Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Francisco abre la Puerta Santa en la basílica de San Pedro...Estaba presente Benedicto XVI. El Año Jubilar durará hasta el 20 de noviembre de 2016



 Sergio Mora |   |  ZENIT.org |

El papa Francisco ha abierto hoy la Puerta Santa de la basílica de San Pedro y ha ingresado en la misma, seguido en procesión por Benedicto XVI, los cardenales, los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos. La ceremonia, muy sencilla, ha sido seguida por medios de comunicación de todo el mundo.
Ha iniciado así en Roma el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, convocado por la bulaVultus Misericordiae y que durará hasta la solemnidad litúrgica de Cristo Rey, el 20 de noviembre de 2016. Durante período, el Papa invita a “dejarse sorprender por Dios", porque "Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida”.
El cortejo inició con los salmos 121 y 122, de alegría, y fue llenando lentamente el atrio de la basílica de San Pedro. Poco después el Santo Padre se dirigió delante de la Puerta Santa.
Allí Francisco después de abrazar a Benedicto XVI, rezó:  "Oh Dios que revelas tu omnipotencia sobre todo con la misericordia y el perdón, dónanos vivir un año de gracia, tiempo propicio para amarte y amar a los hermanos en la alegría del Evangelio" (...) "Él es la Puerta a través de la cual venimos a ti, manantial infinito de consolación para todos, belleza que no conoce ocaso, alegría perfecta en la vida sin fin".
Y antes de abrirla hizo un pedido y el coro respondía en gregoriano: "Esta es la puerta del Señor: por esta entran los justos. Abrid las puertas de la justicia; entraré para agradecer al Señor. Por tu gran misericordia entraré en tu casa, Señor; me postraré hacia tu templo santo".  
Tras un instante de silencio, el Pontífice empujó con fuerza y se abrió lentamente la Puerta Santa. Francisco entró por ella, rezó nuevamente y le siguió el papa emérito. Ambos se saludaron nuevamente y en procesión entraron cardenales y religiosos hacia la tumba del apóstol Pedro y el Altar de la Confesión, en el que recitó una oración final. 
Pocos días antes, fue derrumbada la pared interior que cerraba la Puerta Santa en la basílica de San Pedro, muro levantado al concluir el Jubileo del Año 2000, y fueron abiertas las cajas que contienen los documentos de los jubileos. Una ceremonia que se realiza desde el año 1300 cuando Bonifacio VIII realizó el primer jubileo de la historia.
La actual puerta, fue donada después de la II Guerra Mundial por los católicos suizos, agradecidos por haberse salvado de los horrores del conflicto. 
El domingo pasado, en la catedral de Bangui, capital de República Centroafricana, el Papa abrió la primera Puerta Santa del Jubileo. Era el primer Domingo de Adviento.

Pope Francis greets faithful at the beginning of the General audience on Wednesday 9th of December 2015

En la audiencia general, el Santo Padre asegura que este Año Santo significa aprender que el perdón y la misericordia es lo que más desea Dios

¿Qué significa el Año Santo? Esta es la pregunta a la que el papa Francisco ha querido responder esta mañana en la audiencia general en la plaza de San Pedro, un día después de abrir la Puerta Santa de la Basílica y dar inicio al Año Jubilar de la Misericordia.
Fieles venidos de todas las partes del mundo, han acudido a la plaza para escuchar las palabras del Santo Padre. Previamente, ha realizado el paseo habitual en el papamóvil para saludar a la multitud allí reunida. Los niños, como es costumbre, eran acercados hasta el jeep y el Pontífice les daba su bendición.
En el resumen de la catequesis que el Papa ha hecho en español, ha explicado “ayer abrí aquí, en la Basílica de San Pedro, la Puerta Santa del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. ¿Qué significa este Año Santo?” De este modo, el Santo Padre ha precisado que “celebrar un Jubileo de la Misericordia significa poner en el centro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades el contenido esencial del Evangelio: Jesucristo. Él es la Misericordia hecha carne, que hace visible para nosotros el gran Amor de Dios”. Se trata pues --ha observado-- de una ocasión única para experimentar en nuestra vida el perdón de Dios, su presencia y cercanía, especialmente en los momentos de mayor necesidad. Además, ha añadido, “significa aprender que el perdón y la misericordia es lo que más desea Dios, y lo que más necesita el mundo, sobre todo en un momento como el actual en el que se perdona tan poco, en la sociedad, en las instituciones, en el trabajo y también en la familia”. Pero, frente a tantas necesidades en el mundo, ha preguntado Francisco, “¿es suficiente con contemplar la misericordia de Dios?” A lo que ha respondido que “ciertamente, hay mucho que hacer. Pero, hay que tener en cuenta que la raíz de la falta de misericordia está en el amor propio, que se reviste bajo el manto de la búsqueda del propio interés, de los placeres, los honores y las riquezas”. Y ha añadido que también en la vida de los cristianos está presente bajo el aspecto de la hipocresía y la mundanidad. Por eso, ha concluido el Pontífice “necesitamos reconocer que somos pecadores, para que se fortalezca en nosotros la certeza de la misericordia de Dios”.
A continuación, ha saludado a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Y ha deseado que “la Virgen María, Madre del Salvador y madre nuestra, nos ayude para que en este Año Santo podamos experimentar la misericordia de Dios y manifestarla a los demás”.
En la conclusión de la audiencia, después de los saludos en todas las lenguas, el Papa ha pedido que “la Virgen María interceda por nosotros, para que este Año Santo sea rico de copiosos frutos y, todos experimentemos el cuidado de Dios por nosotros, guíe nuestro actuar según las obras de misericordia corporales y espirituales, que todos estamos llamados a vivir”.  
Finalmente, ha dirigido un saludo a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. De este modo ha deseado que “la Madre de Jesús os enseñe, queridos jóvenes, a acoger en vuestro corazón el nacimiento del Salvador”. Para los enfermos ha pedido que “les ayude a confiarse siempre a los brazos de la Divina Providencia”. Y que conceda a los recién casados, “hacer de la misericordia el criterio de vuestra vida matrimonial”.

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