Jesús Antonio Petit Da Costa | abril 7, 2016 |
Lo mejor de la Ley de Amnistía es que no incluye los horrorosos e imperdonables delitos cometidos durante la enfermedad y muerte de Chávez sobre los cuales debe abrir una investigación parlamentaria la AN, porque vician de inconstitucionalidad la sucesión presidencial lo que, sumado a la nacionalidad de Maduro, lo hace doblemente ilegítimo. Además en ellos está comprometida la responsabilidad penal de los coautores, cómplices y encubridores de la traición a la patria, muchos en ejercicio de gobierno todavía.
Sigamos el relato de Blasco en base a los testimonios de chavistas arrepentidos: “Chávez engañó a su pueblo sobre su situación y concurrió a unas elecciones ocultando su incapacidad…para ejercer un nuevo mandato. También de espaldas a los venezolanos entregó su país como prenda a los cubanos para comprar una salud que no pudo obtener.” Una corrección: Chávez había traicionado a su patria con Cuba antes de su enfermedad y creyó que en compensación Cuba haría lo imposible por salvarle la vida. Se equivocó. Los Castro no son leales a nadie, como no lo ha sido ningún gobernante comunista. Ejemplos: Stalin y Mao.
A Chávez enfermo se lo disputaron Cuba y Rusia como hacen los buitres: “Cuba mantenía con fuerza su adquirido control sobre la voluntad de Chávez, sin aceptar que este se saliera de su ámbito de dominio; Rusia cuestionaba que el presidente venezolano recibiera atención sustancial en La Habana e insistía en que fuera tratado en Moscú, donde había mejores instalaciones sanitarias, pero en La Habana Fidel sabía cómo arropar emocionalmente al paciente. En esa etapa de transición, el octogenario se dedicó a ganarse aún más a Chávez, mientras su hermano Raúl, menos dado a sentimentalismos, se habría concentrado en armar la sucesión al frente de Venezuela”.
Continuemos: “La pugna entre Cuba y Rusia por los términos de la herencia de Chávez (la herencia era Venezuela, su hacienda particular), fue grotesca. Temeroso el propio enfermo de la Unión Europea y Estados Unidos, dispuso que las reservas de divisas y de oro, muchas guardadas en bancos ingleses, fueran transferidas a Cuba, Rusia, China y Brasil….. Para los cubanos, que con la enfermedad de Chávez habían transformado a Venecuba en Cubazuela, lo esencial era garantizar que la desaparición del venezolano no supondría volver a una relación que no tuviera a Cuba como elemento predominante. Para los rusos lo prioritario era que un nuevo Gobierno no revisara las cláusulas de explotación petrolera de compañías rusas en Venezuela y que el estamento militar no se orientara hacia la industria militar estadounidense, sino que siguiera comprando a Rusia su equipamiento.”
Rafael Isea, testigo presencial y calificado, declara: “La enfermedad fue nuestra mayor desgracia. Chávez tuvo ya antes relación con los cubanos, pero había mantenido su autonomía. Cuando cayó enfermo depositó toda su confianza en ellos, para que le curaran, y los cubanos tomaron control político de él.” Mucho antes habían tomado control político sobre Chávez, pero con la enfermedad asumieron el control absoluto.
Este episodio, el más vergonzoso de la historia de Venezuela, debe ser investigado a fondo para que los venezolanos recuperemos el honor perdido. Y esa investigación debe conducirnos: 1) A enjuiciar penalmente a todos los que participaron como coautores, cómplices y encubridores de la traición a la patria; y, 2) A incluir en la nueva Constitución una disposición que ponga al Presidente de la República a escoger entre la renuncia o la declaración de abandono del cargo si viaja al extranjero para tratamiento médico, negándosele permiso para ello.
Todo Presidente de la República debe tratarse en Venezuela, bajo la supervisión de una junta médica designada por la AN, para salvaguardar la seguridad nacional y preservar nuestra dignidad.
Todas las citas son del libro BUMERÁN CHÁVEZ de Emili Blasco.
NARCOTIRANÍA 12 05-04-16
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