Papa Francisco bendice a una multitud durante su visita a Washington
Consciente de la diversidad de la multitud, el Papa añadió a su habitual petición de que recen por él: "Y si entre ustedes hay algunos que no creen o no pueden rezar, les pido por favor que me deseen cosas buenas".
Papa Francisco conversa con una niña a las puertas de la Nunciatura Apostólica en Washington (AP)
EL UNIVERSAL
jueves 24 de septiembre de 2015 04:04 PM
Washington.- Una diversa multitud recibió este jueves el saludo y la bendición del papa Francisco en los jardines del Capitolio en Washington, después del histórico discurso del Pontífice ante el pleno del Congreso de Estados Unidos.
Decenas de miles de personas esperaban ese momento desde primera hora de la mañana en los jardines del lado oeste del Capitolio, dentro de un recinto blindado con fuertes controles de seguridad y presencia policial, destacó Efe.
La multitud que escuchó al Papa este jueves era mucho más diversa que la que el miércoles esperó durante horas para verlo pasar en su papamóvil por el centro de Washington, que mayoritariamente era latina y católica.
En el evento del Capitolio, al que solo podía accederse por invitación de un legislador, participaron muchas personas que no son religiosas, pero que admiran al papa Francisco como líder internacional.
Consciente de la diversidad de la multitud, el Papa añadió a su habitual petición de que recen por él: "Y si entre ustedes hay algunos que no creen o no pueden rezar, les pido por favor que me deseen cosas buenas".
Este guiño gustó a muchos, como a los jóvenes Kevin McNab y Amessha Sampat, que no son católicos pero están interesados en el papa Francisco como líder de gran influencia en el mundo.
"Representa a una parte de la población muy conservadora y lo que dice es más progresista. Hay mucha gente en todo el mundo esperando oír sus comentarios", dice McNab.
McNab y otros jóvenes con los que pudo hablar Efe destacaron del discurso del papa sus mensajes sobre la lucha contra el cambio climático, la defensa de una sociedad más igualitaria y el llamado a favor de los inmigrantes.
Sus palabras sobre la inmigración fueron especialmente importantes para asociaciones como la Asamblea de Derechos Civiles de Minesota, que llevan años luchando por una reforma migratoria y que tenían muchas expectativas depositadas en la visita del pontífice.
"El papa le ha dicho a los congresistas que no pueden dejarnos atrás", cuenta a Efe satisfecha Antonia Álvarez, que ha viajado durante dos días para ver al papa junto a un grupo de otros 15 hispanos de la organización.
Para la mayoría de los latinos con los que pudo hablar Efe, lo más emotivo de la visita del papa al Congreso fue la bendición desde el balcón de la fachada oeste del Capitolio, en la que hizo una mención especial a "los más importantes, los niños".
"Ha sido lo más especial, sobre todo porque tengo niños pequeños", cuenta a Efe la peruana Carmen Nuñez con uno de sus pequeños en brazos.
El pontífice hizo su saludo y bendición en español, con traducción al inglés, pero quiso despedirse en la lengua de la mayoría de los que le escuchaban con el clásico "Thank you, and God bless America" ("Gracias y que Dios bendiga a América").
Las alusiones patrióticas gustaron mucho entre la multitud que seguía el discurso del papa en los jardines del Capitolio, que vivió uno de los momentos de mayor euforia cuando el papa saludó al principio de su discurso a "la tierra de los libres y el hogar de los valientes", frase emblemática del himno nacional estadounidense.
Otros pasajes de su discurso que fueron acogidos con grandes ovaciones fueron su defensa de los inmigrantes, su llamada a acabar con la pena de muerte a nivel global y su referencia a "lo esencial" que ha sido la familia en la construcción de Estados Unidos.
Más allá de esos momentos de ovación, la multitud que hoy escuchó al papa se mostró mucho menos apasionada que la que ayer le esperó durante horas en las calles del centro de Washington para verle poco más de unos minutos en su papamóvil.
Hoy Francisco, como él hizo notar en su bendición, habló frente a decenas de miles de personas que incluían a ciudadanos que no compartían su fe, pero estaban interesados por su figura como líder internacional y querían vivir el momento histórico del primer discurso de un pontífice ante el Congreso de Estados Unidos. EFE
Decenas de miles de personas esperaban ese momento desde primera hora de la mañana en los jardines del lado oeste del Capitolio, dentro de un recinto blindado con fuertes controles de seguridad y presencia policial, destacó Efe.
La multitud que escuchó al Papa este jueves era mucho más diversa que la que el miércoles esperó durante horas para verlo pasar en su papamóvil por el centro de Washington, que mayoritariamente era latina y católica.
En el evento del Capitolio, al que solo podía accederse por invitación de un legislador, participaron muchas personas que no son religiosas, pero que admiran al papa Francisco como líder internacional.
Consciente de la diversidad de la multitud, el Papa añadió a su habitual petición de que recen por él: "Y si entre ustedes hay algunos que no creen o no pueden rezar, les pido por favor que me deseen cosas buenas".
Este guiño gustó a muchos, como a los jóvenes Kevin McNab y Amessha Sampat, que no son católicos pero están interesados en el papa Francisco como líder de gran influencia en el mundo.
"Representa a una parte de la población muy conservadora y lo que dice es más progresista. Hay mucha gente en todo el mundo esperando oír sus comentarios", dice McNab.
McNab y otros jóvenes con los que pudo hablar Efe destacaron del discurso del papa sus mensajes sobre la lucha contra el cambio climático, la defensa de una sociedad más igualitaria y el llamado a favor de los inmigrantes.
Sus palabras sobre la inmigración fueron especialmente importantes para asociaciones como la Asamblea de Derechos Civiles de Minesota, que llevan años luchando por una reforma migratoria y que tenían muchas expectativas depositadas en la visita del pontífice.
"El papa le ha dicho a los congresistas que no pueden dejarnos atrás", cuenta a Efe satisfecha Antonia Álvarez, que ha viajado durante dos días para ver al papa junto a un grupo de otros 15 hispanos de la organización.
Para la mayoría de los latinos con los que pudo hablar Efe, lo más emotivo de la visita del papa al Congreso fue la bendición desde el balcón de la fachada oeste del Capitolio, en la que hizo una mención especial a "los más importantes, los niños".
"Ha sido lo más especial, sobre todo porque tengo niños pequeños", cuenta a Efe la peruana Carmen Nuñez con uno de sus pequeños en brazos.
El pontífice hizo su saludo y bendición en español, con traducción al inglés, pero quiso despedirse en la lengua de la mayoría de los que le escuchaban con el clásico "Thank you, and God bless America" ("Gracias y que Dios bendiga a América").
Las alusiones patrióticas gustaron mucho entre la multitud que seguía el discurso del papa en los jardines del Capitolio, que vivió uno de los momentos de mayor euforia cuando el papa saludó al principio de su discurso a "la tierra de los libres y el hogar de los valientes", frase emblemática del himno nacional estadounidense.
Otros pasajes de su discurso que fueron acogidos con grandes ovaciones fueron su defensa de los inmigrantes, su llamada a acabar con la pena de muerte a nivel global y su referencia a "lo esencial" que ha sido la familia en la construcción de Estados Unidos.
Más allá de esos momentos de ovación, la multitud que hoy escuchó al papa se mostró mucho menos apasionada que la que ayer le esperó durante horas en las calles del centro de Washington para verle poco más de unos minutos en su papamóvil.
Hoy Francisco, como él hizo notar en su bendición, habló frente a decenas de miles de personas que incluían a ciudadanos que no compartían su fe, pero estaban interesados por su figura como líder internacional y querían vivir el momento histórico del primer discurso de un pontífice ante el Congreso de Estados Unidos. EFE
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