Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

lunes, 7 de septiembre de 2015

Otro amigo que se fue y a quien quise mucho...Por éso reproduzo este texto de Facebook en su honor.


Hace algún tiempo comentaba con mi amigo el Nono Sucre sobre la necesidad que había de reeditar Los viajes del barco fantasma (1973) y Ruido de las esferas (1986) de Eli Galindo y ponerlos al alcance de los actuales lectores quienes, debido sobre todo a su juventud y a que ambos poemarios estaban agotados desde hace años, desconocen la obra de una de las mayores voces poéticas del estado Aragua.

Casualmente leyendo la prensa de aquellos días, me enteré del triste fallecimiento de nuestro poeta junto a la noticia de que Monte Ávila pondría en circulación bajo el título de San Baudelaire los libros mencionados y otro que permanecía inédito: Las estrellas fugaces me ponen ebrio.

Eli Galindo produjo una obra breve, pero definitiva. Formó parte de esa generación de poetas que surgieron en los setenta inundando la noche con himnos de tesitura órfica: Argenis Daza, Luis Camilo Guevara, el Chino Valera Mora, Pepe Berroeta. Como ellos, nuestro poeta también cantó a la noche y su ebriedad, al amor y a la muerte, a los fantasmas de los poetas idos que reencarnan en cada verso dicho en voz alta.

Lector de los clásicos griegos y de los poetas malditos en sus libros la presencia de Baudelaire y Eurídice es el testimonio de un exorcismo para ahuyentar los demonios que acosaban sus poemas y su existencia.

Ahora que el barco fantasma ha hecho escala en el último puerto, espero que su capitán, poeta de astros y navegaciones, encuentre refugio en algún arrecife de inquieta lectura:

Mi casa me busca 
me husmea
a todas partes me sigue

Aunque me encuentre en lo más desolado 
ella está conmigo

De las calles me recoge 
en los malos sitios me azota
jamás me abandona

Ni en los peores momentos 
de nada me priva
Ante su patio me coloca

Bajo la sombra de sus hermosas hojas 
me da techo
Es capaz de ofrecerme su propio alimento
de todo me cobija

Cuando me sabe solo 
junta su rostro al mío
y aullamos como lobos al viento

Delante de vosotros no estoy 
sombra del que fui
me lleva
en su niebla.

No hay comentarios: