El domingo 13 de septiembre, a las 02:14 de la madrugada, hora de Venezuela (06:54 GMT) ocurrirá un eclipse parcial de Sol en Virgo, que provocará efectos en nuestro mundo consciente, y por tanto nos conducirá a ciertos cambios y reestructuraciones en nuestros propósitos y metas durante los próximos seis meses. Bajo la energía del signo de la virgen, este eclipse favorecerá todo proceso sanador que necesitemos vivir en nuestro organismo, y nos ayudará a limpiar nuestro cuerpo de toxinas. Igualmente viviremos experiencias transformadoras y sanadoras a nivel colectivo, que se harán sentir en las estructuras burocráticas del poder, en centros asistenciales y en el ámbito laboral.

DOMINGO, 6 DE SEPTIEMBRE DE 2015

Eclipse solar en conexión a nuestro “dharma”

Tomado del blog "Termómetro Zodiacal" de Pedro González Silva

El domingo 13 de septiembre, a las 02:14 de la madrugada, hora de Venezuela (06:54 GMT) ocurrirá un eclipse parcial de Sol en Virgo, que provocará efectos en nuestro mundo consciente, y por tanto nos conducirá a ciertos cambios y reestructuraciones en nuestros propósitos y metas durante los próximos seis meses.

Bajo la energía del signo de la virgen, este eclipse favorecerá todo proceso sanador que necesitemos vivir en nuestro organismo, y nos ayudará a  limpiar nuestro cuerpo de toxinas. Igualmente viviremos experiencias transformadoras y sanadoras a nivel colectivo, que se harán sentir en las estructuras burocráticas del poder, en centros asistenciales y en el ámbito laboral.

El Sol encarna a nuestro “yo superior” que ilumina nuestra consciencia, ese “yo superior” que somos nosotros mismos y que cada cierto tiempo necesita reformular estrategias y dar una nueva dirección a la vida que llevamos.

El Sol es energía y pone en marcha las cosas; evidentemente, cuando sale el Sol se produce un despertar, todos los seres vivos son motivados a entrar en acción; el Sol es luz, hace que las cosas puedan ser vistas y conocidas como son en realidad.

El Sol representa la visión clara y objetiva de las cosas. Al momento del eclipse “muere” el astro rey, para en breve lapso renacer en todo su esplendor, con nuevos bríos y renovada vida. Así ocurre también con nosotros, pues el Sol es nuestra esencia interna.

Desde el punto de vista simbólico y astrológico, al ser interrumpida la energía del Sol, el poder de nuestro mundo interno subjetivo, “destruye” una imagen de autoridad o poder, a fin de dar paso a un nuevo criterio de centralización de fuerzas.

La palabra “servicio” cobrará especial vigencia pues la energía de Virgo se asocia con lo asistencial, por lo que es buen momento para conectarnos con nuestro “dharma”, con aquello que hacemos mejor, aquello para lo que hemos venido a este mundo y con lo cual podemos prestar un servicio a los demás seres humanos.

Este eclipse ocurre en la zona kármica, la zona cercana al Nodo Sur, y eso significa que muchas situaciones del pasado que no fueron abordadas de manera justa o quedaron inconclusas, regresarán para ser resueltas y cumplir la meta pendiente, tanto en lo individual como en lo colectivo.

Con este eclipse, las características de Virgo tendrán influencia durante los próximos seis meses. Este signo da propensión a acumular conocimientos por medio de la experiencia; bajo esta influencia, el aprendizaje no se detiene nunca. La vida misma es la maestra. Es tiempo de desarrollar poderes de observación que permitan ver cosas que escapan a muchos.

A Virgo lo rige Mercurio, astro que bajo los efectos de un eclipse favorece el desarrollo de nuevos puntos de vista, una reestructuración en nuestra forma de pensar y analizar las cosas.

También es regido por Quirón, astro que nos lleva a experiencias frustrantes o dolorosas, pero que a la vez nos a ayuda a sanar, precisamente a través del servicio a los demás.

Por otra parte, y como antesala al eclipse, comenzamos esta semana con un cambio energético, pues Venus, que estaba retrógrado, ha vuelto a avanzar en el zodíaco la madrugada de este domingo 6 de septiembre, exactamente una semana antes de que ocurra el eclipse solar.

Todos los procesos que hayamos vivido de reestructuración en nuestras relaciones humanas y en nuestro mundo afectivo, y que probablemente se han producido en nuestro ámbito subconsciente, empezarán a aflorar de forma más nítida, con plena consciencia.

Este proceso de reacomodo afectivo se enlazará entonces a las energías del eclipse que nos llevará a otra reestructuración, en forma más consciente, en nuestros propósitos de vida.