Suma del pensar venezolano
Un acontecimiento más allá de lo cultural, de lo intelectual, de lo editorial. Es Venezuela...
GUSTAVO LINARES BENZO | EL UNIVERSAL
sábado 27 de julio de 2013 12:00 AM
Acaba de publicarse el primer tomo de una obra única, en sí misma episodio fundamental de lo que va del siglo XXI. La Suma del pensar venezolano, cuyo tomo I se extiende por tres libros y más de tres mil páginas, pretende servir de base para pensar el futuro de Venezuela, recopilando los textos esenciales que sobre todo su acontecer han pergeñado los pensadores de esta tierra. Como dice Asdrúbal Baptista, su editor junto con Ramón Piñango y José Balza, ya la Fundación Polar había ofrecido una ventana hacia el pasado con el Diccionario de Historia de Venezuela y una mirada al espacio con su Geografía. Faltaba el futuro, que arranca del pasado, y para pensarlo ahora se ofrece lo que de Venezuela se ha pensado desde hace medio milenio.
El plan de Suma, ya cumplido en una tercera parte, arranca con este primer tomo Sociedad y Cultura; será seguido por un segundo sobre la economía, especialmente el petróleo, y un tercero sobre la política. El que ya se tiene en las manos dedica su primer volumen a Los venezolanos: demografía, composición de la población venezolana, rasgos. Encontramos allí el texto liminar de Alberto Adriani sobre la inmigración, los lugares pertinentes deCesarismo Democrático de Vallenilla Lanz o del Discurso de Angostura y hasta trozos del manual de urbanidad de Carreño. Brito Figueroa vuelve a hablarnos de "La estructura social" y Argelia Laya habla del papel liberador de la mujer. Los textos de este y los demás volúmenes fueron escogidos y comentados por reconocidos expertos (Rafael Fernández Heres, Inés Quintero, Marco Negrón, Mariantonia Palacios, entre tantos otros) en cuya selección se ve la mano y el trabajo de los editores, de los pocos intelectuales venezolanos con tal poder de convocatoria.
El orden social es el tema del segundo libro. Aparecen allí desde el tema del delito, el delincuente y la violencia, en textos antológicos de Gómez Grillo o Arteaga Sánchez, lo que han pensado y dicho sobre la ciencia De Venanzi y Roche; los filósofos García Bacca o Mayz Vallenilla. El último libro se dedica a la imagen, en la plástica, la arquitectura, la literatura o la música y el cine. Andrés Bello y su Alocución, País Portátil, Cadenas, en cuidadas antologías; los análisis de Boulton o Calzadilla sobre nuestra pintura. Cada sección introducida con maestría por Rodolfo Izaguirre o Angel Gustavo Infante o María Elena Huizi. Como recordaban Balza y Piñango en el bautizo de la obra, el único texto que se recoge completo es Cuento de Venezuela, de Guillermo Meneses, joya desconocida hasta para los entendidos: "Si Vespucci llegara hoy a tierras de Maracaibo, ¿con cuál ciudad compararía el lago poblado por las torres del petróleo? ¿Y dónde situaría Walter Raleigh su Manoa de oro, si pasa por las obras del hierro, por la industria del acero? ¿Dónde hallaría camino el sueño del fraile y la acción del conquistador si se encuentra con las fuerzas del torrente convertido en kilovatios-hora?".
En su Liminar a Suma, Baptista cita a Heiddeger: "El futuro es el origen de la historia. (... ). El presente siempre es posterior al futuro, y surge de la lucha del futuro con el pasado". Ahora, más cuando se complete la Suma, los venezolanos dispondrán de mucho futuro que encontrar en las ideas que nuestra historia ha producido sobre Venezuela. Los textos sobre nuestrasombra, hábilmente seleccionados por Tosca Hernández (libro 1), por ejemplo, guardan en sí el futuro de la violencia, de la delincuencia y por lo tanto de la seguridad y de la paz. Las páginas de Malandros-bandas y niños de la calle. Cultura de urgencia en la metrópoli latinoamericana, de Pedrazzini y Sánchez, que se recogen en esa sección, con su análisis del delincuente y de su interacción con el barrio, deberían ser de obligatoria lectura en la formación de los policías.
Suma del Pensar Venezolano es así un acontecimiento. Un acontecimiento más allá de lo cultural, de lo intelectual, de lo editorial. Es Venezuela en papel y tinta, algo como el mapa del cuento de Borges que era del tamaño del país que representaba. Los cartógrafos, capitaneados por Baptista, Piñango y Balza, han dibujado el alma del país con los trazos de quienes más la han conocido. Viendo los tres volúmenes, de bellísima impresión a cargo de Exlibris, se imaginan los niños haciendo tareas ayudados por sus páginas, universitarios buscando los textos completos para tesis y exámenes, profesores escribiendo la bibliografía de sus sílabos. Imagina venezolanos conociéndose a sí mismos, sabiendo que hay patria desde hace quinientos años, pensando en los quinientos que faltan para completar el primer milenio venezolano.
glinares@cjlegal.net
El plan de Suma, ya cumplido en una tercera parte, arranca con este primer tomo Sociedad y Cultura; será seguido por un segundo sobre la economía, especialmente el petróleo, y un tercero sobre la política. El que ya se tiene en las manos dedica su primer volumen a Los venezolanos: demografía, composición de la población venezolana, rasgos. Encontramos allí el texto liminar de Alberto Adriani sobre la inmigración, los lugares pertinentes deCesarismo Democrático de Vallenilla Lanz o del Discurso de Angostura y hasta trozos del manual de urbanidad de Carreño. Brito Figueroa vuelve a hablarnos de "La estructura social" y Argelia Laya habla del papel liberador de la mujer. Los textos de este y los demás volúmenes fueron escogidos y comentados por reconocidos expertos (Rafael Fernández Heres, Inés Quintero, Marco Negrón, Mariantonia Palacios, entre tantos otros) en cuya selección se ve la mano y el trabajo de los editores, de los pocos intelectuales venezolanos con tal poder de convocatoria.
El orden social es el tema del segundo libro. Aparecen allí desde el tema del delito, el delincuente y la violencia, en textos antológicos de Gómez Grillo o Arteaga Sánchez, lo que han pensado y dicho sobre la ciencia De Venanzi y Roche; los filósofos García Bacca o Mayz Vallenilla. El último libro se dedica a la imagen, en la plástica, la arquitectura, la literatura o la música y el cine. Andrés Bello y su Alocución, País Portátil, Cadenas, en cuidadas antologías; los análisis de Boulton o Calzadilla sobre nuestra pintura. Cada sección introducida con maestría por Rodolfo Izaguirre o Angel Gustavo Infante o María Elena Huizi. Como recordaban Balza y Piñango en el bautizo de la obra, el único texto que se recoge completo es Cuento de Venezuela, de Guillermo Meneses, joya desconocida hasta para los entendidos: "Si Vespucci llegara hoy a tierras de Maracaibo, ¿con cuál ciudad compararía el lago poblado por las torres del petróleo? ¿Y dónde situaría Walter Raleigh su Manoa de oro, si pasa por las obras del hierro, por la industria del acero? ¿Dónde hallaría camino el sueño del fraile y la acción del conquistador si se encuentra con las fuerzas del torrente convertido en kilovatios-hora?".
En su Liminar a Suma, Baptista cita a Heiddeger: "El futuro es el origen de la historia. (... ). El presente siempre es posterior al futuro, y surge de la lucha del futuro con el pasado". Ahora, más cuando se complete la Suma, los venezolanos dispondrán de mucho futuro que encontrar en las ideas que nuestra historia ha producido sobre Venezuela. Los textos sobre nuestrasombra, hábilmente seleccionados por Tosca Hernández (libro 1), por ejemplo, guardan en sí el futuro de la violencia, de la delincuencia y por lo tanto de la seguridad y de la paz. Las páginas de Malandros-bandas y niños de la calle. Cultura de urgencia en la metrópoli latinoamericana, de Pedrazzini y Sánchez, que se recogen en esa sección, con su análisis del delincuente y de su interacción con el barrio, deberían ser de obligatoria lectura en la formación de los policías.
Suma del Pensar Venezolano es así un acontecimiento. Un acontecimiento más allá de lo cultural, de lo intelectual, de lo editorial. Es Venezuela en papel y tinta, algo como el mapa del cuento de Borges que era del tamaño del país que representaba. Los cartógrafos, capitaneados por Baptista, Piñango y Balza, han dibujado el alma del país con los trazos de quienes más la han conocido. Viendo los tres volúmenes, de bellísima impresión a cargo de Exlibris, se imaginan los niños haciendo tareas ayudados por sus páginas, universitarios buscando los textos completos para tesis y exámenes, profesores escribiendo la bibliografía de sus sílabos. Imagina venezolanos conociéndose a sí mismos, sabiendo que hay patria desde hace quinientos años, pensando en los quinientos que faltan para completar el primer milenio venezolano.
glinares@cjlegal.net
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