NUEVA YORK – Mientras el Papa Francisco volaba desde Washington a Nueva York, el coro de la Catedral de San Patricio ya entonaba los cantos religiosos para dar la bienvenida a los asistentes a la oración de las Vísperas que dará elSanto Padre dentro del icónico templo neoyorquino, y que comenzaría a las 6:45 p.m.
Los asistentes, principalmente sacerdotes, religiosas y religiosos de Nueva York y las diócesis aledañas, comenzaron a entrar a la catedral a las 3 p.m., luego de pasar por intensos chequeos de seguridad a cargo del Servicio Secreto.
“Es una emoción ver al Papa personalmente y poder rezar con él. Es una gran gracia.Que sea argentino tiene un gusto especial”, dijo la hermana María del Redentor, compatriota del Pontífice y proveniente de San Rafael, quien vive una vida de oración y salió especialmente de su convento en Brooklyn para ser parte de este evento.
A pesar de las más de dos horas de espera, los asistentes no se mostraron cansados, sino todo lo contrario. “No sé ni cómo decirlo. Para mí es algo tan importante ver alPapa aquí en Nueva York, que se va a dirigir a los sacerdotes y a las monjas y a las comunidades religiosas principalmente”, dijo la hermana Iraida Guerra, quien es parte del movimiento de Schoenstatt en Staten Island.
Pese a que el foco de este evento estará en los religiosos, también se pudieron ver algunos laicos que consiguieron entradas, como la peruana Cecilia Marchena. “Espero que esta oración nos traiga gozo en el espíritu, en el alma. Tan sólo verlo es algo muy grato. Esto para mi es algo milagroso. Nunca me esperé estar aquí. La energía de él llegará a mi familia y a todos”, comentó Marchena.
Más de 2,000 personas serán parte de esta oración de vísperas. A pesar de que esta no es una eucaristía, el Papa Francisco sí hará una homilía, en la que hablaría en español.
NUEVA YORK – Mientras el Papa Francisco volaba desde Washington a Nueva York, el coro de la Catedral de San Patricio ya entonaba los cantos religiosos para dar la bienvenida a los asistentes a la oración de las Vísperas que dará elSanto Padre dentro del icónico templo neoyorquino, y que comenzaría a las 6:45 p.m.
Los asistentes, principalmente sacerdotes, religiosas y religiosos de Nueva York y las diócesis aledañas, comenzaron a entrar a la catedral a las 3 p.m., luego de pasar por intensos chequeos de seguridad a cargo del Servicio Secreto.
“Es una emoción ver al Papa personalmente y poder rezar con él. Es una gran gracia.Que sea argentino tiene un gusto especial”, dijo la hermana María del Redentor, compatriota del Pontífice y proveniente de San Rafael, quien vive una vida de oración y salió especialmente de su convento en Brooklyn para ser parte de este evento.
A pesar de las más de dos horas de espera, los asistentes no se mostraron cansados, sino todo lo contrario. “No sé ni cómo decirlo. Para mí es algo tan importante ver alPapa aquí en Nueva York, que se va a dirigir a los sacerdotes y a las monjas y a las comunidades religiosas principalmente”, dijo la hermana Iraida Guerra, quien es parte del movimiento de Schoenstatt en Staten Island.
Pese a que el foco de este evento estará en los religiosos, también se pudieron ver algunos laicos que consiguieron entradas, como la peruana Cecilia Marchena. “Espero que esta oración nos traiga gozo en el espíritu, en el alma. Tan sólo verlo es algo muy grato. Esto para mi es algo milagroso. Nunca me esperé estar aquí. La energía de él llegará a mi familia y a todos”, comentó Marchena.
Más de 2,000 personas serán parte de esta oración de vísperas. A pesar de que esta no es una eucaristía, el Papa Francisco sí hará una homilía, en la que hablaría en español.
En las Vísperas en la catedral de San Patricio, Francico manifestó su admiración y gratitud a las religiosas de Estados Unidos
Por Redacción
Madrid, 25 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
Madrid, 25 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
El papa Francisco apeló este jueves por la tarde a la gratitud y a la laboriosidad, “los dos pilares de la vida espiritual”, durante la celebración de las Vísperas con el clero, religiosos y religiosas estadounidenses. Así, el Pontífice instó a los fieles a dedicar el tiempo de descanso a servir “a los pobres, a los refugiados, a los inmigrantes, a los enfermos, a los explotados, a los ancianos que sufren la soledad, a los encarcelados y a tantos otros pobres de Dios”.
Antes de compartir esa reflexión con los asistentes, el Santo Padre quiso dedicar sus primeras palabras a los hermanos musulmanes por “la tragedia que su pueblo había sufrido en La Meca”.
Nada más entrar en la catedral de San Patricio, con las campanas doblando, Francisco admiró la majestuosidad del templo de estilo gótico reabierto después de tres años de trabajos.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, el alcalde Bill Di Blasio y otros dignatarios ya lo habían recibido al pie de la escalinata del histórico edificio en plena Quinta Avenida.
En este lucido escenario, que calificó de bello y donde rezó para que los católicos refuercen “el reino de Dios en este país”, el Papa hizo referencia a los escándalos sexuales que ha vivido la Iglesia en Estados Unidos. “Los acompaño en este momento de dolor y dificultad”, dijo el Pontífice tras reconocer el sufrimiento por “la vergüenza causada por tantos hermanos que han herido y escandalizado a la Iglesia en sus hijos más indefensos”.
Como contrapunto, nombró a santa Elizabeth Ann Seton y a san John Neumann por su contribución a la educación católica. Una labor que desempeñaron “a costa de grandes sacrificios y con una caridad heroica”.
En el corazón de Manhattan, el Santo Padre volvió a levantar aplausos entre los presentes como hizo por la mañana en el Congreso en Washington DC; casi al final de su homilía en Nueva York, cuando expresó su admiración y gratitud a las religiosas de Estados Unidos. "¿Qué sería de la Iglesia sin ustedes? Mujeres fuertes, luchadoras; con ese espíritu de coraje que las pone en la primera línea del anuncio del Evangelio", subrayó el Papa antes de decirles que “las quiero mucho”.
Miles de neoyorquinos pudieron ver hoy por primera vez a Francisco mientras se dirigía a la catedral de San Patricio en el papamóvil.
También puede leer:
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Francisco expresa su cercanía con los musulmanes tras la tragedia en La Meca
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Nada más entrar en la catedral de San Patricio, con las campanas doblando, Francisco admiró la majestuosidad del templo de estilo gótico reabierto después de tres años de trabajos.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, el alcalde Bill Di Blasio y otros dignatarios ya lo habían recibido al pie de la escalinata del histórico edificio en plena Quinta Avenida.
En este lucido escenario, que calificó de bello y donde rezó para que los católicos refuercen “el reino de Dios en este país”, el Papa hizo referencia a los escándalos sexuales que ha vivido la Iglesia en Estados Unidos. “Los acompaño en este momento de dolor y dificultad”, dijo el Pontífice tras reconocer el sufrimiento por “la vergüenza causada por tantos hermanos que han herido y escandalizado a la Iglesia en sus hijos más indefensos”.
Como contrapunto, nombró a santa Elizabeth Ann Seton y a san John Neumann por su contribución a la educación católica. Una labor que desempeñaron “a costa de grandes sacrificios y con una caridad heroica”.
En el corazón de Manhattan, el Santo Padre volvió a levantar aplausos entre los presentes como hizo por la mañana en el Congreso en Washington DC; casi al final de su homilía en Nueva York, cuando expresó su admiración y gratitud a las religiosas de Estados Unidos. "¿Qué sería de la Iglesia sin ustedes? Mujeres fuertes, luchadoras; con ese espíritu de coraje que las pone en la primera línea del anuncio del Evangelio", subrayó el Papa antes de decirles que “las quiero mucho”.
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El Pontífice dedica un momento de oración a las víctimas de la estampida en la ciudad saudí durante las Vísperas en la catedral de San Patricio en Nueva York
Por Redacción
Madrid, 25 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
Madrid, 25 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
El papa Francisco ha expresado este jueves por la tarde tarde su pésame y cercanía a los musulmanes por la trágica muerte de más de 700 peregrinos que se dirigían a La Meca.
Antes de su homilía durante el rezo de las Vísperas con el clero, religiosos y religiosas de Estados Unidos en la catedral de San Patricio, en Nueva York, el Santo Padre ha expresado su “cercanía ante la tragedia que su pueblo ha sufrido hoy en La Meca”. “En este momento de oración, me uno y nos unimos en la plegaria a Dios, nuestro Padre Todopoderoso y misericordioso”, ha dicho.
Al menos 717 personas han muerto y 805 han resultado heridas hoy por una estampida registrada a las afueras de la ciudad saudí de La Meca, durante el Hajj, la peregrinación en la que participan millones de fieles que profesan el islam.
Esta tragedia se produce coincidiendo con el Día del Sacrificio (Aid al-Adha), en el que los musulmanes conmemoran que Abraham aceptó sacrificar a su hijo como un acto de obediencia a Dios.
En este sentido, el Pontífice también ha manifestado su saludo a los musulmanes por esta festividad, y ha asegurado que “hubiera querido que mi saludo fuese más caluroso”.
Antes de su homilía durante el rezo de las Vísperas con el clero, religiosos y religiosas de Estados Unidos en la catedral de San Patricio, en Nueva York, el Santo Padre ha expresado su “cercanía ante la tragedia que su pueblo ha sufrido hoy en La Meca”. “En este momento de oración, me uno y nos unimos en la plegaria a Dios, nuestro Padre Todopoderoso y misericordioso”, ha dicho.
Al menos 717 personas han muerto y 805 han resultado heridas hoy por una estampida registrada a las afueras de la ciudad saudí de La Meca, durante el Hajj, la peregrinación en la que participan millones de fieles que profesan el islam.
Esta tragedia se produce coincidiendo con el Día del Sacrificio (Aid al-Adha), en el que los musulmanes conmemoran que Abraham aceptó sacrificar a su hijo como un acto de obediencia a Dios.
En este sentido, el Pontífice también ha manifestado su saludo a los musulmanes por esta festividad, y ha asegurado que “hubiera querido que mi saludo fuese más caluroso”.