Hola,
En el alma viven impresas todas las emociones humanas, todos aquello que nos ha hecho felices o nos ha brindado alegría o amor, reside ahí. De igual forma, todas las heridas del pasado y todo lo que en algún momento nos ha provocado dolor. Todas nuestras memorias permanecen en el alma y son activadas cuando alguna experiencia de vida tiene alguna similitud con algún hecho del pasado. De ahí que hayan circunstancias o personas que disfrutemos o rechacemos, de ahí nuestros miedos y resistencias. De ahí la necesidad de vivir más de lo que nos hace bien y rechazar lo que nos produce dolor.
Las alertas del alma pueden ser señales de peligros reales y en este caso, tendremos el mejor escudo de protección. Pero cuando la alerta es irreal y está siendo activado por un miedo imaginario, entonces en lugar de protección experimentaremos la limitación al rechazar experiencias o personas que tal vez sean para nuestro bien, pero que por temor, nos cerramos a la experiencia.
Encontrar el límite entre nuestros miedos reales o irreales puede ser complicado. Ser consciente de los aspectos de nuestra sombra, puede ser consecuencia de una labor titánica con nosotros mismos. Tener la fuerza de voluntad para transformar nuestra sombra, son palabras mayores, los cambios no siempre se pueden por fuerza de voluntad, hace falta mucho más que eso. Para crear cambios reales se requiere elevar nuestra consciencia y crear un equilibrio justo en los aspectos de nuestra sombra y luz que lleve a una integración real. No es posible conducirnos a través de nuestra luz si vivimos negando nuestra sombra. Al negar nuestra sombra, nos negamos a nosotros mismos y con ello, disolvemos toda esperanza de transformación.
Una forma de crear cambios en ti en los planos emocional y mental es a través de las Flores de Bach, una de las herramientas más efectivas para disolver bloqueos, liberar traumas, trascender dolor o tristezas.
Tener contigo un frasquito de Flores de Bach, es como tener a tu psicólogo en la bolsa, pero a diferencia de cualquier tipo de terapia, no requieres consejos, tampoco saber el fondo de la historia, tampoco forzar cambios. Lo único que se requiere es permitir que el alma sane las heridas y restaure su esencia, elevando así su consciencia. Es la consciencia, finalmente, lo que crea el cambio, lo que te permite avanzar y liberar el dolor contenido por años. Las flores de bach trabajn desde el plano sutil restaurando a nivel energético, desde el origen, nuestras emociones y pensamientos.
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