Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

martes, 11 de junio de 2013

"La Iglesia no es una ong". Es otra cosa, más importante", expuso el Papa Bergoglio

Mt 10, 7-13 Misión de los doce
(Mr. 6. 7-13; Lc. 9. 1-6)
10:5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis,
10:6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
10:7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
10:8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
10:9 No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos;Lucas 10. 4-12
10:10 ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento.1 Corintios 9. 141 Timoteo 5. 18
10:11 Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis.
10:12 Y al entrar en la casa, saludadla.
10:13 Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.
10:14 Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.Hechos 13. 51
10:15 De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra,Genesis 19. 24-28 que para aquella ciudad.

El Papa aseguró que "una Iglesia rica es una Iglesia vieja y sin vida"

El papa Francisco / EFE
El papa Francisco / EFE
El pontífice afirmó que en la Iglesia siempre se ha caído "en esta tentación" y "esto ha creado un poco de confusión" y ha provocado que "el anuncio del evangelio parezca proselitismo"
La pobreza en la Iglesia nos vuelve testigos y no empresarios
Llamado de Francisco en la misa del martes en Santa Marta
Por Redacción
ROMA, 11 de junio de 2013 (Zenit.org) - El evangelio es proclamado con sencillez y generosidad: es lo que ha subrayado esta mañana el papa durante la misa celebrada en la Casa Santa Marta. El papa también reiteró que, en la Iglesia, el testimonio de la pobreza nos salva de convertirnos en meros organizadores de las obras.
Y advirtió que cuando queremos hacer una "Iglesia rica", la Iglesia "envejece", "no tiene vida". A la misa --concelebrada, entre otros, por el arzobispo Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe--, asistieron presbíteros y empleados de dicho dicasterio.
Dar gratuitamente
"No procurarse ni oro ni plata, ni dinero en sus carteras". Así ha desarrollado Francisco su homilía, partiendo de la exhortación dirigida por Jesús a los apóstoles, enviados a proclamar el Reino de Dios. Un anuncio --ha dicho--, que el Señor "quiere que hagamos con simplicidad". Esa simplicidad "que da paso a la fuerza de la Palabra de Dios", porque si los apóstoles no habrían tenido "confianza en la Palabra de Dios", "tal vez hubieran hecho otra cosa". El papa por lo tanto ha identificado la "palabra clave" del encargo dado por Jesús: "Han recibido gratuitamente, dénlo gratuitamente". Todo es gracia, añadió, y "cuando lo que queremos es actuar en un modo en que la gracia" es "dejada un poco de lado, el evangelio no es eficaz":
"La predicación del evangelio nace de la gratuidad, del asombro de la salvación que viene, y aquello que me dieron de forma gratuita, tengo que darlo de forma gratuita. Y desde el inicio aquello fue así. San Pedro no tenía una cuenta bancaria, y cuando tuvo que pagar impuestos, el Señor lo envió al mar para pescar y encontrar la moneda dentro del pescado, para pagar. Felipe, cuando se encontró con el ministro de Economía de la reina Candace, no pensaba, 'Ah, bien, hagamos una organización para sostener el evangelio...' ¡No! Él no hizo un "negocio" con él: sino que le predicó, bautizó y se fue".
Hacia una Iglesia pobre
El Reino de Dios, continuó, "es un regalo". Y señaló que, desde el inicio de la comunidad cristiana, esta actitud ha sido sometida a la tentación. Allí está, dijo, "la tentación de buscar la fuerza" en otro lugar que no fuera en la gratuidad, mientras que "nuestra fuerza es la gratuidad del evangelio". Por otra parte, ha destacado que "siempre, en la Iglesia, ha habido esta tentación." Y esto crea "un poco de confusión", pues, "el anuncio parece ser proselitismo, y de esa manera no va". El Señor, añadió, "nos ha invitado a predicar, no a hacer proselitismo". Citando a Benedicto XVI, ha insistido que "la Iglesia crece no por proselitismo, sino por atracción". Y esta atracción, dijo, viene del testimonio de "aquellos que desde la gratuidad anuncian la gratuidad de la salvación":
"Todo es gracia. Todo. ¿Y cuáles son las señales de cuando un apóstol vive esta gratuidad? Hay muchos, pero insisto solo en dos: en primer lugar, la pobreza. El anuncio del evangelio debe ir por el camino de la pobreza. El testimonio de esta pobreza: no tengo riquezas, mi riqueza es solamente el don que he recibido, Dios. Esta gratuidad: ¡esta es nuestra riqueza! Y esta pobreza nos salva de convertirnos en organizadores, empresarios... Se deben llevar a cabo las obras de la Iglesia, y algunas son un poco complicadas; pero con corazón de pobreza, no con corazón de inversionista o de un empresario, ¿no?"
"La Iglesia --añadió--, no es una ONG: es otra cosa, más importante, y nace de esta gratuidad. Recibida y anunciada". La pobreza, ha reiterado, "es uno de los signos de esta gratuidad". El otro signo, añadió el papa Francisco, "es la capacidad de alabanza: cuando un apóstol no vive esta gratuidad, pierde la capacidad de alabar al Señor". Alabar al Señor, de hecho, "es esencialmente gratuita, es una oración gratuita: no pedimos, solo alabamos".
"Estos dos son las señales de que un apóstol vive esta gratuidad: la pobreza y la capacidad de alabar al Señor. Y cuando encontramos apóstoles que quieren hacer una Iglesia rica y una Iglesia sin la gratuidad de la alabanza, la Iglesia envejece, la Iglesia se convierte en una ONG, la Iglesia no tiene vida. Pidamos hoy al Señor la gracia de reconocer esta gratuidad: "Gratuitamente han recibido, dénlo gratuitamente". Reconociendo esta gratuidad, este don de Dios. Y también nosotros, ir hacia adelante en la predicación del evangelio con esta gratuidad".
Traducido del italiano por José Antonio Varela V.



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