Francisco llama a enfrentar el extremismo en África
El Papa teme consecuencias "catastróficas" del cambio climático
 |
El papa Francisco saluda desde el papamóvil a los miles de fieles reunidos en el campus de la Universidad de Nairobi, donde ofició una misa REUTERS
EL UNIVERSAL
viernes 27 de noviembre de 2015 12:00 AM
Nairobi.- El papa Francisco advirtió este jueves desde Kenia sobre las consecuencias "catastróficas" de un fracaso de las negociaciones sobre el clima y preconizó el diálogo ecuménico como antídoto a la intolerancia, en un país duramente golpeado por atentados yihadistas.
El Papa, que inició el miércoles su primera visita a África, se reunió con representantes de otros credos, entre ellos varios dignatarios musulmanes, aseguró AFP.
"Con demasiada frecuencia, se radicaliza a jóvenes en nombre de la religión para sembrar la discordia y el miedo y para desgarrar el tejido de nuestras sociedades", alertó. Por eso, "el diálogo ecuménico e interreligioso... no es algo añadido u opcional, sino fundamental" en un mundo "herido por conflictos y divisiones", declaró.
Al menos 400 personas murieron en Kenia en los dos últimos años en atentados de los islamistas somalíes Al Shabaab, vinculados a la red Al Qaida. Particularmente sangrientos fueron los ataques a la Universidad de Garissa, en abril pasado (148 muertos), al centro comercial Westgate de Nairobi (67 muertos, en 2013) y a varias localidades costeras que dejaron cien muertos en 2014.
Después de ese encuentro, Jorge Mario Bergoglio celebró una misa ante unas 300.000 personas en el campus de la Universidad de Nairobi.
Los fieles recibieron con cantos y danzas al Pontífice argentino, de 78 años, que llegó en papamóvil. "Bailan con todos los músculos de su cuerpo", dijo a asesores con admiración.
Para muchos fieles se trataba de "un momento histórico" que no querían perderse.
Decenas de miles de personas siguieron también la misa por pantallas gigantes en el parque de Uhuru, donde el papa Juan Pablo II congregó imponentes multitudes en sus visitas a Kenia en los años 1980, 1985 y 1995.
Francisco, que parecía cansado, llevaba una casulla con motivos masai bordada por monjas de la villa de Kangemi.
En su prédica, llamó a "resistir a las prácticas que favorecen la arrogancia de los hombres, que hieren o desprecian a las mujeres, que no cuidan de los ancianos y amenazan la vida del inocente que no ha nacido".
Resaltó el papel de la familia, "especialmente importante hoy en día, cuando asistimos al avance de nuevos desiertos creados por una cultura del materialismo, el egoísmo y la indiferencia".
En la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nairobi pronunció un vibrante alegato a favor de la lucha contra el calentamiento global, a días del inicio de la Conferencia de París sobre el clima (COP21). "Espero que la COP21 lleve a concluir un acuerdo global y transformador, basado en los principios de solidaridad, justicia, equidad y participación", declaró. "Sería triste y me atrevo a decir, hasta catastrófico, que los intereses particulares prevalezcan sobre el bien común", agregó.
En junio, publicó una encíclica, Laudato si' (Alabado seas), en la que llama a adoptar medidas concretas para frenar ese fenómeno causado por una explotación insensata de los recursos naturales, con impactos que afectan sobre todo a los países más pobres.
Advirtió que el tráfico de diamantes, productos naturales o animales alimenta "la inestabilidad política, el crimen organizado y el terrorismo".
"En el contexto de las relaciones económicas entre los Estados y los pueblos, no se puede dejar de hablar de los tráficos ilegales que crecen en un ambiente de pobreza y que, a su vez alimentan la pobreza y la exclusión", afirmó.
El Papa irá hoy a Uganda y luego a República Centroafricana, país devastado por los enfrentamientos entre milicias cristianas y musulmanas.
El Papa, que inició el miércoles su primera visita a África, se reunió con representantes de otros credos, entre ellos varios dignatarios musulmanes, aseguró AFP.
"Con demasiada frecuencia, se radicaliza a jóvenes en nombre de la religión para sembrar la discordia y el miedo y para desgarrar el tejido de nuestras sociedades", alertó. Por eso, "el diálogo ecuménico e interreligioso... no es algo añadido u opcional, sino fundamental" en un mundo "herido por conflictos y divisiones", declaró.
Al menos 400 personas murieron en Kenia en los dos últimos años en atentados de los islamistas somalíes Al Shabaab, vinculados a la red Al Qaida. Particularmente sangrientos fueron los ataques a la Universidad de Garissa, en abril pasado (148 muertos), al centro comercial Westgate de Nairobi (67 muertos, en 2013) y a varias localidades costeras que dejaron cien muertos en 2014.
Después de ese encuentro, Jorge Mario Bergoglio celebró una misa ante unas 300.000 personas en el campus de la Universidad de Nairobi.
Los fieles recibieron con cantos y danzas al Pontífice argentino, de 78 años, que llegó en papamóvil. "Bailan con todos los músculos de su cuerpo", dijo a asesores con admiración.
Para muchos fieles se trataba de "un momento histórico" que no querían perderse.
Decenas de miles de personas siguieron también la misa por pantallas gigantes en el parque de Uhuru, donde el papa Juan Pablo II congregó imponentes multitudes en sus visitas a Kenia en los años 1980, 1985 y 1995.
Francisco, que parecía cansado, llevaba una casulla con motivos masai bordada por monjas de la villa de Kangemi.
En su prédica, llamó a "resistir a las prácticas que favorecen la arrogancia de los hombres, que hieren o desprecian a las mujeres, que no cuidan de los ancianos y amenazan la vida del inocente que no ha nacido".
Resaltó el papel de la familia, "especialmente importante hoy en día, cuando asistimos al avance de nuevos desiertos creados por una cultura del materialismo, el egoísmo y la indiferencia".
En la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nairobi pronunció un vibrante alegato a favor de la lucha contra el calentamiento global, a días del inicio de la Conferencia de París sobre el clima (COP21). "Espero que la COP21 lleve a concluir un acuerdo global y transformador, basado en los principios de solidaridad, justicia, equidad y participación", declaró. "Sería triste y me atrevo a decir, hasta catastrófico, que los intereses particulares prevalezcan sobre el bien común", agregó.
En junio, publicó una encíclica, Laudato si' (Alabado seas), en la que llama a adoptar medidas concretas para frenar ese fenómeno causado por una explotación insensata de los recursos naturales, con impactos que afectan sobre todo a los países más pobres.
Advirtió que el tráfico de diamantes, productos naturales o animales alimenta "la inestabilidad política, el crimen organizado y el terrorismo".
"En el contexto de las relaciones económicas entre los Estados y los pueblos, no se puede dejar de hablar de los tráficos ilegales que crecen en un ambiente de pobreza y que, a su vez alimentan la pobreza y la exclusión", afirmó.
El Papa irá hoy a Uganda y luego a República Centroafricana, país devastado por los enfrentamientos entre milicias cristianas y musulmanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario