La culpa es de todos
El Nacional 27 DE NOVIEMBRE 2014 - 00:01
Los humanos nos quejamos de casi todo y, por cierto, la culpa siempre es de los demás. Pero es una realidad de la vida que las culpas, de un modo o de otro, directa o indirectamente, suelen ser compartidas. De las guerras somos todos culpables. Por caso, los hay quienes proclaman la paz –y hasta organizan manifestaciones multitudinarias– pero luego apoyan la prohibición estatal de algunas drogas, lo que conlleva la represión violenta de los que desoyen esta prohibición, con la consiguiente “guerra contra las drogas” con muchos más muertos –más de 200.000 solo en México–, terror y encarcelados que muchas otras históricas contiendas.
Barack Obama, unos días atrás apenas llegado a China –de modo absolutamente imperial por el costosísimo despliegue logístico que supuso–, pidió a las autoridades que abran los mercados, liberen la moneda y respeten los derechos humanos y la libertad de la prensa. Hizo estas declaraciones en una intervención en la cumbre de empresarios, prólogo de la reunión anual del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico que reúne a los mandatarios y representantes de esta región que supone más de la mitad del PIB y casi la mitad del comercio mundial. Más de 1,8 millones de chinos visitaron Estados Unidos el año pasado, señaló Obama, país que contribuyó con 21.000 millones de dólares a la economía y a la creación de más de 100.000 empleos.
Dicho sea de paso, para justificar sus sueldos los burócratas se han asegurado de que el tratado de libre comercio tarde unos cuantos años en negociaciones cuando, en rigor, bastaría con que cada gobierno, unilateralmente y sin necesidad de estas costosísimas cumbres, levantara las trabas coactivas al comercio y la producción. Ahora, tiene razón Obama pero ¿y en casa? Pide libertad de prensa olvidándose, entre otras cosas, de su persecución a Julian Assange y al soldado Bradley Manning. Y ¿de cuáles derechos humanos habla? Seguramente no de los de los inmigrantes que, para los racistas, no son personas.
Al festejarse los 25 años de la caída del Muro de Berlín, el papa pidió que sean derribados “todos los muros que aún dividen el mundo” a la vez que recordó a Juan Pablo II, uno de los principales artífices de la caída de peor “imperio del mal” –la URSS, muy superior al Isis y a los Nazis– sin guerras. ¿Habrán escuchado los presidentes de los países desarrollados, en particular Obama que mantiene un ‘muro de la muerte’ en la frontera con México? Solamente en la zona de Arizona fallecieron 122 personas en el último año. Y los del Partido Republicano, que acaban de ganar las elecciones, prometen empeorar la cosa.
Recordemos que los migrantes internacionales mandarán este año a casa, según el Banco Mundial, 435.000 millones de dólares. Para países como Tayikistán estos envíos equivalen a 42% del PIB, así, este envío de fondos es una fuente muy importante de flujos privados para los países en desarrollo. Claramente es más sano aceptar inmigrantes que enviar las clásicas “ayudas internacionales”. De hecho, en 2013 las remesas superaron a la Inversión Extranjera Directa en los países emergentes, excepto China, y fueron tres veces mayores que lo destinado como ayuda oficial al desarrollo.
En fin, hablando de incoherencias y de las promesas de Obama, Guantánamo sigue allí gritándole al mundo que “el Estado de Derecho” es una gran mentira. Es hora pues, de culpar menos y mejorar más.
Abuso habilitante
El Nacional 27 DE NOVIEMBRE 2014 - 00:01
Ante todo manifiesto mi sincero agradecimiento aEl Nacional por abrirme sus páginas para seguir expresándome libremente en tiempos complicados. Por esa maña inevitable de sucumbir a la vocación profesional, no puedo evitar tratar en esta primera entrega el tema de las leyes habilitantes y su ejercicio, dado que el presidente Maduro optó, igual que su antecesor, por inundarnos de reformas normativas en los dos últimos días del plazo de su habilitación para legislar.
Ciertamente, la Constitución establece la posibilidad de habilitar al presidente para que legisle por decreto en materias específicas y por tiempo determinado; esa delegación se justifica en situaciones que ameriten medidas inmediatas, por lo que es un contrasentido que sea muy amplia en tiempo o contenido. El abuso de esta figura en Venezuela llegó al punto de habilitar por más de un año al presidente para legislar unipersonalmente en temas cruciales para la vida social y económica del país. En 15 años de revolución se han otorgado 5 habilitantes que han conferido poderes legislativos a dos presidentes por más de 5 años, es decir, el equivalente a un período constitucional de la Asamblea Nacional. Chávez y Maduro han legislado más que el propio Poder Legislativo nacional, lo que implica una anormalidad constitucional al subyugar la separación de los poderes públicos. Además, este abuso de la facultad de legislar por decreto se magnifica cuando en el último momento se rompe una piñata legislativa y se nos atosiga con normas que no han pasado por los dos debates y las consultas públicas que exige la Constitución para el proceso de formación de las leyes. Es aquí donde la democracia participativa se vuelve puro cuento.
De un plumazo Maduro, encapillado y sin consultar con nadie, ha legislado en materia de derechos laborales, impuestos, inversión extranjera, precios, régimen cambiario, corrupción, simplificación de trámites, banca y finanzas, terrorismo y muchas otras áreas. Y, como si fuera poco, las leyes se anuncian durante la vigencia de la Ley Habilitante, pero se publican varios días después, con lo cual se extiende de hecho e inconstitucionalmente la vigencia de la habilitación. Además, estratégicamente se le pretende dar carácter orgánico a sus decretos para evitar que una derrota monumental en las elecciones parlamentarias los derogue o reforme sin reparar en que esta viveza los puede hacer inconstitucionales.
Aún no se puede opinar sobre el contenido de cada ley, pues aún la mayoría no se conoce, pero con base en las pocas ya publicadas y lo dicho en las cadenas presidenciales, sí podemos hacer señalamientos sobre su tendencia. Se trata de un paquete parcial que no ataca la crisis económica por el lado de los ingresos en divisas ni por el indispensable aspecto del recorte del gasto público. Nada se dice sobre el tamaño de la administración pública, el precio de la gasolina, dádivas petroleras o venta de empresas expropiadas ineficientes. El centro es la recaudación interna haciendo ver además que se le carga la mano a las grandes empresas y a quienes más tienen. Puro populismo, terror electoral en pasta; a menos gasto público menos votos y eso es lo único que parce ser prioritario, Maquiavelo es un niño de pecho. Pero al final el ajuste, según los más entendidos, no cubrirá el déficit y sus efectos inevitablemente sí impactarán a todos vía inflación y desabastecimiento. Mientras más se ahogue al sector privado productivo, menos prosperidad y más pobreza. Ya es un lugar común asumir 2014 como un gran año comparado con 2015.
A todas estas, el barril de petróleo sigue cayendo para mal de todos, evidencia clara de que Chávez nada tuvo que ver con el aumento vertiginoso de los precios que le permitió insuflar su popularidad a punta de billete. Ahora será un espectáculo político de trascendencia mundial ver cómo se administra la revolución bolivariana sin recursos y, sobre todo, cuán demócratas serán sus líderes en tiempos de vacas flacas y popularidad escuálida.
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