El papa nombra a miembros de la Pontificia Comisión para América Latina
EFE
Ciudad del Vaticano, 5 septiembre 2015.- El papa Francisco ha nombrado a tres nuevos miembros de la Pontificia Comisión para América Latina, uno de Uruguay, otro de Panamá y un tercero de Argentina, informó la Santa Sede en un comunicado.
Los nuevos miembros de la Pontificia Comisión para América Latina son Daniel Fernando Sturla Berhouet, arzobispo de Montevideo (Uruguay); José Luis Lacunza Maestrojuán, obispo de David (Panamá); y Andrés Stanovnik, arzobispo de Corrientes (Argentina).
Sturla y Lacunza fueron nombrados cardenales de la Iglesia Católica el pasado 14 de febrero por el papa Francisco, en su segundo consistorio.
Sturla nació en Montevideo (sur de Uruguay), el 4 de julio de 1959, y cursó estudios de Filosofía y Ciencias de la Educación en el Instituto Miguel Rúa de los Salesianos de la capital uruguaya y de Teología en la actual Facultad de Teología del Uruguay Monseñor Mariano Soler.
Fue ordenado sacerdote en la Congregación Salesianos de Don Bosco (SDB) el 21 de noviembre de 1987 y a lo largo de su vida profesional ha ocupado diversos cargos, tanto pastorales como de gobierno, sobre todo en su Congregación Salesiana, entre los que se encuentra el de consejero de estudios en las Escuelas Profesionales Talleres Don Bosco.
Por su parte, Lacunza es agustino recoleto nacido en España, en Pamplona (Navarra) el 24 de febrero de 1944, aunque ha vivido la mayor parte de su vida como religioso en Panamá.
Fue ordenado sacerdote en Pamplona el 13 de julio de 1969 y ha sido consejero provincial de la provincia de Centroamérica y Panamá de 1976 a 1982, administrador de la misma Vicaría de 1976 a 1985, o presidente de la Federación de Educadores Católicos y miembro del Concejo Presbiteral Archidiocesano de Panamá.
Finalmente, Stanovnik nació en Buenos Aires el 15 de diciembre de 1949 y en 1978 entró la Orden de los Capuchinos, donde fue ordenado sacerdote ese mismo año.
Dentro de la orden ha sido maestro de novicios, vicario provincial, director del Movimiento Juvenil Franciscano, Superior y párroco de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, en La Cumbre (Córdoba) y de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya (Mar del Plata).
La Pontificia Comisión para América Latina fue instituida por Pio XII el 21 de abril de 1958 con la tarea de estudiar de manera unitaria las principales cuestiones de la vida católica, la defensa de la fe y el incremento de la religión en América Latina.
También para favorecer una mayor colaboración entre los dicasterios de la Curia romana interesados en la solución de problemas y en ayudar a las Iglesias del continente y al Consejo Episcopal Latino-americano (CELAM).
Francisco y el discernimiento sociopolítico
Refundar los vínculos sociales, apelar a la ética de la solidaridad y generar una cultura del encuentro
RAFAEL LUCIANI | EL UNIVERSAL
sábado 5 de septiembre de 2015 12:00 AM
En la década del 70, el padre Bergoglio propuso los siguientes criterios de discernimiento: «la unidad es superior al conflicto, el todo es superior a la parte, y el tiempo es superior al espacio». Casi 40 años después, en el 2010, los retomará como Cardenal en la Conferencia que diera con motivo del Bicentenario de la Independencia, y ahí agregará un cuarto criterio: «la realidad sobre la idea», diciendo que dichos criterios «ayudarían a resolver el desafío de ser ciudadano y la pertenencia a una sociedad». Más recientemente aparecerán en la encíclica Lumen Fidei (55.57) y en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (217-237). Expliquemos brevemente cada uno.
1. «El tiempo es superior al espacio». Sostiene Bergoglio que «uno de los pecados que a veces hay en la actividad sociopolítica es privilegiar los espacios de poder sobre los tiempos de los procesos» (2010). Para muchos, es más importante la cantidad que la calidad, el poder que el servicio, la estructura y los proyectos que la relación real y próxima al otro. La consecuencia es clara: «somos una sociedad fragmentada que ha cortado sus lazos comunitarios» (Cf.La nación por construir, 2005). El camino pasa por mirar más allá de los espacios que ocupamos e iniciar procesos de fraternización social yreinstitucionalización política.
2. «La unidad es superior al conflicto». El fin de la actividad política ha de ser elbien común, pero esto implica «meterse en el conflicto, sufrirlo, resolverlo y transformarlo en el eslabón de una cadena, en un proceso» (2010). Sólo así se puede construir una unidad mayor que permita superar las divisiones que vivimos como nación. El reto está en construir «una unidad plurifacética alejada de lo hegemónico» (2005). De otro modo seguiremos deshumanizándonos y viviendo bajo el signo de la anarquía social y el totalitarismo político.
3. «La realidad sobre la idea». Como explica Bergoglio «la realidad es, mientras que la idea se elabora». Pero, se pregunta: «entre realidad e idea: ¿qué está primero? La realidad. Ella es superior a la idea» (2010). Aquí hace eco del método teológico latinoamericano al reconocer la necesidad de ver aquello que es evidente ante nuestra mirada, lo que no puede ocultarse porque es un hechoque nos afecta a todos. Cuando reconocemos con honestidad lo que nos rodea descubrimos que nos estamos deshumanizando cada vez más, que estamos perdiendo «toda referencia a lo común y todo intento por fortalecer los lazos sociales» (Laudato Si 116). Las puras ideas terminan en ideologías abstractas sin conexión con lo real, y «las ideologías terminan mal, no sirven, tienen una relación incompleta, enferma o mala con el pueblo, las ideologías no asumen al pueblo» (Paraguay, 11-7-2015).
4. «El todo es superior a la parte». Con este cuarto criterio, Bergoglio nos advierte cómo «un ciudadano que conserva su peculiaridad personal, su idea personal, está unido a una comunidad, como sucede con la figura del poliedro. Por ello, la característica fundamental del ser ciudadano es la projimidad» (2010). Sólo como prójimos -al hacernos próximos al otro- superaremos el individualismo, podremos conectar con lo real y compartir mundos de vida. La projimidad revela un horizonte de vida mayor, una unidad superior que permite reconstruir los lazos humanos perdidos por la desintegración sociocultural que padecemos.
Estos cuatro criterios nos pueden ayudar a «refundar los vínculos sociales, apelar a la ética de la solidaridad y generar una cultura del encuentro» (2005). Eso que tanto necesitamos para recuperar la unidad nacional.
Doctor en Teología
rlteologiahoy@gmail.com
@rafluciani
1. «El tiempo es superior al espacio». Sostiene Bergoglio que «uno de los pecados que a veces hay en la actividad sociopolítica es privilegiar los espacios de poder sobre los tiempos de los procesos» (2010). Para muchos, es más importante la cantidad que la calidad, el poder que el servicio, la estructura y los proyectos que la relación real y próxima al otro. La consecuencia es clara: «somos una sociedad fragmentada que ha cortado sus lazos comunitarios» (Cf.La nación por construir, 2005). El camino pasa por mirar más allá de los espacios que ocupamos e iniciar procesos de fraternización social yreinstitucionalización política.
2. «La unidad es superior al conflicto». El fin de la actividad política ha de ser elbien común, pero esto implica «meterse en el conflicto, sufrirlo, resolverlo y transformarlo en el eslabón de una cadena, en un proceso» (2010). Sólo así se puede construir una unidad mayor que permita superar las divisiones que vivimos como nación. El reto está en construir «una unidad plurifacética alejada de lo hegemónico» (2005). De otro modo seguiremos deshumanizándonos y viviendo bajo el signo de la anarquía social y el totalitarismo político.
3. «La realidad sobre la idea». Como explica Bergoglio «la realidad es, mientras que la idea se elabora». Pero, se pregunta: «entre realidad e idea: ¿qué está primero? La realidad. Ella es superior a la idea» (2010). Aquí hace eco del método teológico latinoamericano al reconocer la necesidad de ver aquello que es evidente ante nuestra mirada, lo que no puede ocultarse porque es un hechoque nos afecta a todos. Cuando reconocemos con honestidad lo que nos rodea descubrimos que nos estamos deshumanizando cada vez más, que estamos perdiendo «toda referencia a lo común y todo intento por fortalecer los lazos sociales» (Laudato Si 116). Las puras ideas terminan en ideologías abstractas sin conexión con lo real, y «las ideologías terminan mal, no sirven, tienen una relación incompleta, enferma o mala con el pueblo, las ideologías no asumen al pueblo» (Paraguay, 11-7-2015).
4. «El todo es superior a la parte». Con este cuarto criterio, Bergoglio nos advierte cómo «un ciudadano que conserva su peculiaridad personal, su idea personal, está unido a una comunidad, como sucede con la figura del poliedro. Por ello, la característica fundamental del ser ciudadano es la projimidad» (2010). Sólo como prójimos -al hacernos próximos al otro- superaremos el individualismo, podremos conectar con lo real y compartir mundos de vida. La projimidad revela un horizonte de vida mayor, una unidad superior que permite reconstruir los lazos humanos perdidos por la desintegración sociocultural que padecemos.
Estos cuatro criterios nos pueden ayudar a «refundar los vínculos sociales, apelar a la ética de la solidaridad y generar una cultura del encuentro» (2005). Eso que tanto necesitamos para recuperar la unidad nacional.
Doctor en Teología
rlteologiahoy@gmail.com
@rafluciani
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