Hablemos de Hugo Chávez
MARIANA SUÁREZ DE MENDOZA | EL UNIVERSAL
sábado 1 de junio de 2013 12:00 AM
Hugo Chávez fue el Presidente que dejó en herencia una catástrofe económica para Venezuela.
Sus familiares, compañeros, camaradas, y demás personas que tuvieron la oportunidad de compartir con él fuera del ámbito político, tendrán muchas anécdotas que contar ciertamente, incluso las personas del pueblo venezolano que tuvieron la oportunidad de conocerlo o recibir algún beneficio económico bajo su mandato, también tendrán historias que contar. Sin embargo, toda historia y recuerdo que de él puedan contar las personas allegadas a él, quedará minimizado por la trayectoria política del comandante, por el modelo económico que trató de imponer en el país, por el discurso social que abrazó el resentimiento de los olvidados empobrecidos de Venezuela, y por el renacer de la retórica marxista en el mundo.
¿Puede ser Hugo Chávez recordado como el Presidente que se acordó de los pobres?
Ciertamente el discurso de Chávez iba directo a la médula de los pobres, apelando al resentimiento y envidia acumulada por no poder salir de la pobreza. Les vendió la idea de tener derechos sin obligaciones, derechos sin respeto a las leyes de propiedad privada, los ilusionó con regalarles tierras para cultivar, viviendas sin pagar, e ingresos sin trabajar.
Hoy vemos los resultados del modelo económico impuesto por Chávez y su equipo de gobierno en estos últimos 14 años: las viviendas regaladas no tienen documento de propiedad y ahora Maduro exige pagarlas; las tierras que expropió para entregarlas a los trabajadores están abandonadas o con muy escasa producción; las empresas expropiadas para garantizar la soberanía del país están en la quiebra (generando los altísimos niveles de escasez que hoy vivimos); el desvío de recursos de Pdvsa para realizar actividades no productivas terminó destruyendo nuestra principal industria; los innumerables planes de seguridad no sirvieron y acabaron con la tranquilidad del venezolano (no hay familia que escape a un secuestro, robo o asesinato); el control de cambios que instalaron en 2003 para evitar la fuga de capitales agotó las reservas internacionales y los dólares en la economía; las misiones bolivarianas que fueron bandera de su gobierno están en franco deterioro; la clase media venezolana está prácticamente en extinción y sin oportunidades de mejorar su calidad de vida, y lamentablemente los pobres no han salido de la pobreza.
El Gobierno de Hugo Chávez pasará a la historia como el gobierno que terminó empobreciendo a la población venezolana, destruyendo el aparato productivo del país y enriqueciendo a los dirigentes, familiares y amiguetes del gobierno. Una vez más quedará demostrado que la retórica comunista no es más que eso, un desparpajo de palabras.
@mariana_eco
marisu6@gmail.com
Persecución como política de Estado
MARIANA SUÁREZ DE MENDOZA | EL UNIVERSAL
sábado 1 de junio de 2013 12:00 AM
Hugo Chávez fue el Presidente que dejó en herencia una catástrofe económica para Venezuela.
Sus familiares, compañeros, camaradas, y demás personas que tuvieron la oportunidad de compartir con él fuera del ámbito político, tendrán muchas anécdotas que contar ciertamente, incluso las personas del pueblo venezolano que tuvieron la oportunidad de conocerlo o recibir algún beneficio económico bajo su mandato, también tendrán historias que contar. Sin embargo, toda historia y recuerdo que de él puedan contar las personas allegadas a él, quedará minimizado por la trayectoria política del comandante, por el modelo económico que trató de imponer en el país, por el discurso social que abrazó el resentimiento de los olvidados empobrecidos de Venezuela, y por el renacer de la retórica marxista en el mundo.
¿Puede ser Hugo Chávez recordado como el Presidente que se acordó de los pobres?
Ciertamente el discurso de Chávez iba directo a la médula de los pobres, apelando al resentimiento y envidia acumulada por no poder salir de la pobreza. Les vendió la idea de tener derechos sin obligaciones, derechos sin respeto a las leyes de propiedad privada, los ilusionó con regalarles tierras para cultivar, viviendas sin pagar, e ingresos sin trabajar.
Hoy vemos los resultados del modelo económico impuesto por Chávez y su equipo de gobierno en estos últimos 14 años: las viviendas regaladas no tienen documento de propiedad y ahora Maduro exige pagarlas; las tierras que expropió para entregarlas a los trabajadores están abandonadas o con muy escasa producción; las empresas expropiadas para garantizar la soberanía del país están en la quiebra (generando los altísimos niveles de escasez que hoy vivimos); el desvío de recursos de Pdvsa para realizar actividades no productivas terminó destruyendo nuestra principal industria; los innumerables planes de seguridad no sirvieron y acabaron con la tranquilidad del venezolano (no hay familia que escape a un secuestro, robo o asesinato); el control de cambios que instalaron en 2003 para evitar la fuga de capitales agotó las reservas internacionales y los dólares en la economía; las misiones bolivarianas que fueron bandera de su gobierno están en franco deterioro; la clase media venezolana está prácticamente en extinción y sin oportunidades de mejorar su calidad de vida, y lamentablemente los pobres no han salido de la pobreza.
El Gobierno de Hugo Chávez pasará a la historia como el gobierno que terminó empobreciendo a la población venezolana, destruyendo el aparato productivo del país y enriqueciendo a los dirigentes, familiares y amiguetes del gobierno. Una vez más quedará demostrado que la retórica comunista no es más que eso, un desparpajo de palabras.
@mariana_eco
marisu6@gmail.com
Sus familiares, compañeros, camaradas, y demás personas que tuvieron la oportunidad de compartir con él fuera del ámbito político, tendrán muchas anécdotas que contar ciertamente, incluso las personas del pueblo venezolano que tuvieron la oportunidad de conocerlo o recibir algún beneficio económico bajo su mandato, también tendrán historias que contar. Sin embargo, toda historia y recuerdo que de él puedan contar las personas allegadas a él, quedará minimizado por la trayectoria política del comandante, por el modelo económico que trató de imponer en el país, por el discurso social que abrazó el resentimiento de los olvidados empobrecidos de Venezuela, y por el renacer de la retórica marxista en el mundo.
¿Puede ser Hugo Chávez recordado como el Presidente que se acordó de los pobres?
Ciertamente el discurso de Chávez iba directo a la médula de los pobres, apelando al resentimiento y envidia acumulada por no poder salir de la pobreza. Les vendió la idea de tener derechos sin obligaciones, derechos sin respeto a las leyes de propiedad privada, los ilusionó con regalarles tierras para cultivar, viviendas sin pagar, e ingresos sin trabajar.
Hoy vemos los resultados del modelo económico impuesto por Chávez y su equipo de gobierno en estos últimos 14 años: las viviendas regaladas no tienen documento de propiedad y ahora Maduro exige pagarlas; las tierras que expropió para entregarlas a los trabajadores están abandonadas o con muy escasa producción; las empresas expropiadas para garantizar la soberanía del país están en la quiebra (generando los altísimos niveles de escasez que hoy vivimos); el desvío de recursos de Pdvsa para realizar actividades no productivas terminó destruyendo nuestra principal industria; los innumerables planes de seguridad no sirvieron y acabaron con la tranquilidad del venezolano (no hay familia que escape a un secuestro, robo o asesinato); el control de cambios que instalaron en 2003 para evitar la fuga de capitales agotó las reservas internacionales y los dólares en la economía; las misiones bolivarianas que fueron bandera de su gobierno están en franco deterioro; la clase media venezolana está prácticamente en extinción y sin oportunidades de mejorar su calidad de vida, y lamentablemente los pobres no han salido de la pobreza.
El Gobierno de Hugo Chávez pasará a la historia como el gobierno que terminó empobreciendo a la población venezolana, destruyendo el aparato productivo del país y enriqueciendo a los dirigentes, familiares y amiguetes del gobierno. Una vez más quedará demostrado que la retórica comunista no es más que eso, un desparpajo de palabras.
@mariana_eco
marisu6@gmail.com
Persecución como política de Estado
ZULMAIRE GONZÁLEZ | EL UNIVERSAL
sábado 1 de junio de 2013
El chavismo sin Chávez comenzó oficialmente el 14 de abril de 2013 con muy mal pie: impugnación de todo el proceso electoral, devaluación, desabastecimiento, alta inflación, mayor índice de inseguridad comparado con el año anterior, problemas económicos, intervención del sistema eléctrico, corrupción, AH1N1, más las divisiones internas en el PSUV. Nada fácil para Nicolás Maduro a quien se encomendó continuar y mantener la llamada revolución bolivariana.
En un país normal y totalmente democrático, donde los gobernantes y los que dirigen las instituciones están avocados a resolver los problemas ciudadanos de forma transparente y con independencia partidista, en este momento se estaría trabajando para generar las políticas públicas que lleven a la solución de los problemas. Pero, lamentablemente, en nuestro país, pasa todo lo contrario, debido a que la palabra democracia está en entredicho, un número importante de los funcionarios que laboran para el Estado están al servicio de un partido, así como de un proyecto político, esto en la mayoría de los casos con el propósito de aumentar sus respectivos patrimonios personales a costa del dinero que pertenece a todos los venezolanos.
Parece que la principal política de Estado de Maduro para atacar los graves problemas que vivimos los venezolanos se centra en la persecución. En los catorce años que gobernó Chávez con autoritarismo e investidura militar no se implementó una persecución sistemática, mientras que Maduro en apenas un mes y medio como "presidente de la República" ya ha acumulado presos políticos, torturados, despidos de la administración pública por la sencilla razón de manifestar que votaron por Capriles en las pasadas elecciones o por que en sus redes sociales tienen algunas imágenes donde evidencian su posición política; además de quienes han sido privados de libertad por opinar contra el gobierno a través de Twitter, así como por hacer uso de las cacerolas como derecho a la protesta pacífica. Asimismo, existen casos como el del economista José Guerra quien tiene abierto un procedimiento ante el Ministerio Público por opiniones publicadas en la columna que mantiene en un diario de circulación nacional.
El éxito de la política de Estado de perseguir a los que disienten del gobierno va acompañada por la falta de independencia que existe en el Ministerio Público y en el Poder Judicial, toda vez que a los estudiantes privados de libertad por protestar después de las elecciones de abril y al general (R) Rivero, por nombrar algunos, le han aplicado la Ley Antiterrorismo, que tipifica la protesta civil o el cierre de calles como actos terroristas, lo cual es considerado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como una forma legítima de ejercer la libertad de expresión.
No solo Leopoldo López, el general (R) Rivero, Henrique Capriles, actores políticos, estudiantes, comunicadores sociales están siendo perseguidos por el gobierno de Maduro. En esta era del chavismo sin Chávez donde la política de Estado es perseguir a la disidencia, los que opinan mediante las redes sociales, así como quienes cacerolean para hacer uso de la protesta pacífica, y los que opinan distinto al régimen, se convierten en perseguidos de un gobierno que carece de legitimidad de origen.
zulmairegonzalez@gmail.com
@zulmaire
En un país normal y totalmente democrático, donde los gobernantes y los que dirigen las instituciones están avocados a resolver los problemas ciudadanos de forma transparente y con independencia partidista, en este momento se estaría trabajando para generar las políticas públicas que lleven a la solución de los problemas. Pero, lamentablemente, en nuestro país, pasa todo lo contrario, debido a que la palabra democracia está en entredicho, un número importante de los funcionarios que laboran para el Estado están al servicio de un partido, así como de un proyecto político, esto en la mayoría de los casos con el propósito de aumentar sus respectivos patrimonios personales a costa del dinero que pertenece a todos los venezolanos.
Parece que la principal política de Estado de Maduro para atacar los graves problemas que vivimos los venezolanos se centra en la persecución. En los catorce años que gobernó Chávez con autoritarismo e investidura militar no se implementó una persecución sistemática, mientras que Maduro en apenas un mes y medio como "presidente de la República" ya ha acumulado presos políticos, torturados, despidos de la administración pública por la sencilla razón de manifestar que votaron por Capriles en las pasadas elecciones o por que en sus redes sociales tienen algunas imágenes donde evidencian su posición política; además de quienes han sido privados de libertad por opinar contra el gobierno a través de Twitter, así como por hacer uso de las cacerolas como derecho a la protesta pacífica. Asimismo, existen casos como el del economista José Guerra quien tiene abierto un procedimiento ante el Ministerio Público por opiniones publicadas en la columna que mantiene en un diario de circulación nacional.
El éxito de la política de Estado de perseguir a los que disienten del gobierno va acompañada por la falta de independencia que existe en el Ministerio Público y en el Poder Judicial, toda vez que a los estudiantes privados de libertad por protestar después de las elecciones de abril y al general (R) Rivero, por nombrar algunos, le han aplicado la Ley Antiterrorismo, que tipifica la protesta civil o el cierre de calles como actos terroristas, lo cual es considerado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como una forma legítima de ejercer la libertad de expresión.
No solo Leopoldo López, el general (R) Rivero, Henrique Capriles, actores políticos, estudiantes, comunicadores sociales están siendo perseguidos por el gobierno de Maduro. En esta era del chavismo sin Chávez donde la política de Estado es perseguir a la disidencia, los que opinan mediante las redes sociales, así como quienes cacerolean para hacer uso de la protesta pacífica, y los que opinan distinto al régimen, se convierten en perseguidos de un gobierno que carece de legitimidad de origen.
zulmairegonzalez@gmail.com
@zulmaire
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