La identificación de Maduro
7 Enero, 2014
El artículo 13 de la Ley Orgánica de Identificación dice que “El Estado otorgará a los venezolanos por nacimiento la cédula de identidad con la sola presentación de la partida de nacimiento”. Esto significa que si alguien no tiene dicha partida, la única vía para obtener la cédula de identidad es mediante una sentencia emanada del juez de primera instancia en lo civil.
Por ello, el artículo 15 de esa Ley ordena que “Cuando la nacionalidad venezolana por nacimiento no pudiere acreditarse con la partida de nacimiento, la cédula de identidad se otorgará con la presentación de la sentencia definitivamente firme del tribunal competente que supla dicho documento, previa inserción en los Registros respectivos”.
El artículo 14 eiusdem estipula que ”Con los documentos requeridos y presentados para la obtención de la cédula de identidad, el Ministerio del Interior y Justicia formará un expediente, a los fines de garantizar la veracidad y unificación de la información relativa a la identificación de los ciudadanos…”.
¿Dónde está la partida de nacimiento de Maduro? ¿Existe una sentencia que le permita a él portar una cédula de identidad venezolana? ¿Dónde está el expediente de Maduro? La respuesta es ¡No existen! La certeza es irrefragable: no es venezolano. No es, como erradamente dicen algunos, que Maduro tiene doble nacionalidad, una de ellas la venezolana, sino que no es venezolano, ni por sus padres ni por haber nacido en Venezuela, es decir, desde todos los puntos de vista, no es venezolano. Como era de esperarse, el SAIME no tiene unificación ni veracidad ni soporte alguno con los datos de Maduro.
Acerca de obtener fraudulentamente los documentos inherentes a la identificación de los venezolanos, el artículo 47 de la misma ley prevé que “La persona que obtenga la partida de nacimiento, cédula de identidad o pasaporte, mediante el suministro de datos falsos o mediante la presentación de documentos de otra persona, atribuyéndose una identidad o nacionalidad distinta a la verdadera, será penada con prisión de quince a treinta meses”.
Nicolás Maduro Moros obtuvo ilegalmente la cédula de identidad venezolana número 5.892.464 porque: 1) No nació en Venezuela. 2) la obtuvo sin presentar la partida de nacimiento venezolana (No la tiene), lo cual es un requisito legal esencial para obtenerla.
Por lograrla ilícitamente, su cédula de identidad es nula absolutamente, como si no existiera; y, en consecuencia, Maduro es un indocumentado.
Así como la cédula de identidad de Maduro es nula, también lo son su pasaporte y su licencia de conducir vehículos, y sus obtenciones fueron, son y serán ilegales porque carecen del primer eslabón base de la cadena, es decir, la partida de nacimiento.
Con la cédula de identidad “chimba” Maduro se atribuyó la falsa cualidad de venezolano para engañar no solo al Consejo Nacional Electoral –tanto por aceptar su postulación al cargo de presidente de la República, como por proclamarlo–, sino también a la Asamblea Nacional para posesionarlo del cargo al tomarle el juramento que Maduro comenzó a violar desde ese momento.
Otras preceptivas que fueron transgredidas por el CNE, por la Asamblea Nacional (AN) y por Maduro, son las de la Ley de Nacionalidad y Ciudadanía. Veamos por qué:
1) El artículo 4.3 se refiere a “el instrumento mediante el cual se reconoce que el venezolano por nacimiento no ha adquirido otra nacionalidad”, y lo denomina “Certificado de Nacionalidad Venezolana”. Los postulados a la Presidencia de la República estaban obligados a consignar ese certificado y Maduro no lo hizo, como tampoco los otros aspirantes. El CNE y la AN están obligados a exigirlo.
2) El artículo 17 eiusdem establece que “El certificado de nacionalidad por nacimiento se otorgará a solicitud de parte interesada, conforme con el procedimiento previsto en esta Ley y sólo a los efectos del ejercicio de aquellos cargos que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela reserva a los venezolanos por nacimiento sin otra nacionalidad”.
3) El artículo 19 de la Ley de Nacionalidad y Ciudadanía ordena que “Para la obtención del certificado de nacionalidad venezolana por nacimiento, la persona interesada debe presentar una solicitud motivada acompañada del original y la copia de la cédula de identidad, copia certificada de la partida de nacimiento y los demás documentos que establezca el Reglamento de esta Ley. El funcionario que reciba la documentación dejará constancia de que la copia de la cédula de identidad es una copia fiel y exacta de su original, la cual devolverá en el mismo acto al interesado”.
Por lo expuesto, podemos decir, sin duda, que estos dos hechos y la conclusión son incontestables: el primero, que Maduro no nació en Venezuela; el segundo, que jamás tuvo partida de nacimiento venezolana. La conclusión es que era imposible para Maduro obtener tanto la cédula de identidad número 5.892.464, como el certificado de nacionalidad por nacimiento.
La envergadura del caos venezolano es tal que permite que un extranjero ejerza el cargo más importante, obviamente sin autoridad moral ni jurídica, sino a cambio de un amarre que tiende el liderazgo militar local, y otro el régimen castrista, gracias a los que Maduro dijo hace tres meses: “De aquí no me saca nadie ni nada”.
@NRamirezTorres
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