Oriente Medio: entes humanitarios católicos debaten en el Vaticano a puerta cerrada
Entrevista con Johan Ketelers, secretario general de la International Catholic Migration Commission (ICMC)
Por Sergio Mora
Ciudad del Vaticano, 19 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
El encuentro promovido por el Pontificio Consejo “Cor Unum” sobre la crisis humanitaria siria e iraquí, en la que participan organizaciones caritativas católicas que trabajan en Oriente Medio y obispos de la región, se realizó este jueves en el Vaticano a puerta cerrada.
Este mismo día, el papa Francisco les recibió en audiencia y describió la actual situación de esta región como “uno de los dramas humanitarios más opresivos de los últimos decenios” con “terribles consecuencias que los conflictos en Siria y en Irak tienen sobre las poblaciones civiles, así como sobre el patrimonio cultural”. Provocando un éxodo hacia el Líbano, Jordania y Turquía, países “que llevan hoy el peso de millones de refugiados, que han acogido generosamente”.
Johan Ketelers. secretario general de la International Catholic Migration Commission (ICMC), estuvo presente y conversó con ZENIT en una pausa del encuentro. Explicó la insuficiencia de las ayudas, los motivos del éxodo y la necesidad de involucrar a los países árabes en una conferencia internacional de paz, como factor indispensable para buscar una salida al conflicto. Compartimos a continuación sus opiniones en esta entrevista que presentamos a nuestros lectores.
Sobre el objetivo de este encuentro indicó que “además de dar visibilidad a la labor de la Iglesia, pone en conjunto las dificultades y desafíos que cada día encontramos, porque tenemos que entender cómo mejorar la operatividad, nuestro apoyo a las diócesis y sacerdotes en la situación actual”.
A propósito de las dificultades existentes, explicó que “llega poca ayuda, los fondos no son suficientes y los Gobiernos están aportando menos medios financieros. Baste pensar que entes de las Naciones Unidas, como la ACNUR y la UNCH reciben solamente el 30 por ciento del presupuesto presentado para todo Oriente Medio”.
Por ello es necesario decidir qué prioridades debemos dar a la ayuda, indicó, y redefinir la actividad humanitaria. “Tenemos que incluir la educación, ¿sí o no? Para nosotros es muy importante porque es la generación futura y no queremos perderla” señaló el dirigente de la ICMC. “Tampoco queremos perder a los jóvenes y que acaben con otras ideas radicales” añadió, precisando que todo esto tiene que ser discutido a nivel de las Naciones Unidas para entender dónde destinarán el dinero.
Sobre la ayuda humanitaria concluyó indicando que “para nosotros es muy importante no solamente hablar con los entes humanitarios de las Naciones Unidas, sino más aún con los Gobiernos para que puedan enfrentar la necesidad”.
Refiriéndose al éxodo bíblico que vive la región, Ketelers indicó que se parte de un principio: la gente no quiere abandonar su tierra. “Partimos del principio que las personas aunque vivan en habitaciones discretas o pobres, quieren permanecer en su casa, con la gente que conoce, y mejorar esa vida y en general la gente no piensa en irse”.
“Pero si un día llegan las amenazas --añadió el dirigente-- ellos toman una decisión: huir”. Y las cifras no son confortantes: “Hoy en Siria hay 4 millones de personas fuera del país, y de los 7 millones que permanecen, la mitad está desplazada. Esto es un caos, no podemos hablar más de soberanía, la soberanía no es un Gobierno, la soberanía es la de un pueblo y la mitad de la población está desplazada tratando de sobrevivir. Es necesario una estabilidad y paz. Y esto lo estamos discutiendo aquí”.
Interrogado sobre cuáles son los elementos que pueden llevar a la paz, precisó que ahora estamos en una escalada de violencia. E indicó entre los puntos uno que considera fundamental: dar protagonismo a los Estados Árabes. “Ellos tienen poder e interés, ellos pueden rehacer la cartografía política de la región”. Y precisó que en realidad “es Europa, Canadá, Estados Unidos y otros pocos países quienes responden. Hay necesidad de incluir mucho más la responsabilidad de los países árabes y la de Turquía”.
“Son ellos -indicó Ketelers- los primeros actores también del futuro de la región, más aún de Europa que está preocupada y comprometida con las llegadas de inmigrantes. Y no piensan tanto en la raíz del problema. Y así esto no va”. Por ello “esta problemática tenemos que discutirla con los países que tienen el poder para hacer los cambios y lo tienen”.
Sobre qué tipo de encuentro, el dirigente de la ICMC sugirió “una conferencia mundial para la paz con ellos como protagonistas. Porque está el problema del dinero y de las armas que van a las zonas del conflicto. Todas estas cosas hay que detenerlas”. Y si ellos no hacen nada “la perspectiva del futuro de Oriente Medio será un caos, y este no es su interés”.
Y concluyó interrogándose a quién compra Europa: “¿a quién le compramos, a quién le pagamos? ¿Le pagamos también al ISIS? No lo sé pero podría ser, porque de algún lado ellos reciben el dinero”.
Click aquí puede leer el discurso del papa Francisco a los participantes del encuentro
Ciudad del Vaticano, 19 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
El encuentro promovido por el Pontificio Consejo “Cor Unum” sobre la crisis humanitaria siria e iraquí, en la que participan organizaciones caritativas católicas que trabajan en Oriente Medio y obispos de la región, se realizó este jueves en el Vaticano a puerta cerrada.
Este mismo día, el papa Francisco les recibió en audiencia y describió la actual situación de esta región como “uno de los dramas humanitarios más opresivos de los últimos decenios” con “terribles consecuencias que los conflictos en Siria y en Irak tienen sobre las poblaciones civiles, así como sobre el patrimonio cultural”. Provocando un éxodo hacia el Líbano, Jordania y Turquía, países “que llevan hoy el peso de millones de refugiados, que han acogido generosamente”.
Johan Ketelers. secretario general de la International Catholic Migration Commission (ICMC), estuvo presente y conversó con ZENIT en una pausa del encuentro. Explicó la insuficiencia de las ayudas, los motivos del éxodo y la necesidad de involucrar a los países árabes en una conferencia internacional de paz, como factor indispensable para buscar una salida al conflicto. Compartimos a continuación sus opiniones en esta entrevista que presentamos a nuestros lectores.
Sobre el objetivo de este encuentro indicó que “además de dar visibilidad a la labor de la Iglesia, pone en conjunto las dificultades y desafíos que cada día encontramos, porque tenemos que entender cómo mejorar la operatividad, nuestro apoyo a las diócesis y sacerdotes en la situación actual”.
A propósito de las dificultades existentes, explicó que “llega poca ayuda, los fondos no son suficientes y los Gobiernos están aportando menos medios financieros. Baste pensar que entes de las Naciones Unidas, como la ACNUR y la UNCH reciben solamente el 30 por ciento del presupuesto presentado para todo Oriente Medio”.
Por ello es necesario decidir qué prioridades debemos dar a la ayuda, indicó, y redefinir la actividad humanitaria. “Tenemos que incluir la educación, ¿sí o no? Para nosotros es muy importante porque es la generación futura y no queremos perderla” señaló el dirigente de la ICMC. “Tampoco queremos perder a los jóvenes y que acaben con otras ideas radicales” añadió, precisando que todo esto tiene que ser discutido a nivel de las Naciones Unidas para entender dónde destinarán el dinero.
Sobre la ayuda humanitaria concluyó indicando que “para nosotros es muy importante no solamente hablar con los entes humanitarios de las Naciones Unidas, sino más aún con los Gobiernos para que puedan enfrentar la necesidad”.
Refiriéndose al éxodo bíblico que vive la región, Ketelers indicó que se parte de un principio: la gente no quiere abandonar su tierra. “Partimos del principio que las personas aunque vivan en habitaciones discretas o pobres, quieren permanecer en su casa, con la gente que conoce, y mejorar esa vida y en general la gente no piensa en irse”.
“Pero si un día llegan las amenazas --añadió el dirigente-- ellos toman una decisión: huir”. Y las cifras no son confortantes: “Hoy en Siria hay 4 millones de personas fuera del país, y de los 7 millones que permanecen, la mitad está desplazada. Esto es un caos, no podemos hablar más de soberanía, la soberanía no es un Gobierno, la soberanía es la de un pueblo y la mitad de la población está desplazada tratando de sobrevivir. Es necesario una estabilidad y paz. Y esto lo estamos discutiendo aquí”.
Interrogado sobre cuáles son los elementos que pueden llevar a la paz, precisó que ahora estamos en una escalada de violencia. E indicó entre los puntos uno que considera fundamental: dar protagonismo a los Estados Árabes. “Ellos tienen poder e interés, ellos pueden rehacer la cartografía política de la región”. Y precisó que en realidad “es Europa, Canadá, Estados Unidos y otros pocos países quienes responden. Hay necesidad de incluir mucho más la responsabilidad de los países árabes y la de Turquía”.
“Son ellos -indicó Ketelers- los primeros actores también del futuro de la región, más aún de Europa que está preocupada y comprometida con las llegadas de inmigrantes. Y no piensan tanto en la raíz del problema. Y así esto no va”. Por ello “esta problemática tenemos que discutirla con los países que tienen el poder para hacer los cambios y lo tienen”.
Sobre qué tipo de encuentro, el dirigente de la ICMC sugirió “una conferencia mundial para la paz con ellos como protagonistas. Porque está el problema del dinero y de las armas que van a las zonas del conflicto. Todas estas cosas hay que detenerlas”. Y si ellos no hacen nada “la perspectiva del futuro de Oriente Medio será un caos, y este no es su interés”.
Y concluyó interrogándose a quién compra Europa: “¿a quién le compramos, a quién le pagamos? ¿Le pagamos también al ISIS? No lo sé pero podría ser, porque de algún lado ellos reciben el dinero”.
Click aquí puede leer el discurso del papa Francisco a los participantes del encuentro
Este mismo día, el papa Francisco les recibió en audiencia y describió la actual situación de esta región como “uno de los dramas humanitarios más opresivos de los últimos decenios” con “terribles consecuencias que los conflictos en Siria y en Irak tienen sobre las poblaciones civiles, así como sobre el patrimonio cultural”. Provocando un éxodo hacia el Líbano, Jordania y Turquía, países “que llevan hoy el peso de millones de refugiados, que han acogido generosamente”.
Johan Ketelers. secretario general de la International Catholic Migration Commission (ICMC), estuvo presente y conversó con ZENIT en una pausa del encuentro. Explicó la insuficiencia de las ayudas, los motivos del éxodo y la necesidad de involucrar a los países árabes en una conferencia internacional de paz, como factor indispensable para buscar una salida al conflicto. Compartimos a continuación sus opiniones en esta entrevista que presentamos a nuestros lectores.
Sobre el objetivo de este encuentro indicó que “además de dar visibilidad a la labor de la Iglesia, pone en conjunto las dificultades y desafíos que cada día encontramos, porque tenemos que entender cómo mejorar la operatividad, nuestro apoyo a las diócesis y sacerdotes en la situación actual”.
A propósito de las dificultades existentes, explicó que “llega poca ayuda, los fondos no son suficientes y los Gobiernos están aportando menos medios financieros. Baste pensar que entes de las Naciones Unidas, como la ACNUR y la UNCH reciben solamente el 30 por ciento del presupuesto presentado para todo Oriente Medio”.
Por ello es necesario decidir qué prioridades debemos dar a la ayuda, indicó, y redefinir la actividad humanitaria. “Tenemos que incluir la educación, ¿sí o no? Para nosotros es muy importante porque es la generación futura y no queremos perderla” señaló el dirigente de la ICMC. “Tampoco queremos perder a los jóvenes y que acaben con otras ideas radicales” añadió, precisando que todo esto tiene que ser discutido a nivel de las Naciones Unidas para entender dónde destinarán el dinero.
Sobre la ayuda humanitaria concluyó indicando que “para nosotros es muy importante no solamente hablar con los entes humanitarios de las Naciones Unidas, sino más aún con los Gobiernos para que puedan enfrentar la necesidad”.
Refiriéndose al éxodo bíblico que vive la región, Ketelers indicó que se parte de un principio: la gente no quiere abandonar su tierra. “Partimos del principio que las personas aunque vivan en habitaciones discretas o pobres, quieren permanecer en su casa, con la gente que conoce, y mejorar esa vida y en general la gente no piensa en irse”.
“Pero si un día llegan las amenazas --añadió el dirigente-- ellos toman una decisión: huir”. Y las cifras no son confortantes: “Hoy en Siria hay 4 millones de personas fuera del país, y de los 7 millones que permanecen, la mitad está desplazada. Esto es un caos, no podemos hablar más de soberanía, la soberanía no es un Gobierno, la soberanía es la de un pueblo y la mitad de la población está desplazada tratando de sobrevivir. Es necesario una estabilidad y paz. Y esto lo estamos discutiendo aquí”.
Interrogado sobre cuáles son los elementos que pueden llevar a la paz, precisó que ahora estamos en una escalada de violencia. E indicó entre los puntos uno que considera fundamental: dar protagonismo a los Estados Árabes. “Ellos tienen poder e interés, ellos pueden rehacer la cartografía política de la región”. Y precisó que en realidad “es Europa, Canadá, Estados Unidos y otros pocos países quienes responden. Hay necesidad de incluir mucho más la responsabilidad de los países árabes y la de Turquía”.
“Son ellos -indicó Ketelers- los primeros actores también del futuro de la región, más aún de Europa que está preocupada y comprometida con las llegadas de inmigrantes. Y no piensan tanto en la raíz del problema. Y así esto no va”. Por ello “esta problemática tenemos que discutirla con los países que tienen el poder para hacer los cambios y lo tienen”.
Sobre qué tipo de encuentro, el dirigente de la ICMC sugirió “una conferencia mundial para la paz con ellos como protagonistas. Porque está el problema del dinero y de las armas que van a las zonas del conflicto. Todas estas cosas hay que detenerlas”. Y si ellos no hacen nada “la perspectiva del futuro de Oriente Medio será un caos, y este no es su interés”.
Y concluyó interrogándose a quién compra Europa: “¿a quién le compramos, a quién le pagamos? ¿Le pagamos también al ISIS? No lo sé pero podría ser, porque de algún lado ellos reciben el dinero”.
Click aquí puede leer el discurso del papa Francisco a los participantes del encuentro
El Papa alude a la "oleada migratoria" que "huye de la muerte"
El Papa se refería a los refugiados alojados en esa parroquia tras el llamamiento que él mismo hizo el pasado 6 de septiembre tras el tradicional rezo del Ángelus para que cada parroquia católica acoja a una familia de personas que huyen de su país.
La policía vigila a un grupo de inmigrantes en la frontera entre Hungría y Croacia (EFE)
EFE
sábado 19 de septiembre de 2015 05:21 PM
A bordo del avión papal.- El papa Francisco recordó hoy a los miles de refugiados que llegan a Europa "huyendo de la muerte, buscando vivir" durante el vuelo que le trasladaba desde Roma a La Habana.
El pontífice se dirigió brevemente a los representantes de medios, entre ellos Efe, que vuelan en el avión papal en el viaje que hoy comenzó a Cuba y Estados Unidos e hizo una reflexión sobre "las guerras, los inmigrantes que huyen, esta oleda migratoria que viene de las guerras, huyendo de la muerte, buscando vivir", citó Efe.
"Hoy me he emocionado mucho porque al despedirme (del Vaticano) en la puerta de Santa Ana estaba una de las familias que están en la parroquia de Santa Ana, ahí en el Vaticano, acogidos".
El Papa se refería a los refugiados alojados en esa parroquia tras el llamamiento que él mismo hizo el pasado 6 de septiembre tras el tradicional rezo del Ángelus para que cada parroquia católica acoja a una familia de personas que huyen de su país.
El pontífice señaló que eran "sirios refugiados" los que le despidieron antes de tomar el avión que le condujo a La Habana y añadió que "en su rostro se veía el dolor".
El Papa mencionó la necesidad que el mundo "tiene de paz" y agradeció la labor de los periodistas que siguen su viaje: "yo les agradezco todo aquello que hagan en su trabajo para hacer puentes".
Francisco recordó que este viaje, que le llevará durante nueve días por varias ciudades de Cuba y Estados Unidos hasta el 28 de septiembre, es el más largo de su pontificado: "un día más que el de Brasil" que hizo en 2013, indicó.
El Papa deseó "buen trabajo" a los periodistas que le acompañan en el avión papal y se refirió además a otros que no forman parte del grupo pero que informarán de sus actividades durante este, su décimo viaje internacional.
"Es justo que yo diga aquí mi gran saludo a tantos colegas suyos que en este momento están trabajando y trabajarán en las oficinas, en sus propias casas, para este viaje. También a ellos (les dirijo) un gran saludo y agradecimiento", añadió.
El pontífice se dirigió brevemente a los representantes de medios, entre ellos Efe, que vuelan en el avión papal en el viaje que hoy comenzó a Cuba y Estados Unidos e hizo una reflexión sobre "las guerras, los inmigrantes que huyen, esta oleda migratoria que viene de las guerras, huyendo de la muerte, buscando vivir", citó Efe.
"Hoy me he emocionado mucho porque al despedirme (del Vaticano) en la puerta de Santa Ana estaba una de las familias que están en la parroquia de Santa Ana, ahí en el Vaticano, acogidos".
El Papa se refería a los refugiados alojados en esa parroquia tras el llamamiento que él mismo hizo el pasado 6 de septiembre tras el tradicional rezo del Ángelus para que cada parroquia católica acoja a una familia de personas que huyen de su país.
El pontífice señaló que eran "sirios refugiados" los que le despidieron antes de tomar el avión que le condujo a La Habana y añadió que "en su rostro se veía el dolor".
El Papa mencionó la necesidad que el mundo "tiene de paz" y agradeció la labor de los periodistas que siguen su viaje: "yo les agradezco todo aquello que hagan en su trabajo para hacer puentes".
Francisco recordó que este viaje, que le llevará durante nueve días por varias ciudades de Cuba y Estados Unidos hasta el 28 de septiembre, es el más largo de su pontificado: "un día más que el de Brasil" que hizo en 2013, indicó.
El Papa deseó "buen trabajo" a los periodistas que le acompañan en el avión papal y se refirió además a otros que no forman parte del grupo pero que informarán de sus actividades durante este, su décimo viaje internacional.
"Es justo que yo diga aquí mi gran saludo a tantos colegas suyos que en este momento están trabajando y trabajarán en las oficinas, en sus propias casas, para este viaje. También a ellos (les dirijo) un gran saludo y agradecimiento", añadió.
El Papa saluda a la familia siria acogida en el Vaticano
Antes de subir al coche que le llevaba al aeropuerto, el Santo Padre ha estado con la familia de refugiados que ha sido acogida en la parroquia de Santa Ana del Vaticano
Por Redacción
Ciudad del Vaticano, 19 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
Ciudad del Vaticano, 19 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
La familia de refugiados siria hospedada por la parroquia vaticana de San Ana ha querido dar las gracias personalmente al Santo Padre por la acogida que han recibido. De este modo, esta mañana en torno a las 9.45, la familia ha ido a Santa Marta acompañados por el limosnero pontificio, monseñor Konrad Krajewski, para visitar al papa Francisco y desearle buen viaje a Cuba y Estados Unidos.
El encuentro, anuncia el comunicado de la Oficina de Prensa, ha tenido lugar unos minutos antes de que el Pontífice subiera al coche que le llevaba al aeropuerto de Fiumicino.
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