La confesión entre el secreto y la privacidad
El cardenal Mauro Piacenza cuenta los "milagros" del confesionario durante su intervención en el congreso "El secreto confesional y la privacidad pastoral", organizado por la Penitenciaria Apostólica
Por Antonio Gaspari
CIUDAD DEL VATICANO, 13 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - "¡Cuántos verdaderos y propios milagros de la gracia de Dios suceden en el secreto de un confesionario, en la conversación confidencial que caracteriza la relación de acompañamiento espiritual, en lo íntimo del corazón que aún herido por el mal, se abre a la verdad del amor de Dios!"
Así comenzó el cardenal Mauro Piacenza su saludo de apertura al congreso "El secreto confesional y la privacidad pastoral", organizado por la Penitenciaria Apostólica en el Palacio de la Cancelería en Roma.
Después de haber recordado que la Penitenciaria Apostólica, por antigua costumbre, está comprometida en el sensibilizar tanto a sacerdotes como a fieles laicos en el redescubrir siempre de nuevo la importancia en el Sacramento de la confesión, el purpurado ha explicado la relevancia de la confesión sobre todo en los tiempos modernos.
"La celebración de este Sacramento -ha precisado- requiere una preparación teológica, pastoral y canónica adecuada y actualizada, para que todos aquellos que se dirigen al confesional puedan experimentar los efectos pacificadores y saludables del perdón incondicional de Dios".
Entonces, ¿por qué precisamente un Congreso sobre el secreto de confesión y la privacidad pastoral?, ha preguntado el Penitenciero mayor. Para afrontar con claridad el tema, según el cardenal Piacenza, es necesario disipar en seguida cualquier sospecha sobre el hecho de que el sistema de secreto de la ordenación eclesial -como cualquier orden judicial- está dirigido a cubrir tramas, complots o misterios, como algunas veces ingenuamente la opinión pública es llevada o, más fácilmente, sugestionada a creer.
"Es evidente que cada uno tiene secretos personales, que confía solamente a personas de confianza y discretas", al mismo tiempo -ha precisado el purpurado- "desea y confía que estos no sean violados o traicionados por interferencias de terceros o por superficialidades o falta de experiencia".
Y es en este contexto que para el cardenal se encuentran las razones del porqué "grandes y saludables son los efectos que con el secreto y la reserva se desean proteger y custodiar para salvaguardar la fama y la reputación de alguno o respetar derechos de particulares o de grupos".
"Tarea del párroco y de todo sacerdote -ha añadido- es la de tutelar y defender la intimidad de cada persona, entendida como espacio vital en el que proteger la propia personalidad más allá de los afectos más queridos y más personales. El fin del secreto, sea sacramental, sea extrasacramental, es proteger la intimidad de la persona, es decir, custodiar la presencia de Dios en la intimidad de cada persona".
Por este motivo, ha precisado el cardenal, "quien viola esta esfera tan personal y 'sagrada', cumple no solo un acto de injusticia, un delito canónico, sino un verdadero acto de irreligiosidad".
Antes de concluir con el deseo de despertar los valores conectados al sacramento de la confesión, el cardenal ha recordado que la Penitenciaria Apostólica esdesde hace ocho siglos el Tribunal Apostólico designado a la tradición de las materias que afectan al foro interno y conoce muy bien "el inestimable valor moral y espiritual del secreto sacramental, de la reserva, de la inviolabilidad de la conciencia y su impacto positivo en la vida de los fieles".
Así comenzó el cardenal Mauro Piacenza su saludo de apertura al congreso "El secreto confesional y la privacidad pastoral", organizado por la Penitenciaria Apostólica en el Palacio de la Cancelería en Roma.
Después de haber recordado que la Penitenciaria Apostólica, por antigua costumbre, está comprometida en el sensibilizar tanto a sacerdotes como a fieles laicos en el redescubrir siempre de nuevo la importancia en el Sacramento de la confesión, el purpurado ha explicado la relevancia de la confesión sobre todo en los tiempos modernos.
"La celebración de este Sacramento -ha precisado- requiere una preparación teológica, pastoral y canónica adecuada y actualizada, para que todos aquellos que se dirigen al confesional puedan experimentar los efectos pacificadores y saludables del perdón incondicional de Dios".
Entonces, ¿por qué precisamente un Congreso sobre el secreto de confesión y la privacidad pastoral?, ha preguntado el Penitenciero mayor. Para afrontar con claridad el tema, según el cardenal Piacenza, es necesario disipar en seguida cualquier sospecha sobre el hecho de que el sistema de secreto de la ordenación eclesial -como cualquier orden judicial- está dirigido a cubrir tramas, complots o misterios, como algunas veces ingenuamente la opinión pública es llevada o, más fácilmente, sugestionada a creer.
"Es evidente que cada uno tiene secretos personales, que confía solamente a personas de confianza y discretas", al mismo tiempo -ha precisado el purpurado- "desea y confía que estos no sean violados o traicionados por interferencias de terceros o por superficialidades o falta de experiencia".
Y es en este contexto que para el cardenal se encuentran las razones del porqué "grandes y saludables son los efectos que con el secreto y la reserva se desean proteger y custodiar para salvaguardar la fama y la reputación de alguno o respetar derechos de particulares o de grupos".
"Tarea del párroco y de todo sacerdote -ha añadido- es la de tutelar y defender la intimidad de cada persona, entendida como espacio vital en el que proteger la propia personalidad más allá de los afectos más queridos y más personales. El fin del secreto, sea sacramental, sea extrasacramental, es proteger la intimidad de la persona, es decir, custodiar la presencia de Dios en la intimidad de cada persona".
Por este motivo, ha precisado el cardenal, "quien viola esta esfera tan personal y 'sagrada', cumple no solo un acto de injusticia, un delito canónico, sino un verdadero acto de irreligiosidad".
Antes de concluir con el deseo de despertar los valores conectados al sacramento de la confesión, el cardenal ha recordado que la Penitenciaria Apostólica esdesde hace ocho siglos el Tribunal Apostólico designado a la tradición de las materias que afectan al foro interno y conoce muy bien "el inestimable valor moral y espiritual del secreto sacramental, de la reserva, de la inviolabilidad de la conciencia y su impacto positivo en la vida de los fieles".
El Vaticano acoge un seminario internacional de jóvenes contra la trata
Se realizará este fin de semana en la Casina Pío IV, impulsado por la la Academia Pontifica de Ciencias Sociales y una ONG argentina, Vínculos en Red
Por Redacción
ROMA, 13 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - Los días 15 y 16 de noviembre tendrá lugar el "Simposio de jóvenes contra la prostitución y la trata de personas. Máxima violencia contra las mujeres" en la Casina Pío IV de la Ciudad del Vaticano. Participarán jóvenes de todo el mundo que, según han informado los organizadores, "abordarán y discutirán la problemática desde su propia realidad, perspectiva y formas de comunicarse".
Las jornadas --promovidas por monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontifica de Ciencias Sociales, y Alicia Peresutti, titular de la ONG Vínculos en Red y asesora del Vaticano en temas de trata--, abordarán lo que el papa Francisco denomina la "globalización de la indiferencia", han explicado. El Santo Padre tendrá una participación activa en el evento.
"Este encuentro es la primera acción de un plan de trabajo con jóvenes a dos años, que proyecta trabajar incidencia política para lograr cambios reales en el combate de la esclavitud. Entre las propuestas que ya mandaron están la creación de una Red Mundial de Jóvenes y la realización de encuentros por continentes", ha señalado Peresutti.
Desde hace 18 años, la mujer encabeza una organización argentina que se ocupa de rescatar, contener y reinsertar en la sociedad a las víctimas de trata. Fue así como conoció al entonces arzobispo de Buenos Aires.
"Nos ayudó mucho. Su compromiso con este tema es de hace muchísimos años. Nunca dejó de atendernos y de acudir en nuestra ayuda en alguna emergencia. Hoy creo que el Papa lidera la lucha contra la esclavitud a nivel mundial", ha asegurado Peresutti.
Entre los objetivos de este seminario internacional, se encuentran "la condena de la prostitución como violación de derechos, y el delito de la trata de personas como un crimen contra la humanidad", el "fortalecimiento y promoción de acciones tendientes a la prevención" y de las "estructuras familiares como anclaje y sostén de un mundo de posibilidades y oportunidades para todos".
El simposio podrá ser seguido a través de las redes sociales. En Twitter, la cuenta @simp_vat2014 irá dando detalles de las ponencias de los jóvenes.
Las jornadas --promovidas por monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontifica de Ciencias Sociales, y Alicia Peresutti, titular de la ONG Vínculos en Red y asesora del Vaticano en temas de trata--, abordarán lo que el papa Francisco denomina la "globalización de la indiferencia", han explicado. El Santo Padre tendrá una participación activa en el evento.
"Este encuentro es la primera acción de un plan de trabajo con jóvenes a dos años, que proyecta trabajar incidencia política para lograr cambios reales en el combate de la esclavitud. Entre las propuestas que ya mandaron están la creación de una Red Mundial de Jóvenes y la realización de encuentros por continentes", ha señalado Peresutti.
Desde hace 18 años, la mujer encabeza una organización argentina que se ocupa de rescatar, contener y reinsertar en la sociedad a las víctimas de trata. Fue así como conoció al entonces arzobispo de Buenos Aires.
"Nos ayudó mucho. Su compromiso con este tema es de hace muchísimos años. Nunca dejó de atendernos y de acudir en nuestra ayuda en alguna emergencia. Hoy creo que el Papa lidera la lucha contra la esclavitud a nivel mundial", ha asegurado Peresutti.
Entre los objetivos de este seminario internacional, se encuentran "la condena de la prostitución como violación de derechos, y el delito de la trata de personas como un crimen contra la humanidad", el "fortalecimiento y promoción de acciones tendientes a la prevención" y de las "estructuras familiares como anclaje y sostén de un mundo de posibilidades y oportunidades para todos".
El simposio podrá ser seguido a través de las redes sociales. En Twitter, la cuenta @simp_vat2014 irá dando detalles de las ponencias de los jóvenes.
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