Fidel Castro, la viuda negra
Camilo Cienfuegos y Huber Matos de hermanos del alma de Fidel Castro pasaron a muerto y preso
17.01.2014
10:28 AM
10:28 AM
Fue a la Asamblea Nacional a ofrecer su balance de gestión. Lo que se conoce como Memoria y Cuenta, pero eso tuvo más de memoria que de cuenta. Especialmente del comandante supremo fallecido, quien a pesar de no estar por estos lados sigue generando aplausos entre los chavistas presentes de pie y con emoción notoria. No sabemos si fingida, pues comunista creyente y aferrado a la amistad no existe. Si no lo creen solamente revisen cuánta gente ha sacrificado Fidel Castro, a pesar de decir que eran sus amigos del alma.
Por ejemplo, a estas alturas de la caimanera se sabe perfectamente que Fidel Castro abandonó y traicionó al Che en Bolivia obedeciendo a la Unión Soviética que había llegado a un acuerdo de no agresión con Estados Unidos y ese acuerdo pasaba por detener la expansión del comunismo por la vía armada por América Latina. Así que el Che dejó de recibir ayuda, alimentos, balas, armas y hasta cartas de Fidel. Chao con ese. Otro, entre muchos como Huber Matos, quien luchó con el viejito asesino en Sierra Maestra y entró junto a él a La Habana montado en el famoso jeep; uno de los que aparecen en la famosa foto es Matos. Ahora está en Miami después de 20 años preso por su hermano querido en Cuba. También Camilo Cienfuegos, raspado por los hermanitos criminales en las primeras de cambio. Y, no podía faltar, el fusilamiento por razones de Estado con el que los ancianos criminales se quitaron de encima al general Arnaldo Ochoa, un héroe militar en Cuba, pero rival directo de la parejita funesta. Dice un fragmento de la hoja militar de Ochoa que en 1961 participó en los combates de la batalla de Bahía de Cochinos. En 1962 tuvo notable participación durante la crisis de los misiles. En los años 60 se entrenó junto a venezolanos en Cuba. Desembarcó con Luben Petkoff por Falcón. En Venezuela, participó en la emboscada de "Cerro Atascadero" el 16 de septiembre de 1966 entre Yumare y Duaca, Estado Yaracuy, donde mataron a un oficial, a un suboficial e hirieron a dos soldados. Comandó la Columna que participó en la Emboscada "El Mortero" entre Sanare y El Blanquito, Estado Lara, el 25 de febrero de 1967, contra efectivos del Ejército, donde resultaron muertos 3 efectivos y 8 heridos. (Todos del ahora entregado Ejército venezolano, como murieron muchos más bajo el plomo cubano).
A esta joyita la fusilaron los Castro acusándolo de narcotraficante y corrupto. Como hace el chavismo en Venezuela. Al que les estorba lo raspan. Lo importante para los cubanos es sacar los recursos que su socialismo podrido no ofrece. Siempre están en la ruina, pero los jefes del clan nunca. Ahí están los reales. Antes de los soviéticos, después de cualquier colonia africana y en los últimos 15 años del petróleo venezolano.
¿Y qué tiene qué ver este cuento cubano con el no discurso de Maduro? No está tan claro, pero está ahí. A Maduro lo están cuidando los cubanos hasta que tengan que desecharlo. Como hicieron con el comandante supremo. Eso sí está claro. Lo secuestraron en la isla y lo devolvieron acostado para siempre. Y tomaron el tiempo necesario para seguir con el asalto permitido por la mayor camada de vende patria que país alguno haya tenido viviendo a la vez. Tan es así que difícilmente esto se vuelva a repetir más adelante. Demasiado odio por el país y demasiado entreguismo.
Por eso Maduro no dice lo que tiene que decir. El desastre económico y social es culpa de los hermanos Castro y de sus vende patria venezolanos. A Maduro hay que cuidarlo ahora. Por eso hablarán otros. A otros les tocará asumir en cadena las medida duras que Maduro no se atreve porque no lo dejan. Por eso tampoco puede dejar libre a Simonovis. Los Castro no lo dejan.
Lo cuidarán hasta que les sea útil. Vean la foto de quienes acompañaron a Fidel en su entrada triunfal a la Habana. Se los raspó a todos, menos a su hermano Raúl.
Por eso no dijo nada de lo que tenía que decir.
Twitter: @ejrl
Por ejemplo, a estas alturas de la caimanera se sabe perfectamente que Fidel Castro abandonó y traicionó al Che en Bolivia obedeciendo a la Unión Soviética que había llegado a un acuerdo de no agresión con Estados Unidos y ese acuerdo pasaba por detener la expansión del comunismo por la vía armada por América Latina. Así que el Che dejó de recibir ayuda, alimentos, balas, armas y hasta cartas de Fidel. Chao con ese. Otro, entre muchos como Huber Matos, quien luchó con el viejito asesino en Sierra Maestra y entró junto a él a La Habana montado en el famoso jeep; uno de los que aparecen en la famosa foto es Matos. Ahora está en Miami después de 20 años preso por su hermano querido en Cuba. También Camilo Cienfuegos, raspado por los hermanitos criminales en las primeras de cambio. Y, no podía faltar, el fusilamiento por razones de Estado con el que los ancianos criminales se quitaron de encima al general Arnaldo Ochoa, un héroe militar en Cuba, pero rival directo de la parejita funesta. Dice un fragmento de la hoja militar de Ochoa que en 1961 participó en los combates de la batalla de Bahía de Cochinos. En 1962 tuvo notable participación durante la crisis de los misiles. En los años 60 se entrenó junto a venezolanos en Cuba. Desembarcó con Luben Petkoff por Falcón. En Venezuela, participó en la emboscada de "Cerro Atascadero" el 16 de septiembre de 1966 entre Yumare y Duaca, Estado Yaracuy, donde mataron a un oficial, a un suboficial e hirieron a dos soldados. Comandó la Columna que participó en la Emboscada "El Mortero" entre Sanare y El Blanquito, Estado Lara, el 25 de febrero de 1967, contra efectivos del Ejército, donde resultaron muertos 3 efectivos y 8 heridos. (Todos del ahora entregado Ejército venezolano, como murieron muchos más bajo el plomo cubano).
A esta joyita la fusilaron los Castro acusándolo de narcotraficante y corrupto. Como hace el chavismo en Venezuela. Al que les estorba lo raspan. Lo importante para los cubanos es sacar los recursos que su socialismo podrido no ofrece. Siempre están en la ruina, pero los jefes del clan nunca. Ahí están los reales. Antes de los soviéticos, después de cualquier colonia africana y en los últimos 15 años del petróleo venezolano.
¿Y qué tiene qué ver este cuento cubano con el no discurso de Maduro? No está tan claro, pero está ahí. A Maduro lo están cuidando los cubanos hasta que tengan que desecharlo. Como hicieron con el comandante supremo. Eso sí está claro. Lo secuestraron en la isla y lo devolvieron acostado para siempre. Y tomaron el tiempo necesario para seguir con el asalto permitido por la mayor camada de vende patria que país alguno haya tenido viviendo a la vez. Tan es así que difícilmente esto se vuelva a repetir más adelante. Demasiado odio por el país y demasiado entreguismo.
Por eso Maduro no dice lo que tiene que decir. El desastre económico y social es culpa de los hermanos Castro y de sus vende patria venezolanos. A Maduro hay que cuidarlo ahora. Por eso hablarán otros. A otros les tocará asumir en cadena las medida duras que Maduro no se atreve porque no lo dejan. Por eso tampoco puede dejar libre a Simonovis. Los Castro no lo dejan.
Lo cuidarán hasta que les sea útil. Vean la foto de quienes acompañaron a Fidel en su entrada triunfal a la Habana. Se los raspó a todos, menos a su hermano Raúl.
Por eso no dijo nada de lo que tenía que decir.
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