Papa Francisco propone a los cubanos vencer la resistencia al cambio
El Papa, quien llegó el sábado por la tarde a Cuba, tuvo una agotadora jornada el domingo, cuando se reunió con el líder histórico de la revolución cubana Fidel Castro y dio una misa masiva a la que asistieron el presidente Raúl Castro y su colega argentina Cristina Fernández de Kirchner.
Papa Francisco saluda a fieles católicos reunidos en la Plaza de la Revolución en Holguín (Reuters)
EL UNIVERSAL
lunes 21 de septiembre de 2015 01:09 PM
Holguín, Cuba.- El papa Francisco llamó este lunes a superar la resistencia al cambio, en el inicio del segundo tramo de su viaje a Cuba con una misa campal en la provincia oriental de Holguín.
Desde la Plaza de la Revolución de Holguín, el pontífice argentino Jorge Mario Bergoglio dijo que Jesús desafía a diario con preguntas sobre el cambio, explicó AP.
"Nos invita a ir lentamente superando nuestros preconceptos, nuestras resistencias al cambio de los demás e incluso de nosotros mismos", señaló en la homilía.
Francisco cumple su tercera jornada por la isla, donde ha pedido a la gente servir a la gente más que a las ideologías y a no cerrarse frente a quien piensa diferente, un mensaje que resuena en un país donde muchos cubanos se quejan de los controles gubernamentales.
El Papa también reconoció el esfuerzo que hace la Iglesia católica para llevar la fe en la isla, donde el triunfo de la revolución en 1959 impulsó el laicismo en la nación caribeña.
En Cuba menos de 10% de los cubanos practican su fe católica y es el país de Latinoamérica con menos católicos.
"Sé con qué esfuerzo y sacrificio la iglesia en Cuba trabaja para llevar a todos, aun en los sitios más apartados, la palabra y la presencia de Cristo", dijo.
Después de una estancia de unas horas en Holguín, el papa viajará a Santiago, donde irá al santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, un símbolo para los cubanos dentro y fuera de la isla.
El lunes es un importante aniversario para el Papa: el 21 de septiembre de 1953, cuando Bergoglio era un estudiante de casi 17 años, fue a confesarse a una iglesia en Buenos Aires y ahí decidió convertirse en sacerdote.
El Pontífice saldrá el martes de Santiago de Cuba a Estados Unidos como parte de una gira que el Vaticano ha dicho busca construir puentes. El Papa ha jugado un papel de intermediación para que ambos países se acercaran luego de cinco décadas de tensiones.
Miles de personas se habían reunido en la Plaza de la Revolución de Holguín aún antes de que el Papa saliera de La Habana.
"Este es el que va a transformar el mundo, que nos hace falta, especialmente a la juventud", dijo Idael Confesor Martínez Leyva, una mujer de 58 años que llegó para la misa con un sombrero de paja con banderas del Vaticano y Cuba.
Un joven de 24 años que trabaja como inspector llegó a la plaza para asistir a la misa. "Tenemos fe en Dios y en este papa que es el tercero que viene a Cuba. Francisco busca la paz entre los hombres y los pueblos y para mí es muy importante que hable español", dijo.
Para Ismabel Rodríguez, una joven de 20 años, las vivencias del papa en Cuba pueden servir para que en el exterior conozcan mejor a la isla. "Se lleva una imagen del pueblo cubano y puede contar sus experiencias aquí", dijo.
Después de la misa, el papa subirá al Cerro de la Cruz, una loma popular desde donde se divisa toda la ciudad.
En las calles hay carteles dándole la bienvenida, incluso colocados en instituciones oficiales, y algunas de las avenidas por las que transitará fueron decoradas con banderas blancas, amarillas y las que tienen los colores de la cubana.
También se entregaron folletos titulados "¿Quién es el Papa?" y automóviles con altavoces circularon por la ciudad anunciando la misa.
En el santuario del Cobre, en Santiago, ha habido más visitas que nunca en estos días, informó Mireya Loreto, una laica voluntaria de 48 años que apoya la organización de los peregrinos que llegan.
"Recibimos más de 1.000 personas cada día en el santuario", explicó Loreto. La cifra es notable dado que el Cobre se encuentra a unos 30 kilómetros de Santiago y se accede mediante un intrincado camino de montañas llenas de árboles y pequeñas parcelas labradas.
Allí dormirá el pontífice en un antiguo convento remodelado.
El Papa, quien llegó el sábado por la tarde a Cuba, tuvo una agotadora jornada el domingo, cuando se reunió con el líder histórico de la revolución cubana Fidel Castro y dio una misa masiva a la que asistieron el presidente Raúl Castro y su colega argentina Cristina Fernández de Kirchner. La homilía se realizó en la famosa Plaza de la Revolución y tuvo como telón de fondo la icónica imagen de guerrillero argentino-cubano Ernesto "Che" Guevara; en ella el Papa habló de la importancia de servir al prójimo y no a una ideología.
Este es el tercer pontífice que vista Cuba en 17 años, luego de Juan Pablo II (el polaco Karol Wojtyla, ahora santo) en 1998 y Benedicto XVI (el alemán Joseph Ratzinger) en 2012.
Desde la Plaza de la Revolución de Holguín, el pontífice argentino Jorge Mario Bergoglio dijo que Jesús desafía a diario con preguntas sobre el cambio, explicó AP.
"Nos invita a ir lentamente superando nuestros preconceptos, nuestras resistencias al cambio de los demás e incluso de nosotros mismos", señaló en la homilía.
Francisco cumple su tercera jornada por la isla, donde ha pedido a la gente servir a la gente más que a las ideologías y a no cerrarse frente a quien piensa diferente, un mensaje que resuena en un país donde muchos cubanos se quejan de los controles gubernamentales.
El Papa también reconoció el esfuerzo que hace la Iglesia católica para llevar la fe en la isla, donde el triunfo de la revolución en 1959 impulsó el laicismo en la nación caribeña.
En Cuba menos de 10% de los cubanos practican su fe católica y es el país de Latinoamérica con menos católicos.
"Sé con qué esfuerzo y sacrificio la iglesia en Cuba trabaja para llevar a todos, aun en los sitios más apartados, la palabra y la presencia de Cristo", dijo.
Después de una estancia de unas horas en Holguín, el papa viajará a Santiago, donde irá al santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, un símbolo para los cubanos dentro y fuera de la isla.
El lunes es un importante aniversario para el Papa: el 21 de septiembre de 1953, cuando Bergoglio era un estudiante de casi 17 años, fue a confesarse a una iglesia en Buenos Aires y ahí decidió convertirse en sacerdote.
El Pontífice saldrá el martes de Santiago de Cuba a Estados Unidos como parte de una gira que el Vaticano ha dicho busca construir puentes. El Papa ha jugado un papel de intermediación para que ambos países se acercaran luego de cinco décadas de tensiones.
Miles de personas se habían reunido en la Plaza de la Revolución de Holguín aún antes de que el Papa saliera de La Habana.
"Este es el que va a transformar el mundo, que nos hace falta, especialmente a la juventud", dijo Idael Confesor Martínez Leyva, una mujer de 58 años que llegó para la misa con un sombrero de paja con banderas del Vaticano y Cuba.
Un joven de 24 años que trabaja como inspector llegó a la plaza para asistir a la misa. "Tenemos fe en Dios y en este papa que es el tercero que viene a Cuba. Francisco busca la paz entre los hombres y los pueblos y para mí es muy importante que hable español", dijo.
Para Ismabel Rodríguez, una joven de 20 años, las vivencias del papa en Cuba pueden servir para que en el exterior conozcan mejor a la isla. "Se lleva una imagen del pueblo cubano y puede contar sus experiencias aquí", dijo.
Después de la misa, el papa subirá al Cerro de la Cruz, una loma popular desde donde se divisa toda la ciudad.
En las calles hay carteles dándole la bienvenida, incluso colocados en instituciones oficiales, y algunas de las avenidas por las que transitará fueron decoradas con banderas blancas, amarillas y las que tienen los colores de la cubana.
También se entregaron folletos titulados "¿Quién es el Papa?" y automóviles con altavoces circularon por la ciudad anunciando la misa.
En el santuario del Cobre, en Santiago, ha habido más visitas que nunca en estos días, informó Mireya Loreto, una laica voluntaria de 48 años que apoya la organización de los peregrinos que llegan.
"Recibimos más de 1.000 personas cada día en el santuario", explicó Loreto. La cifra es notable dado que el Cobre se encuentra a unos 30 kilómetros de Santiago y se accede mediante un intrincado camino de montañas llenas de árboles y pequeñas parcelas labradas.
Allí dormirá el pontífice en un antiguo convento remodelado.
El Papa, quien llegó el sábado por la tarde a Cuba, tuvo una agotadora jornada el domingo, cuando se reunió con el líder histórico de la revolución cubana Fidel Castro y dio una misa masiva a la que asistieron el presidente Raúl Castro y su colega argentina Cristina Fernández de Kirchner. La homilía se realizó en la famosa Plaza de la Revolución y tuvo como telón de fondo la icónica imagen de guerrillero argentino-cubano Ernesto "Che" Guevara; en ella el Papa habló de la importancia de servir al prójimo y no a una ideología.
Este es el tercer pontífice que vista Cuba en 17 años, luego de Juan Pablo II (el polaco Karol Wojtyla, ahora santo) en 1998 y Benedicto XVI (el alemán Joseph Ratzinger) en 2012.
Francisco insta a los cubanos a servir "a las personas" y no a las ideas
"Quien quiera ser grande, que sirva a los demás, no que se sirva de los demás", agregó. "Hay un 'servicio' que sirve; pero debemos cuidarnos del otro servicio, de la tentación del 'servicio' que 'se' sirve", pidió el Sumo Pontífice.
El papa defendió el concepto del "servicio" a los demás.
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EFE
domingo 20 de septiembre de 2015 09:39 AM
La Habana.- El papa Francisco llamó hoy durante su mensaje pastoral en Cuba a alejar el "servicio al prójimo" de la ideología y vincularlo a "las personas".
"Hay una forma de ejercer el servicio que tiene como interés el beneficiar a los 'míos', en nombre de lo 'nuestro'", dijo Francisco durante una homilía ante más de 100.000 personas en la Plaza de la Revolución de La Habana, informó DPA.
"Ese servicio siempre deja a los 'tuyos' por fuera, generando una dinámica de exclusión", lamentó el papa. "Por eso nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas", sostuvo el pontífice argentino.
El mensaje pastoral del papa en la multitudinaria misa que ofició en La Habana era aguardado hoy con expectación por la posibilidad de que aludiese indirectamente a la realidad social y política de la isla.
Los predecesores de Francisco, Juan Pablo II y Benedicto XVI, también pronunciaron discursos similares durante sendas visitas que hicieron a la isla en 1998 y 2012, respectivamente.
Para su homilía celebrada ante el presidente Raúl Castro, la mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner, cientos de invitados de la cúpula del gobierno comunista de la isla y decenas de miles de feligreses y curiosos, Francisco eligió el "servicio al prójimo" en la vida religiosa como tema central.
"Lejos de todo tipo de elitismo, el horizonte de Jesús no es para unos pocos privilegiados capaces de llegar al 'conocimiento deseado' o a distintos niveles de espiritualidad", dijo el religioso jesuita.
"Quien quiera ser grande, que sirva a los demás, no que se sirva de los demás", agregó. "Hay un 'servicio' que sirve; pero debemos cuidarnos del otro servicio, de la tentación del 'servicio' que 'se' sirve", pidió.
"No nos olvidemos de la buena nueva de hoy: la importancia de un pueblo, de una nación", dijo también el papa argentino al cerrar su homilía en el segundo día de su visita a la isla. Francisco había iniciado el sábado su primer viaje a la isla dirigiendo su saludo "a todos los cubanos", mencionando además explícitamente a los emigrados.
La misa que Francisco ofició hoy al aire libre en la Plaza de la Revolución, uno de los lugares emblemáticos del castrismo, era uno de los eventos más esperado de la visita pastoral de cuatro días del papa a Cuba, que tiene también un fuerte contenido político.
Miles de personas se empezaron a congregar a partir de las 3:00 de la madrugada (hora local, 7:00 GMT) en la explanada para ver a Jorge Mario Bergolio. "Nos hemos pasado toda la madrugada sin dormir para venir", dijo a la agencia dpa Ana María Ferrer, una católica habanera de 52 años. Ver a Francisco "es lo más grande del mundo".
Las autoridades pusieron también decenas de autobuses a disposición para que simpatizantes del gobierno y trabajadores estatales pudieran llegar a la famosa plaza, conocida entre otras cosas por una imagen gigante en relieve del guerrillero argentino Ernesto "Che" Guevara.
Grupos de opositores políticos habían señalado de antemano que temían que las autoridades impidan llegar a la plaza a aquellos disidentes que quisieran hacerlo.
Francisco mencionó en su saludo al llegar a La Habana el sábado también a "aquellos" que no podría ver "por diversos motivos" durante su estancia en Cuba. Las palabras se interpretaron como una indicación de que el papa no verá a disidentes en Cuba, como piden varios de ellos.
Varios niños recibieron simbólicamente la comunión de manos de Francisco durante la misa. Aunque un 60 por ciento de los cubanos están bautizados, en la isla la fe católica no está tan expandida como en otros países de América Latina.
El gobierno de Fidel Castro se enfrentó con la Iglesia tras el triunfo de la revolución de 1959. El catolicismo vivió duros tiempos sobre todo en la década posterior. Numerosos religiosos católicos tuvieron que dejar el país en los años posteriores a la llegada de Fidel Castro al poder. El Estado cubano aboga en tanto públicamente por la libertad religiosa.
Sobre todo la visita de Juan Pablo II, que ofició la primera misa de un pontífice católico en la plaza, en 1998 impulsó el renacimiento de la fe católica en la isla antillana. El gobierno cubano aboga en tanto públicamente por la libertad religiosa.
La visita de Francisco a Cuba tiene también un alto perfil político debido al papel de mediador del papa en el histórico acercamiento entre los gobiernos de La Habana y Washington.
El jesuita argentino viajará el martes 22 directamente desde la isla a Estados Unidos como parte de un simbólico itinerario de nueve días que une a ambos países.
"Hay una forma de ejercer el servicio que tiene como interés el beneficiar a los 'míos', en nombre de lo 'nuestro'", dijo Francisco durante una homilía ante más de 100.000 personas en la Plaza de la Revolución de La Habana, informó DPA.
"Ese servicio siempre deja a los 'tuyos' por fuera, generando una dinámica de exclusión", lamentó el papa. "Por eso nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas", sostuvo el pontífice argentino.
El mensaje pastoral del papa en la multitudinaria misa que ofició en La Habana era aguardado hoy con expectación por la posibilidad de que aludiese indirectamente a la realidad social y política de la isla.
Los predecesores de Francisco, Juan Pablo II y Benedicto XVI, también pronunciaron discursos similares durante sendas visitas que hicieron a la isla en 1998 y 2012, respectivamente.
Para su homilía celebrada ante el presidente Raúl Castro, la mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner, cientos de invitados de la cúpula del gobierno comunista de la isla y decenas de miles de feligreses y curiosos, Francisco eligió el "servicio al prójimo" en la vida religiosa como tema central.
"Lejos de todo tipo de elitismo, el horizonte de Jesús no es para unos pocos privilegiados capaces de llegar al 'conocimiento deseado' o a distintos niveles de espiritualidad", dijo el religioso jesuita.
"Quien quiera ser grande, que sirva a los demás, no que se sirva de los demás", agregó. "Hay un 'servicio' que sirve; pero debemos cuidarnos del otro servicio, de la tentación del 'servicio' que 'se' sirve", pidió.
"No nos olvidemos de la buena nueva de hoy: la importancia de un pueblo, de una nación", dijo también el papa argentino al cerrar su homilía en el segundo día de su visita a la isla. Francisco había iniciado el sábado su primer viaje a la isla dirigiendo su saludo "a todos los cubanos", mencionando además explícitamente a los emigrados.
La misa que Francisco ofició hoy al aire libre en la Plaza de la Revolución, uno de los lugares emblemáticos del castrismo, era uno de los eventos más esperado de la visita pastoral de cuatro días del papa a Cuba, que tiene también un fuerte contenido político.
Miles de personas se empezaron a congregar a partir de las 3:00 de la madrugada (hora local, 7:00 GMT) en la explanada para ver a Jorge Mario Bergolio. "Nos hemos pasado toda la madrugada sin dormir para venir", dijo a la agencia dpa Ana María Ferrer, una católica habanera de 52 años. Ver a Francisco "es lo más grande del mundo".
Las autoridades pusieron también decenas de autobuses a disposición para que simpatizantes del gobierno y trabajadores estatales pudieran llegar a la famosa plaza, conocida entre otras cosas por una imagen gigante en relieve del guerrillero argentino Ernesto "Che" Guevara.
Grupos de opositores políticos habían señalado de antemano que temían que las autoridades impidan llegar a la plaza a aquellos disidentes que quisieran hacerlo.
Francisco mencionó en su saludo al llegar a La Habana el sábado también a "aquellos" que no podría ver "por diversos motivos" durante su estancia en Cuba. Las palabras se interpretaron como una indicación de que el papa no verá a disidentes en Cuba, como piden varios de ellos.
Varios niños recibieron simbólicamente la comunión de manos de Francisco durante la misa. Aunque un 60 por ciento de los cubanos están bautizados, en la isla la fe católica no está tan expandida como en otros países de América Latina.
El gobierno de Fidel Castro se enfrentó con la Iglesia tras el triunfo de la revolución de 1959. El catolicismo vivió duros tiempos sobre todo en la década posterior. Numerosos religiosos católicos tuvieron que dejar el país en los años posteriores a la llegada de Fidel Castro al poder. El Estado cubano aboga en tanto públicamente por la libertad religiosa.
Sobre todo la visita de Juan Pablo II, que ofició la primera misa de un pontífice católico en la plaza, en 1998 impulsó el renacimiento de la fe católica en la isla antillana. El gobierno cubano aboga en tanto públicamente por la libertad religiosa.
La visita de Francisco a Cuba tiene también un alto perfil político debido al papel de mediador del papa en el histórico acercamiento entre los gobiernos de La Habana y Washington.
El jesuita argentino viajará el martes 22 directamente desde la isla a Estados Unidos como parte de un simbólico itinerario de nueve días que une a ambos países.
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