Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

sábado, 28 de marzo de 2015

En 1963 el papa Juan XXIII, en su encíclica Pacem in Terris, nos recordaba unas palabras que siguen siendo actuales y urgentes ante nuestra realidad nacional: "no en la revolución, sino en una evolución concorde, están la salvación y la justicia. La violencia jamás ha hecho otra cosa que destruir, no edificar; encender las pasiones, no calmarlas; acumular odio y escombros, no hacer fraternizar a los contendientes, y ha precipitado a los hombres y a los partidos a la dura necesidad de reconstruir lentamente, después de pruebas dolorosas, sobre los destrozos de la discordia" (162)

¿Callejones sin salida?

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No, no es llover sobre mojado. A propósito del proceso de paz, aparecen ahora callejones sin salida que no podemos ignorar. Los ha revelado de manera contundente e innegable el senador Alfredo Rangel.
Dos de ellos no pasan inadvertidos, pues son rechazados por 85% de los colombianos. Me refiero al tema de la justicia y al de las armas. A este respecto las FARC han sido rotundas. No aceptan un solo día de cárcel y solo ofrecen el enigmático y nada confiable término de desactivación de su poderoso arsenal. Diga lo que diga el presidente Santos, el acuerdo terminará aceptando estas exigencias bajo el maquillaje, aupado por el fiscal, de una justicia transicional.
Pero entremos ahora en un asunto, ese sí desconocido. En la agenda, las FARC no solo piensan abordar los cinco puntos acordados con el gobierno, sino cerca de treinta requerimientos suyos que, según ellas, deben ser tramitados en la mesa. El más inquietante es, sin duda, la reducción de las Fuerzas Militares como contrapartida a su desmovilización. No olvidemos que, amparadas con el rótulo de actores del conflicto, las FARC han asumido que están en pie de igualdad con el gobierno. Rangel nos recuerda también que entre los tópicos que la guerrilla considera pendientes están la revisión de los 14 tratados de libre comercio ya firmados y los límites a la propiedad privada en el campo, entre otros.
Hay un tema que no se puede dejar de lado: el del narcotráfico. Como las FARC no admiten que son hoy el principal cartel de la droga, no van a hacer efectiva la entrega de rutas, cultivos y laboratorios, ni van a renunciar a los millonarios ingresos que por este concepto reciben.
Hay otro punto muy inquietante, presentado en la mesa de negociaciones como un promisorio plan de desarrollo agrario. Es el de las llamadas zonas de reserva campesina. El mejor ejemplo de lo que puede suceder con ellas lo hemos visto en el Catatumbo. Allí, ciertamente, no hace presencia la guerrilla, pero mantiene el control de organizaciones campesinas y la presencia de sus agentes políticos. Con millones de hectáreas a su disposición, núcleos de población bajo su dominio y el control político y tributario, acabarán constituyéndose en otro Estado dueño de una buena parte del país.
Aunque el Gobierno, para tranquilizar a los colombianos en torno al vistoso acuerdo de paz, ofrece una refrendación popular de lo acordado, las FARC insisten en que este papel lo cumpla una asamblea constituyente, donde es innegable que tendrían fuerte presencia.
Por si fuera poco, todas estas vicisitudes han producido una inquietante desmoralización en las Fuerzas Militares. La pretendida reducción de sus efectivos, la eliminación de su presencia en vastas zonas donde imperan la guerrilla y el narcotráfico para ocuparse de la seguridad de las fronteras, los atropellos judiciales sufridos por muchos oficiales y soldados, y la pasividad de los altos mandos frente a lo que exigen hoy las FARC encienden el descontento de la oficialidad.
El presidente Santos ha conseguido el apoyo incondicional de los más altos mandos militares para el proceso que se adelanta en La Habana con dos instrumentos muy efectivos: altas prebendas o retiros para el general que deja conocer sus reparos ante lo que se negocia en La Habana. Es decir, premios o castigos. Según se ha sabido, el general Mora Rangel tuvo objeciones a los acuerdos que permitían a las FARC un peligroso control sobre ciertos territorios, pero los generales enviados por el presidente a la capital cubana no le permitieron expresarlas. Debió sentirse como un convidado de piedra en la mesa de negociación. Su visible inconformidad ante lo que se estaba acordando provocó su salida de La Habana.
Debemos ver de frente esta nueva realidad, sin dejarnos engañar por los cantos de sirena.

Gestos de fraternidad sociopolítica

...podremos dar un salto de la violencia y la destrucción sistemática, hacia la paz...

RAFAEL LUCIANI |  EL UNIVERSAL
sábado 28 de marzo de 2015  12:00 AM
En 1963, en medio de un mundo convulsionado frente a los cambios de paradigmas sociopolíticos y religiosos, y las crecientes tendencias por la desinstitucionalización de las naciones y sus procesos democráticos, el papa Juan XXIII, en su encíclica Pacem in Terris, nos recordaba unas palabras que siguen siendo actuales y urgentes ante nuestra realidad nacional: "no en la revolución, sino en una evolución concorde, están la salvación y la justiciaLa violencia jamás ha hecho otra cosa que destruir, no edificar; encender las pasiones, no calmarlas; acumular odio y escombros, no hacer fraternizar a los contendientes, y ha precipitado a los hombres y a los partidos a la dura necesidad de reconstruir lentamente, después de pruebas dolorosas, sobre los destrozos de la discordia" (162).

Solo posibilitando gestos concretos de fraternidad sociopolítica podremos dar un salto de la violencia y la destrucción sistemática, hacia la paz y la construcción del bienestar común: «de y para todos». Nuestra sociedad no puede construirse sobre un proyecto político único y totalitario, que anule toda diferencia, disidencia y pluralismo de pensamiento (Solicitudo Rei Socialis, 37), o que se apoye en la discriminación como política de Estado (Provea, Diciembre 2006).

La institución eclesiástica venezolana tiene la tarea de profundizar su rol deprovocación profética más allá de las palabras, y comenzar a realizar gestos concretos de fraternidad sociopolítica, como son la visita a los presos políticosy la atención directa a las víctimas de la violencia, así como lo hizo en otros tiempos. Estos signos contribuyen a la credibilidad del mensaje cristiano y elevan la esperanza frente al crecimiento de un ambiente generalizado de deshumanización generado por la práctica de la discriminación político ideológica y la desestructuración institucional de la sociedad venezolana.

Muchos quieren que nos dejemos vencer por la pesadumbre de aquellas lamentaciones que rezan: "entregué mi corazón al desaliento, por todos mis fatigosos afanes bajo el sol" (Qo 2,20), "¿qué ganancia tiene el hombre en todas las fatigas con que se afana bajo el sol?" (Qo 1,3). Sí existen signos concretos de personas e instituciones que luchan a diario por restaurar la auténtica fraternidad sociopolítica en nuestra sociedad. En estos signos se juega la credibilidad histórica del mensaje cristiano y se revela la honestidad humana de las personas que los realizan. Ya en 1971, el papa Pablo VI proponía que: "en este encuentro con las diversas ideologías renovadas, la comunidad cristiana debe sacar de las fuentes de su fe los principios y las normas oportunas para evitar el dejarse seducir y después quedar encerrada en un sistema cuyos límites y totalitarismo corren el riesgo de aparecer ante ella demasiado tarde si no los percibe en sus raíces. Por encima de todo sistema, sin omitir por ello el compromiso concreto al servicio de sus hermanos y hermanas, afirmará, en el seno mismo de sus opciones, lo específico de la aportación cristiana para una transformación positiva de la sociedad"(Octogésima adveniens, 36).

Doctor en Teología

rlteologiahoy@gmail.com

@rafluciani

Las agotadas guerras ideológicas

FRANCISCO OLIVARES |  EL UNIVERSAL
sábado 28 de marzo de 2015  12:00 AM
Un titular el diario El Nacional nos recuerda que el gobierno importó el año pasado 80 millones de rollos de papel higiénico de acuerdo a los números que ofrece la memoria y cuenta. Para aclarar lo que significa tal volumen de importaciones, la reportera hace la comparación con el año 2013 durante el cual se importaron 19 millones de rollos de este producto tan necesario.

Salir a la calle con una bolsa transparente que evidencia que el caminante lleva cuatro rollos de papel higiénico o cualquiera de los productos que suelen desparecer de los anaqueles, constituye hoy una acción de alto riesgo para el usuario que se expone a ser víctima de un despojo.

Detrás de las cifras de millonarias importaciones se esconde un modelo de gestión que ha roto la cadena de producción normal y distribución de productos que funcionaron hasta hace unos años, pero que ya casi nadie recuerda. La imposición de permisologías, controles de precios, guías para transportar mercancías, ataques a quienes guarden inventarios y otras medidas, terminaron por destruir el sistema productivo del país, ahora está en manos del Estado. Ello favoreció e hizo crecer un gran negocio a través de las importaciones y cuyos beneficiarios pueden mirarse en el modo de vida que exponen algunos de los nuevos magnates.

Dos temas se disputan el primer lugar entre los problemas más sentidos por la población: la escasez y la inseguridad. Así lo reflejan los principales sondeos de opinión del país que en su conjunto coinciden con la última encuesta de Keller que indica que 72% de la población ve de regular a mal la situación del país y opinan que el Presidente perdió el rumbo.

Como si no fuera con el gobierno, desde el Ejecutivo se convocan movilizaciones antigolpe de Estado, antiimperio, contra el decreto de Obama, contra la guerra económica y  una última ayer viernes, muy rebuscada, de mujeres contra los rumores de secuestro. La semana pasada hubo una marcha diaria hacia Miraflores para apoyar tales guerras ideológicas del gobierno.

Mientras de los mercados desaparece la carne y la leche, y los cadáveres se amontonan en la morgue, el gobierno diseña sesudas campañas ideológicas que no encuentran conexión con los graves problemas que vive el país.

Resulta descabellado que hasta se convoque a una marcha para rechazar un rumor, que fue desmentido por el gobierno y la oposición, sobre supuestos secuestros de niños.

Qué curioso, sólo ocurren en el municipio de Carlos Ocariz, a quien el Presidente lo acusara como autor del rumor, junto a un portal de noticias y a un asesor político.

Lo curioso es que cuando se indaga sobre el origen del rumor encontramos que en su promoción aparecieron colectivos motorizados de la zona de Petare, trancaron la autopista por horas y luego fueron atendidos en Televen, para denunciar dichos secuestros. Es extraño que los motorizados no recibieran ni una ración del "gas del bueno" o se les increpara sobre su abrupta preocupación por la comunidad.

Diariamente vemos pasar marchas de funcionarios por la avenida Urdaneta. La "marea roja" que antes cubría la avenida ha dado paso a dispersos puntos rojos que se mueven sin ánimo. Alguno que otro camión con ruidosos parlantes tratan de infundir alguna vitalidad en los cansados movimientos de los funcionarios. Sólo una latica de cerveza oculta en una bolsita de papel parece agregar algún incentivo a la apatía que se arrastra hasta el Balcón del Pueblo. "Si tomamos un fusil sería el final del imperio" exalta  Maduro a sus seguidores, pero ni frases tan comprometidas parecen hacer renacer la fibra revolucionaria.

@folivares10

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