Ciudad del Vaticano, 4 Nov (Notimex).- “Se le nota cabizbajo, no quiere hablar”, contó una persona que en estos días visitó al Papa en su residencia, la Casa de Santa Marta. La amargura de Francisco tiene un nombre y se llama “vatileaks 2”, el escándalo por la filtración de documentos confidenciales que ha sacudido su pontificado. A Jorge Mario Bergoglio se le ve más callado, desde que explotó la crisis que condujo al arresto de dos excolaboradores cercanos suyos por entregar textos reservados a dos periodistas italianos que escribieron libros denunciando malos manejos en las finanzas vaticanas. El entorno papal también se ha retraído, casi como un efecto natural. A Francisco no parece preocuparle tanto el contenido de las filtraciones, cuyos datos ya eran conocidos, sino la traición de aquellos en quienes confió en un primer momento. Se trata del clérigo español, Lucio Angel Vallejo Balda, y Francesca Immacolata Chaouqui, exintegrantes de una Comisión establecida por el pontífice en 2013 para asesorarle en las reformas a las estructuras administrativas de la sede católica. Es más, Vallejo pasó de ser secretario de ese organismo de confianza a meter en un gran predicamento al líder católico, quien ahora debe afrontar la vergüenza mediática sobre su papado, a pocas semanas del inicio del Año Santo de la Misericordia. Todo ha explotado por causa de la publicación de los libros “Vía Crucis” de Gianluigi Nuzzi y “Avaricia” de Emiliano Fittipaldi. Además de documentos, el texto de Nuzzi incluye la transcripción de algunas grabaciones de coloquios entre el Papa y algunos de sus colaboradores. “Tenemos que aclarar de mejor forma las finanzas de la Santa Sede y hacerlas más transparentes. C-l-a-r-i-d-a-d. Eso es lo que se hace en las compañías más humildes y nosotros debemos hacerlo también”, dijo allá por el verano de 2013. Agregó que “no es una exageración decir que la mayoría de nuestros costos están fuera de control”, refiriéndose a las cuentas vaticanas. En los libros se pasa revista, entre otras cosas, a una lista de amplios departamentos ocupados por cardenales de alto nivel en las inmediaciones de la Plaza de San Pedro, pisos de un promedio de 500 metros cuadrados. El más escandaloso de estos corresponde al ex “número dos” del Vaticano en tiempos de Benedicto XVI, el secretario de Estado y cardenal Tarcisio Bertone, quien se hizo unir y remodelar dos unidades habitacionales, alcanzando la cifra de 700 metros cuadrados construidos y 100 metros de terraza. Es escandalosa no sólo su extensión, sino que –según las filtraciones- el millonario costo de su reforma habría sido sufragado con dinero de la Fundación del Hospital “Bambino Gesù” (Niño Jesús), uno de las pocas instituciones sanitarias dependientes directamente del Papa. Durante el papado de Joseph Ratzinger como director de ese nosocomio fue contratado Giuseppe Profiti, un hombre de todas las confianzas de Bertone, quien lo defendió no obstante sus problemas antiguos con la justicia. El Papa Francisco tardó un poco antes de mover a Profiti de ese puesto, pero finalmente lo sustituyó con Mariana Enoc. La presidenta de la Fundación convocó para este miércoles a la primera reunión de un totalmente renovado consejo de administración. Los libros siguen su relato de gastos fastuosos de las estructuras financieras vaticanas y resistencias de vario tipo a las reformas del Papa argentino. Pero para el portavoz papal Federico Lombardi, los textos sólo responden a una “operación bien orquestada” que no hace justicia a la labor de transparencia emprendida por Francisco y que es acompañada “por muchos en el Vaticano”. NTX/I/ABA/LGS/
El Papa: 'Robar documentos reservados es un delito'
Al finalizar la oración del ángelus en la plaza de San Pedro, Francisco ha explicado a los fieles lo sucedido en los días pasados, recordando que este triste suceso no le apartará del proyecto de reforma
Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org) Rocío Lancho García |
El santo padre Francisco ha asegurado que el robo y publicación de documentos reservados sobre la reforma económica de la Santa Sede “no me distrae ciertamente del trabajo de reforma que estamos llevando adelante con mis colaboradores y con el apoyo de todos vosotros”. Así lo ha indicado al finalizar la oración del ángelus, como cada domingo, en la plaza de San Pedro. Esta ha sido la primera ocasión en la que el Santo Padre ha hecho referencia explícita a las detenciones el pasado fin de semana en el Vaticano por el robo y publicación de documentos reservados de la Santa Sede.
Tras recitar la oración mariana, Francisco ha asegurado que sabe que “muchos de vosotros os habéis preocupado por las noticias que han circulados en los días pasados a propósito de documentos reservados de la Santa Sede que han sido robados y publicados”.
Por esto --ha subrayado-- quisiera deciros sobre todo que robar estos documentos es un delito. “Es un acto deplorable que no ayuda”, ha indicado el Santo Padre. De este modo ha explicado que él mismo “había pedido hacer ese estudio, y esos documentos yo y mis colaboradores ya los conocíamos bien”.
El Pontífice ha precisado que "sí", esta reforma económica se está realizando también con el “apoyo de toda la Iglesia, porque la Iglesia se renueva con la oración y con la santidad cotidiana de cada bautizado”.
Por ello, el Santo Padre ha concluido estas palabras dando las gracias y pidiendo rezar por “el Papa y por la Iglesia, sin dejarse molestar sino yendo adelante con confianza y esperanza”.
El Pontífice hacía referencia a la noticia que se dio a conocer este lunes por la mañana, sobre la detención de monseñor Lucio Ángel Vallejo Balda y Francesca Chaouqui, secretario y miembro de la COSEA, comisión que el mismo Santo Padre creó para estudiar la reforma económica de la Santa Sede. Esta misma semana, se han publicado dos libros de dos periodistas italianos, Avarizia de Emiliano Fittipaldi y Via Crucis de Gianluiggi Nuzzi. Ambos libros presentan documentos reservados e incluso transcripciones de reuniones en las que estaba presente el Santo Padre, todo relacionado con el trabajo realizado por dicha comisión, ya disuelta al finalizar con su mandato concreto de estudio de la situación económica de la Santa Sede. La señora Chaouqui fue puesta en libertad pero monseñor Balda sigue arrestado.
(08 de noviembre de 2015) © Innovative Media Inc.
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