Jornada Mundial de la Pesca - 21 de noviembre
Mensaje del Pontificio Consejo de la pastoral para los MIgrantes e itinerantes
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 20 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - La pesca es una actividad entre las más peligrosas, que involucra a más de 58 millones de personas que pasan la mayor parte de su tiempo navegando y están poco con su familia.
Por ello el Pontificio Consejo de la Pastoral para los Migrantes hace un llamado al Apostolado del Mar para que reafirme su presencia en los puertos pesqueros. Pide también se implementen medidas para lograr una pesca responsable, dado que al actual ritmo muchas poblaciones que viven de la pesca se quedarían sin sutento.
Concluye el mensaje recordando las palabras del papa Francisco sobre el respeto de lo creado: “Este es uno de los desafíos más grandes de nuestra época: convertirnos a un desarrollo que sepa respetar la creación (…) Este es nuestro pecado: explotar la tierra y no dejar que nos dé lo que tiene dentro, con la ayuda de nuestro cultivo”.
El texto completo del Mensaje del Pontificio Consejo de la pastoral para los MIgrantes e itinerantes
“Pescar es, de hecho, una de las actividades humanas más antiguas y arduas, y generalmente está mal pagada o recompensada. Las formas de pesca son casi tantas y tan variadas como el tipo de pescado que cogen. Como todos los marinos, los pescadores pasan la mayor parte del tiempo navegando y muy poco tiempo con su familia y, a causa de su estilo de vida, a menudo son marginados y privados del ministerio pastoral ordinario”.
En la celebración anual del Día Mundial de la Pesca, el Apostolado del Mar (A.M.) Internacional quisiera llamar la atención sobre el sector pesquero que genera empleo y proporciona sustento a aproximadamente 58,3 millones de personas, de las cuales el 37 por ciento trabaja a tiempo completo.
En este día, desearía hacer un llamamiento a todos los A.M. nacionales y locales para que renueven su compromiso de establecer una presencia significativa en los puertos pesqueros y desarrollar programas específicos para que los pescadores y sus familias sean una parte integral de la comunidad cristiana local, brindándoles la oportunidad de expresarse y de expresar también sus necesidades sin sentirse excluidos. Y pide se cree conciencia en los países para que sea ratificado el Convenio sobre el trabajo en la pesca, lo que evitaría muchos de los abusos laborales que se registran en la actualidad.
La ratificación del Convenio sobre el trabajo en la pesca, 2007 (núm. 188)
La pesca viene siendo reconocida como una de las profesiones más peligrosa del mundo puesto que cada año provoca cientos de víctimas en el mar y muchos más afectados por los peligros laborales. Los pescadores son muy vulnerables a la explotación, al maltrato y se convierten en víctimas del tráfico de personas y del trabajo forzoso, como ha sido ampliamente difundido y documentado en los medios de comunicación.
Una vez ratificado, el Convenio sobre el trabajo en la pesca, 2007 (núm. 188), que fue adoptado durante la 96 Conferencia Internacional del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), será un instrumento útil al menos para mejorar estas circunstancias en el caso de que no lograra erradicarlas completamente, aportando una protección y beneficios adicionales. De hecho, los objetivos del Convenio son asegurar que todos los pescadores que se dediquen a la pesca comercial gocen de condiciones laborales decentes a bordo de los buques pesqueros en materia de alojamiento y alimentación, de protección de la seguridad y protección de la salud y de atención médica y seguridad social.
El Convenio entrará en vigor 12 meses después que diez Miembros, ocho de los cuales son Estados costeros, lo hayan ratificado. El 17 de abril de 2014, el Convenio sobre el trabajo en la pesca, 2007 (núm. 188) fue ratificado por Argentina, Bosnia y Herzegovina, Congo, Marruecos y Sudáfrica.
Es necesario que los A.M. de todo el mundo prosigan su labor de promoción, a escala regional y nacional, a favor de su ratificación. Es oportuno organizar reuniones, seminarios o talleres para presentar, explicar e informar a los agentes gubernamentales, a los pescadores y a las organizaciones de pescadores, la estructura y el contenido del Convenio y que éste sea ratificado. Hasta que no se alcance este objetivo, los pescadores seguirán siendo abusados, explotados y seguirán falleciendo en el mar.
Un nuevo enfoque para la pesca
Nuestros océanos y sus recursos están siendo objeto de una enorme presión. Según un informe de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) el 30 por ciento de las poblaciones mundiales de peces se hallan sobreexplotadas, agotadas o en recuperación de una situación de agotamiento.
Esto se debe a una serie de factores como: ejemplares no deseados (mamíferos marinos, aves marinas, tortugas, etc.) involuntariamente capturados en los artes de pesca; descartes como parte de la captura que se arroja al mar puesto que su comercialización está prohibida o no son comercialmente viables. La pesca, especialmente la pesca de arrastre, tiene también una repercusión directo en el hábitat en el que se desarrolla. A todo esto hay añadir los cambios climáticos, la pesca ilegal, no regulada y no declarada (INDNR), la contaminación y el empleo de dinamita y de cianuro.
Desde tiempos inmemoriales, la pesca ha sido una fuente de alimento para la humanidad y ha contribuido de forma significativa a las economías de las naciones pesqueras, empleando a millones de personas en todo el mundo y proporcionando alimentos a otros millones más. Sin embargo, hemos llegado a un punto crítico en el que es necesario practicar una pesca responsable y respetar la naturaleza; el riesgo es que en un plazo limitado de tiempo, muchas comunidades costeras que dependen de la pesca para su subsistencia y economía, perderán su fuente de sustento. Como nos recuerda el Papa Francisco: “Este es uno de los desafíos más grandes de nuestra época: convertirnos a un desarrollo que sepa respetar la creación (…) Este es nuestro pecado: explotar la tierra y no dejar que nos dé lo que tiene dentro, con la ayuda de nuestro cultivo”.
Que la Santísima Virgen, menudo rezada e invocada con diferentes títulos por los pescadores y sus familias, extienda su maternal protección sobre todas las comunidades de pescadores y apoye a los capellanes y voluntarios que participan en este apostolado.
Por ello el Pontificio Consejo de la Pastoral para los Migrantes hace un llamado al Apostolado del Mar para que reafirme su presencia en los puertos pesqueros. Pide también se implementen medidas para lograr una pesca responsable, dado que al actual ritmo muchas poblaciones que viven de la pesca se quedarían sin sutento.
Concluye el mensaje recordando las palabras del papa Francisco sobre el respeto de lo creado: “Este es uno de los desafíos más grandes de nuestra época: convertirnos a un desarrollo que sepa respetar la creación (…) Este es nuestro pecado: explotar la tierra y no dejar que nos dé lo que tiene dentro, con la ayuda de nuestro cultivo”.
El texto completo del Mensaje del Pontificio Consejo de la pastoral para los MIgrantes e itinerantes
“Pescar es, de hecho, una de las actividades humanas más antiguas y arduas, y generalmente está mal pagada o recompensada. Las formas de pesca son casi tantas y tan variadas como el tipo de pescado que cogen. Como todos los marinos, los pescadores pasan la mayor parte del tiempo navegando y muy poco tiempo con su familia y, a causa de su estilo de vida, a menudo son marginados y privados del ministerio pastoral ordinario”.
En la celebración anual del Día Mundial de la Pesca, el Apostolado del Mar (A.M.) Internacional quisiera llamar la atención sobre el sector pesquero que genera empleo y proporciona sustento a aproximadamente 58,3 millones de personas, de las cuales el 37 por ciento trabaja a tiempo completo.
En este día, desearía hacer un llamamiento a todos los A.M. nacionales y locales para que renueven su compromiso de establecer una presencia significativa en los puertos pesqueros y desarrollar programas específicos para que los pescadores y sus familias sean una parte integral de la comunidad cristiana local, brindándoles la oportunidad de expresarse y de expresar también sus necesidades sin sentirse excluidos. Y pide se cree conciencia en los países para que sea ratificado el Convenio sobre el trabajo en la pesca, lo que evitaría muchos de los abusos laborales que se registran en la actualidad.
La ratificación del Convenio sobre el trabajo en la pesca, 2007 (núm. 188)
La pesca viene siendo reconocida como una de las profesiones más peligrosa del mundo puesto que cada año provoca cientos de víctimas en el mar y muchos más afectados por los peligros laborales. Los pescadores son muy vulnerables a la explotación, al maltrato y se convierten en víctimas del tráfico de personas y del trabajo forzoso, como ha sido ampliamente difundido y documentado en los medios de comunicación.
Una vez ratificado, el Convenio sobre el trabajo en la pesca, 2007 (núm. 188), que fue adoptado durante la 96 Conferencia Internacional del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), será un instrumento útil al menos para mejorar estas circunstancias en el caso de que no lograra erradicarlas completamente, aportando una protección y beneficios adicionales. De hecho, los objetivos del Convenio son asegurar que todos los pescadores que se dediquen a la pesca comercial gocen de condiciones laborales decentes a bordo de los buques pesqueros en materia de alojamiento y alimentación, de protección de la seguridad y protección de la salud y de atención médica y seguridad social.
El Convenio entrará en vigor 12 meses después que diez Miembros, ocho de los cuales son Estados costeros, lo hayan ratificado. El 17 de abril de 2014, el Convenio sobre el trabajo en la pesca, 2007 (núm. 188) fue ratificado por Argentina, Bosnia y Herzegovina, Congo, Marruecos y Sudáfrica.
Es necesario que los A.M. de todo el mundo prosigan su labor de promoción, a escala regional y nacional, a favor de su ratificación. Es oportuno organizar reuniones, seminarios o talleres para presentar, explicar e informar a los agentes gubernamentales, a los pescadores y a las organizaciones de pescadores, la estructura y el contenido del Convenio y que éste sea ratificado. Hasta que no se alcance este objetivo, los pescadores seguirán siendo abusados, explotados y seguirán falleciendo en el mar.
Un nuevo enfoque para la pesca
Nuestros océanos y sus recursos están siendo objeto de una enorme presión. Según un informe de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) el 30 por ciento de las poblaciones mundiales de peces se hallan sobreexplotadas, agotadas o en recuperación de una situación de agotamiento.
Esto se debe a una serie de factores como: ejemplares no deseados (mamíferos marinos, aves marinas, tortugas, etc.) involuntariamente capturados en los artes de pesca; descartes como parte de la captura que se arroja al mar puesto que su comercialización está prohibida o no son comercialmente viables. La pesca, especialmente la pesca de arrastre, tiene también una repercusión directo en el hábitat en el que se desarrolla. A todo esto hay añadir los cambios climáticos, la pesca ilegal, no regulada y no declarada (INDNR), la contaminación y el empleo de dinamita y de cianuro.
Desde tiempos inmemoriales, la pesca ha sido una fuente de alimento para la humanidad y ha contribuido de forma significativa a las economías de las naciones pesqueras, empleando a millones de personas en todo el mundo y proporcionando alimentos a otros millones más. Sin embargo, hemos llegado a un punto crítico en el que es necesario practicar una pesca responsable y respetar la naturaleza; el riesgo es que en un plazo limitado de tiempo, muchas comunidades costeras que dependen de la pesca para su subsistencia y economía, perderán su fuente de sustento. Como nos recuerda el Papa Francisco: “Este es uno de los desafíos más grandes de nuestra época: convertirnos a un desarrollo que sepa respetar la creación (…) Este es nuestro pecado: explotar la tierra y no dejar que nos dé lo que tiene dentro, con la ayuda de nuestro cultivo”.
Que la Santísima Virgen, menudo rezada e invocada con diferentes títulos por los pescadores y sus familias, extienda su maternal protección sobre todas las comunidades de pescadores y apoye a los capellanes y voluntarios que participan en este apostolado.
MIRADA AL MUNDO
España: fallece la duquesa de Alba, impulsora de causas benéficas
El funeral se celebrará este viernes en la Catedral de Sevilla. Entre sus causas benéficas apoyaba a la Fundación Nuevo Mundo de Ecuador
Por Iván de Vargas
MADRID, 20 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - La duquesa de Alba, Cayetana Fitz-james Stuart y Silva, ha muerto este jueves a los 88 años en Sevilla, en su residencia del Palacio de Dueñas, rodeada de sus seis hijos y su actual marido, Alfonso Díez. Catorce veces Grande de España, era la jefa de la Casa de Alba y una destacada figura de la vida social y cultural española.
Se distinguió por prestar su aportación a innumerables causas benéficas (cabe destacar su colaboración con la Fundación Nuevo Mundo de Ecuador, la Asociación Española Contra el Cáncer, la Fundación Pequeño Deseo, el rastrillo solidario de Nuevo Futuro, la Asociación Española de Esclerosis Múltiple o la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Andalucía), así como por su apoyo a las artes.
Su actividad fue reconocida con prestigiosos galardones como la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica o la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio. El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha indicado que no había "acto social, solidario o cultural que le solicitara una ONG y no tuviera la compresión, ayuda o aliento de Cayetana".
El sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, confesor de la duquesa y capellán de los Alba, ha manifestado que Cayetana Fitz-james Stuart "ha muerto en paz, rodeada de todos sus hijos y acompañada del auxilio de Dios".
El Ayuntamiento de Sevilla, que ha decretado un día de luto oficial, ha acogido la capilla ardiente. La sala está presidida por dos reproducciones de gran tamaño de la Virgen de las Angustias y el Cristo de la Salud, las imágenes titulares de la hermandad de Los Gitanos, a la que la duquesa estaba muy unida. Una bandera de España y la enseña de la Casa de Alba arropan al féretro, flanqueado por cuatro cirios rojos.
El funeral por Cayetana Fitz-james Stuart se celebrará este viernes en el altar del Jubileo de la Catedral de Sevilla, presidido por el cardenal Carlos Amigo Vallejo, arzobispo emérito de Sevilla, según ha confirmado el Cabildo Catedral de Sevilla. Sus restos mortales serán depositadas después bajo el Cristo de los Gitanos, en el altar mayor de esta emblemática capilla sevillana.
El rey Felipe VI ha llamado por teléfono al viudo, Alfonso Díez, y al duque de Huéscar, Carlos Fitz-James Stuart, para expresar sus condolencias por la muerte de la duquesa de Alba. Además, los Reyes, don Felipe, doña Letizia, don Juan Carlos y doña Sofía han enviado coronas de flores a Sevilla.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha expresado también su pésame. La infanta Elena asistirá al funeral en representación del Rey Felipe VI, según ha anunciado el Palacio de la Zarzuela.
Carlos Fitz-James Stuart (Madrid, 1948), primogénito de la duquesa y de su primer marido, Luis Martínez de Irujo, será el nuevo duque de Alba. Recibirá además de tan importante título todo el legado que atesora su familia: la Fundación Casa de Alba (con sus palacios de Liria y Monterrey, entre otros), la colección de medio centenar de ducados, marquesados, condados y grandezas, y la responsabilidad de preservar el legado histórico y monumental. Tomará el relevo de los 18 duques que le han precedido, desde el nacimiento del Gran Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo en el siglo XIV.
Se distinguió por prestar su aportación a innumerables causas benéficas (cabe destacar su colaboración con la Fundación Nuevo Mundo de Ecuador, la Asociación Española Contra el Cáncer, la Fundación Pequeño Deseo, el rastrillo solidario de Nuevo Futuro, la Asociación Española de Esclerosis Múltiple o la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Andalucía), así como por su apoyo a las artes.
Su actividad fue reconocida con prestigiosos galardones como la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica o la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio. El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha indicado que no había "acto social, solidario o cultural que le solicitara una ONG y no tuviera la compresión, ayuda o aliento de Cayetana".
El sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, confesor de la duquesa y capellán de los Alba, ha manifestado que Cayetana Fitz-james Stuart "ha muerto en paz, rodeada de todos sus hijos y acompañada del auxilio de Dios".
El Ayuntamiento de Sevilla, que ha decretado un día de luto oficial, ha acogido la capilla ardiente. La sala está presidida por dos reproducciones de gran tamaño de la Virgen de las Angustias y el Cristo de la Salud, las imágenes titulares de la hermandad de Los Gitanos, a la que la duquesa estaba muy unida. Una bandera de España y la enseña de la Casa de Alba arropan al féretro, flanqueado por cuatro cirios rojos.
El funeral por Cayetana Fitz-james Stuart se celebrará este viernes en el altar del Jubileo de la Catedral de Sevilla, presidido por el cardenal Carlos Amigo Vallejo, arzobispo emérito de Sevilla, según ha confirmado el Cabildo Catedral de Sevilla. Sus restos mortales serán depositadas después bajo el Cristo de los Gitanos, en el altar mayor de esta emblemática capilla sevillana.
El rey Felipe VI ha llamado por teléfono al viudo, Alfonso Díez, y al duque de Huéscar, Carlos Fitz-James Stuart, para expresar sus condolencias por la muerte de la duquesa de Alba. Además, los Reyes, don Felipe, doña Letizia, don Juan Carlos y doña Sofía han enviado coronas de flores a Sevilla.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha expresado también su pésame. La infanta Elena asistirá al funeral en representación del Rey Felipe VI, según ha anunciado el Palacio de la Zarzuela.
Carlos Fitz-James Stuart (Madrid, 1948), primogénito de la duquesa y de su primer marido, Luis Martínez de Irujo, será el nuevo duque de Alba. Recibirá además de tan importante título todo el legado que atesora su familia: la Fundación Casa de Alba (con sus palacios de Liria y Monterrey, entre otros), la colección de medio centenar de ducados, marquesados, condados y grandezas, y la responsabilidad de preservar el legado histórico y monumental. Tomará el relevo de los 18 duques que le han precedido, desde el nacimiento del Gran Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo en el siglo XIV.
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