemente un resultado del aumento descrito anteriormente del conocimiento práctico del fenómeno macro-social. Es el efecto de un proceso estratificado, gradual, de desarrollo del conocimiento, de la familiarización con el fenómeno, la creación de los hábitos de reacción adecuados, de auto-control, trabajando al mismo tiempo en una concepción general y en principios morales. Luego de algunos años, los mismos estímulos que antes causaban una impotencia espiritual escalofriante o una parálisis mental, ahora provocan el deseo de hacer gárgaras con algo fuerte para poder así deshacerse de esta porquería.
Hubo un tiempo en el que mucha gente soñaba con encontrar alguna píldora que hiciera más fácil soportar el trato con las autoridades o asistir a las sesiones de adoctrinamiento forzado, por lo general presididas por un personaje psicopático. De hecho, algunos antidepresivos demostraron provocar los efectos deseados. Veinte años más tarde esto había sido completamente olvidado.
Cuando fui arrestado por primera vez en 1951, la fuerza, la arrogancia y métodos psicopáticos de confesión por la fuerza me privaron casi por completo de mis capacidades de auto-defensa. Mi cerebro dejó de funcionar luego de tan sólo unos días de arresto sin agua, a tal punto que ni siquiera podía recordar bien el incidente que había resultado en mi detención repentina. Ni siquiera estaba conciente de que ésta había sido intencionadamente provocada, ni de que las condiciones para permitir la auto-defensa existían en verdad. Me hicieron casi todo lo que quisieron.
Cuando fui detenido por última vez en 1968, fui interrogado por cinco funcionarios de la seguridad con una mirada feroz. En un cierto punto, después de haber considerado sus reacciones predichas, dejé que mi mirada fija se posara en cada cara de manera secuencial muy atentamente. El más importante me preguntó: “¿En qué estas pensando, bastardo, mirándonos así?” Yo respondí sin ningún miedo a las consecuencias: “Sólo me ando preguntando porque tantos de entre Ustedes con carreras dignas de caballeros terminan en un hospital psiquiátrico”. Se quedaron desconcertados por un tiempo, luego de lo cual el mismo hombre exclamó: “¡Porque éste es un maldito trabajo horrible!” “Yo opino que es justo lo contrario”, respondí calmamente. Después fui llevado nuevamente a mi celda.
Tres días más tarde tuve la oportunidad de volver a hablar con él, pero esta vez fue mucho más respetuoso. Después ordenó que me sacaran – afuera, según resultó ser. Viajé en travía a casa a través de un gran parque, siendo todavía incapaz de creer lo que veía. Una vez en mi habitación, me acosté en la cama; el mundo aún no era demasiado real, pero la gente exhausta se duerme rápido. Cuando desperté, dije en voz alta: “Querido Dios, ¡no se supone que tú estás a cargo de este mundo!”
En ese entonces, no sólo sabía que hasta ¼ de los oficiales secretos de la policía terminan en un hospital psiquiátrico. Sino que también sabía que su “enfermedad ocupacional” es la demencia congestiva que antes sólo podía encontrarse entre las viejas prostitutas. Uno no puede violar los sentimientos humanos naturales dentro suyo con impunidad, sin importar la clase de profesión que tenga. Desde ese punto de vista, el Camarada Capitán tenía razón. Al mismo tiempo, no obstante, mis reacciones se habían vuelto resistentes, muchísimo mejores que lo que había sido diecisiete años atrás.
Todas estas transformaciones del consciente y del inconsciente humano resultan en una adaptación individual y colectiva para vivir en tales sistemas. Bajo condiciones alteradas de limitaciones tanto materiales como morales, emerge una inventiva existencial que está preparada para superar muchas dificultades. También es creado un nuevo trabajo en red en la sociedad de gente normal para autoayuda y ayuda mutua.
Esta sociedad actúa conjuntamente y es conciente del estado de las cosas; comienza a desarrollar maneras de influenciar a varios miembros de la autoridad y a lograr objetivos que son útiles a nivel social. … Por consecuente, la opinión de que la sociedad se ve privada de toda influencia sobre el gobierno es inexacta. En realidad, la sociedad sí cogobierna hasta un cierto punto, a veces con éxito y a veces fracasando en su intento de crear condiciones de vida más tolerables. Esto, sin embargo, ocurre de una manera totalmente distinta de lo que sucede en países democráticos.
Estos procesos: la inmunización cognitiva y psicológica y la adaptación permiten la creación de nuevos vínculos interpersonales y sociales, que opera dentro del alcance de la gran mayoría que ya hemos llamado “la sociedad de gente normal.” Estos vínculos se extienden discretamente hacia el mundo de la clase media del régimen, dentro de la cual se encuentra gente a quien se le puede tener confianza hasta un cierto punto. …
El intercambio de información, las advertencias, y la asistencia abarcan toda la sociedad. Cualquiera que sea capaz de hacer esto ofrece ayuda a cualquier otra persona que se encuentre en problemas, por lo general de tal manera que la persona ayudada no sabe quién le brindó asistencia. Sin embargo, si él mismo provocó su mala suerte con su propia falta de cuidado prudente en lo que concierna a las autoridades, se encontrará con reproches y no con una asistencia oculta.
Es posible crear dichos vínculos porque la nueva división de la sociedad sólo aporta una consideración limitada a factores tales como el nivel de talento o de educación, o las tradiciones arraigadas a tales capas sociales. La reducción en las diferencias de prosperidad tampoco disuelven estos vínculos. Un lado de esta división contiene a todos aquellos con la cultura mental más elevada, gente común y corriente, intelectuales, especialistas de pensamiento inteligente, obreros, y paisanos reunidos por una protesta en común de su naturaleza humana contra la dominación de una experiencia y métodos gubernamentales Para humanos. Estos vínculos engendran una comprensión interpersonal y un sentimiento de compañerismo en gente y grupos sociales anteriormente divididos por diferencias económicas y tradiciones sociales. Los procesos mentales que sirven a estos vínculos poseen un carácter más psicológico, capaces de comprender las motivaciones de otros. Al mismo tiempo, el sujeto común y corriente retiene un respeto hacia gente que ha sido educada y que representa valores intelectuales. También aparecen algunos valores morales y sociales, y muchos de ellos resultan ser permanentes.
Sin embargo, la génesis de esta gran solidaridad interpersonal sólo se torna comprensible una vez que ya conocemos la naturaleza del fenómeno patológico macro-social que ocasionó la liberación de tales actitudes, completada con el reconocimiento de la humanidad propia y la de los otros. Otra reflexión se auto-sugiere, a saber, qué tan diferentes son estos grandes vínculos para la “sociedad competitiva” de los Estados Unidos. …
Este trabajo es tan importante que creo que todo ser humano normal debería leerlo por su propia seguridad e higiene mental. Voy a presentar aquí algunos fragmentos importantes del libro que ya está disponible en su totalidad.
Del prefacio del autor:
Presento a mis honorables lectores este volumen en el cual trabajé por lo general a tempranas horas del día antes de salir para ganarme la vida de una manera difícil. Primeramente, me gustaría disculparme por los defectos que son el resultado de circunstancias anómalas, tales como la ausencia de un laboratorio adecuado. Admito sin problema que estas lagunas deberían ser colmadas, por más tiempo que esto lleve, porque los hechos en los que se basa este libro se necesitan urgentemente. A través de ningún error del autor, estos hechos han llegado demasiado tarde.
Se provee al lector con una explicación de la larga historia y de las circunstancias bajo las cuales este trabajo fue recompilado. Esta es la tercera vez que trato el mismo tema. Arrojé el primer manuscrito en un horno de calefacción central, habiendo sido advertido justo a tiempo acerca de un registro oficial, que tuvo lugar minutos más tarde. Envié el segundo manuscrito a un dignatario de la Iglesia en el Vaticano por intermedio de un turista estadounidense y me fue absolutamente imposible conocer el destino del paquete una vez que lo dejé en sus manos.
Esta…historia… hizo que el trabajo en la tercera versión fuera mucho más laborioso. Párrafos precedentes y frases anteriores acechan la mente del autor y hacen más difícil un plan de contenido adecuado.
Los primeros dos borradores fueron escritos con un lenguaje muy complicado para en beneficio de especialistas con la formación necesaria, especialmente en el campo de la psicopatología. La desaparición irrecuperable de la segunda versión también incluía una mayoría impresionante de datos estadísticos y de hechos que habrían sido tan valiosos y concluyentes para los especialistas. También se extraviaron muchos análisis de casos individuales.
La presente versión contiene solamente aquellos datos estadísticos que fueron memorizados, dado su uso frecuente, o los que podrían ser reconstruidos con una precisión satisfactoria. […] También tengo la esperanza de que este trabajo pueda llegar a una audiencia más grande y hacer más disponibles algunos datos científicos útiles que podrían servir de base a una comprensión del mundo contemporáneo y de su historia. También puede que facilite a los lectores a entenderse a sí mismos, a sus vecinos y a otras naciones.
¿Quién produjo este conocimiento y realizó este trabajo resumido dentro de las páginas de este libro? Es un esfuerzo conjunto que contiene no sólo mis esfuerzos, sino que también representa el trabajo de muchos investigadores.
El autor trabajó en Polonia durante muchos años, lejos de centros políticos y culturales activos. Es allí que llevé a cabo una serie de pruebas detalladas y de observaciones que serían combinadas dentro de las generalizaciones resultantes con el propósito de producir una introducción global para la comprensión del fenómeno macro-social que nos rodea. El nombre de la persona que se esperaba llevase a cabo esta síntesis era secreto, y esto era entendible y necesario dados el momento y la situación. De vez en cuando me llegaban resúmenes anónimos de resultados de exámenes de Polonia o Hungría. Pocos datos fueron publicados, porque así no levantaban ninguna sorpresa de que un trabajo especializado estaba siendo recopilado, y esos datos todavía podrían ser localizados hoy día.
La síntesis esperada de este trabajo no tuvo lugar. Todos mis contactos perdieron vigencia como resultado de las detenciones secretas al principio de los sesenta. Los datos científicos restantes en mi poder eran muy incompletos aunque su valor no tuviera precio. Me llevó muchos años de trabajo solitario poder soldar estos fragmentos en un todo coherente, llenando las lagunas de mi propia experiencia e investigación.
Mi investigación en psicopatía en general y en su rol excepcional dentro del fenómeno macro-social fue conducida al mismo tiempo, o poco después de la investigación realizada por otros. Sus conclusiones me llegaron más tarde y confirmaron las mías. El punto más característico dentro de mi trabajo es el concepto general de una nueva disciplina científica llamada “ponerología.” […]
Como autor del trabajo final, presento en esta ocasión mi profundo respeto hacia todos aquellos que iniciaron la investigación y que continuaron llevándola a cabo arriesgando su carrera, salud y vida. Rindo homenaje a todos los que pagaron el precio a través del sufrimiento o la muerte. Ojala que este trabajo constituya una especie de recompensa por sus sacrificios…
Nueva York, Agosto del 1984.
El Dr. Lobaczewski se escapó a los Estados Unidos en donde volvió a reunir y a escribir su investigación antes de que la Solidaridad trajera la caída del comunismo en Polonia. Lobaczewski añadió algunas palabras a esta introducción:
Pasaron quince años, cargados con importantes acontecimientos políticos.  El mundo cambió esencialmente a causa de las leyes naturales del fenómeno descrito en este libro, y de los esfuerzos de gente de buena fe. No obstante, el mundo así como está aún no ha recobrado su buena salud; y lo que queda de la gran enfermedad está todavía muy activo y amenaza con la recurrencia de la enfermedad. Tal es el resultado de un gran esfuerzo completado sin el respaldo de un conocimiento objetivo acerca de la verdadera naturaleza del fenómeno. […]
Se reconoció al autor como el portador de esta ciencia “peligrosa” en Austria, por un físico “amistoso” que resultó ser un agente “rojo.” Los grupos comunistas en Nueva York se rearmaron entonces para organizar una “acción de contrarresto.” Era terrible ver cómo funcionaba el sistema de peones concientes e inconcientes. Peor aún fue la gente que confió crédulamente en sus “amigos” concientes, y que realizó las actividades insinuadas con un sello patriótico. Al autor se le negó asistencia y tuvo que salvar su vida trabajando de soldador. Mi salud se deterioró, y perdí dos años. Resultó ser que yo no era la primera persona llegada a los Estados Unidos trayendo un conocimiento similar, y una vez allí, tratada de una manera similar.
A pesar de todas estas circunstancias, el libro fue escrito a tiempo, pero nadie estaba dispuesto a publicarlo. Describían el trabajo como “muy informativo” pero para los editores de libros de psicología contenía demasiada política, y para los editores de política, contenía demasiada psicología o simplemente “la fecha límite de edición acaba de cerrarse.” Gradualmente quedó claro que el libro no pasaba la inspección del conocedor. […]
Queda el valor científico que podrá servir en el futuro, y más investigaciones podrán dar como resultado una nueva comprensión de los problemas humanos con progreso hacia la paz universal. Esta es la razón por la cual me tomé la labor de volver a escribir, en mi computadora, el manuscrito entero, que ya estaba desvaneciéndose. Se lo presenta aquí tal como fue escrito en 1983-84 en Nueva York, USA. Entonces, que se lo tome como un documento de buena ciencia y de labor peligrosa. El deseo del autor es dejar este trabajo en manos de eruditos con la esperanza de que ellos lo releguen y progresen con investigación teórica en la ponelorogía - y que se lo ponga en práctica por el bien de la gente y de las naciones.
Polonia, Junio, 1998.
El Dr. Lobaczewski dejó los Estados Unidos y regresó a Polonia antes del 11 de Septiembre del 2001. Pero sus comentarios fueron proféticos:
No obstante, el mundo así como está aún no ha recobrado su buena salud; y lo que queda de la gran enfermedad está todavía muy activo y amenaza con la recurrencia de la enfermedad.
¿Qué ciencia “peligrosa” llevaba el Dr. Lobaczewski consigo cuando escapó de la Polonia comunista?
Él la llama “Ponerología”, que el diccionario define como: s., división de la teología que trata acerca del mal; doctrina teológica sobre la fragilidad o el mal; del griego: poneros-> mal.
Pero el Dr. Lobaczewski no proponía un estudio “teológico”, sino un estudió más bien científico de lo que podemos llamar claramente el Mal. El problema es que nuestra cultura científica materialista no admite fácilmente que el mal existe verdaderamente, per se. Sí, el “mal” tiene su lugar en los sermones religiosos, pero hasta allí se le da una importancia menor como “error” o “rebelión” que se corregirá algún día en el futuro, lo que se discute en otra división teológica: la escatología, que trata de los eventos finales en la historia del mundo, del destino final de la humanidad.
Existe un número bastante importante de psicólogos que de hecho se están moviendo en dirección a lo que el Dr. Lobaczewski dijo que ya se había hecho detrás de la Cortina de Hierro hace muchos años. Tengo una pila de sus libros sobre mi escritorio. Algunos de ellos parecen volver a caer en la perspectiva religiosa, simplemente porque no poseen ninguna otra base científica en la cual apoyarse. Yo creo que esto es contraproducente. Como lo escribe George K. Simon, Jr. en su libro “En ropa de oveja”: (“In Sheep’s Clothing”) (ALTAMENTE recomendado)
Hemos sido preprogramados para creer que la gente sólo exhibe problemas de comportamiento cuando son “perturbados” por dentro o que están ansiosos por algo. También nos han enseñado que la gente sólo ataca cuando ha sido atacada de alguna manera. Por lo tanto, hasta cuando nuestra intuición nos dice que alguien nos está atacando sin razón, no acepamos fácilmente la noción. Generalmente comenzamos a preguntarnos qué es lo que está molestando tanto a esa persona “por debajo de todo” que la está haciendo actuar de una manera tan molesta. Hasta podemos llegar a pensar que quizás hayamos dicho o hecho algo que la “amenazó”. Casi nunca pensamos que pueda estar luchando simplemente para obtener algo, salirse con las suyas o tomar el mando. Entonces, en lugar de verla simplemente luchando, la vemos como si estuviesen principalmente sufriendo de algún modo.
No sólo nos cuesta por lo general reconocer la manera en que la gente nos puede agredir, sino que también tenemos dificultades para discernir el carácter notablemente agresivo de algunas personas. El legado del trabajo de Sigmund Freud tiene mucho que ver con esto. Las teorías de Freud (y las de otros que se basaron en su trabajo) influenciaron fuertemente la psicología de la personalidad durante mucho tiempo. Elementos de las teorías clásicas de la personalidad se hicieron un camino hacia otras disciplinas además de la psicología, así como en muchas instituciones sociales y empresas. Los principios básicos de estas teorías y su constructo con un sello contrastante, la neurosis, se fueron grabando relativamente bien en la conciencia pública.
Las teorías psicodinámicas de la personalidad tienden a ver a todos, por lo menos hasta un cierto grado, como neuróticos. Los individuos neuróticos son gente extremadamente inhibida que sufre de miedo (ansiedad), culpa y vergüenza desproporcionados cuando se trata de asegurarse sus deseos y necesidades básicos. Nunca es suficiente recalcar el impacto maligno de generalizar las observaciones de Freud acerca de un grupo de individuos extremadamente inhibidos en una serie importante de suposiciones sobres las causas de la enfermedad o la salud psicológica de todos. […]
Terapeutas cuyo entrenamiento los ha indoctrinado por demás con la teoría de la neurosis, pueden llegar a “encuadrar” problemas presentándolos incorrectamente. Pueden, por ejemplo, asumir que una persona que durante toda su vida ha perseguido la independencia de manera agresiva y demostrado poca infinidad con los demás, debe necesariamente estar “compensando” un “miedo” a la intimidad. Dicho de otro modo, verán a un luchador empedernido como a alguien que escapa aterrorizado, y dejarán de percibir por lo tanto la realidad esencial de la situación. […]
Necesitamos un margen de estudio completamente diferente si queremos entender verdaderamente, ocuparnos de, y tratar a la clase de gente que lucha demasiado, en contraste con aquellos que se acobardan o “salen corriendo” exageradamente.
El problema es, por supuesto, que cuando uno lee todos los libros acerca de gente como la que el Dr. Simon está describiendo, descubre que “tratamiento” en realidad significa tratar a las víctimas, porque los agresores casi nunca buscan ayuda.
Volviendo al Dr. Lobaczewski: escribí para pedir más detalles sobre porqué este trabajo importante era generalmente desconocido. Cuál era el significado de su frase: “Resultó ser que yo no era la primera persona llegada a los Estados Unidos trayendo un conocimiento similar, y una vez allí, tratada de una manera similar.” Respondió por correo electrónico:

[…] Hace unos años la publicación del libro en los Estados Unidos fue aniquilada impresionantemente por el Sr. Zbigniew Brzezinski. Cuál fue su motivación, eso sólo lo puedo adivinar. ¿Fue su propia estrategia privada, o actuó como lo que seguramente es, un conocedor del “gran sistema”? Cuántos billones de dólares y cuántas vidas humanas la falta de esta ciencia ha costado al mundo. […]
En cuanto a quién más estuvo envuelto en este trabajo: en aquellos tiempos, un tal trabajo sólo podía ser realizado en secreto absoluto. Durante la ocupación alemana, aprendimos a no pedir nunca nombres si bien se sabía muy bien que esa era una comunicación internacional entre científicos. Le puedo decir que un científico húngaro fue asesinado por causa de su trabajo en este proyecto, y en Polonia, el profesor Stephan Blachowski murió misteriosamente mientras trabajaba en estas investigaciones. Con certeza el profesor Kasimir Dabrowski estaba activo en el estudio, ya que era un experto en psicopatía. Escapó a los Estados Unidos, y en Nueva York se convirtió en objeto de acoso, del mismo modo que yo ya lo había sido. Fue a Canadá y trabajó en la universidad de Edmonton.
Luego de haber leído el trabajo de Lobaczewski, es fácil entender porqué Brzezinski lo suprimió. ¡Expone a los Neocons y a los Patócratas de manera tan completa que no podían dejar que eso se propagara! También es posible que lo hayan utilizado como una libreta de anotaciones para tomarle aún más el pelo a las masas.

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