Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

miércoles, 31 de julio de 2013

Para que haya diálogo debe haber un reconocimiento previo de los integrantes del mismo. Una vez reconocida la existencia del otro, de la complementariedad que compartimos y de las reglas básicas de respeto en el diálogo, puede comenzar un canal de habla y escucha que todo ser humano necesita.


El silencio

FRANCISCO GÁMEZ ARCAYA |  EL UNIVERSAL
miércoles 31 de julio de 2013  
Nada más dañino para las relaciones humanas que la falta de diálogo. Cuando convivimos, una de las condiciones para que esa vida en común no se deteriore, es precisamente que las partes hablen entre sí. El silencio de aquellos que están llamados a convivir genera suposiciones, falsas expectativas y al final, heridas. Hablar de lo que somos individualmente y de aquello que nos identifica como miembros del todo, nos coloca en una misma perspectiva. Así, el uso de la libertad para decir lo que pensamos, respetando pero a la vez hablando con la verdad, fortifica las relaciones humanas e impulsa los objetivos comunes.

Para que haya diálogo debe haber un reconocimiento previo de los integrantes del mismo. Una vez reconocida la existencia del otro, de la complementariedad que compartimos y de las reglas básicas de respeto en el diálogo, puede comenzar un canal de habla y escucha que todo ser humano necesita. Muchas veces, en el devenir del diálogo se demuestra que los rencores, las tensiones y las incomprensiones son fruto del mero silencio. De haber dejado en la suposición del otro, los deseos y anhelos de los demás. Por eso las guerras son el fruto último del silencio, que terminan cuando sus pocos sobrevivientes, desvalidos y agotados, callan para escuchar.

El padre del chavismo era un enemigo del diálogo. Cuando lo invocaba era para ganar tiempo ante una situación apremiante. No reconoció jamás la otra porción del país. Su autosuficiencia y el aplauso de sus parásitos, le bastaban para sentirse como el único imprescindible. Y ese silencio de quince años, lleno de bulla pero carente de diálogo, conlleva las tensiones propias que hemos padecido y que faltan aún por padecer. No habrá renacer ni progreso, aún con un cambio de gobierno, si permanecemos en nuestras trincheras, dejando al silencio hacer su trabajo erosivo, que eventualmente nos llevaría al desbordamiento final de los odios prefabricados.

@GamezArcaya

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