Obama destaca alianza con el Papa en acercamiento con Cuba
Cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington, y el papa Francisco AP
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EL UNIVERSAL
jueves 24 de septiembre de 2015 12:00 AM
Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, destacó su alianza con el papa Francisco en el acercamiento con Cuba, la lucha contra el cambio climático y la preocupación por los inmigrantes y los refugiados, al recibir al Pontífice en la Casa Blanca y elogiar su "ejemplo moral".
"Su Santidad, con sus palabras y acciones, usted establece un profundo ejemplo moral. Y en los recordatorios suaves pero firmes de nuestras obligaciones con Dios y el prójimo nos sacude la complacencia", manifestó Obama sobre el Papa, en un breve discurso en la ceremonia oficial de bienvenida a la Casa Blanca, resaltó Efe.
El Presidente quiso darle las gracias por "su inestimable apoyo" al "nuevo comienzo" entre Estados Unidos y Cuba, que ofrece, a su juicio, la "promesa" de una mejor relación bilateral, mayor cooperación en todo el continente y "una vida mejor para el pueblo cubano".
Tanto el Gobierno de Estados Unidos como el de Cuba han reconocido el papel crucial que desempeñó el Papa en las conversaciones secretas que derivaron en el acuerdo anunciado en diciembre pasado para la normalización de relaciones bilaterales y el restablecimiento de los lazos diplomáticos.
Sin citar el caso de Cuba, en su discurso el Santo Padre elogió ante Obama los esfuerzos hechos recientemente para "reparar las relaciones rotas" y "abrir nuevas puertas de cooperación" en la humanidad.
A la ceremonia oficial de bienvenida, celebrada en los jardines de la Casa Blanca, asistieron más de 11.000 invitados, sin contar al personal del recinto, militares, seguridad, periodistas y miembros de los partidos Demócrata y Republicano.
El acto contó con la actuación del coro de gospel de la iglesia de San Agustín, la más antigua de la comunidad católica negra de Washington, y al final Obama, su esposa Michelle y el Pontífice subieron al balcón de la Casa Blanca para saludar a los invitados reunidos en el jardín.
Tras la ceremonia, Obama y el Santo Padre se reunieron en privado durante 40 minutos en la Oficina Oval, donde no hicieron declaraciones ni respondieron preguntas de la prensa.
Obama regaló una escultura en metal de una paloma ascendente que lleva, además, incorporada una barra del armazón original de la Estatua de la Libertad para honrar su "defensa incansable" de "los más vulnerables", dijo la Casa Blanca.
Francisco instó al pueblo estadounidense a solucionar el problema "urgente" del cambio climático. El Papa invocó al líder de los derechos civiles más conocido de Estados Unidos, el reverendo Martín Luther King Jr., para subrayar su iniciativa sobre el medio ambiente.
Dirigiéndose luego a obispos estadounidenses, Francisco reconoció que los escándalos por abusos sexuales contaminaron a la Iglesia durante años y dijo que estos "crímenes nunca deberían repetirse", citó Reuters.
El Papa respaldó el matrimonio tradicional en sus declaraciones, destacando que viajará más tarde a Philadelphia durante su visita de seis días a Estados Unidos para reunirse con católicos y "celebrar y apoyar las instituciones del matrimonio y la familia".
Mas tarde encabezó la canonización de fray Junípero Serra, el primer santo hispano de Estados Unidos. El español Serra fue el fundador de las misiones católicas en California.
"Su Santidad, con sus palabras y acciones, usted establece un profundo ejemplo moral. Y en los recordatorios suaves pero firmes de nuestras obligaciones con Dios y el prójimo nos sacude la complacencia", manifestó Obama sobre el Papa, en un breve discurso en la ceremonia oficial de bienvenida a la Casa Blanca, resaltó Efe.
El Presidente quiso darle las gracias por "su inestimable apoyo" al "nuevo comienzo" entre Estados Unidos y Cuba, que ofrece, a su juicio, la "promesa" de una mejor relación bilateral, mayor cooperación en todo el continente y "una vida mejor para el pueblo cubano".
Tanto el Gobierno de Estados Unidos como el de Cuba han reconocido el papel crucial que desempeñó el Papa en las conversaciones secretas que derivaron en el acuerdo anunciado en diciembre pasado para la normalización de relaciones bilaterales y el restablecimiento de los lazos diplomáticos.
Sin citar el caso de Cuba, en su discurso el Santo Padre elogió ante Obama los esfuerzos hechos recientemente para "reparar las relaciones rotas" y "abrir nuevas puertas de cooperación" en la humanidad.
A la ceremonia oficial de bienvenida, celebrada en los jardines de la Casa Blanca, asistieron más de 11.000 invitados, sin contar al personal del recinto, militares, seguridad, periodistas y miembros de los partidos Demócrata y Republicano.
El acto contó con la actuación del coro de gospel de la iglesia de San Agustín, la más antigua de la comunidad católica negra de Washington, y al final Obama, su esposa Michelle y el Pontífice subieron al balcón de la Casa Blanca para saludar a los invitados reunidos en el jardín.
Tras la ceremonia, Obama y el Santo Padre se reunieron en privado durante 40 minutos en la Oficina Oval, donde no hicieron declaraciones ni respondieron preguntas de la prensa.
Obama regaló una escultura en metal de una paloma ascendente que lleva, además, incorporada una barra del armazón original de la Estatua de la Libertad para honrar su "defensa incansable" de "los más vulnerables", dijo la Casa Blanca.
Francisco instó al pueblo estadounidense a solucionar el problema "urgente" del cambio climático. El Papa invocó al líder de los derechos civiles más conocido de Estados Unidos, el reverendo Martín Luther King Jr., para subrayar su iniciativa sobre el medio ambiente.
Dirigiéndose luego a obispos estadounidenses, Francisco reconoció que los escándalos por abusos sexuales contaminaron a la Iglesia durante años y dijo que estos "crímenes nunca deberían repetirse", citó Reuters.
El Papa respaldó el matrimonio tradicional en sus declaraciones, destacando que viajará más tarde a Philadelphia durante su visita de seis días a Estados Unidos para reunirse con católicos y "celebrar y apoyar las instituciones del matrimonio y la familia".
Mas tarde encabezó la canonización de fray Junípero Serra, el primer santo hispano de Estados Unidos. El español Serra fue el fundador de las misiones católicas en California.
¿El Papa izquierdista?
MARÍA TERESA ROMERO | EL UNIVERSAL
jueves 24 de septiembre de 2015 12:00 AM
Ciertamente el Papa Francisco fue demasiado cauto, prudente, diplomático; mucho más de lo que fueron los sumos pontífices que le precedieron, quienes dejaron mensajes más concretos en el recuerdo de los cubanos sobre sus respectivas percepciones cristianas de lo que es y debe ser un buen gobierno.
Francisco, sin duda, centró su atención en no molestar en lo más mínimo al castrismo y su silencio en defensa de los derechos humanos, la democracia, la sociedad civil y la persecución de los disidentes cubanos fue atronador. De allí que ahora abunden las críticas en su contra y que hasta algunos lo estén calificado de izquierdista.
Pero tildarlo de izquierdista radical es una exageración absurda. El Papa Francisco ha dado numerosas muestras de lo contrario pese a sus cuestionamientos -muchos comprensibles- hacia el capitalismo. De hecho durante la primera misa que ofreció en Cuba criticó duramente la supremacía de las ideologías, y lo hizo en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana. En el pasado, por ejemplo, Jorge Mario Bergoglio fue duro contra el chavismo, el kirsnerismo y al populismo. El Papa es más bien un humanista reformador comprometido con la doctrina social de la Iglesia.
Nos gusten o no, durante su paso por Cuba parecieran haber prevalecido dos objetivos: ante todo, cumplir con su misión pastoral de revivir la Iglesia, es decir, de atraer al pueblo cubano al catolicismo y de lograr mejores relaciones entre la Iglesia católica y el régimen castrista. Como bien lo señaló The New York Times International Weekly, habiendo ayudado a abrir Cuba al mundo, el primer Papa latinoamericano quiso tratar de abrir Cuba a la Iglesia católica romana.
Por otra parte, profundizar su papel de mediador neutral en el acercamiento entre EEUU y Cuba. No olvidemos que por un año o más, el Papa hizo lo que pocos veían como posible: propiciar negociaciones secretas en el Vaticano entre dos enemigos históricos de la Guerra Fría para una reapertura diplomática. Es lógico que ahora quiera continuar la tarea que mucho falta por concluir.
Aunque para mí la consecución de estos objetivos no justifica la condescendencia -al menos pública- con el régimen castrista y su silencio ante su represión, ello no quiere decir que ahora el Papa Francisco se haya convertido en un izquierdista con simpatías por los hermanos Castro. Creo que esta es una interpretación simplista.
matero1955@gmail.com
Francisco, sin duda, centró su atención en no molestar en lo más mínimo al castrismo y su silencio en defensa de los derechos humanos, la democracia, la sociedad civil y la persecución de los disidentes cubanos fue atronador. De allí que ahora abunden las críticas en su contra y que hasta algunos lo estén calificado de izquierdista.
Pero tildarlo de izquierdista radical es una exageración absurda. El Papa Francisco ha dado numerosas muestras de lo contrario pese a sus cuestionamientos -muchos comprensibles- hacia el capitalismo. De hecho durante la primera misa que ofreció en Cuba criticó duramente la supremacía de las ideologías, y lo hizo en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana. En el pasado, por ejemplo, Jorge Mario Bergoglio fue duro contra el chavismo, el kirsnerismo y al populismo. El Papa es más bien un humanista reformador comprometido con la doctrina social de la Iglesia.
Nos gusten o no, durante su paso por Cuba parecieran haber prevalecido dos objetivos: ante todo, cumplir con su misión pastoral de revivir la Iglesia, es decir, de atraer al pueblo cubano al catolicismo y de lograr mejores relaciones entre la Iglesia católica y el régimen castrista. Como bien lo señaló The New York Times International Weekly, habiendo ayudado a abrir Cuba al mundo, el primer Papa latinoamericano quiso tratar de abrir Cuba a la Iglesia católica romana.
Por otra parte, profundizar su papel de mediador neutral en el acercamiento entre EEUU y Cuba. No olvidemos que por un año o más, el Papa hizo lo que pocos veían como posible: propiciar negociaciones secretas en el Vaticano entre dos enemigos históricos de la Guerra Fría para una reapertura diplomática. Es lógico que ahora quiera continuar la tarea que mucho falta por concluir.
Aunque para mí la consecución de estos objetivos no justifica la condescendencia -al menos pública- con el régimen castrista y su silencio ante su represión, ello no quiere decir que ahora el Papa Francisco se haya convertido en un izquierdista con simpatías por los hermanos Castro. Creo que esta es una interpretación simplista.
matero1955@gmail.com
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