Ledesma y Ledezma, dos valientes

Jesús Peñalver: Ledesma y Ledezma, dos valientes

GENTIUNO 20 de febrero de 2015

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Narra Marcos Moreno García que “El capitán Diego de Lozada nombra el primer encomendero del Valle de Baruta el 12 de marzo de 1568, llamado también Valle de San Francisco de Paula, siendo asignado el capitán Alonso Andrea de Ledesma encomendero (se entiende a la persona elegida para gobernar un determinado territorio) teniendo como objetivo la catequización del indígena, la enseñanza de la lectura, escritura y las artes de navegación.”

Así fue como el capitán Andrea de Ledesma se instala en los terrenos de Baruta y poco a poco los va convirtiendo en una próspera hacienda y por ello a su alrededor se va formando el pueblo donde el cruce de poblaciones blancas, negras e indígenas, dan origen a la raza habitante de la zona, se mantiene durante trece años al frente de la encomienda hasta su muerte, ocurrida el 29 de junio de 1595 defendiendo la ciudad de Caracas, por la entrada de los piratas ingleses por los lados de Sabas Nieves, donde todo el ejército de la ciudad los esperaban.

En la Puerta de Caracas Andrea de Ledesma, siendo un anciano, se puso su armadura y él solo defendió a Caracas de la invasión. Después de muerto los ingleses encabezados por Amyas Preston, secuaz de Walter Raleigh, le rindieron homenaje por su valor. En esta fecha, todos los años en Venezuela se celebra el día del anciano en homenaje al valor del capitán Alonso Andrea de Ledesma.

Muchos años después, contra todo pronóstico, enfrentando imposiciones de partidos políticos y arremetidas del gobierno a través de sus operadores obedientes, Antonio Ledezma, un oriundo del estado Guárico y de estirpe adeca venido a Caracas, logró, no sólo la postulación de todas las agrupaciones políticas y grupos de opinión opositores, sino también –en buena lid- la Alcaldía Metropolitana de Caracas en libérrimos comicios, con la nada deleznable cifra de más de ochocientos mil sufragios.

Con su experiencia en el ejercicio de gobierno, logró la candidatura unitaria, calando en el ánimo del electorado capitalino. Lenguaje llano y sencillo, contundente y respetuoso, sin ofensas ni insultos, fueron armas democráticas que lo llevaron al triunfo legítimo, por encima del dedócrata profesor Aristóbulo Istúriz.

De seguidas le tocó enfrentar a los piratas de nuevo cuño, quienes no parecen entender las reglas democrática, la separación de poderes con su autonomía e independencia, legalidad, y quizá lo más importante, la decisión soberana del “pueblo mesmo” (Chávez dixit). Evidentemente que la dedocracia –que es de vieja data- arreciará, y ellos, los intolerantes rojos rojitos, con sus gestos garrafales e irracionales que no perdonan la disidencia y el triunfo de la oposición, desconocen la realidad actual del país. Por si fuera poco la corrupción, la inseguridad y las deficiencias en casi todos los servicios públicos y áreas de la vida nacional, donde el más afectado, obviamente es el pueblo, los nuevos corsarios y filibusteros de la política venezolana asaltan palacios de gobierno, reducen competencias y presupuestos, disminuyen, debilitan o estrangulan la gestión de los funcionarios libremente electos, haciendo nugatorios sus planes o programas.

Luego, el 8 de diciembre de 2013 fue reelecto Alcalde Metropolitano de Caracas en representación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) frente a su contrincante oficialista Ernesto Villegas, el mismo que nunca se cansó de pontificar sobre la salud del enfermo terminal más sano del mundo.

Ayer el alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, fue detenido por una comisión del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y trasladado a su sede en Plaza Venezuela. Ledezma ya había advertido que oficina sería allanada por funcionarios policiales, pro nunca se imaginó que ello sería al estilo “Rambo” o Swat, como si de un peligroso criminal se tratara.

La verdad es que un asalto policial así, llevado a cabo por unos 80 funcionarios del SEBIN que ingresaron a su oficina en la torre Exa de El Rosal, si se realizar en cualquier guarida de verdaderos delincuentes, el producto o resultado sería de record Guiness.
Probablemente seguirán los asaltos y las puñaladas traperas de los bucaneros rojos rojitos, a pesar de que el Alcalde Mayor Antonio Ledezma, se impuso sobre cogollos partidistas y a la amenaza del contralor de entonces, Clodosvaldo Russián, y ganó las elecciones porque por él votó Caracas.

Se impone entonces ayudarlo con cuerpo, alma y corazón a defender a la Odalisca rendida del Avila, haciéndole frente a las decisiones, medidas y órdenes del impúdico dedo mandón.




Jesús Peñalver es abogado
Columnista de Opinión
penalver15@gmail.com / @jpenalver